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Rol/Rit: 5989-2019

Carátula: BANCO DE CHILE/CARACCIOLI GARCIA MARIA - (REASIGNADA


DESDE TABLA RELATORA SRA. PAULINA AGUIRRE) - VISTA CONJUNTA
CON INGRESO CORTE N°14878-2020 - VUELVE A TABLA

Tribunal: Corte Apelaciones de Santiago

Resumen de los hechos:

El 05 de octubre de 2016 se presenta demanda en juicio ordinario de nulidad de


contrato ante el 22° Juzgado Civil, deducida por doña María Gabriela Caraccioli en
contra del Banco de Chile.
El 16 de mayo de 2017 se presenta querella ante el 4º juzgado de Garantía de
Santiago, en causa RIT 7480-2016, en la que el condenado confesó haber
secuestrado a la Sra. Caraccioli, para compelerla a obtener el crédito por el cual
se la demandó en el 23° Juzgado Civil.
El 21 de agosto de 2017, el Banco de Chile deduce demanda en juicio ordinario de
cobro de pesos, ante el 23° Juzgado Civil de Santiago, en contra de la Sra.
Caraccioli.
Esta es la demanda que corresponde a estos autos.
Con fecha 1 de febrero de 2018, en causa Rol C-24.666- 2016, caratulada
Caraccioli con Banco de Chile, seguida ante el 22º juzgado Civil de Santiago, el
abogado del Banco de Chile solicitó, que se suspendiera el procedimiento y se
acumularan los autos hasta que la presente causa llegara al estado de período de
prueba.
El 25 de abril de 2019 se dicta sentencia definitiva en esta causa, que corresponde
a la demanda de cobro de pesos.
Con fecha 08 de septiembre de 2020, se dicta sentencia en la causa sobre juicio
ordinario tramitada ante el 22° Juzgado Civil de Santiago.

Jurisprudencia que asienta:

La Corte de Apelaciones revisó ambas causas, para poder analizar los


antecedentes y advertir la contradicción de ambas sentencias. En una se da lugar
al cobro de pesos fundado en el contrato de mutuo celebrado con fecha 26 de
Junio de 2016, y en la otra se declara que dicho contrato de mutuo es nulo.

El Banco de Chile, antes de presentar la demanda contra doña María Gabriela


Caraccioli estaba en conocimiento del juicio sobre nulidad de contrato que había
presentado la recurrida y no lo mencionó en sus pretensiones, motivo por el cual
se dictaron don sentencias contradictorias, lo que la Corte debe corregir y
subsanar a través de los recursos interpuestos por las partes en ambos procesos.

Principales considerandos:

SEXTO:

Que se revoca la sentencia definitiva recurrida, disponiendo en consecuencia que


se rechaza la demanda de cobro de pesos interpuesta por el demandante, sin
condenación de costas a esta parte, por existir hechos agraviantes a la recurrida,
toda vez que esta parte acreditará con los instrumentos que acompañará en la
etapa procesal correspondiente según el artículo 348 del Código de Procedimiento
Civil, que dicho pagaré fue suscrito a raíz de un hecho delictivo, del cual el
demandante tenía pleno conocimiento y había aceptado al pagar otros dineros
sustraídos el día de los hechos de su cuenta corriente , línea de crédito y tarjeta
de crédito.

OCTAVO:

Que, el documento acompañado por el actor para acreditar su demanda de cobro


de pesos, esto es, contrato de mutuo celebrado con fecha 26 de junio de 2016,
operación N° 994067238516056822, por la suma de $31.776.503, es nulo por falta
de consentimiento por fuerza, según lo resuelto por esta Corte en los autos Rol
14.878-2020.
Comentario:

El análisis de esta sentencia lo centraremos en la causa que finalmente se acogió


por parte de la Corte de Apelaciones, que es la nulidad del contrato por vicio del
consentimiento la cual “implica que el acto ha nacido a la vida jurídica y ha
producido sus efectos, los cuales serán invalidados en la medida que se obtenga
la resolución judicial que declare la nulidad del acto”. 1 Analizando el contexto
dentro del cual se produjo la celebración de dicho contrato, coincidimos con el
tribunal de alzada respecto a la nulidad relativa decretada.

Debemos considerar que para que la fuerza vicie la voluntad, esta debe reunir
ciertas condiciones como; a) ser la causa determinante del contrato esto “significa
que ella debe haberse ejercido por cualquiera persona con la finalidad de obtener
el consentimiento en la celebración del acto jurídico”. 2, como lo indica el artículo
1457 del Código Civil, también b) ser injusta y c) ser grave.

Analizando la primera condición tenemos que para que la fuerza vicie el


consentimiento no es necesario que la ejerza el que es beneficiado por ella; basta
solo se haya empleado la fuerza por cualquier persona, con el objeto de obtener el
consentimiento, por lo que nos encontramos ante un acto de violencia “La
violencia consiste en toda presión física o moral ejercitada sobre una persona o
sobre sus bienes, a fin de extorsionarle un compromiso contrario a su voluntad
interna”.3

La persona que contrata estando sometida a “fuerza” o “violencia”, lo hace para


evitarse sufrimientos inmediatos o futuros que se le imponen o con que se le
amenaza para obtener su consentimiento.4

Lo que produce el consentimiento es el temor que infunde la fuerza “Cuando


el consentimiento se da bajo el imperio de un sufrimiento actual o del temor de un

1
FIGUEROA (2012a) tomo ll, p. 203
2
FIGUEROA (2012b) tomo II, p. 77
3
LUTZESCO (s.a) tomo I, p. 347 citado por Alessandri (2010a) tomo II, p.46
4
ALESSANDRI (2010b) tomo II p. 46
sufrimiento futuro”.5 La fuerza en sí misma no vicia el consentimiento, si no es el
temor que dicha fuerza produce sobre el ánimo de la persona sobre quien se
ejerce.

La segunda condición sobre la gravedad de la fuerza esta “debe ser capaz de


producir una impresión fuerte en una persona de sano juicio, tomando en cuenta
su edad, sexo y condición”.6 y respecto a la tercera condición la fuerza debe ser
injusta cuando esta es ilegítima, es decir, “cuando consiste en el empleo de
medios ilícitos, que la ley rechaza”.7

Mediante las pruebas presentadas se demuestra que la fuerza ejercida sobre la


Sra. María Gabriela Caraccioli fue determinante del contrato en que prestó su
voluntad, ya que fue intimidada por un tercero por vía telefónica, que le expresó
tener secuestrada a su hija y nieto, a los que incluso mataría si no entregaba sus
claves de acceso bancarias. Se puede concluir que en este caso podemos
identificar la fuerza moral ya que estamos ante “…la presión ejercida sobre la
voluntad de un individuo por medios intelectuales, de tal forma que inspira un
temor en éste que lo induce a celebrar el acto o contrato”. 8 Lo mencionado
anteriormente es crucial ya que de no haber existido estas circunstancias la
recurrida nunca hubiera realizado las acciones de transferencias bancarias.

5
PLANIOL Y RIPERT (s.a) tomo IV p. 254 citado por ALESSANDRI (2010c) tomo ll, p.46
6
ALESSANDRI (2010d) tomo II p. 52
7
ALESSANDRI (2010e) tomo II p. 54
8
BARCIA (2010) tomo l, p. 59
Bibliografía Citada

1. ALESSANDRI Rodríguez, Arturo (2010) La Nulidad y la Rescisión en el


Derecho Civil Chileno. Santiago. Editorial Jurídica de Chile. Tomo l
2. BARCIA Lehmann, Rodrigo (2010) Lecciones de Derecho Civil Chileno. Del
Acto Jurídico. Santiago. Editorial Jurídica de Chile. Tomo l
3. FIGUEROA Yañez, Gonzalo (2012) Curso de Derecho Civil. Santiago.
Editorial Jurídica de Chile. Tomo II

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