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Rol/Rit: 17659-2019

Carátula: Díaz Eterovic Edith Sylvia con Solis Riffo Marcela Rebeca y Otro (O)

Tribunal: Corte Suprema

Resumen de los hechos:

La demandante Edith Díaz Eterovic contrajo en el año 1970 matrimonio, bajo el


régimen de sociedad conyugal con Sergio Droguett Navarro. En el año 1978 su
marido adquirió el inmueble de calle Magdalena Vicuña de la comuna de San
Miguel, en la ciudad de Santiago e inscribió el dominio a su nombre. Desde aquel
entonces la demandante vive con sus dos hijos en el domicilio familiar haciendo
uso del usufructo.

En el año 2005 se produce el divorcio entre la recurrente y el Sr. Droguett, donde


se establece como compensación económica que Edith Diaz poseerá el usufructo
vitalicio del inmueble adquirido durante el matrimonio en fallo de primera instancia.

En el año 2007 su exmarido, vendió la casa a Marcela Solis Rifo (con la que
mantenía una relación sentimental), libre de todo gravamen y litigio, mientras el
juicio de divorcio aún se encontraba en curso y el perfeccionamiento del usufructo
también.

En el año 2013 el conservador de bienes raíces de San Miguel se niega a inscribir


el usufructo vitalicio porque se había transferido el título, situación donde la
demandante se entera de la venta del inmueble. En ese mismo año fallece el Sr.
Droguett y la demandada vende la casa adquirida a su único hijo, César Saravia
estipulando en el contrato que la entrega del inmueble se efectúa libre de todo
ocupante.

Por los actos referidos la recurrente reclama la nulidad absoluta del contrato de
compraventa, celebrado entre Marcela Solis Riffo y su difunto exmarido Sergio
Droguett Navarro.
Jurisprudencia que asienta

La demandante reclama la nulidad absoluta del contrato de compraventa porque


adolece de falta de objeto y objeto ilícito, ya que por este instrumento se enajenó
el inmueble, sin considerar el usufructo vitalicio a favor de la recurrente. El Sr.
Droguett procedió a venderlo a la demandada Marcela Solis, declarando se
encontraba libre de gravámenes.

Se acusó mala fe de los contratantes, porque el contrato se realizó para quitar el


bien raíz del patrimonio del vendedor y así impedir el derecho real de usufructo
que la Sra. Edith Díaz venía ejerciendo hace años.

Principales considerandos:

DÉCIMO PRIMERO:

Que la causal de nulidad absoluta en referencia se trata de un vicio objetivo y,


como tal, se entiende verificada con su mera constatación. No obstante, debe
insistirse que el vendedor del inmueble estaba en pleno conocimiento de la
existencia no solo de usufructo sino del litigio que a su respecto se ventilaba en el
juicio de divorcio y compensación económica. Sin embargo, vendió el bien raíz
libre de todo gravamen y litigio.

DÉCIMO TERCERO:

Que asimismo y como previene el artículo 1689 del Código Civil, la nulidad
judicialmente pronunciada da acción reivindicatoria contra terceros poseedores.
Comentario:

Esta sentencia está fundamentada en torno al usufructo vitalicio, según Peñailillo


este tipo de derecho real al ser vitalicio se extingue con la muerte del
usufructuario.1 Si esto no es respetado decanta en una serie de acciones como es
la falta de objeto y objeto ilícito que llevan a la Corte Suprema a declarar la nulidad
absoluta para este caso en específico. Debido a que “es posible afirmar que todos
los actos y contratos que la ley prohíbe adolecen de objeto ilícito, y son, por tanto,
nulos de nulidad absoluta”.2

Figueroa citando a Fabres nos da certeza que a pesar de que “El art. 1682 no
consigna expresamente como causa de nulidad la falta de objeto o la falta de
causa; dice sólo que lo es el objeto o causa ilícita, pero no por esto es menos
cierto que la falta de objeto o de causa impide absolutamente la existencia de la
obligación, y es, por consiguiente, nulidad absoluta”.3

El usufructo “sólo da al usufructuario el derecho de usar y gozar de la cosa por un


tiempo determinado o por toda su vida. Por lo tanto, el usufructuario no es dueño
de la cosa, no puede disponer de ella”. 4 Para la constitución de este usufructo
respecto al acto entre vivos podemos inferir del artículo 767 del Código Civil que
“Si por acto entre vivos, la formalidad depende de la naturaleza de la cosa
fructuaria. Si recae sobre muebles, es consensual; si recae sobre inmuebles, es
necesario instrumento público inscrito”.5

En el caso examinado dicho usufructo consta en un instrumento público, ya que


fue declarado en sentencia del juzgado de familia en espera de la contestación de
apelación, por lo que, al venderse el inmueble junto con la propiedad del usufructo,
esta no es autorizada por el juez que conocía del tema del divorcio para su
enajenación, la palabra enajenación “Tomada en sentido amplio […] designa a la

1
PEÑAILILLO (2010a) p. 203
2
ALESSANDRI (2010) p.142
3
FABRES (1908) p.p 101 a 103-132 y 133 citado por Figueroa (2012) P.p 206-207
4
DUCCI (2010) p. 185
5
PEÑAILILLO (2010b) p. 204
tradición que sirve para transferir el dominio o para constituir cualquier otro
derecho real, como sería un usufructo o una servidumbre, por ejemplo”.6

Esta situación es contraria a lo establecido en el artículo 1810 del Código Civil, ya


que aún se estaba litigando, incluso podemos ratificar esta aseveración con los
artículos 1466, 1464 y 1682 del Código Civil, donde en el primer artículo hablamos
del objeto ilícito que se nos presenta por realizar un contrato prohibido por la
leyes; en el segundo artículo tenemos que el objeto ilícito en la enajenación debe
cumplir con las formalidades expresadas en el N°4 que es el que corresponde en
el caso, requisito que no se cumple en esta compraventa ya “que la única manera
de enajenar válidamente la especie cuya propiedad se litiga sería con autorización
previa del juez que conoce del litigio”. 7 lo que en este caso no ocurrió; y en el
tercer artículo tenemos la nulidad producida por un objeto o causa ilícita.

Respecto a los efectos que produce la nulidad decretada en este caso queremos
basarnos en el artículo 1687 del Código Civil donde se menciona que las partes
tienen derecho para ser restituidas al mismo estado en que se hallarán si no
hubiese existido el acto o contrato nulo. “La obligación de restitución de la cosa no
admite excepción alguna, ni siquiera en beneficio de la parte que se encontraba de
buena fe”.8

6
VIAL (2011a) p. 170
7
VIAL (2011b) p. 183
8
VIAL (2011c) p. 280
Bibliografía Citada

1. ALESSANDRI Rodríguez, Arturo (2010). La Nulidad y la Rescisión en el


Derecho Civil Chileno. Santiago. Editorial Jurídica de Chile. Tomo I
2. DUCCI Claro, Carlos (2010). Derecho Civil. Parte General. Santiago.
Editorial Jurídica de Chile.

3. FIGUEROA Yáñez, Gonzalo (2012). Curso de Derecho Civil. Santiago.


Editorial Jurídica de Chile. Tomo II

4. PEÑAILILLO Arévalo, Daniel (2010). Los bienes. La propiedad y otros


Derechos Reales. Santiago. Editorial Jurídica de Chile

5. VIAL del Rio, Víctor (2011). Teoría General del Acto Jurídico. Santiago.
Editorial Jurídica de Chile

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