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Santiago, veintinueve de abril de dos mil catorce.

VISTO:
Con fecha 16 de agosto del año 2013, el abogado
MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ GONZÁLEZ, en representación de MG
CONSULTORES, ha deducido un requerimiento ante esta
Magistratura Constitucional a fin de que declare la
inaplicabilidad por inconstitucionalidad de la letra e)
del artículo 11 de la Ley N° 20.285, sobre Acceso a la
Información Pública, en el marco del reclamo de
ilegalidad deducido por la Dirección Nacional del
Servicio Civil en contra de la decisión de amparo del
Consejo para la Transparencia, Rol I.C. N° 1400-2013, que
se encuentra actualmente pendiente ante la Iltma. Corte
de Apelaciones de Santiago, con decreto de autos en
relación y el procedimiento suspendido por resolución de
este Tribunal.

La norma impugnada dispone:

“Artículo 11.- El derecho de acceso a la


información de los órganos de la Administración
del Estado reconoce, entre otros, los siguientes
principios:

(…)

e) Principio de la divisibilidad, conforme


al cual si un acto administrativo contiene
información que puede ser conocida e información
que debe denegarse en virtud de causa legal, se
dará acceso a la primera y no a la segunda.”

El conflicto de constitucionalidad sometido a la


decisión de este Tribunal consiste en que la requirente
estima que la entrega del puntaje obtenido en el informe
psicolaboral, ordenada por el Consejo para la
Transparencia en virtud del principio de divisibilidad
consagrado en la norma impugnada, terminará lesionando

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severamente el derecho a desarrollar su actividad
económica con total independencia e imparcialidad,
amparado en el N° 21° del artículo 19 de la Carta
Fundamental, afectando con ello de paso la integridad del
proceso de selección.

Argumenta que la actividad económica que realiza la


requirente no sólo es constitucionalmente lícita, sino
que indispensable para el adecuado desenvolvimiento y
éxito de los procesos de la Alta Dirección Pública,
conforme lo dispuso y comprendió el legislador de la Ley
N° 19.882 y así se han realizado cientos de concursos
desde la entrada en vigencia de dicha ley.

Sostiene que la publicidad aislada y asistemática


del puntaje asignado hará que el trabajo quede expuesto a
un escrutinio descontextualizado y generalmente realizado
por quienes carecen del conocimiento y las habilidades
necesarias para dimensionarlo en forma adecuada, haciendo
inútil la participación en los procesos de selección y
afectando la referida garantía con graves secuelas
patrimoniales; a ello agrega que si los especialistas
tienen conocimiento de que el candidato puede acceder a
las opiniones que sobre él se viertan, sin duda alguna
moderarán sus juicios y observaciones, que, en cambio,
mediando el principio de confidencialidad emitirían con
mayor libertad y precisión.

Advierte que conocer los informes o las notas no


sólo podría dar origen a una presión indebida sobre los
profesionales y la empresa, que fomentaría el tráfico de
influencias, sino que al mismo tiempo aquéllos podrían
ser utilizados con otros fines.

Añade, finalmente, que la referida Ley N° 19.882,


en sus artículos 8°, inciso segundo, y 55, garantiza el
secreto de la evaluación completa, agregando que la nota
es parte integrante de todo el proceso, no siendo

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admisible que pueda ser fraccionada o considerada
aisladamente.

En cuanto a los antecedentes de la gestión


pendiente, de las copias de las piezas principales de la
misma, remitidas por la Iltma. Corte de Apelaciones de
Santiago, agregadas a fojas 75 y siguientes, se desprende
que el participante en un concurso público en el que no
fue seleccionado solicitó la entrega del examen
psicolaboral que se le practicó. La Dirección Nacional
del Servicio Civil se negó a la entrega, invocando la
causal del artículo 21, N° 2, de la Ley de Transparencia,
fundando su negativa en que la publicidad del proceso de
selección -que involucra la evaluación de competencias,
experiencia laboral y aptitudes psicológicas- vulneraría
la dignidad personal del evaluado, ya que en la
evaluación constan apreciaciones del examinador emitidas
dentro de un contexto técnico, experto y específico.
Además, sostuvo que no corresponde entregar el informe
psicolaboral a quien solicita el propio, atendido que el
titular de éste es la autoridad que solicita la asesoría
profesional para evaluar si un individuo posee las
competencias necesarias para desempeñarse en una plaza
concursada. Consideró también que constituyen datos
sensibles, invocando al efecto la Ley de Protección de
Datos Personales, y que se afectarían los derechos e
intereses del evaluador, cuyo trabajo sería expuesto a un
escrutinio descontextualizado y generalmente realizado
por quienes carecen del conocimiento y las habilidades
necesarias para dimensionarlo en forma adecuada, haciendo
inútil la participación de las empresas consultoras
expertas.

El solicitante recurrió de amparo ante el Consejo


para la Transparencia, organismo que, aplicando el
principio de divisibilidad, lo acogió parcialmente,
ordenando entregar sólo el puntaje obtenido en el examen

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psicolaboral. En su resolución, rolante a fojas 86 y
siguientes de estos autos, el Consejo reiteró lo
sostenido en decisiones anteriores en cuanto al carácter
reservado del informe psicolaboral, tanto del propio
solicitante como de terceros, basado en que las opiniones
vertidas y contenidas en él corresponden a un examen en
un momento determinado, sobre la base de los atributos
definidos en un perfil. No obstante, contrariamente a lo
argumentado por la Dirección Nacional del Servicio Civil,
resolvió que el requirente tiene derecho a acceder a la
información relativa a su evaluación, ponderación y los
puntajes que obtuvo en las distintos exámenes que le
fueron practicados, ya que se trata de datos personales
de los cuales es titular, de conformidad con lo dispuesto
en el artículo 2°, letra ñ), de la Ley de Protección de
Datos Personales, lo que, indica, rige aun cuando el
informe psicológico haya sido encargado a una empresa de
consultores, ya que no puede desconocerse que el titular
de los datos es la persona a que ellos se refieren.

En contra de esta decisión la Dirección Nacional


del Servicio Civil dedujo reclamo de ilegalidad ante la
Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago, que constituye
la gestión pendiente invocada en el presente
requerimiento, en que la requirente de autos es parte,
habiendo evacuado el traslado que le fuera conferido en
su calidad de tercero involucrado, según se desprende de
copia de la referida presentación, que rola a fojas 197 y
siguientes de estos autos.

Por resolución de fecha 22 de agosto del año 2013,


escrita a fojas 51 y siguientes, la Segunda Sala de esta
Magistratura admitió a trámite el requerimiento y decretó
la suspensión del procedimiento en que incide;
posteriormente, por resolución de fecha 12 de septiembre
siguiente, escrita a fojas 228 y siguientes, lo declaró
admisible, confiriendo traslado a los órganos

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constitucionales interesados y a las partes de la gestión
pendiente mediante resolución de fecha 13 de septiembre
de ese año, escrita a fojas 233 y siguiente, trámite que
sólo fue evacuado oportunamente por el Consejo para la
Transparencia.

Mediante presentación de fecha 6 de octubre del año


2013, agregada a fojas 241 y siguientes, el abogado Jorge
Gómez Oyarzo, en representación del Consejo para La
Transparencia, formuló sus observaciones, solicitando el
rechazo del requerimiento, con costas, a cuyo efecto
sostuvo que la norma impugnada se encuentra ajustada a la
Carta Fundamental, en virtud de lo siguiente:

En primer término, señala que la norma no tiene


carácter decisivo, toda vez que no constituye la única ni
la determinante en la resolución del reclamo de
ilegalidad que se pide acoger a los jueces del fondo, ya
que existen otras, como el enunciado normativo del
artículo 21 de la misma Ley de Transparencia, que admite
denegar total o parcialmente la información por una
cualquiera de las causales allí contempladas, y los
artículos 50 ó 55 de la Ley N° 19.882, que establecen un
grado de reserva de los concursos de selección de
personal convocados por la Dirección Nacional del
Servicio Civil, normas que no han sido impugnadas.

Señala que, tal y como lo ha reconocido esta


Magistratura en el considerando décimo de las sentencias
Roles N°s 2290 y 2278, para que en el caso concreto se
presente el conflicto de constitucionalidad debe
descartarse la aplicación de los referidos artículos 50 y
55 de la Ley N° 19.882, los que no han sido impugnados en
el presente requerimiento. En consecuencia, sostiene que,
tal y como se resolvió en las referidas causas, en que se
desestimaron los respectivos requerimientos, lo que
corresponde es que esta discusión acerca de la reserva o

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secreto de la información solicitada se dé en sede de
legalidad, ante la Corte de Apelaciones respectiva.

En segundo lugar, señala que en el requerimiento la


afectación constitucional que se denuncia se sustenta en
el daño que la revelación produciría al debido
cumplimiento de las funciones de la Dirección Nacional
del Servicio Civil y al Sistema de la Alta Dirección
Pública, más que en la afectación al derecho a realizar
una actividad económica de MG CONSULTORES, no existiendo
una adecuada y razonada relación causal de hechos que
permita concluir que la aplicación de la norma impugnada
produce el efecto contrario a la Carta Fundamental que se
denuncia, ya sea entorpeciéndola, embarazándola o
amagándola, citando al efecto distintos párrafos del
requerimiento para ilustrar su aseveración, en los que
existen meras referencias de paso y se parte además de
varios supuestos errados, quedando de manifiesto la
evidente falta de fundamento del requerimiento.

En cuanto a los supuestos errados, indica que en la


resolución impugnada en la gestión pendiente sólo se
ordenó la entrega del puntaje obtenido en el examen
psicolaboral; de allí que no sea efectivo que se haya
ordenado entregar la evaluación y ponderación que el
solicitante obtuvo en los distintos exámenes que le
fueron practicados -como se sostiene en el
requerimiento-, ni tampoco que se acceda a las opiniones
vertidas en ellos.

En tercer lugar, señala que de la lectura del


requerimiento resulta evidente que lo que se está
impugnando es la aplicación que el Consejo para la
Transparencia ha efectuado de la norma impugnada,
cuestión de mera legalidad que es de competencia de los
jueces del fondo.

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En cuarto lugar, destaca como primordial lo
relativo a la temporalidad, en cuanto a que la solicitud
de acceso a la información ha sido requerida a la
Dirección Nacional del Servicio Civil una vez concluido
el proceso de selección, de tal suerte que su revelación
no puede afectar la actividad ya realizada por la
consultora dentro de dicho proceso.

Agrega, en quinto lugar, que el artículo 8° de la


Constitución Política dispone la publicidad de los
fundamentos de las decisiones públicas, sosteniendo que
los puntajes que se ha ordenado entregar en el caso
concreto constituyen parte de los fundamentos que la
autoridad consideró y ponderó para la confección de la
nómina de candidatos elegibles al momento de resolver el
concurso. Suponer lo contrario, indica, importaría que la
preselección del concurso quede al margen de todo
criterio objetivo y a entero capricho de la autoridad.

Y, finalmente, señala que la aplicación del


principio de divisibilidad contemplado en la disposición
impugnada permite conciliar y compatibilizar
adecuadamente el principio constitucional de publicidad,
el derecho fundamental de acceso a la información pública
y los motivos por los cuales se puede disponer la reserva
o secreto de determinada información. Abusar de la
reserva o secreto como se pretende en el requerimiento,
impidiendo que se entregue una parte de la información
que de ninguna manera puede lesionar uno de los cuatro
bienes jurídicos que el Constituyente enuncia en el
inciso segundo del artículo 8° de la Carta Fundamental,
deja sin aplicación práctica una garantía constitucional
para cautelar otra que supuestamente se estima afectada.

Por resolución de 9 de octubre del año 2013 se


ordenó traer los autos en relación y la agregación de la
causa al Rol de Asuntos en Estado de Tabla, verificándose

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su vista con fecha 28 de noviembre siguiente, alegando en
ella, luego de escuchar la relación, el abogado Miguel
Ángel Fernández González, por la parte requirente; el
abogado Jorge Gómez Oyarzo, por el Consejo para la
Transparencia, y el abogado Rodrigo Aros Chía, por la
Dirección Nacional del Servicio Civil, quedando pendiente
la adopción del acuerdo, decretándose con fecha 2 de
diciembre de ese año las siguientes medidas para mejor
resolver: 1°. Que la Dirección Nacional del Servicio
Civil acompañe los antecedentes relativos a: a) La
convocatoria al concurso público en que participó el
solicitante de información, don Alejandro Díaz Pereira,
con cuyo motivo se originó el reclamo de ilegalidad que
constituye la gestión pendiente de este requerimiento, y
su resolución definitiva; b) La solicitud de acceso a la
información presentada por el mencionado señor Díaz
Pereira y los antecedentes de su tramitación; 2°. Que la
requirente informe en cuántos concursos de la Alta
Dirección Pública ha participado y en cuánto incide ello
en sus ingresos anuales; 3°. Que el Consejo para la
Transparencia acompañe copia de los antecedentes del
procedimiento de amparo que dio origen al reclamo de
ilegalidad.

En cumplimiento de lo ordenado en el punto 1°,


letra a), la Dirección Nacional del Servicio Civil
acompañó copia del aviso de convocatoria al proceso de
selección para 5 coordinadores/as Regionales Subdirección
Alta Dirección Pública Área Educación y copia del sistema
de postulación en línea, donde aparece que el concurso de
Coordinador Regional Zona Sur Subdirección Alta Dirección
Pública Área Educación, a honorarios, fue declarado
desierto, antecedentes que se encuentran agregados a
fojas 301 y 389 de estos autos.

Y, dando cumplimiento de lo ordenado en la letra


b), acompañó la solicitud de información, la resolución

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denegatoria, así como el reclamo presentado por el
solicitante de la información, antecedentes que rolan
agregados en autos a fojas 302 y 303, 331 y 327 y
siguiente, respectivamente.

Por su parte, para efectos de dar cumplimiento a lo


ordenado en el punto 2°, a fojas 298 la requirente
acompañó un cuadro por año para graficar el número de
concursos de la Alta Dirección Pública en que ha
participado desde el año 2005, el que se encuentra
agregado a fojas 299, señalando que la incidencia en sus
ingresos anuales es del orden entre el 40 y el 60%
aproximadamente.

Finalmente, en cumplimiento de lo ordenado en el


punto 3°, el Consejo para la Transparencia acompañó copia
de los antecedentes del procedimiento de amparo que dio
origen al reclamo de ilegalidad, los que se encuentran
agregados de fojas 283 a fojas 297 vuelta, de los que se
desprende que, en el reclamo, el solicitante de amparo
invocó la Ley N° 19.628, sobre Protección de Datos
Personales, argumentando tener derecho a acceder al
informe psicolaboral que se le practicó, por ser el
titular de los datos personales que a él se refieren.

De los mismos antecedentes se advierte que,


mediante Oficio N° 500, de fecha 4 de febrero de 2013, se
notificó a la requirente de autos el reclamo, en su
calidad de tercero cuyos derechos la Dirección Nacional
del Servicio Civil estimó que podrían verse vulnerados
con la entrega de la información solicitada, trámite que
no fue evacuado dentro de plazo, resolviéndose el amparo
con fecha 28 de febrero siguiente, por decisión Rol
C-1644-12, impugnada ante la Iltma. Corte de Apelaciones
de Santiago mediante el reclamo de ilegalidad que
constituye la gestión pendiente invocada en el presente
requerimiento.

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Por resolución de fecha 14 de enero del año en
curso, el Pleno de este Excmo. Tribunal tuvo por
cumplidas las medidas para mejor resolver, procediendo a
la adopción del acuerdo con esa misma fecha.

CON LO RELACIONADO Y CONSIDERANDO:

1. LA IMPUGNACIÓN Y LA INFRACCIÓN CONSTITUCIONAL.

PRIMERO: Que, en el marco de un reclamo de


ilegalidad deducido por la Dirección Nacional del
Servicio Civil en contra del Consejo para la
Transparencia, seguido ante la Corte de Apelaciones de
Santiago, mediante el cual se impugna la decisión de
dicho organismo que, recurriendo al principio de
divisibilidad, ordenó entregar “el puntaje obtenido en el
examen psicolaboral efectuado para el proceso de
selección del cargo de Coordinador Zona Sur Subdirección
Alta Dirección Pública Área Educación Zona Sur”, la
empresa MG Consultores ha deducido un recurso de
inaplicabilidad en contra de la letra e) del artículo 11
de la Ley N° 20.285;

SEGUNDO: Que el precepto impugnado establece, entre


otros principios reconocidos, relativos al derecho de
acceso a la información de los órganos de la
Administración del Estado, el siguiente:

“Artículo 11.- El derecho de acceso a la


información de los órganos de la Administración del
Estado reconoce, entre otros, los siguientes
principios:

(…)
e) Principio de la divisibilidad, conforme al
cual si un acto administrativo contiene información

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que puede ser conocida e información que debe
denegarse en virtud de causa legal, se dará acceso
a la primera y no a la segunda.”;

TERCERO: Que la solicitud de inaplicabilidad se


funda en la infracción al N° 21° del artículo 19
constitucional, que asegura a todas las personas:

“21° El derecho a desarrollar cualquiera


actividad económica que no sea contraria a la moral,
al orden público o a la seguridad nacional,
respetando las normas legales que la regulen.

El Estado y sus organismos podrán desarrollar


actividades empresariales o participar en ellas sólo
si una ley de quórum calificado los autoriza. En tal
caso, esas actividades estarán sometidas a la
legislación común aplicable a los particulares, sin
perjuicio de las excepciones que por motivos
justificados establezca la ley, la que deberá ser,
asimismo, de quórum calificado.”;

CUARTO: Que, en el caso concreto, la infracción se


reduce al inciso primero del numeral 21°, transcrito
precedentemente, en lo que resulta pertinente,
excluyéndose, en consecuencia, por no ser atingente, el
inciso que le sigue;

QUINTO: Que, no obstante, la fundamentación


esgrimida radica esencialmente en que el levantamiento
parcial de la reserva afectaría al debido funcionamiento
del Sistema de la Alta Dirección Pública, mas no se hace
consistir propiamente en la afectación al derecho a
realizar una actividad económica por parte de la
requirente;

SEXTO: Que es así como el grueso del escrito de


la requirente se refiere al proceso de selección,

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haciendo hincapié en el carácter confidencial que el
mismo tendría (fs. 7), lo que constituiría “un requisito
indispensable para el adecuado funcionamiento del
sistema”, confidencialidad que la propia ley ha dispuesto
en el artículo 55 de la Ley N° 19.882. Cabe advertir que,
según el requerimiento, “sólo a partir de ese rasgo es
posible asegurar la participación, garantizar que los
candidatos sean evaluados en igualdad de condiciones … y
porque así lo ha dispuesto el artículo 55 de la Ley N°
19.882” (fs. 7). De lo anterior concluye que “forzar la
entrega de la información, antes y al contrario,
infringe, desde luego, la Ley N° 19.882”, pero también el
derecho del N° 21° del artículo 19 (fs. 7). Cuando la
requirente intenta fundamentar la vulneración de dicho
derecho constitucional (fs. 10), se agota en sostener que
es titular del derecho del artículo 19 N° 21° (cuestión
que no está en discusión) y que sólo la ley puede normar
dicho derecho. Al referirse a la infracción, afirma que
“la aplicación que se ha hecho de la letra e) del
artículo 11 de la Ley N° 20.285, en orden a fraccionar o
dividir el informe … importa una aplicación de aquel
precepto legal que es contraía (sic) a la Constitución,
pues indefectiblemente, terminará lesionando o afectando
severamente el derecho que la Constitución le garantiza
en orden a llevar a cabo su actividad económica con total
independencia e imparcialidad, afectando, de paso, la
integridad del sistema de selección dispuesto por la Ley
N° 19.886” (fs. 11);

SÉPTIMO: Que, del requerimiento y demás escritos


presentados, y de las alegaciones en estrados, la
infracción al derecho a desarrollar una actividad
económica, reconocido por nuestra Constitución como un
derecho fundamental de todas las personas, no aparece
suficientemente sustentada por la requirente, sin
demostrar una relación causal que lleve a la conclusión

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de que la aplicación de la norma impugnada produce el
efecto contrario a la Carta Fundamental que se denuncia;

OCTAVO: Que, a mayor abundamiento, y en la


oportunidad procesal pertinente, el Consejo para la
Transparencia, mediante Oficio N° 500, de 4 de febrero de
2013, confirió traslado a MG Consultores, para que como
tercero involucrado, según lo dispone el artículo 25 de
la ley respectiva, presentara sus descargos y
observaciones respecto del amparo, y se manifestara
acerca de los derechos que podrían verse afectados con la
publicidad de la información requerida;

2. CONTEXTO EN EL QUE SE INSERTAN ESPECIFICIDADES SOBRE


LOS DATOS SOLICITADOS.

NOVENO: Que, antes de referirnos al principio de


divisibilidad de la información y para un adecuado
entendimiento, explicitaremos algunas materias de
contexto: a) el Consejo para la Transparencia accedió
parcialmente a la información solicitada; b) se solicitó
información propia sobre un concurso declarado desierto,
y c) los artículos quincuagésimo y quincuagésimo quinto
de la Ley N° 19.882 no son aplicables en el concurso
respecto del cual los datos fueron solicitados;

a) El Consejo para la Transparencia accedió parcialmente


a la información solicitada.

DÉCIMO: Que debe recordarse que el caso se origina


cuando don Alejandro Díaz Pereira solicita a la Dirección
Nacional del Servicio Civil el resultado de su examen
psicolaboral, efectuado para el proceso de selección del

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cargo de Coordinador Subdirección Alta Dirección Pública
Área Educación Zona Sur. El Consejo para la Transparencia
accedió parcialmente a la petición, requiriendo a la
mencionada Dirección solamente la entrega de una
información objetiva, conformada por la tabla de puntajes
que la empresa consultora asignó, como resultado del
informe psicolaboral, para cada atributo del perfil del
cargo que elaboró el Servicio Civil;

DECIMOPRIMERO: Que, no obstante, la requirente hace


supuestos erróneos sobre la resolución impugnada en la
gestión pendiente, que, tal como se ha señalado, ordenó
sólo la entrega del puntaje, y no así de la evaluación y
ponderación obtenidas por el solicitante, reiterando
argumentos irrelevantes frente a lo resuelto;

b) Se solicitó información propia sobre un concurso


declarado desierto.

DECIMOSEGUNDO: Que, por otra parte, la requirente y


la Dirección Nacional del Servicio Civil no hacen la
indispensable diferencia que en la especie se produce, en
cuanto a que el solicitante de la información la hace
sobre datos propios, respecto de un concurso en que él
participó –y que, además, fue declarado desierto-. El
Consejo para la Transparencia no ordenó entregar
información sobre los demás postulantes al concurso, ni
tampoco que se revelara el informe psicolaboral del
solicitante, asunto ya resuelto por este Tribunal en la
sentencia recaída en el Rol N° 1990;

DECIMOTERCERO: Que, de acuerdo a lo dispuesto en el


artículo 2°, letra ñ), de la Ley N° 19.628, sobre
Protección de la Vida Privada, el solicitante tiene
derecho a acceder a la información relativa al resultado
o puntaje obtenido por él en las evaluaciones, por
tratarse de datos personales respecto de los cuales es
titular.

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En efecto, la ley señalada dispone que es “titular
de los datos” la “persona natural a la que se refieren
los datos de carácter personal”. Lo anterior se aplica
aun cuando el informe psicológico, del que resultan los
puntajes, haya sido encargado por el organismo reclamado
a una empresa externa, en la especie, a la empresa MG
Consultores Ltda.;

DECIMOCUARTO: Que en este caso no aplica la


argumentación de la Dirección Nacional del Servicio
Civil, respecto de la naturaleza de los informes de
evaluación psicolaboral, a que alude al artículo 24 de la
mencionada Ley N° 19.628, que incorporó un nuevo inciso
al artículo 127 del Código Sanitario, en cuya virtud “las
recetas médicas y análisis o exámenes de laboratorios
clínicos y servicios relacionados con la salud son
reservados”. Abona su tesis esa Dirección en que,
conforme a lo señalado por los artículos 112 y 113 del
Código Sanitario, inciso tercero, los informes emitidos
por psicólogos se consideran para estos efectos dentro
del supuesto indicado. Pues bien, la reserva aludida no
aplica al paciente por disposición del mismo Código
Sanitario, cuyo artículo 127 expresamente autoriza a
revelar el contenido de un análisis con el consentimiento
expreso del paciente. Es decir, la misma norma estaría
autorizando, en la supuesta interpretación analógica, a
un postulante -que se entiende ser un paciente- a
solicitar su ficha médica;

b) Los artículos quincuagésimo y quincuagésimo quinto de


la Ley N° 19.882 no son aplicables en el concurso
respecto del cual los datos son solicitados.

DECIMOQUINTO: Que el artículo quincuagésimo


dispone: “El consejo entregará, en carácter reservado, la
nómina de entre 3 y 5 candidatos seleccionados,

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acompañada de los antecedentes profesionales y laborales
de los mismos, así como la evaluación a que se refiere el
inciso segundo del artículo quincuagésimo tercero, sin
expresar preferencia por ninguno de ellos.”;

DECIMOSEXTO: Que, por su parte, el artículo


quincuagésimo quinto establece: “El proceso de selección
tendrá el carácter de confidencial, manteniéndose en
reserva la identidad de cada candidato. La Dirección
Nacional del Servicio Civil dispondrá las medidas
necesarias para garantizar esta condición.”;

DECIMOSÉPTIMO: Que la Dirección Nacional del


Servicio Civil, entre las varias fuentes que señala para
sustentar la legitimidad de la reserva legal, invoca el
artículo 8° constitucional, que alude a una ley de quórum
calificado para definir la causal de secreto o reserva,
que en el caso de autos serían los artículos transcritos
en los considerandos precedentes;

DECIMOCTAVO: Que, asimismo, esa Dirección se


refiere al artículo 22, inciso primero, de la Ley N°
20.285, que dispone que los actos que una ley de quórum
calificado declare secretos o reservados mantendrán ese
carácter hasta que otra ley deje sin efecto dicha
calificación. Afirma que el artículo 55 de la Ley N°
19.882 se encuentra en dicha situación y agrega que los
artículos 50 y 55 de la misma tienen un valor
instrumental “para lograr un cambio profundo en la
provisión de cargos públicos altamente relevantes,
facilitando que todos los interesados postulen y que
también participen en su selección, consultores
especializados”, cuestión que redunda en una mejor
gestión de los servidores públicos y la del Estado en su
conjunto, lo que se justifica en el interés nacional.
Señala que la confidencialidad encuentra cabida en la
“causal de interés nacional, por la relevancia del cambio

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institucional que ha supuesto el nuevo modelo de
selección”;

DECIMONOVENO: Que, no obstante lo afirmado por esa


repartición pública, los artículos en base a los cuales
argumenta la reserva tienen un ámbito de aplicación, que
es el de los concursos que por mandato del legislador
deban sujetarse a las normas aplicables al Sistema de la
Alta Dirección Pública;

VIGÉSIMO: Que, según diversas normas de la Ley N°


19.882, el proceso de selección de los altos directivos
públicos es un proceso técnico de evaluación de los
candidatos que incluye, entre otros aspectos, la
verificación de los requisitos y la evaluación de los
factores de mérito y de las competencias específicas.
Dicho proceso contempla el carácter de reservada de la
nómina de candidatos que la Alta Dirección Pública debe
remitir a la autoridad pertinente para efectuar el
nombramiento, ya sea de primer o de segundo nivel;

VIGESIMOPRIMERO: Que, para una adecuada comprensión


del concurso de personal que origina el requerimiento
ante esta Magistratura, es necesario conocer el contexto
en que se inserta;

VIGESIMOSEGUNDO: Que en febrero de 2011 se publicó


en el Diario Oficial la Ley Nº 20.501, de Calidad y
Equidad de la Educación, que estableció un mecanismo de
selección para proveer los cargos de Director/a de
Establecimientos de Educación Municipal, el que definió
como “un proceso técnico de evaluación de los candidatos
que incluye, entre otros aspectos, la verificación de los
requisitos solicitados en el perfil, entrevistas a los
candidatos y la evaluación de los factores de mérito, de
liderazgo y de las competencias específicas, cuya
ponderación es definida por cada sostenedor.”;

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VIGESIMOTERCERO: Que estos concursos son
administrados por el Jefe/a del Departamento de
Administración de Educación Municipal o de la Corporación
Municipal, en su caso, y contemplan la intervención de
una Comisión Calificadora con participación de un miembro
del Consejo de Alta Dirección Pública o un representante
del mismo, con el objeto de incluir, dentro de esta nueva
institucionalidad, la experiencia acumulada de dicho
Consejo en materia de reclutamiento y selección de
directivos públicos. Asimismo, la ley incorporó a estos
concursos los principios de mérito e imparcialidad que
fundan el Sistema de Alta Dirección Pública;

VIGESIMOCUARTO: Que, en este marco, la Dirección


Nacional del Servicio Civil lideró la concreción del
proceso a nivel nacional, para lo cual implementó 5
cargos a honorarios que denominó “Coordinadores
Regionales” dentro de su estructura organizacional, con
el propósito de apoyar el proceso de reclutamiento y
selección de directores de establecimientos
educacionales;

VIGESIMOQUINTO: Que el “Proceso de Evaluación y


Selección del Postulante”, contenido en las bases del
respectivo concurso, para el caso de los señalados
Coordinadores Regionales, es uno de carácter único y
especial, sometido voluntariamente a algunos principios y
prácticas del proceso de selección de altos directivos
públicos a que se refiere la Ley N° 19.882, y que, en la
especie, contempla 4 fases: I. Admisibilidad y evaluación
curricular, realizada por una consultora externa; II.
Evaluación psicolaboral, conforme a las competencias
definidas en el perfil de selección, realizada por una
consultora externa; III. Entrevista Comisión Evaluadora
del Servicio Civil, conformada especialmente para estos
efectos, y IV. Entrevista Final, por una Comisión Final
del Servicio Civil;

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VIGESIMOSEXTO: Que la solicitud de información no
trata de un cargo regido por la Ley N° 19.882. Se trata
de uno de cinco cargos a honorarios creados en la
Dirección Nacional del Servicio Civil, en el contexto de
la Ley N° 20.501, ya referida. El cargo se sitúa dentro
de la Subdirección de Alta Dirección Pública, en el Área
de Educación. No son jefes superiores de servicio o de
segundo nivel jerárquico del respectivo organismo, u
otros dispuestos por ley, que obligan a aplicar el
sistema de selección de la Alta Dirección Pública. Hubo
un sometimiento voluntario a algunos de los estándares de
la Ley N° 19.882, de ahí la intervención de la empresa
consultora, requirente de autos;

VIGESIMOSÉPTIMO: Que, en base a lo


precedentemente expuesto, en el concurso objeto de la
solicitud de información debe descartarse la aplicación
de los tantas veces aludidos artículos 50 y 55 de la Ley
N° 19.882;

3. OTROS ASPECTOS A TENER PRESENTES.

a) Historia de la ley:

VIGESIMOCTAVO: Que, en abono de lo que se


resolverá, de la historia de la gestación de la letra e)
del artículo 11 de la Ley N° 20.285 cabe señalar que
dicho precepto se incorporó por iniciativa del Ejecutivo,
al finalizar su tramitación legislativa. Es así como en
el Tercer Trámite Constitucional, en el Senado, el
Informe de la Comisión de Gobierno expresa que: “[E]xpuso
el Presidente de la Organización Chile Transparente,
señor Davor Harasic, quien señaló que el proyecto
aprobado por la Honorable Cámara es satisfactorio, pues
se han acogido los principios relativos al concepto y
naturaleza del derecho a la información pública vigentes
en ordenamientos jurídicos extranjeros (…) En relación

19
con el artículo 11 -principios del derecho a la
información-, dijo que hay que fijar criterios de
excepcionalidad en la misma ley, como también consagrar
el principio de la divisibilidad, que consiste en
entregar aquella parte de la información que no sea
secreta, pudiendo negar sólo la que sí está afecta a una
excepción de entrega por las razones establecidas en esta
ley.” (pp. 348-349).

Por su parte, en el Informe de la Comisión Mixta se


consigna que “acogiendo una proposición del Ejecutivo se
incorporó, en un nuevo literal e), el principio de la
divisibilidad, esto es, la regla de que si un acto
contiene información que puede ser conocida e información
que debe denegarse en virtud de causa legal, se dará
acceso a la primera y no a la segunda” (p. 402-403);

b) Legislación comparada.

VIGESIMONOVENO: Que distintas leyes que rigen la


transparencia y acceso a la información pública en países
de América, contienen normas que permiten la entrega de
la información no amparada en una causal de secreto o
reserva, cuando ésta coexiste en un mismo soporte con
información reservada. A título meramente ejemplar, las
legislaciones de Panamá (artículo 14, inciso final, de la
Ley N° 6, de 2002, que dicta normas para la transparencia
en la gestión pública, establece la acción de Habeas Data
y dicta otras disposiciones); Perú (artículo 16 de la Ley
Nº 27806, de Transparencia y Acceso a la Información
Pública); Paraguay (artículo 7° de la Ley N° 1728, de
Transparencia Administrativa); Guatemala (artículo 22,
inciso final, del Decreto Número 57-2008, Ley de Acceso a
la Información Pública), y México (artículo 43 de la Ley
Federal de Transparencia y Acceso a la Información
Pública Gubernamental), facultan al órgano respectivo a

20
entregar la información cuyo acceso no se encuentra
limitado;

4. LA APLICACIÓN DE LA NORMA OBJETADA NO ES CONTRARIA A


LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA.

TRIGÉSIMO: Que, tal como repetidamente se ha


expresado, el precepto impugnado establece, entre otros
principios relativos al derecho de acceso a la
información de los órganos de la Administración del
Estado, el principio de la divisibilidad, conforme al
cual si un acto administrativo contiene información que
puede ser conocida e información que debe denegarse en
virtud de causa legal, se dará acceso a la primera y no a
la segunda;

TRIGESIMOPRIMERO: Que el principio de divisibilidad


guarda estrecha relación con el principio de “máxima
divulgación”, de acuerdo al cual “los órganos de la
Administración del Estado deben proporcionar información
en los términos más amplios posibles, excluyendo sólo
aquello que esté sujeto a las excepciones
constitucionales o legales” (artículo 11, letra d), Ley
N° 20.285);

TRIGESIMOSEGUNDO: Que, de esta manera, se consagra


el deber para los órganos de la Administración de
entregar la información en los “términos más amplios
posibles”, excluyendo “sólo aquello” que se encuentre
sujeto a excepción. Esa entrega en términos amplios
alcanza a todo aquello que no tenga el carácter de
reservado. De esta suerte, el principio de máxima
divulgación también permite la entrega parcial de
información;

TRIGESIMOTERCERO: Que, así, el principio de


divisibilidad viene a ser una especificación de lo

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señalado en la letra d) aludida, con cuya aplicación
podría llegarse al mismo resultado que con la de la letra
e), impugnada;

TRIGESIMOCUARTO: Que, además, se estima que el


principio de divisibilidad importa un ejercicio razonable
del legislador, que por una parte busca optimizar el
acceso a la información de los órganos de la
Administración del Estado y, por la otra, dar eficacia a
las causales de reserva. Este principio es la ejecución
del principio de proporcionalidad. Cuando se establece un
principio general como la publicidad de los actos de los
órganos de la Administración del Estado y se prevén
excepciones a este principio, estas últimas deben
interpretarse y aplicarse restrictivamente, de modo que
no se frustre la aplicación del principio general.
Además, el principio de proporcionalidad exige que las
excepciones no traspasen los límites de lo que es
adecuado y necesario para la consecución del objetivo
perseguido. Su presencia permite que la norma no sea
entendida únicamente como una regla binaria, donde las
cuestiones son públicas o reservadas, extendiendo las
excepciones más allá de lo permitido. En tal sentido, el
principio de divisibilidad admite una correspondencia más
coherente con el mandato constitucional del artículo 8°;

TRIGESIMOQUINTO: Que, en la especie, es importante


reiterar el principio de que la reserva de los actos de
la Administración está limitada por los derechos de las
personas;

TRIGESIMOSEXTO: Que, en consecuencia, la aplicación


de la letra e) del artículo 11 de la Ley Nº 20.285, en la
gestión pendiente de que se trata, no contraviene el
artículo 19, N° 21°, de la Constitución.

Y VISTO lo prescrito en los artículos 19, N° 21°, y


93, inciso primero, N° 6°, e inciso undécimo, de la

22
Constitución Política y en las disposiciones pertinentes
de la Ley N° 17.997, Orgánica Constitucional del Tribunal
Constitucional,

SE RESUELVE:

1°. QUE SE RECHAZA EL REQUERIMIENTO DE


INAPLICABILIDAD DEDUCIDO A FOJAS 1.

2°. Que no se condena en costas a la requirente,


por estimar que tuvo motivo plausible para litigar.

3°. Déjase sin efecto la suspensión del


procedimiento decretada por resolución escrita a fojas 51
y siguientes. Ofíciese al efecto.

Redactó la sentencia la Ministra señora María


Luisa Brahm Barril.
Notifíquese, regístrese y archívese.
Rol N° 2506-13-INA.

Sra. Peña

Sr. Bertelsen

Sr. Vodanovic

Sr. Fernández

Sr. Carmona

Sr. Aróstica

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Sr. García

Sr. Hernández

Sr. Romero

Sra. Brahm

Pronunciada por el Excmo. Tribunal


Constitucional, integrado por su Presidenta, Ministra
señora Marisol Peña Torres y por sus Ministros señores
Raúl Bertelsen Repetto, Hernán Vodanovic Schnake,
Francisco Fernández Fredes, Carlos Carmona Santander,
Iván Aróstica Maldonado, Gonzalo García Pino, Domingo
Hernández Emparanza, Juan José Romero Guzmán y señora
María Luisa Brahm Barril.
Autoriza la Secretaria del Tribunal
Constitucional, señora Marta de la Fuente Olguín.

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