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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL

ESTADO DE MORELOS

INSTITUTO DE CIENCIAS DE LA
EDUCACIÓN

ESTUDIANTE:
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ASESOR:
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MATERIA:
PROBLEMAS ACTUALES DE LA EDUCACIÓN EN
MÉXICO
Hubo un momento en México donde los docentes eran una de las tres figuras más
importantes de este país. Durante principios del siglo XX se estableció en la
constitución de 1917 los lineamientos básicos de un sistema de educación que se
creía, debía estar contextualizado con la realidad. A través de los años y nuevos
gobiernos que sucedieron al término de la revolución mexicana, dicha constitución
fue modificándose y, específicamente el artículo tercero que es el que habla sobre
la educación en México se transformó de tal forma que quizás se separó de la
realidad, donde actualmente, más de cien millones de individuos necesitan ser
educados. Hablando específicamente del último sexenio (2012-2028) se dio a
conocer una nueva modificación en este artículo tercero, llamada La reforma
educativa. Acaso, por los medios de comunicación o porque no les interesó
demasiado a los mexicanos informarse al respecto, la mayoría optaron por dar el
gusto bueno en las evaluaciones que se les impuso, pero no al sistema educativo
en general, sino al profesorado. Muchos conflictos han surgido a raíz de su
implementación, y las opiniones al respecto se han diversificado separándonos
unos a otros con distintas posturas

Pero el problema es que como nación en vías de desarrollo siempre nos ha


gustado compararnos con países ya desarrollados y tratar de llevar un sistema
homólogo al que ellos utilizan como sustento. México destina el 6.2% de su PIB 1
(producto interno bruto) a la educación. España sólo utiliza el 5.6% la pregunta es
¿por qué están mejor? Numéricamente y en porcentajes no se puede comparar el
euro con el peso, pero tenemos otro ejemplo que es el de Singapur, un país que
se independizó en 1965 y alcanzó el segundo lugar en la evaluación PISA del
2012. ¿Cómo se evalúan a los profesores allá? O ¿evalúan solo a los profesores o
a todo el sistema educativo? Ellos, para empezar están conscientes de que los
jóvenes son el futuro de la fuerza económica del país, y al no contar con recursos
materiales propios, deben generar profesionistas altamente calificados.

Al final de cada ciclo escolar se hace un diálogo entre alumnos, profesores y


directivos para conocer si se cumplieron los objetivos del currículo (este sistema
también se utiliza en Finlandia y Suecia)

1
OCDE, 2014. Recuperado de http://www.oecd.org/centrodemexico/laocde/
Existen tres itinerarios de ascenso; itinerario educativo para acceder a puestos de
dirección dentro de la institución, itinerario de liderazgo, en los cuales se
desempeñan en cargos gubernamentales atendiendo el área educativa e itinerario
de especialista sénior, donde se encargan de un área específica. Por supuesto,
para cualquier itinerario existe un incentivo salarial. Tenemos el ejemplo de Chile
también, donde los alumnos califican al docente tomando en cuenta los materiales
didácticos y la infraestructura donde se encuentran, además hay una coevaluación
por parte de sus colegas de trabajo y también se considera la opinión de los
padres de familia.

En México, tener un examen de opción múltiple que dura ocho horas, el contenido
es igual sin tomar el área docente en la que te desempeñas (química, física,
español, matemáticas, inglés, etc.) y que además no toma en cuenta el curriculum
de los profesores, simplemente no es factible. Una evaluación al menos cada
cuatro años es una buena idea, siempre y cuando, alumnos, colegas y directores
intervengan en el proceso para avalarla y que también los directivos de la SEP y
del INEE tengan una evaluación donde nos demuestren cuál fue el presupuesto
asignado, en qué lo invirtieron y cómo se refleja eso en las escuelas.

También reducir el calendario escolar puede traer beneficios si los profesores


previamente están motivados y bien preparados para esa modificación. Es cierto
que la reforma también habla de oportunidades de crecimiento, pero no define la
seguridad que se tendrá en esos puestos una vez que el profeso haya ascendido,
no se les respeta la antigüedad y esto genera temor y desmotiva a los docentes.
Por otro lado los sindicatos mantienen un hermético sistema educativo; por años,
los intereses políticos han interferido en los intereses educativos a tal punto de
proteger a sus trabajadores aun cuando no tengan ni vocación, ni título, ni razón
de ser en este sistema, pagan justos por pecadores ya que los exámenes de
oposición dan apertura a nuevos aspirantes, sin embargo paradójicamente la SEP
sigue imponiendo los contenidos. Los docentes universitarios al menos proponen
sus planes de estudio con la libertad de catedra, pero esta excede dicha libertad
cuando la matricula supera a los profesores y se tienen que cubrir las unidades
curriculares con los catedráticos que tengan disponibles, nuevamente, no hay
presupuesto para contratar a más. Regresando a los sindicatos, son ellos quienes
administran el dinero y ellos también se protegen mutuamente defendiendo sus
“derechos” (así, con comillas) y acudiendo a un sinfín de diálogos donde no hay
acuerdos, también a marchas sin causa o con fundamentos dudosos. En
Inglaterra, gran parte de las leyes obedecen a un parlamento, la educación entra
en este ámbito y son especialistas educativos con un currículo apropiado quienes
están en la dirección de estos puestos. Tristemente el SNTE, como la CNTE han
sido quienes administran, reparten y no siempre comparten todo, mientras el
gobierno es quien debe someterse a sus peticiones. La idea de tener sindicatos
dejó de ser factible hace un par de décadas, y quizás si mantuvieran en mente que
la educación es lo primordial destinando a cada estado un presupuesto no por
igual, sino de forma equitativa, entonces se podría notar un cambio inminente,
pero el caso se ha prolongado bastante y nadie asegura que del 6.2% del PIB que
se destina a la educación todo llegue de manera íntegra y de forma periódica a
todo el país.

Los profesores no son los villanos de la reforma, al menos no todos. Fueron un


puñado de malos docentes quienes convencieron a buenos docentes a rebelarse
contra el sistema ¿Rebelarse? Vivimos en el mismo lugar, ¿por qué no mejorar el
sistema y no truncarlo? Esta culpa es compartida por los ciudadanos, quienes
durante años hemos sido inconscientes a pesar de que la información ahí estaba.
No obstante, no podemos lamentarnos y por el contrario, debemos seguir el
ejemplo de Singapur y de Chile para evaluar al sistema y no al individuo, dar
participación a los alumnos y padres de familia quienes debe asumir la
responsabilidad de sus hijos así como evaluar a los directivos y ahora sí, a los
profesores, sin condicionarlos con el despido y otorgándoles incentivos salariales,
así como materiales educativos e instalaciones dignas.

Si el sistema educativo está mal, es resultado de que nosotros como sociedad e


individuos estamos mal, sin embargo si como individuos comenzamos a proponer
en lugar de quejarnos y tener una visión a largo plazo, quizás podamos cambiar
algo, no de forma total e inmediata, sino gradualmente y a través del diálogo con
propuestas viables.

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