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ENCUENTRO 1: 16 DE ABRIL DE 2022

¿Cuál es la manera en què nos vinculamos para que de repente estemos en un ambiente
no agradable y que terminemos decayendo en las violencias y consumos problemàticos?

Aclaración: cuando hablamos de consumos problemáticos, no hablamos solamente de


sustancias.
En el mercado hay diversas propuestas para los consumos problemáticos pero siempre
tienen un perfil asistencial. Desde esta propuesta, se lo9gra terminar con las fòrmulas para
poder interactuar con casos severos; pero fundamentalmente se va a trabajar en la
conciencia, en adquirir conciencia plena (què es lo que le pasa al ser humano de esta època
que le està costando tanto vincular sanamente, para tener una vida màs provechosa y
agradable).

A partir de este proyecto, tambièn es poder realizar un PROYECTO PERSONAL A FIN DE


AÑO, ya sea grupal, individual, comunitario; que en las posibilidades surja una asociaciòn
del presente encuentro y que desde la instituciòn se apoye.

Institucionalmente es màs fàcil de llegar ya que es como una carta de presentación, que
tienen otros pesos, en distintos ámbitos (lo privado y lo público).

El dicho programa està coordinado por LORENA DANDANO; es counselor


(ver 5 minutos)

La baldosa del humanismo: CARLS ROGERS.

La mirada de la que todos vamos a partir es la del humanismo. La idea es poder lograr una
integración de las diferentes posturas para poder colaborar con el desarrollo de las
personas que están pasando por algún conflicto o que están sufriendo; violencias,
adicciones o inhabilitaciones a desarrollarse más fluidamente. No vamos a poner palabras
como bueno o malo, porque en realidad esa dualidad se corresponde a la época histórica
que estamos viviendo, a la moral media de la sociedad seguramente.

MÒDULO 1: MODELO VINCULAR


● Desde el ECP hacia el Enfoque Integrativo Centrado en la Relaciòn
● Humanismo
● Concepto antropológico: ¿cómo vemos al ser humano?
● Funcionamiento biológico: ¿cómo funcionamos biológicamente?
● Funcionamiento Psíquico: ¿cómo funcionamos psíquicamente?

¿Cómo acompañamos estas problemáticas desde el E.H.I?

No es adicto el que quiere. Tiene que haber una base para poder construir ese adicto.

Al ser humano los humanistas lo reconocen como cuatridimensional:


1. Dimensión biológica: el cuerpo es orgánico
2. Dimensión psicològica: la conducta, la mente.
3. Dimensión socio-cultural: característica fundamental del ser humano “somos en
tanto y en cuanto tengamos enfrente” sino no somos.
4. Dimensión espiritual: en la medida que esas cuatro dimensiones encuentran un
armónico equilibrio, podría decirse que la persona se encuentra en un estado de
bienestar general. El bienestar, una lucha cotidiana constante y permanente del ser
humano.

¿Qué es el bienestar?
Los humanistas trabajan desde un modelo diferente a lo que normalmente se ve en otras
dos escuelas de la ciencia de la psicología; el psicoanálisis y el cognitivismo (muy
emparentado con las neurociencias).

¿En qué sentido los humanistas tienen una mirada diferente? Se tiene una visión positiva
del ser humano; no porque crean ingenuamente que es bueno, sino que el fundamento se
basa en la confianza plena, en una energía vital propia de todos los seres vivos, antes del
universo. Energía vital fundada ante un dios, la naturaleza o simplemente en esa confianza
depositada en el ser humano. Confianza en que si se dan determinadas condiciones vamos
a poder desarrollarnos de una manera óptima o de una manera plena. Llegar a la plenitud
tiene que ver con experimentar ese bienestar.

Historia

El humanismo surge hace muchos años y viene a dar una respuesta en cómo situamos la
psicología humanística en el mapa de las corrientes psicológicas.

La ciencia de la psicología nace para tratar de explicar el para qué de la conducta de los
seres humanos, por eso una primera aproximación es el conductismo; en el que se hacen
varias pruebas para ver qué pasaba y por qué el ser humano respondía ante determinados
estímulos de determinada manera. Después apareció Freud que descubrió la caja negra
del ser humano, el inconsciente. Que empezó a concebir algún nivel de explicación de por
qué los humanos nos comportamos de determinada manera.

Y, después surge lo que llamamos humanismo. Uno de los principales abanderados fue
Abraham Maslow (piràmide de Maslow-las necesidades humanas); en la base de esa
pirámide estaban las necesidades básicas (si el ser humano no se alimenta, muere). En su
libro “la persona creadora”, Maslow habla de tres ciencias, una de ellas es la corriente
conductista-objetivista, que parte de una perspectiva positivista de la ciencia y que parte
justamente de los fenómenos comportamentales que se pueden observar; sin atribuirle
ninguna causa mental. O sea que ahí interviene “algo” que hace que se genere una
conducta que es realizada por el cuerpo, por el organismo. En segundo lugar, se encuentra
lo que Maslow llama las psicologías freudianas que pone énfasis en el papel del sub
inconsciente para explicar el comportamiento humano y especialmente Freud se centró en
la enfermedad, en la psicología. Bastante lógico pensar que se haya centrado en la
enfermedad porque no nos olvidemos que Freud era médico, neurólogo dedicado después
a la psiquiatría. Y, aún hoy, el paradigma médico prevaleciente tiene un objetivo que es
curar la enfermedad. Y las adicciones, no hace tanto tiempo que se consideran una
enfermedad. Por eso no se pretende desestimar el gran avance de las ciencias de la
psicología porque gracias a eso hoy podemos trabajar con las personas desde la medicina
para poder insertarlas en la sociedad y no tenerlos escondidos. Pero no obstante, la visión
de curar la enfermedad, pone a los profesionales en un lugar asimétrico con respecto “aquel
que viene a pedir ayuda”.

El paradigma en el cual nos vamos a parar nosotros para trabajar en este seminario,es el
paradigma humanista que ve al ser humano con un sin fin de posibilidades, en la medida
en que se den algunas condiciones. Además, la psicología humanista se inspira en la
corriente psicoanalítica al considerar la importancia que tiene lo simbólico en la vida de las
personas.

Las personas somos los únicos mamíferos que podemos generar conceptos que plasman
un modo en que los seres humanos orientamos nuestra vida. Maslow al final de su libro se
adscribe a la corriente humanista y que tiene una peculiaridad. La psicología humanista no
niega los enfoques anteriores, ni el conductismo ni el psicoanalítico, los abarca de otra
filosofía de la ciencia. Más allá de ser una serie de métodos de los cuales uno estudia e
interviene sobre el ser humano, tiene su razón de ser en una manera de entender las cosas,
en una filosofía singular y esta filosofía se centra en dos vertientes:

1. La fenomenología: fenómeno es lo que sucede y está aquí para transformarnos, no


importa si bien o mal, nos transforma por lo que sucede. Esto que estamos
vivenciando de lo que sucede ahora, estamos produciendo un fenómeno, nos
transforma. Es lo que está sucediendo en el aquí y ahora. Y es lo que nuestra
especie humana, a partir de nuestro aparato perceptivo, conformado por todos
nuestros sentidos, podemos experienciar, vivenciar, tomar contacto con ese
fenómeno y aquello con lo que tomamos contacto es con lo único que efectivamente
podemos transformar o modificar.

Nota: si no ayudamos por convicción ayudemos por inteligencia. Además de ejercitar la solidaridad,
que debe ser las acciones más egoístas que tiene el ser humano, porque los primeros satisfechos y
mimados cuando somos solidarios, somos nosotros mismos; porque somos los primeros que nos
sentimos bien.
2. El existencialismo: “somos lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros”
(Sartre); el autor nos está diciendo “hermano hacete cargo”, te puede haber pasado
de todo, pero son responsable de ejercitar ese verbo (elegir) de elegir cómo sentirte.
Que puede hacer un niño para modificar que está inmerso en una situación de
violencia absoluta, que puede hacer un anciano, y aquí entra otra característica
magnífica de este mamífero de la especie humana que es la solidaridad y la
conceptualización de ayuda mutua. Soy en tanto y en cuanto exista el otro; el
humano es un ser social por naturaleza. De la misma manera que tiene ese frontal
reflexivo, que tiene el aparato de fonación desarrollado, el pulgar articulado (con el
que podemos agarrar), el ser social, el ser polìtico. La política significa la posibilidad
que tiene el ser humano de transformar la realidad en beneficio propio y del entorno;
lo partidario es otra cuestión. Otra característica propia de la raza humana, la
agresividad, es la capacidad de ir al frente para conseguir lo que necesito. Y si esto
implique que genere algunas acciones que generen daño o lastimen a otro par de
mi especie, eso ya no es agresividad, eso ya es violencia.
El fenómeno de los consumos problemáticos que derivan o no en adicciones son temáticas
multicausales que necesitan ser abordadas transdisciplinariamente. La agresión se
convierte en violencia cuando fallan algunos frenos inhibitorios del organismo y empiezo a
generar una conducta que es copiada por otros; para ir hacia adelante en busca de lo que
necesito sin la conciencia de que estoy dañando a otro organismo o ser vivo, se van
modificando culturalmente los parámetros de hasta dónde sí y hasta donde no.

Ejemplo: ¿cómo comemos una manzana? La agarramos y no le decimos “manzana querida


voy a tratar de comerte de la manera menos dolorosa para poder satisfacer mi apetito”. No.
En el coito hay una acción natural de ejercitación de la agresividad para lograr la
penetración.

Cuando hablamos de consumos problemáticos, no sólo es de sustancias, sino también de


consumos de la tecnología, del trabajo, de la pornografía, de las personas ( es cuando
transformamos a las personas en objetos; porque son los objetos los que se rompen, los
que se tiran, los que se desgarran, los que se desechan) y esa conciencia que pasa de un
sujeto a un objeto, es cultural. No nacemos con ello. Tiene que ver con un sistema que
empuja a consumir, un sistema que empuja a un consumo de abuso, al no respeto por los
límites.

TEORÍA DE CARLS ROGERS

Fue psicólogo en los años 30 en EE.UU., era director de un centro de conflictos con
menores de conflicto con la ley. Estaba absolutamente convencido que para cambiar con el
paradigma del conductismo y el psicoanálisis se necesitaba unir de datos e información, no
simplemente en función de la experiencia, sino de hacer un enfoque ligado al método
científico. Pero era tan simple su hipótesis que fue defenestrado en muchos ámbitos.

Rogers fue uno de los cinco psicólogos del mundo que modificó y además fue el único
psicólogo que fue nombrado para el premio nobel de la paz en el año 1987; por sus
intervenciones en el conflicto de Irlanda del Norte (conflictos interreligiosos) y del Libia
(conflictos interraciales). Este individuo plantó las bases de lo que en la actualidad
conocemos como mediación que llegó muy trastocada a Argentina. La hipótesis se trajo a la
Escuela de Negociación de Harvard.

Entonces, Rogers traía una hipótesis en base a su experiencia, esto es algo que debemos
tener muy en cuenta porque el humanista está ligado todo a su propia experiencia de la
persona, a lo que podemos vivenciar. Él decía que si llegaba a su consulta una persona
totalmente vulnerada, profundamente dolorido emocionalmente; si él a esa persona la
recibía, aceptándola positiva e incondicionalmente (libre de todo prejuicio moralista), si
además me tomo el tiempo de escucharlo (escucha activa), con todo nuestros ser, que la
persona perciba que me interesa quién es y qué le pasa. Para después poder acercarme un
poco a la experiencia del otro- desde qué lugar me está contando lo que me está contando.
Eso es adquirir un carácter empático (la empatìa no es ponerse en el zapato del otro porque
eso es mentira. Ser empático es poder comprender desde qué lugar me está hablando ese
otro. En un ambiente libre de amenazas, donde yo tengo que decir lo que tenga que decir
sin temor a ser juzgado o mal mirado. Si pude crear un lugar de seguridad y calor, se
genera un vínculo; y este vínculo que se generaba pasaba a ser el elemento sanador, tanto
para aquel que había venido “echo pelota” como para mí también. Sobre esta hipótesis
Carls Rogers desarrolló una teoría de la personalidad y una teoría de la terapia.

Nota: prejuicios tenemos todos, marcos referenciales. Porque nacemos en un núcleo familiar. Pero el prejuicio moralista es
otra cosa, es que “yo te valoro en función de lo que yo pienso”. Rogers propone que debemos recibir a ese otro sin prejuicio
moralista.

Otras de los aportes de este autor es que nunca desechó el psicoanálisis; elimina el “O” e
integra el “Y”; todo es producto también de la evolución del pensamiento humano. Toda esta
hipótesis de Rogers se basa en la creencia de la existencia de una tendencia
auto-actualizante, de una energía vital que todos los seres vivos compartimos, aún con el
universo, que nos va a llevar a desarrollarnos para mantenernos vivos, a crecer. Si nosotros
confiamos que todos tenemos esa energía vital no vamos a tener que dirigir a ese otro ni a
un grupo, hacia el lugar que nosotros creemos que es el adecuado. Si nosotros confiamos
en esa tendencia a la vida misma, vamos a confiar en que ese organismo vivo
desorganizado, por diversas razones, a partir de que nosotros tengamos esas actitudes
mencionadas anteriormente, pueda encontrar su propio camino. Pero, a los mamíferos de
esta especie, nos gusta bastante ejercer el poder, eso también es una concepción cultural.

Nota: Control y poder no es justamente lo que tenemos que tener. Muchas veces nos van a
tildar como permisivos. Es trabajar con la frustración.

Cada vez que veamos una persona enojada, esa persona está sufriendo.

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