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Introducción
El concepto de razón
recaída de la propia Ilustración en mito. La técnica, esencial al saber, no llega a aspirar sino al
método y a la dominación. El camino hacia la ciencia aparece a los autores como una renuncia
al sentido. La razón reducida a un formalismo y el conocimiento a cálculo y clasificación. En
un contexto puramente instrumental se impone como único fin presupuesto la auto-
conservación, que conlleva la alienación según el aparato técnico. El proceso técnico reifica al
sujeto y la razón se convierte en simple instrumento. Estas derivas de la racionalidad parecen
requerir un concepto más amplio de razón, así como una especificación de la relación de la
ciencia y la técnica en relación con ese concepto. En relación a la epistemología la exigencia de
la Teoría Crítica aparece como la evaluación de la razón fuera del campo interno o su papel en
el campo histórico-social. Esto corresponde a la historia externa entendida por Lakatos como
fuente de desviaciones irracionales. Un concepto amplio de razón ha de considerar más de un
estrato, así como diferentes ámbitos de desenvolvimiento 3. Un concepto de razón compatible
con la epistemología normativa de Lakatos y, a la vez, amplio se puede encontrar en el actual
filósofo Reza Negarestani (2017), que, en su análisis de lo humano, señala la doble dimensión
prescriptiva y descriptiva, donde cada una de ellas requiere a la otra. Una visión puramente
descriptiva implicaría una “resignación”, y una puramente prescriptiva constituiría una
“veleidad”, en palabras de Negarestani (2017, p. 225). La prescripción atañe ya a la inferencia
y al juicio, pero también a la posibilidad de establecer compromisos, si bien revisables. A la
auto-realización de la razón le cabe ir más allá de lo humano, es decir de enunciación de lo
humano como un fundamento cerrado e inamovible. El compromiso con la humanidad que
constituye el humanismo, puede ir más allá hacia una revisión de lo humano, en el
planteamiento “inhumanista” del autor, conformando una superación del humanismo
esencialista. El punto a resaltar consiste en que la epistemología afinca en la normatividad
concerniente a la inferencia y al juicio, es el aspecto propiamente lógico o formal de la razón,
junto al que se sitúa, en el enfoque pragmático y existencial de Negarestani, al compromiso.
Por su parte, Lakatos (2001, p. 65) llega apuntar que su metodología se puede aplicar a
“cualquier tipo de conocimiento normativo, incluyendo la ética y la estética”, posibilidad no
desarrollada pero potencialmente implicada en su enfoque. Indudablemente una aproximación
amplia del concepto de razón contiene un elemento teórico y formal necesario, junto al que
cabe situar las dimensiones pragmática y existencial. La epistemología de Lakatos implica una
inserción de la razón en la historia, con ecos de una dialéctica, pero sin el concepto de
totalidad, asumiendo que la historia real contiene tanto elementos racionales como irracionales.
La ciencia posee una normatividad interna diferenciada, de carácter lógico, pero también una
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En la línea de la Escuela de Frankfurt, Jürgen Habermas (1999) distinguió dos niveles de racionalidad, en un nivel “realista” de
manipulación instrumental se requieren analizar las condiciones para poder cumplir ciertos fines, constituyendo intervenciones
controladas por la eficacia en un mondo de estados de cosas. En otro nivel que llama “fenomenológico” correspondiente a un
entendimiento comunicativo que pregunta reflexivamente, transformando el presupuesto del mundo en un problema preguntando por
las condiciones bajo las cuales la comunidad comunicativa puede alcanzar el consenso. Una epistemología normativa, tal como la
formulada por Lakatos, si bien planteada en términos más lógicos que comunicativos opera en el ámbito de la discusión de los
criterios de evaluación bajo las cuales sería posible alcanzar un consenso científico.
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vinculación de hecho con otros ámbitos de saber y actividad, que requieren un análisis
complementario.
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Agazzi distingue además entre técnica como rasgo antropológico general por la cual al ser humano le es constitutivo modificar
artificialmente al mundo y la tecnología, como esta capacidad unida al un saber que posee la explicación que hace posible esa eficacia.
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hicieron los modelos latinoamericanos de Bariloche y PTAL, difiriendo este último por
incorporar el análisis de escenarios posibles. En el desenvolvimiento tecnológico inciden
diversas instituciones científicas y no científicas (educativas), así como gobiernos y empresas
(Marí, 2018). Este componente concierne a una historia externa de la ciencia, que como se ve
puede contener elementos tanto descriptivos, como también normativos, ya no solamente
lógicos sino socio-políticos. Una consideración de la ciencia y la tecnología, en relación con el
contexto de instituciones delimitaría una historia externa. Así un desarrollo científico, incluso
en un área como las matemáticas, esta fácticamente entrelazado con procesos educativos como
las reformas, o económicos como la industrialización. Pero además la conexión estructural de
la tecnología con la ciencia requiere otro tipo de aproximación. No hay conexión general
determinista, única y lineal entre política, tecnología y ciencia. Estas conexiones tienen que
establecerse para cada caso en específico.
desarrollo tuvo una raíz teórica como señala Wiener (1988), que llevó al diseño de una
máquina, partiendo de la idea que un acto volitivo puede equipararse a un proceso de
retroalimentación, esto es un proceso de causalidad circular que rige una variedad de
dispositivos, así como a organismos biológicos. Se dio una convergencia de dos procesos
paralelos: uno el proceso de diálogo interdisciplinario, y por otro lado el contexto de la
Segunda Guerra, y la iniciativa política que tuvo protagonistas como el ingeniero y asesor
político Vannevar Bush con quien Wiener colaboró. Ambos procesos impulsaron a Wiener a
plantear una máquina que pudiera predecir la trayectoria de los aviones para orientar la
artillería antiaérea, lo que requeriría una colaboración muy activa entre matemáticas y técnicas
de computación, así como un análisis simultáneamente físico y fisiológico, concatenando lo
humano y la máquina, además de que para ser útil para el esfuerzo de guerra la ciencia misma
tendría que cambiar (Galison, 1994). Como resultado de todo surgió toda una nueva ciencia
que estudia la comunicación y el control, una ciencia general de los sistemas
independientemente de si se trata de máquinas u organismos, y que tiene amplias implicaciones
incluso para el estudio de la sociedad6. El primer proceso, interdisciplinario, corresponde a una
historia intermedia, y el segundo, el contexto político, a la historia externa que desencadenó el
desarrollo de la cibernética. Se presenta la cuestión de si el significado cultural de un concepto
teórico, como el de retroalimentación, puede ser disociado de sus orígenes en la tecnología;
Galison (1994) considera que esto puede hacerse en principio. Hay que agregar que puede
hacerse está distinción analítica, si bien una teoría requiere ser aclarada experimentalmente,
esto es por medio del diseño de una tecnología, las significaciones culturales asociadas a la
teoría pueden tener un origen previo. Y si por un lado la tecnología es el medio para fines
teóricos y prácticos, el contenido teórico y las implicaciones de la tecnología tienen una
relativa autonomía o imprevisibilidad. Nick Land (2017b) señaló como la prueba de realidad
que hace superior a la ciencia es que la eliminación de teorías, al modo formulado por Popper,
no esté sujeta a manipulación política constituyéndola en un factor disruptivo externo a la
comunidad. Además aun cuando la tecnología responde, en varios casos por sus objetivos ya
que no por el contenido teórico conexo, a la intervención de la política, ya en cuanto medio no
está enteramente sometida a control 7. Es posible y necesaria tanto una distinción como una
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Fueron amplias, aunque no del todo difundidas las repercusiones de la cibernética para las ciencias sociales, particularmente con la
cibernética de segundo orden que influyó en el constructivismo y en áreas como la psicoterapia familiar. Heidegger (2000) llegó a
considerar la cibernética como una ciencia fundamental, que dirige a las demás ciencias, que corresponde al destino humano como ser
social. Incluso como un sustituto de la filosofía (Heidegger, 1996). La cibernética a decir de Heidegger (2000) transforma al lenguaje
en un medio de intercambio de noticias y a las artes en instrumentos de información y propaganda.
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Heidegger (1996) llegó a considerar la esencia de la técnica como im-posición (Ge-stell), una parte de la historia de la metafísica
donde la imposición significa que el hombre está “colocado, requerido y provocado por un poder” que “no domina”, la técnica oculta
la posibilidad de “experimentar el ser necesitado y el estar dispuesto a nuevas posibilidades” El pensamiento puede ayudar a
comprender esto en una situación en la que la filosofía ha llegado a su fin. Es una cuestión adicional en qué medida el medio
condiciona los propios fines, particularmente en ciertos casos como en la carrera armamentística. Existiendo una dinámica compleja
de un fin no racional, y la racionalización que corresponde a objetivos políticos acotados. En términos generales Stanisław Lem (2018)
señaló que la evolución tecnológica adquiere un nivel de auto-organización, tanto por su transformación total, como por la disposición
de materiales constructivos. Lem también expresó desconfianza hacia las promesas del humanismo, lo único eficaz contra la
tecnología solo puede ser otra tecnología. El conocimiento cambiará y, aun con lo riesgoso de las tendencias humanas, eventualmente
será utilizado (Lem, 2018). Hay un elemento de agencia humana, de iniciativa política o económica, y de orientación ya que la
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