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Titulo de la propuesta: “Violencia: Narrativas Artísticas de Latinoamérica”

Problemática Latinoamericana: La exposición se propone adentrarse en la compleja problemática


de la violencia en Latinoamérica, la cual está arraigada profundamente en la historia de los distintos
países que conforman la región. Desde los tiempos de la colonización hasta las luchas políticas
contemporáneas, este fenómeno ha dejado una marca indeleble, evidenciando sus raíces históricas,
sociales y políticas. La exposición resalta cómo estas formas de violencia han impactado la
identidad y el tejido social de la región, afectando a generaciones enteras. Se aborda esta temática
desde la óptica del arte, entendiendo su papel fundamental como agente de visibilización y reflexión
sobre estas realidades profundamente arraigadas en la experiencia latinoamericana.
Concepto de la propuesta: La propuesta curatorial se enfoca en la presentación de obras de arte
que aborden la violencia en Latinoamérica desde una multiplicidad de perspectivas. Más allá de
simplemente documentar los diferentes rostros de la violencia en la región, se busca instigar una
profunda reflexión sobre sus raíces, sus motivaciones y las consecuencias que acarrea. A través de
una cuidadosa selección de obras, se pretende transmitir la complejidad inherente a este fenómeno,
desafiando al espectador a cuestionar, sentir y reflexionar sobre las realidades subyacentes a la
violencia. Se trata de una invitación a explorar las profundidades de la experiencia latinoamericana,
confrontando las narrativas establecidas y descubriendo nuevas capas de comprensión sobre un
tema tan crucial y, lamentablemente, omnipresente en la historia y la actualidad de la región.
Elección de obras y justificación:
Obra 1: “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central” Diego Rivera, 1947.

Este mural no solo representa la historia de México, presentando algunos de sus célebres
participantes, sino que también simboliza la lucha por la justicia social y la resistencia contra la
opresión, los cuales son elementos fundamentales para comprender la violencia estructural en
Latinoamérica.
Obra 2: “Auras anónimas” Beatriz Gonzales, 2007-2009.
Esta intervención artística, que busca rescatar la memoria de aquellos cuerpos que fueron víctimas
de la violencia, esta obra aporta una perspectiva conmovedora y reflexiva sobre la violencia y sus
impactos en la sociedad colombiana, promoviendo la reflexión crítica sobre este tema que adolece a
miles.
Obra 3: "Atrabiliarios" de Doris Salcedo, 1993.

A través de esta obra, Salcedo busca visibilizar las diversas formas de muerte y silencio que han
afectado a Colombia desde hace años, especialmente a las mujeres víctimas de desapariciones en
zonas rurales, al rescatar y exhibir objetos cargados de significado, como los zapatos la artista logra
transmitir la tragedia y el dolor que rodea estos actos violentos
Obra 4: “Impunidad, Circulo vicioso” Adriana Corral, 2015.

Esta obra de la artista Adriana Corral es una poderosa reflexión sobre la violencia y la impunidad no
solo en su país de origen sino en toda América Latina, obra nos invita a cuestionar el ciclo perpetuo
de impunidad que rodea estos crímenes atroces, mostrando la superposición de nombres, la artista
nos recuerda que cada víctima tiene una historia, una familia y una comunidad que exige respuestas.
Obra 5: “La marcha de la humanidad” David Alfaro Siqueiros, 1964.

El mural representa la marcha constante de la humanidad hacia un futuro incierto y a su vez es un


testimonio visual de la lucha y la evolución de la humanidad a lo largo de la historia, mediante esta
obra Siqueiros aborda diferentes etapas de la civilización: desde las luchas en América Latina hasta
el progreso tecnológico y la búsqueda de la paz y la armonía.
Obra 6: “9 de Abril” Alpino Jaramillo, 1948.

Esta obra, que hace referencia al 9 de abril de 1948 en Colombia, es emblemática de un evento
conocido como el "Bogotazo", que fue un levantamiento popular tras el asesinato del líder político
Jorge Eliécer Gaitán, este evento marco un punto de inflexión en la historia de Colombia y de
América Latina en general, simbolizando la violencia política, la agitación social y la lucha por el
poder en la región, esta obra nos permite reflexionar sobre las causas y consecuencias de la
violencia política, la movilización social y la lucha por la justicia y la equidad.
Obra 7: “Enterro Na Rede”, Candido Portinari, 1944.
Esta pintura retrata un entierro en una red, simbolizando la tragedia y el sufrimiento experimentados
por las comunidades marginadas y desplazadas en Brasil, "Enterro na Rede" captura la crudeza de
la violencia estructural y las condiciones precarias que enfrentan aquellos afectados por la pobreza,
la opresión y la falta de oportunidades, la elección de esta obra busca generar conciencia sobre las
injusticias sistémicas, los impactos devastadores de la violencia.
Obra 8: “La masacre de las bananeras”, Fernando Botero, 2000.

Conocido por su estética figurativa y su enfoque en la exageración de las formas, Botero, retrata un
evento que tuvo lugar en Colombia en 1928, La masacre de las bananeras y logra transmitir la
tragedia y la injusticia de manera contundente, mostrando la represión violenta contra los
trabajadores en la región bananera, destacando la brutalidad y la desigualdad inherentes a la
violencia social y política no solo en Colombia, sino en toda Latinoamérica.
Obra 9: “Prometeo” Jose Clemente Orozco, 1930.

La elección de la obra "Prometeo" refleja la lucha y el sacrificio en un contexto de opresión y


resistencia, esta elección permite explorar cómo los artistas han utilizado metáforas y símbolos para
reflexionar sobre los conflictos sociales, las luchas por la libertad y los desafíos que enfrentan las
comunidades oprimidas, además sirve como un recordatorio visual del poder del arte para abordar
temas complejos y provocar diálogos significativos sobre las realidades sociales y políticas que
impactan a América Latina.
Obra 10: “David”, Miguel Angel Rojas, 2005.

La obra de Rojas reinterpreta la icónica escultura de David, símbolo de heroísmo y belleza,


transformándola en una víctima vulnerable y mutilada, Rojas denuncia la violencia omnipresente en
Latinoamérica, especialmente la violencia armada que afecta a miles de personas, incluyendo niños.
Esta reinterpretación desafía la glorificación de la violencia y nos confronta con las realidades
devastadoras del conflicto en Latinoamérica, mediante esta obra Rojas, nos invita a repensar las
narrativas europeas sobre la belleza y a reflexionar sobre las consecuencias de la violencia en
nuestras sociedades.

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