Está en la página 1de 24

Vedanta y

Upanishads
VEDANTA, UNA FILOSOFÍA QUE LLEVA AL
CONOCIMIENTO

Vedanta, Una Filosofía Que Lleva Al Conocimiento

En este texto podemos encontrar fácilmente la información básica del Vedanta, nos indica que
es conocida cono una filosofía que viene de las escrituras sagradas llamadas “Los Upanishads”,
estos son la parte final de los antiguos textos que hemos visto el cual se conoce como “Los
Vedas”.

Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente nos encontraremos a


nosotros mismos, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de nuestras horas.
(Neruda, 2019)Pablo Neruda.

Debemos entender que Veda significa conocimiento, y anta significa fin. Por esto mismo se dice
que Vedanta es la filosofía que lleva al fin del conocimiento, y también, la filosofía de la última
parte de los Vedas.

Pero la reflexión es más profunda, la filosofía del Vedanta y el yoga nos hace reconocer cuándo
hay expectativas adecuadas o cuándo nos dejamos tiranizar por fantasías. Vedanta trata con
realidades objetivas sobre el funcionamiento del mundo para enseñarnos a vivir bien, sin
necesidad de experiencias extraordinarias ni prácticas esotéricas o fenomenológicas, sino una
visión de la realidad que se traduzca en una actitud adecuada sobre cómo vivir en nuestra vida
cotidiana de la mejor manera.
Hemos visto que Vedanta es un estudio que no habla de una felicidad basada en conseguir
nuevos logros personales, profesionales o espirituales para vernos feliz en el futuro, ni tener
que vivir experimentado el éxito de manera constante. Vedanta muestra cómo la felicidad que
buscas no se basa en conseguir más cosas, situaciones y personas, o deshacernos de ellas.
Tampoco habla de una felicidad fruto de un proceso de perfeccionamiento, transformación y
de mejora constante, lo que nos mantiene en una búsqueda infinita, simplemente descubrir
que el buscador no está separado de lo buscado. Que lo que anhelamos ser ya lo somos. Que
lo que amamos ser no está separado de nosotros.

Lo que crea esa distancia entre buscador y buscado no es otra cosa que el conocimiento
incompleto. Vedanta nos ayuda a reconocer la libertad que ya hay en nosotros mediante el
análisis de las creencias que tenemos sobre nosotros mismos, de la forma en la que nos vemos
y como percibimos nuestras capacidades.

Para Vedanta, la meta del conocimiento no es intelectual, como el conocimiento limitado que
adquirimos al leer libros; indica que este conocimiento se refiere al conocimiento de Dios y de
nuestra naturaleza divina. Por lo tanto, Vedanta es la búsqueda del autoconocimiento (o
descubrimiento de nuestro propio Ser) y, por ende, la búsqueda de Dios.

Es decir que el destino de los hombres está hecho de momentos felices, toda la vida los tiene,
pero no de épocas felices.

También hemos visto que según el Vedanta, Dios es existencia, conciencia y dicha infinita, así
mora en nuestros corazones. El Vedanta asevera que la meta de la vida humana consiste en
darnos cuenta de nuestra divinidad y en hacerla patente. Y esto no sólo es posible, sino que es
inevitable. Nuestra verdadera naturaleza es divina; conocer a Dios es un derecho de
nacimiento, es inherente a la condición humana. Tarde o temprano todos manifestamos
nuestra divinidad, ya sea en esta o en vidas posteriores, puesto que nuestra naturaleza divina
es la mayor verdad de nuestra existencia.

Por otro lado, podemos entender que el mayor tesoro que tenían para compartir con el
mundo los primeros maestros que trajeron el yoga a Occidente fueron las profundas
enseñanzas del Vedanta. Estos maestros presentaban el Vedanta como la filosofía de la
autorrealización y el yoga como la metodología que hay que aplicar para alcanzarla. El primero
de estos grandes sabios fue Swami Vivekananda, quien vivió a finales del siglo XIX. Le siguieron
Swami Rama Tirtha, Paramahansa Yogananda y los muchos discípulos de Swami Sivananda de
Rishikesh. Su enseñanza, a la que pusieron el nombre de yoga-vedanta, se entendía como una
ciencia que abarcaba todas las facetas del crecimiento espiritual.

Sin embargo, con el paso del tiempo, las asanas o posturas de yoga fueron ganando una mayor
popularidad en la mentalidad occidental más orientada hacia lo físico, por lo que el aspecto
vedántico de las enseñanzas se ha ido dejando de lado, sobre todo en las dos últimas décadas.
El resultado es que hoy en día en el mundo pocos instructores de yoga saben qué es el vedanta
o son capaces de explicárselo a otras personas. Incluso si se interesan por la meditación, por lo
general se fijan en cosas básicas sin ser conscientes de que la meditación es la base misma del
yoga clásico y de las tradiciones relacionadas con él.
Sabemos también que hasta los estudiantes de disciplinas afines como el ayurveda o la
astrología védica saben bastante poco sobre el vedanta, la vía del autoconocimiento que
constituye la base espiritual y el objetivo último de estos sistemas. Al mismo tiempo, quienes
estudian a los grandes gurús vedánticos modernos de la India, como Ramana
Maharshi o Nisargadatta Maharaj, suelen considerar al maestro en particular como la fuente de
las enseñanzas, por lo que es muy probable que no comprendan la tradición de la que forman
parte. De esta manera, las enseñanzas centrales de los grandes sabios de la India se han ido
perdiendo progresivamente en Occidente, incluso para quienes afirman seguir sus enseñanzas.

Observamos que todos los grandes sabios de la India moderna fueron vedantines. El más
notable es Ramana Maharshi, quien destacaba el aspecto no dual del vedanta y vivió una vida
de autorrealización directa. Ramakrishna, Aurobindo, Anandamayi Ma, Nityananda y Neem
Karoli Baba, por mencionar solo algunos, también eran vedantines que empleaban la
terminología vedántica de la autorrealización y la realización de Dios. Hoy en día las tradiciones
vedánticas siguen gozando de gran popularidad en toda la India y podemos encontrar a
muchos maestros de esta doctrina. Sirvan como ejemplo los diferentes shankaracharyas, que
no han llegado a a diferentes partes del mundo, por lo que aquí son prácticamente
desconocidos o muy poco conocidos.

Los principales maestros actuales de la India, como Ma Amritanandamayi (Ammachi) o Satya


Sai Baba, usan de manera similar el lenguaje del vedanta e igualmente le conceden una
especial importancia al Ser. La técnica de la meditación trascendental creada por Maharishi
Mahesh Yogi también sigue una visión vedántica de la conciencia y la evolución cósmica. Swami
Rama, el fundador del Himalayan Institute, fue otro importante maestro vedántico de Estados
Unidos. Lo mismo ocurre con los principales maestros de hatha yoga de los últimos tiempos,
como Krishnamacharya de Madrás o B. K. S. Iyengar, quienes siguen las enseñanzas vedánticas
en lo referente a los aspectos más elevados del yoga. Diversos enfoques devocionales, como el
movimiento hare krishna, también reflejan las enseñanzas devocionales vedánticas. Como
vemos, sin una comprensión del vedanta es difícil entender el mensaje de estos grandes
maestros.

El vedanta es una filosofía simple


Afirma que nuestro verdadero Ser, lo que denomina Atman, es Dios. «Yo soy Dios» (aham
brahmasmi) es la verdad suprema. La misma conciencia que reside en el núcleo de nuestro ser
impregna por completo el universo entero. Conocernos a nosotros mismos es conocer a Dios y
ser uno con todo. El vedanta es una filosofía de autorrealización, y su práctica es una forma de
autorrealización a través del yoga y la meditación.

Presenta una vertiente teísta que reconoce a un creador cósmico (Ishvara) que gobierna en
todo el universo a través de la ley del karma. Dios es el maestro supremo, el gurú más elevado
de quien emanan todas las enseñanzas verdaderas por el poder de la palabra divina. El teísmo
vedántico adopta muchas formas, como la adoración a Shiva, Vishnu o la Diosa. De hecho,
puede acoger en su seno casi cualquier forma de teísmo que acepte el karma y la
reencarnación.

Pero en el vedanta no dual (advaita), la realidad última no es el Creador, sino el Absoluto,


llamado Brahman, que trasciende el tiempo, el espacio y la causalidad, y está por encima de
cualquier creador personal. Nuestro ser individual, nuestra alma (Atman), es una con el
Absoluto o Brahman, que es el Yo o el Ser supremo (Paramatman). Así, el alma no es
simplemente una parte del Creador, sino que es una con el fundamento mismo del Ser-
Conciencia-Felicidad del que todo emerge, incluso el Creador mismo.

Debido al marcado énfasis que pone en el Ser y a que reconoce muchas formas de teísmo, el
vedanta es la razón que explica la tolerancia y la tendencia sincrética que caracterizan a la
religión hindú. Los hindúes consideran la religión como un vehículo para el autoconocimiento,
por lo que no tienen problema en aceptar una gran variedad de sabios, libros sagrados y vías
espirituales diferentes, tanto de origen externo como las que forman parte de sus propias
tradiciones. El hinduismo siempre se ha definido a sí mismo como sanatana dharma, «el darma
universal o eterno» que abarca todos los darmas y todos los caminos espirituales posibles.
También existen muchos sistemas de vedanta que presentan diversas diferencias filosóficas
entre sí y cubren todos los enfoques principales sobre Dios y la conciencia. Por tanto, el
vedanta no es un sistema cerrado, sino abierto, que honra al Ser en todos los seres y no lo
reduce a ninguna fórmula, personalidad o dogma en particular.

El vedanta es la enseñanza espiritual más antigua y perdurable de la India. Aparece en toda su


plenitud en los Upanishads y en forma sintetizada en el Bhagavad Gita. Pero cuenta con
antecedentes más antiguos en la literatura védica, la cual, según hallazgos arqueológicos
recientes, data del 3500 a.C., cuando la antigua cultura de los valles del Indo y el Saraswati
floreció en todo el norte de la India. Los términos y las prácticas principales del vedanta ya
están presentes en los crípticos mantras de los antiguos Vedas, que se remontan a los albores
de la historia registrada.

El vedanta refleja la verdad interna de los antiguos Vedas y, como digo, tal vez se trate de la
enseñanza espiritual más ancestral y duradera del mundo. Al fin y al cabo, la espiritualidad es
una búsqueda del autoconocimiento, no simplemente una filosofía o un compendio de rituales
religiosos. El vedanta es la filosofía más característica de la India e impregna la gran mayoría de
las enseñanzas presentes en su territorio. Incluso movimientos modernos como el sikh
dharma reflejan la idea vedántica de que el alma individual es una con Dios.
Vedanta significa literalmente «el fin de los Vedas», pero se refiere más concretamente a la
esencia de los Vedas. Según grandes yoguis como Sri Aurobindo, los Vedas presentan la verdad
del vedanta en un lenguaje poético basado en mantras, mientras que el vedanta presenta el
conocimiento de los mantras védicos en forma de filosofía racional. La sabiduría que subyace
en los mantras de los antiguos rishis brilla en todo su esplendor en la claridad de la
comprensión profunda del vedanta.

El vedanta en la forma de los primeros Upanishads apareció en la India varios siglos antes que
el budismo, puede que incluso más de un milenio antes. Ambas doctrinas son formas de
conocimiento espiritual nacidas de la tradición índica, por lo que tienen mucho en común.
Numerosos expertos consideran que el budismo es una variante del vedanta, mientras que
otros lo ven como un movimiento surgido como oposición al vedanta. En la India, el vedanta
acabó absorbiendo al budismo, que ya en el siglo VII había dejado de ser una religión
importante en el país. Los maestros vedánticos aceptaron la figura del Buda como una
encarnación (avatara) del dios Vishnu (al igual que lo son Rama o Krishna), pero rechazaron
ciertos aspectos de la filosofía budista, en particular su negación de la existencia de un creador.

El vedanta y el budismo comparten las ideas del karma, la reencarnación y la liberación del
ciclo de renacimientos (samsara). Presentan prácticas similares de meditación y recitado de
mantras. Observan las mismas disciplinas éticas de la no violencia (ahimsa) y el vegetarianismo,
y ambos sistemas religiosos cuentan con órdenes monásticas bien desarrolladas y establecidas.
En lo referente a su forma de considerar la verdad, tanto la variante mahayana del budismo
como el vedanta advaita (no dual) conceden una especial importancia al Absoluto y consideran
el mundo fenoménico como maya o ilusión.

Al igual que el budismo zen, el vedanta no dual resalta el Ser o la Naturaleza original como la
Realidad suprema y honra la presencia de ese Ser en el mundo de la naturaleza. En
consecuencia, los grandes swamis vedantines se retiran a los bosques para llevar una vida de
meditación. Los maestros del vedanta veneran la inconmensurable belleza de la naturaleza
―revelada en montañas como la cordillera del Himalaya― como reflejo de nuestro verdadero
Ser, el cual se encuentra más allá de las ilusiones del mundo.

Karma

Técnicamente esta palabra también significa los efectos de las acciones. Karma es motivación,
acción y efecto. Y siempre estamos actuando, No podemos vivir un minuto sin actuar.

La meta del hombre no es el placer sino el conocimiento. El placer y la felicidad tienen su


término. El placer y el dolor son grandes maestros y que aprende tanto del bien como del mal.
Al pasar el placer y el dolor ante el alma individual, dejan sobre ella diferentes imágenes y el
resultado de esas impresiones combinadas es lo que se llama "carácter."

Ahora bien, este conocimiento es inherente al hombre; ningún conocimiento viene de afuera;
todo está en el interior. Cuando decimos que un hombre "conoce" deberíamos decir, en
lenguaje estrictamente psicológico, que "descubre" o "devela"; lo que un hombre "aprende" es
realmente lo que él "descubre" quitando las envolturas que cubren su alma, la cual es una
mina de conocimiento infinito.
De aquí la importancia del autoconocimiento. Igualmente, hablamos de que el karma es la
acción y también la consecuencia de la acción. También es la semilla, dentro de toda acción
está la semilla de la consecuencia. Es por ello también importante el conocimiento.

El Karma genera el fruto y la tendencia o registro subconsciente. Hay una tendencia que se
genera. Hay una acción y un efecto. Si hacemos algo repetidas veces, se genera una tendencia
en nosotros para volver a hacerlo. Se genera un registro en nuestro subconsciente. Todo lo que
hacemos, física o mentalmente, es karma y deja sus huellas en nosotros. (caminar, respirar,
hablar).

Todas las acciones que vemos en el mundo, todos los movimientos en la sociedad humana,
todas las obras que tenemos en torno nuestro son, simplemente, el despliegue del
pensamiento, la manifestación de la voluntad del hombre. Es decir, toda acción es la
exteriorización del poder de la mente.

El poder está dentro de cada hombre, también lo está el conocimiento; Y nuestra voluntad es
producida por el carácter y el carácter es moldeado por el karma.

Nuestro karma determina lo que merecemos y lo que podemos asimilar. La responsabilidad de


lo que somos es nuestra y cualquier cosa que queramos ser tenemos el poder de lograrlo. Si lo
que somos ahora es el resultado de nuestras pasadas acciones, se desprende de ello,
claramente, que todo lo que deseemos ser en el futuro puede ser producido por nuestras
acciones presentes; así, pues, tenemos que saber cómo actuar.

Brahmanismo

Es una reverencia al Brahman, fuerza o deidad que habla de la existencia absoluta de la


realidad. También se debe a la importancia social de los mismos practicantes del brahmanismo,
reconocidos como la casta de los brahmanes.

Dentro del Upanishads, una compilación de textos que suelen considerarse como parte de los
Vedas, el Brahman es definido como el centro espiritual del universo infinito y cambiante. Este
núcleo universal tiene el carácter de ser eterno, irreducible, consciente, omnipresente e
ilimitado. El brahmanismo es la línea principal de aquellos seguidores actuales del vedismo, y
sus conceptos y filosofía han dado forma a las bases del hinduismo.

El brahmanismo se cuestiona constantemente, en sus conceptos, aquello que va relacionado


con lo que es la realidad, la validez del tiempo, la existencia del ser, la consciencia y el origen o
principio de todo lo que existe. El brahman es visto como la realidad universal en la que
acontece la existencia.

Dentro del brahmanismo, el concepto de existencia va más allá del tiempo y no es visto de
forma lineal, por lo que plantea conceptos sobre una realidad que existe, existió y existirá como
cosas que van más allá del tiempo.

Origen e historia del brahmanismo


El brahmanismo tiene su orígen en la era védica que va desde el 1500 a. C hasta el 500 a.C en el
norte de India. La civilización del Valle Indo, conformada por los indoarios o aryos (nobles),
establecieron el vedismo en su sociedad. Practicaban la adoración a la naturaleza a través de
rituales y oraciones. Creían en el Sanatana Dharma (el eterno orden de la vida).

De los Vedas fue originada la idea del Brahman, la realidad universal. Por otro lado, el
brahmanismo se desarrolla cuando la civilización de los arios se asienta en las regiones surtidas
por el Río Ganges y también en el traslado hacia el sur de la India.

A diferencia del vedismo, el brahmanismo adoptó otros libros aparte de los textos sagrados
Vedas. Escritos como los libros de leyes Dharmaśāstras, las epopeyas míticas y otras escrituras
no védicas como los Puranas (una amplia colección de literatura india relacionada con
tradiciones, mitos, historia), forman parte de las referencias escritas de la religión.

Creencias del brahmanismo

En primera instancia, el Brahman es visto como una verdad universal omnipresente, eterna,
como la razón principal de todo aquello que se mueve o no se mueve. Otro concepto
importante es el Atman, o el alma, el cual es considerado la fuente de vida de los seres
humanos.

El alma o Atman va estrechamente ligado al Brahman y según la creencia, el alma de un ser


humano es igual a el alma del Brahman, por lo que, en el fondo, todo ser vivo poseedor de
alma está en la condición del Brahman y posee todos sus atributos.

El brahmanismo está fundamentado ampliamente en la espiritualidad metafísica, por lo que


muchos de sus conceptos tratan de cuestionamientos que van más allá del entorno físico.

Dentro del brahmanismo también se generó un sistema de castas las cuales se dice que
fueron producto de la creación del Brahman:

Los brahmanes. La casta más alta conformada por sacerdotes.

 Los kshatriyas o rajanyas. Los gobernadores y guerreros.


 Los vaishyas. Conformados por artesanos, comerciantes y agricultores.
 Los shudras. La clase laboral.
 Dioses del brahmanismo

Dentro del brahmanismo, la figura de Brahman se establece como la deidad principal, aquella
que es creadora y que a su vez nunca ha sido creada. Posteriormente, con el surgimiento del
hinduismo hacia los años 500 a.C, la adoración también comenzó a centrarse en otras
divinidades como Shiva y Vishnu.

El dios Shiva, conocido también como Mahadeva es en la actualidad una de las figuras
principales del hinduismo. Conocido como “El destructor”, forma parte de los seres supremos
creadores, protectores y transformadores del universo.

El dios Vishnu, por su parte, es conocido como “El Conservador”, y es venerado también como
ser supremo. Es protector de los principios del dharma (aquel orden que hace posible la vida y
la existencia del universo), defensor de estos ante el caos y la destrucción.
Atman

Atman es el resultado de la autoconciencia en conjunto con la sabiduría de un ser, se trata de la


cualidad más importante en lo que respecta los siete principios del hombre. En la escuela
Vedanta de la religión hindú el Atman se refiere al verdadero yo de una persona, según las seis
escuelas del hinduismo cada individuo hay Atman, los que lo diferencia en gran manera con la
religión budista.

El centro de cada persona no es su cuerpo, tampoco su mente ni el ego, sino que lo es el


Atman, siendo éste el espíritu de cada ser vivo, es decir su ser más profundo e interno, él es
eterno y se encuentra en el nivel más profundo de la existencia de cada individuo.

El texto Brihadaranyaka Upanishad, da una descripción del Atman como aquello en lo que todo
existe, que es la esencia del todo es decir una especie de alma superior, asociado a todo lo que
el ser es o puede llegar a ser, es decir el deseo, el libre albedrío, el bien y el mal en cada quien.

El Katha Upanishad por su parte lo describe como la esencia que trasciende de cada ser
humano o ser viviente en general.
Maya

En otras palabras, ese poder que hace que la experiencia sea mensurable, es decir, limitada y
separa 'esto' de 'yo' y 'yo' de 'esto' y excluye las cosas unas de otras es Māyā.

Māyā dibuja un velo sobre el ser, provoca un sentido de dualidad. En palabras simples,
Brahman¹ se puso anteojos para ver su propia grandeza para verse a sí mismo. Estas gafas son
lo que Māyā Tattva y la causa de Māyā. Pero ciertos puntos deben tenerse en cuenta:

Māyā es el poder de Brahman. Por lo tanto, Māyā está controlada por Brahman. No existe una
existencia separada de Māyā.

Māyā corre un velo en la experiencia, pero no crea una experiencia de inexistencia. En palabras
simples, a través de Māyā, todo lo que se percibe está realmente presente en Brahman, es solo
que nuestra percepción es limitada y no nos permite ver la divinidad en los objetos percibidos.
(Explicación perfecta de "Todo lo que es solo Brahman”). ¡Maya no está creando la percepción
de algo que no está presente en Brahman de ninguna forma!

Además, hay 5 productos de Maya que están cubriendo. Es como lo que sucede en el momento
en que Brahman usa anteojos (Maya Tattva). ¿Cómo cambia la experiencia de Brahman (breve
resumen)?

 Kalā - Brahman empieza a sentirlo² no debe todo.


 Vidyā - Brahman comienza a sentir que no lo sabe todo. Se olvida de su omnisciencia.
 Rāga - Brahman olvida toda su naturaleza satisfactoria y por lo tanto desarrolla deseos.
En otras palabras, Brahman olvida su integridad.
 Kāla - Brahman olvida su atemporalidad o eternidad y ve la eternidad como pasado,
presente y futuro.
 Niyatī - Brahman olvida la libertad de la omnipresencia (vyApaktA).
¿De dónde viene Māyā?

No vino de ninguna parte, ya que Brahman es eterno, por lo que su poder lo es.

¿Cuáles son sus características?

Ella no existe ni no existe ni participa de ambos caracteres; ni iguales ni diferentes ni ambos; ni


compuesto de partes ni un todo indivisible ni ambos. Ella es la más maravillosa y no se puede
describir con palabras.

¿Cómo puede existir independientemente fuera de Brahman?

No existe de forma independiente. Así como el calor (que es el poder del fuego) existe solo
debido a la existencia del fuego, así la existencia de Maya (que es el poder de Brahman) existe
solo debido a la existencia de Brahman.

Ishvara

Como concepto, Ishvara en los textos sánscritos antiguos y medievales significa de diversas
maneras Dios, Ser Supremo, Ser Supremo, Señor Shiva, un rey o un gobernante, un marido, el
dios del amor, uno de los Rudras y el número 'once'..

La palabra Īśvara no aparece en el Rigveda.Sin embargo, el verbo īś- sí aparece en el Rig veda,
donde el contexto sugiere que su significado es "capaz de, capaz de". Está ausente en
el Samaveda, es raro en el Atharvaveda, pero aparece en el Samhitas del Yajurveda. El
significado contextual, sin embargo, como explica el antiguo gramático indio Pāṇini, no es ni
dios ni ser supremo.

La palabra Ishvara aparece en numerosos Dharmasutras antiguos. Sin embargo, Patrick


Olivelle afirma que allí Ishvara no significa Dios, sino que significa Vedas.Deshpande afirma
que Ishvara en los Dharmasutras podría significar alternativamente rey, con el contexto
afirmando literalmente que los Dharmasutras son tan importantes como Ishvara (el rey) en
asuntos de importancia pública".

El término se utiliza como parte de los compuestos Maheshvara ("El Gran Señor")
y Parameshvara ("El Señor Supremo") como nombres del Señor Shiva. En el Budismo
Mahayana se utiliza como parte del compuesto "Avalokiteśvara" ("señor que escucha los gritos
del mundo", pero véase sección de etimología allí), el nombre de un bodhisattva venerado por
su compasión. Cuando se refiere a lo divino como femenino, particularmente en el Shaktismo,
a veces se utiliza el femenino IAST: Īśvarī.

En la escuela Advaita Vedanta, Ishvara es un Absoluto Universal monista que conecta y es la


Unidad en todos y en todo.

Entre los seis sistemas de filosofía hindú, Samkhya y Mimamsa no consideran relevante el
concepto de Ishvara, es decir, un ser supremo. Las
escuelas Yoga, Vaisheshika, Vedanta y Nyaya del hinduismo hablan de Ishvara, pero le asignan
diferentes significados.
Desmarais afirma que Isvara es un concepto metafísico en los Yogasutras. No menciona a la
deidad en ninguna parte, ni menciona ninguna práctica devocional (Bhakti), ni da
a Ishvara características típicamente asociadas a una deidad. En la escuela de yoga del
hinduismo, afirma Whicher, Isvara no es ni un Dios creador ni el Absoluto universal de la
escuela Advaita Vedanta del hinduismo. Whicher también señala que algunas subescuelas
teístas de la filosofía Vedanta del hinduismo, inspiradas en la escuela del Yoga, explican el
término Ishvara como el "Ser Supremo que gobierna el cosmos y los seres individuados".
Malinar afirma que en las escuelas de Samkhya-Yoga del hinduismo, Isvara no es un Dios
creador, ni un Dios salvador..

Zimmer en su libro de filosofías indias de 1951 señaló que las subescuelas Bhakti se refieren a
Isvara como un Señor Divino, o la deidad de la subescuela Bhakti específica. Los movimientos
sectarios modernos han enfatizado a Ishvara como Señor Supremo; por ejemplo, el
movimiento Hare Krishna considera a Krishna como el Señor, el movimiento
del Brahmoismo influenciado por los movimientos cristianos e islámicos en la India
probablemente conceptualiza a Ishvara como un Señor monoteísta todopoderoso (Brahma). En
las subescuelas teístas tradicionales del hinduismo, como el Vishishtadvaita Vedanta de
Ramanuja y el Dvaita Vedanta de Madhva, Ishvara se identifica como el Señor
Vishnu/Narayana, que es distinto del prakriti (mundo material) y purusha (el Ser).

Radhakrishnan y Moore afirman que estas variaciones en el concepto de Ishvara son


coherentes con la noción de Dios personal del hinduismo, donde se estiman los ideales o la
manifestación de los valores más elevados del Ser del individuo. Riepe, y otros, afirman que las
escuelas del hinduismo dejan al individuo la libertad y la elección de conceptualizar a Ishvara
de la manera significativa que desee, ya sea en forma de "deidad de su elección" o "sin
forma Brahman (Realidad Absoluta, Principio Universal, verdadero Yo especial)".

Este sutra de la filosofía del yoga del hinduismo añade las características de Isvara como ese
Ser especial que no se ve afectado, aparamrsta) por los propios obstáculos/dificultades klesha),
las circunstancias de uno creadas por acciones pasadas o actuales, karma), los frutos de la vida
de uno ( vipâka), y las disposiciones/intenciones psicológicas de uno ( ashaya).

El concepto de Isvara de Patanjali no es ni un Dios creador ni el Absoluto universal de la


escuela Advaita Vedanta del hinduismo.

Upasana

Upasana Yoga se puede traducir como disciplinar e integrar la personalidad. Upasana Yoga es
similar a Ashtanga Yoga de Patanjali. Adi Shankara acepta Ashtanga Yoga y lo renombra
Samadhi Yoga. Así que Upasana Yoga también puede ser llamado Samadhi Yoga.

En términos simples, Upasana Yoga consiste en varios tipos de meditaciones para desarrollar
diferentes aspectos de nuestra mente.

Es importante entender que la meditación no te da Moksha, porque Moksha o libertad es tu


propia naturaleza. Tampoco se practica la meditación para el Conocimiento, porque la
meditación no es un "medio de conocimiento" (Pramanam).
Disciplinarnos es como construir una presa a través de un río. El propósito de construir una
presa es conservar el agua, que de otro modo habría fluido derrochadoramente hacia el mar, y
utilizarla para otros fines constructivos como el riego y la generación de electricidad.

Del mismo modo, los humanos tienen mucho poder (Shakti) en su interior que normalmente se
desperdicia. Estos poderes están en la forma del poder de desear, el poder de saber y el poder
de actuar. Cada gran cosa que sucede en el mundo se debe a estos poderes humanos. Si
aprendo a conservar estos poderes, puedo canalizarlos hacia propósitos constructivos.

Por lo tanto, la disciplina está destinada a conservar y canalizar estos poderes. Y para un
estudiante de Vedanta, estos poderes se canalizan en la búsqueda de Moksha.

El principio de disciplina es el control de calidad y el control de cantidad. Siempre que


actuamos, tanto la calidad como la cantidad de la acción son controladas o moderadas.

El control sobre la calidad y la cantidad es el principio de todas las disciplinas. En otras


palabras, la moderación en todo es la disciplina más elevada.

Las Escrituras hablan de la disciplina en 4 niveles:

1. Disciplina física a nivel del cuerpo físico.


2. Disciplina verbal a nivel del habla.
3. Disciplina sensorial a nivel de los órganos sensoriales.
4. Disciplina mental.
Disciplina
s

Disciplina Física
Un cuerpo físico sano es el requisito básico para lograr cualquier cosa en la vida, incluyendo
Moksha. Por lo tanto, se necesita disciplina física cuando prestamos atención al cuerpo físico, a
nuestras actividades físicas y a nuestros hábitos alimenticios.

Sin una salud adecuada no podemos lograr nada en la vida. Incluso si lo hacemos, no
podremos disfrutar de los beneficios. Tomemos el caso de una persona que tiene una carrera
de alto vuelo, que gana mucho dinero trabajando 18 horas al día, viaja por todo el mundo, no
descansa adecuadamente, no tiene hábitos alimenticios adecuados; básicamente abusando de
su cuerpo para lograr sus objetivos materiales.

Incluso si esta persona adquiere muchas posesiones materiales, no podrá disfrutarlas debido a
su mala salud. Apreciamos el valor de la buena salud solo cuando la perdemos, no cuando la
tenemos. Y para cuando lo perdemos, ya es demasiado tarde.

La preservación de la salud es mucho más fácil y barata que recuperarla. Si uno no da


voluntariamente tiempo a la salud, se verá obligado a dar tiempo a las enfermedades.

Para buscar Moksha también, necesitamos salud. Incluso en la porción vedántica de los
Upanishads tenemos oraciones por la buena salud. En el Gita, Krishna dice que por el bien de la
salud uno necesita tener disciplina hacia la comida, tanto en cantidad como en calidad.

Comer demasiado es tan peligroso como una dieta excesiva. La actividad excesiva es tan
peligrosa como demasiada inactividad. La actividad y el descanso deben ser equilibrados. La
alimentación y la dieta deben ser equilibradas. Nuestro tiempo de sueño diario debe ser
moderado.
Todos estos aspectos de nuestra vida deben ser disciplinados para que el cuerpo físico
permanezca apto para el estudio vedántico. Los ejercicios físicos, el yoga y la disciplina
dietética son algunas maneras de mantener el cuerpo en forma.

La disciplina verbal
se llama "Vak Tapas" en sánscrito. Las Escrituras dan mucha importancia a la disciplina verbal.
En la disciplina verbal controlamos la cantidad y calidad de nuestra habla.

Disciplina Sensorial
Los órganos sensoriales son puertas abiertas a través de las cuales el mundo externo entra en
nuestra mente en forma de sonido, tacto, color, gusto y olfato.

Las palabras pronunciadas por otros entran en mi mente. Algunos órganos sensoriales pueden
cerrarse, mientras que otros no. Puedo cerrar los ojos, pero no puedo mantenerlos cerrados
todo el tiempo. No puedo cerrar la nariz todo el tiempo.

Los órganos sensoriales están abiertos cuando entro en el mundo externo. Y me guste o no, el
mundo entra en mi mente. Y cuando el mundo entra, es capaz de perturbar y contaminar mi
mente.

Por lo tanto, si no tengo disciplina, el mundo puede perturbarme. Debería tener una política
clara sobre qué objetos disfrutar y cuáles evitar.

Debo aprender autocontrol para evitar cualquier cosa que pueda contaminar mi mente. Evitar
objetos y situaciones poco saludables es disciplina sensorial. Incluso la indulgencia en objetos
saludables debe ser moderada. Demasiado de algo bueno también puede ser malo. Por lo
tanto, la regla debe ser evitar objetos no saludables y evitar el exceso de objetos sanos.

Disciplina Mental
Todas las formas de meditación están bajo disciplina mental, aunque la meditación no es el
único método.

La palabra "Upasana" básicamente significa meditación para la disciplina mental. Pero dado
que la mente es interdependiente con el cuerpo, el habla y los sentidos, incluimos su disciplina
como peldaños para la disciplina mental.

La mente es un instrumento muy sutil, y no tan fácil de controlar. Por lo tanto, para facilitar la
disciplina mental, progresamos de lo burdo a lo más sutil. Comenzamos con la disciplina física,
luego la disciplina del habla, luego la disciplina sensorial y finalmente la mente. Por lo tanto, las
tres primeras disciplinas se convierten en medios indirectos para la disciplina mental.

Cualquier programa de meditación siempre incluirá disciplina física, del habla y de los sentidos.
Estas disciplinas suplementarias están incluidas incluso en el Ashtanga Yoga de Patanjali, a
pesar de que el propósito de Ashtanga Yoga es la disciplina mental.

El cuerpo y la mente están conectados; El habla y la mente también están conectadas. Cuando
estamos muy emocionales o enojados, es difícil hablar lentamente. Los estudios
psicosomáticos revelan que existe un vínculo entre la salud física y mental.
Por lo tanto, para mejorar la disciplina mental, primero tratamos de ser disciplinados con
nuestro cuerpo, habla y sentidos. Esto hace que practicar la disciplina mental sea mucho más
fácil.

Así que el propósito principal de Upasana Yoga es la disciplina mental, pero para lograr ese
cuerpo, el habla y la disciplina sensorial son medios complementarios.

En la disciplina mental hay cuatro aspectos de la mente que debemos cuidar:

a. Relajación – La mente debe ser capaz de relajarse. Sólo una mente relajada puede lograr
algo en la vida.

b. Concentración – La mente debe tener la capacidad de enfocarse.

c. Expansión – La mente de la mayoría de las personas son egocéntricas. Miran los problemas
desde un prisma estrecho de sus gustos y disgustos o lo que es ventajoso para ellos. Así que
debo desarrollar una mente que sea capaz de ver los problemas desde una perspectiva más
amplia.

d. Refinamiento: debo poseer una mente en la que todos los valores (ver módulo de valores
universales) sean asimilados.

Para desarrollar estos aspectos de la mente, las Escrituras prescriben meditación, que se llama
Upasanam en sánscrito. Para cada aspecto tenemos un tipo particular de meditación.

Meditación De Relajación

En la meditación de relajación el objetivo es sólo la relajación. No me concentro en nada.


Simplemente me relajo física y mentalmente. Puede ser una meditación independiente o una
meditación preparatoria para otros tipos de meditación.

Tenemos diferentes maneras de hacer esto. Un método es visualizar mentalmente hermosos


alrededores como jardines, montañas, el cielo o el océano. La naturaleza siempre está relajada;
No hay tensión en la naturaleza.

Otros métodos incluyen observar su respiración, repetir un mantra o escuchar música


meditativa. También puede usar sugerencias automáticas como "Estoy relajado". Cualquier
técnica servirá siempre y cuando seas capaz de relajarte.

Y cuando estés relajado, ríndete a Isvara o a tu deidad favorita (Ishta Devata). En cualquier
meditación es importante traer a Isvara, de lo contrario se convierte en un ejercicio.

Puedo visualizar mi Ishta Devata y ver la presencia de Isvara, ver la gracia de Isvara. Veo la
fuerza de Isvara detrás de mí y, por lo tanto, puedo enfrentar cualquier situación en la vida. Mis
preocupaciones se desvanecen y me relajo.

La meditación de relajación es particularmente importante en la vida acelerada y estresante de


hoy. Este tipo de meditación también se puede llamar meditación desestresante.

Aprende a sentarte durante unos minutos todos los días simplemente relajándote. Esto
también será beneficioso para su salud física y mental.

Meditación De Concentración
En cualquier campo, ya sea material o espiritual, la capacidad de concentrarnos, así como
nuestra capacidad de atención es importante. La capacidad de atención se define como la
cantidad de tiempo concentrado que uno puede dedicar a una tarea sin distraerse.

Ambas habilidades son necesarias para todo en la vida, ya sean nuestras tareas mundanas
diarias, trabajo de oficina, estudios, deportes o estudiar Vedanta.

En la meditación de concentración, si nos enfocamos en cualquier objeto, se convertirá en solo


un ejercicio. Para que realmente sea una meditación tenemos que traer a Isvara.

Por lo tanto, para desarrollar la concentración y la capacidad de atención, las escrituras védicas
prescriben la adoración mental del Señor o de tu deidad favorita. Esto se llama Manasa Puja,
"Manasa" que significa "mente" y "Puja" que significa "adoración". La adoración mental implica
2 tipos: recitación y repetición. En la recitación recitas mentalmente versos, y en la repetición
repites mentalmente un mantra.

Meditación De Expansión

En este tipo de meditación trato de ampliar mi perspectiva, aprendo a expandir mi mente para
visualizar la totalidad de la creación. Sólo cuando visualizamos el total llegamos a conocer
nuestro significado, nuestro lugar en el esquema de las cosas, que es virtualmente cero.

La mayoría de nosotros tenemos un sentido exagerado de autoimportancia, para nuestra vida y


para nuestras situaciones. Tales perspectivas incorrectas conducen a respuestas incorrectas.
Todo debe ser puesto en su lugar, y conoceré mi lugar sólo cuando me mire a mí mismo desde
el punto de vista de la totalidad.

La meditación de expansión es una meditación sobre la creación misma, sobre las estrellas, las
galaxias, el sistema solar, el planeta, el cielo, los continentes, los ríos, las montañas, las aves, los
animales y los seres humanos. Aquí vemos la creación como la forma universal de Dios. En
sánscrito este tipo de meditación se llama Visva Rupa Dhyana o Visva Rupa Upasanam.

Después de la meditación de expansión, nuestros problemas parecen insignificantes. La muerte


de un conocido aparece como una gran calamidad, pero se vuelve aceptable cuando miras a
los millones que aparecen y desaparecen en todo el mundo.

Meditación De Valores

Esto también se llama meditación de transformación donde refino mi mente para inculcar
valores más positivos. En esta meditación produzco una transformación total e interna al
cambiar mis patrones de pensamiento.

Generalmente descuidamos nuestros patrones de pensamiento porque son demasiado sutiles


y fugaces, y otros no pueden verlo. Pero debemos recordar que nuestros patrones de
pensamiento determinan nuestro destino.

Observa tus pensamientos, se convierten en tus palabras, observa tus palabras, se convierten
en tus acciones, observa tus acciones, se convierten en tus hábitos, observa tus hábitos, se
convierten en tu carácter, observa tu carácter,

se convierte en tu destino.

Por lo tanto, el pensamiento es la semilla más sutil que determina tu futuro. Como piensas, así
te convertirás.
Hay dos tipos de patrones de pensamiento: positivos y negativos. Los pensamientos positivos
nos llevan hacia nuestra meta espiritual, y los patrones de pensamientos negativos nos alejan.
Los pensamientos positivos se llaman "Daivi Sampat" en sánscrito, y los pensamientos
negativos se llaman "Asuri Sampat". Daivi Sampat es propicio para el Autoconocimiento y Asuri
Sampat es un obstáculo para la búsqueda espiritual.

1. La disciplina mental por sí sola no es suficiente. La


disciplina debe practicarse también a nivel físico, verbal y
sensorial.
2 Upasana Yoga consiste en varios tipos de meditaciones
para disciplinar y desarrollar diferentes aspectos de
nuestra mente. Al discipular la mente, un estudiante
vedántico conserva y canaliza sus energías hacia la
búsqueda de Moksha.
3. En la disciplina física nuestra dieta y actividades físicas
tienen que ser controladas y moderadas.
4. En la disciplina verbal practicamos el control de la
cantidad del habla, así como el control de calidad.
5. En la disciplina sensorial evitamos objetos y situaciones
insalubres en el mundo externo que pueden contaminar
nuestra mente. Incluso la indulgencia en objetos
saludables debe ser moderada.
6. La disciplina mental consta de 4 tipos de meditaciones:
relajación, concentración, expansión y refinamiento.
7. En la meditación de relajación aprendemos a relajar
nuestra mente. En la meditación de concentración
tratamos de mejorar nuestra concentración, así como
nuestra capacidad de atención. En la meditación de
expansión desarrollamos nuestra mente para mirar los
problemas desde una perspectiva más amplia. En la
meditación de refinamiento transformamos nuestra
mente inculcando valores más positivos.
8. Un error común en los círculos espirituales es que la
meditación puede conducir a la iluminación. Según el
Vedanta, la meditación no te dará Moksha; es sólo una
herramienta para ayudar a la auto-indagación. Sólo
adquirir el Autoconocimiento a través de la Auto-
Indagación da Moksha.

Los rasgos negativos incluyen celos, depresión, impaciencia, irritación, etc. Estos nacen de
patrones de pensamiento negativos. Si tienes que transformar tu vida, tienes que transformar
tus patrones de pensamiento.

Afirmación Vedanta

“Prajñanam Brahma” La Conciencia es Brahman. “Aham Brahmasmi” Yo soy Brahman “Tat


tvam asi” Tu eres Eso. “Ayam Atma Brahma” Este Atman es Brahman. “Sarvam khalvidam
Brahma” Todo esto, de hecho, es Brahman. Om Shanti! Shanti! Shantih!
Bibliografía
La filosofía del vedanta - Crea tu Destino

Brahmanismo: origen, historia, creencias, dioses (lifeder.com)

explorevedanta.com
Los Upanishad

se encuentran entre las obras filosófico-religiosas más conocidas y antiguas del mundo. Se
piensa que sus primeros textos se compusieron en el período entre el 800 y el 500 a. C., en
forma de diálogos filosóficos relacionados con conceptos expresados en los Vedas, que son los
escritos fundamentales del hinduismo. Los seguidores del hinduismo conocen esta fe con el
nombre de Sanatan Dharma, que significa «Orden Eterno» o «Camino Eterno». Se piensa que
la regla se reveló a través de los Vedas, cuyos conceptos se cree que son conocimiento directo
comunicado por Dios.

La palabra Veda significa «conocimiento» y se cree que los cuatro Vedas contienen el
conocimiento esencial del universo y cómo debe vivir el individuo en él. El término
«Upanishad» quiere decir «sentarse con atención», como quien se acerca a escuchar alguna
enseñanza importante. Los Vedas presentan las líneas generales acerca del funcionamiento del
universo y la respuesta de la persona; así pues, los Upanishads ofrecen instrucciones acerca de
cuestiones específicas de la actuación del individuo.

Los Upanishads se consideran Vedanta, es decir, «el final de los Vedas», debido a que
completan la revelación sagrada recibida por los profetas en algún momento del remoto
pasado. Los Vedas se consideran Shruti, «lo que se escucha», ya que estos iluminados los
recibieron directamente de Dios, mientras se encontraban en estado de profunda meditación.
Después se preservaron mediante la tradición oral, hasta que se plasmaron por escrito entre
alrededor de 1500 y 500 a. C. Los hindúes ortodoxos también consideran los Upanishads
como Shruti, debido a que la sabiduría y comprensión que contienen parecen ser demasiado
profundas para haberse originado en la mente del ser humano. Existen en total entre 180 y 200
Upanishads, pero los más conocidos son los 13 que están encastrados en los textos de los
Vedas.

Los Vedas y los Upanishads

Los cuatro Vedas se transmitieron de generación en generación hasta que se asentaron por
escrito en la India, durante el llamado período védico, entre alrededor de 1500 y 500 a. C. Por
lo general se piensa que sus conceptos se originaron en Asia Central y que arribaron a la India
con la migración indoaria cerca del 3000 a. C. (fecha sobre la que algunos investigadores
discrepan). Aunque algunas escuelas de pensadores afirman que existen cinco Vedas, entre los
académicos existe el consenso de que son cuatro:

Rig Veda

Sama Veda

Yajur Veda

Atharva Veda
Los 13 Upanishads más conocidos se engastan en los textos de cada uno de los
anteriores y responden a conceptos específicos que en ellos se expresan. Los 13
Upanishads son:
Brhadaranyaka Upanishad

Chandogya Upanishad

Taittiriya Upanishad

Aitereya Upanishad

Kausitaki Upanishad

Kena Upanishad

Katha Upanishad

Isha Upanishad

Svetasvatara Upanishad

Mundaka Upanishad

Prashna Upanishad

Maitri Upanishad

Mandukya Upanishad

La composición de los primeros seis (del Brhadaranyaka al Kena) se fecha entre c. 800 y c. 500
a. C., y la de los últimos siete (del Katha al Mandukya) entre el 500 a. C. y el siglo I d. C. Los
trabajos se configuran como una narrativa de diálogos filosóficos, en los cuales un aspirante se
acerca a un maestro para que lo instruya sobre las verdades espirituales. El aspirante puede no
siempre estar consciente de que busca esas verdades, de modo que en algunos Upanishads
una voz incorpórea dialoga de manera directa con una concurrencia que se convierte de esa
manera en su interlocutora, es decir, en el aspirante.

El propósito de las obras es comprometer directamente a un auditorio en un discurso


espiritual dirigido a cultivar el conocimiento consciente y ayudar a alcanzar la
autorrealización.

El propósito de la obra es comprometer directamente a un auditorio en un discurso espiritual


dirigido a cultivar el conocimiento conciente y ayudar a alcanzar la autorrealización. Los
Upanishads se desarrollaron a partir del sistema religioso-filosófico del brahmanismo, que
aseveraba que el creador del universo, así como el propio universo, era un alma suprema que
lo abarcaba todo, denominada Brahman. La majestuosidad y poder del Brahman eran tan
grandiosos que los seres humanos no podían aprehenderlo y por lo tanto se presentaba a las
personas a través de avatares que tomaban la forma de los dioses hindúes, entre
ellos Brahma, Vishnu, Shiva y muchos otros.

Los seres humanos podían reconocer en estos dioses la naturaleza inherente de Brahman, pero
para poder experimentarlo de forma directa, se los exhortaba a que buscaran una relación con
su ser más elevado, conocido como Atman, que era la chispa de lo divino que cada individuo
lleva adentro. El propósito de la vida, por lo tanto, era atender a las responsabilidades por las
que uno había sido enviado a la tierra, mediante el reconocimiento del deber (dharma) y su
cumplimiento a través de acciones apropiadas (karma), como parte del trabajo para alcanzar la
autorrealización y la liberación (moksha) para terminar con el ciclo de reencarnación y muerte
(samsara).

La autorrealización se alcanza con la comprensión de la frase Tat Tvam Asi «Tú eres eso», que
significa que ya uno es aquello en lo que desea convertirse y que solo tiene que hacerlo
realidad. Cada individuo lleva adentro la chispa divina y reconocerlo lo conecta con Dios y con
las demás personas. Tal entendimiento de la existencia humana conforma, en lo fundamental,
el sistema de creencias del Sanatan Dharma; los Upanishads indican cómo vivir esta intelección
de la mejor manera posible.

Resumen y comentario

Los 13 Upanishads que siguen se presentan en el orden en que se cree que fueron compuestos.
No existe una continuidad narrativa directa que lleve del primero al último, pero todos tratan
los mismos conceptos básicos desde distintos ángulos.

Brhadaranyaka Upanishad: forma parte del Yajur Veda y es el más antiguo de los Upanishads.
En líneas generales, el nombre significa «Enseñanza del Gran Bosque»; se le acredita al profeta
Yajanvalkya (siglo VIII a. C.), aunque algunos rebaten esto. Comienza con la creación del
universo por el dios Prajapati, quien más adelante se identifica como un avatar de Brahman. Se
describen y explican el Atman como Ser supremo, la inmortalidad del alma, la ilusión de la
dualidad, y la unidad esencial de toda la realidad, a través de la analogía de la sal en el agua:

Al igual que cuando un terrón de sal se vierte en agua, y habiéndose disuelto en ella no se
puede volver a asir, más al tomar el agua, se encuentra sal en cualquier parte; de la misma
forma, el ser separado se disuelve en el mar de la conciencia pura, infinita e inmortal. El estado
de separación se origina al identificar al Ser supremo con el cuerpo, que surge de elementos. Al
disolverse esta identificación física, no puede seguir existiendo el ser separado. (4:12)

El Brhadaranyaka Upanishad es uno de los más famosos, no solo por definir el concepto de
liberación del ciclo de reencarnación y muerte y la unión del Atman con Brahman, sino por
haberse utilizado en la obra maestra del poeta del siglo XX d. C., T. S. Eliot (1888-1965 d. C.), La
tierra baldía.

Chandogya Upanishad: engastado en el Sama Veda, se considera de igual antigüedad que el


Brhadaranyaka, aunque se ignora la fecha de su composición. El texto repite en verso algunos
de los contenidos del Brhadaranyaka, lo que le otorga su nombre: chanda (poesía, métrica). La
narrativa profundiza en el concepto Atman-Brahman, en la importancia de la acción correcta
conforme al deber de cada quien, y en cómo funciona la conexión Atman-Brahman.

La explicación más famosa sobre el tema se encuentra en el pasaje conocido como La Historia
de Shevetaketu. Shevetaketu regresa a su hogar lleno de arrogancia por los conocimientos
adquiridos durante 12 años de educación y su padre, Uddalaka, le da la bienvenida. Uddalaka
le pregunta si ha cultivado «la sabiduría espiritual que permite oír lo que no se oye, pensar lo
que no se piensa y saber lo que no se sabe» (6.1.3). Shevetaketu no tiene idea de lo que dice y
Uddalaka lo guía a través de distintas lecciones acerca de la unidad, destacándole cómo puede
conocerse la característica fundamental del barro a partir de un trozo de barro, o del hierro, a
partir de un pedazo de hierro. Lo singular guarda la esencia de lo colectivo. Cada recipiente de
arcilla que parece independiente participa de la totalidad de la esencia de la arcilla. Uddalaka
conduce a través de otros ejemplos una discusión acerca del individuo, del Atman, y de
Brahman, hasta llevar a su hijo a la realización de Tat Tvam Asi y de la unidad de toda la
existencia.

El taittiriya upanishad explora el tema de la unidad y de los rituales apropiados, hasta


concluir con una alabanza a la comprensión de que cada quien es parte de dios.

Taittiriya Upanishad: forma parte del Yajur Veda y también se lo considera uno de los
Upanishads más antiguos. El nombre puede derivar de su posible autor, el sabio Tittiri, aunque
esto se cuestiona. La obra comienza con bendiciones y alabanzas a Brahman, «fuente de todo
poder», y promete decir la verdad y cumplir con la ley antes de reivindicar el compromiso de
estudiar los Vedas y pedir al Divino que otorgue la luz de la sabiduría para que ilumine nuestra
vida y nos conduzca a la unidad con la realidad última. La obra se expande sobre el tema de la
unidad y de los rituales apropiados, hasta concluir con una alabanza a la toma de conciencia de
que la dualidad es una ilusión y que todos somos parte de Dios y de cada uno de los demás.

Aitereya Upanishad: incorporado en el Rig Veda, repite de manera ligeramente distinta varios
temas tratados en los dos primeros Upanishads. El ejemplo más notable es la discusión de los
Cinco Fuegos de la existencia humana: al morir alguien, se crema (primer fuego) y viaja como
humo hacia el otro mundo, donde se incorpora a las nubes tormentosas (segundo fuego), cae a
la tierra en forma de lluvia (tercer fuego) y se convierte en el alimento que ingiere el hombre
(cuarto fuego), transformándose en el semen que entra en la mujer (quinto fuego), que se
convierte en feto. El Aitereya enfatiza que este feto es el Atman de sus padres, que garantiza
tras su nacimiento y maduración la inmortalidad de ellos al hacer que se recuerden, y además
a través de la experiencia del amor incondicional. En otras palabras, los hijos y la vida en familia
pueden proporcionarle a uno los medios para hacer consciente nuestra conexión con Dios.

Kausitaki Upanishad: incluido en el Rig Veda, este Upanishad también repite temas tratados en
otras partes, pero se enfoca en la unidad de la existencia, con énfasis en la ilusión de la
individualidad, que ocasiona que las personas se sientan separadas entre sí, aisladas de Dios y
del mundo que las rodea. Este concepto se resume en la frase «¿Quién eres tú?», y en la
respuesta «Yo soy tú» (1.2). La obra concluye con un cántico a la importancia de conocer la
forma fundamental de la existencia y en no confiar en apariencias superficiales para definir lo
que uno cree que es verdadero en la vida.

Kena Upanishad: forma parte del Sama Veda. El Kena desarrolla temas del Kausitaki y de otros,
con enfoque en la epistemología y el conocimiento de uno mismo. El Kena rechaza el concepto
de la búsqueda intelectual de las verdades espirituales y afirma que solo se puede comprender
al Brahman a través del conocimiento de uno mismo y de la obra espiritual personal, no a
través de las experiencias ni de las palabras de otras personas que aparecen en los libros. El
concepto básico se resume en las líneas siguientes:

Hay una sola manera de conocer al Alma, y es la de experimentarla uno mismo. Los ignorantes
creen que el Alma se puede conocer a través del intelecto, pero los iluminados sabes que está
más allá de la dualidad entre el conocedor y lo que se conoce. (2.3)

Las búsquedas del intelecto conducen a fines intelectuales; la verdad espiritual no puede ser
aprehendida a través del esfuerzo de otros, solo mediante el esfuerzo propio.
El Katha enfatiza la importancia de vivir en el presente sin preocuparse del pasado ni del
futuro

Katha Upanishad: como parte del Yajur Veda, el Katha es otro de los Upanishads más
conocidos. Contiene la frase citada por el autor británico Somerset Maugham (1874-1965 d. C.)
que dio título a su exitosa novela de 1944 d. C. El filo de las navajas («el camino a la salvación
es tan estrecho y difícil de andar como el filo de una navaja»). El Katha enfatiza la importancia
de vivir en el presente, sin preocuparse del pasado ni del futuro (lo que el filósofo Ram Dass ha
expresado como estar aquí y ahora»); examina y explica el Atman y su relación con el alma y la
mente del individuo (en la parábola del carruaje), el concepto de moksha, la vitalidad de los
Vedas y, sobre todo, la autorrealización, según se ilustra en la historia de Nakiketa y Yama, dios
de la muerte.

En esta narración el joven Nakiketa discute con su padre, quien colérico le dice que visite a la
muerte. Él cumple con obediencia la voluntad de su padre, pero al llegar al inframundo, no
encuentra a nadie. Nakiketa espera tres días a las puertas de la muerte, hasta que regresa
Yama, quien se disculpa por haberle hecho esperar y le otorga tres deseos para compensar su
falta de hospitalidad. El muchacho pide retornar con seguridad a su padre, aprender el
sacrificio del fuego de la inmortalidad, y lo más importante, conocer qué ocurre después de la
muerte. Yama le concede lo primero, pero le niega lo último y a cambio le ofrece a Nakiketa
cualquier otra cosa, lo cual el joven rechaza. La negativa inicial de Yama resultó ser una prueba
y le complace que Nakiketa no resultara tentado por los placeres mundanos, ni se alejara de la
búsqueda de la verdad. Entonces Yama le revela a Nakiketa el secreto de la vida: la muerte no
existe porque el alma es inmortal, ni existe el yo, porque todo es uno. Nunca se está solo, nada
se pierde para siempre y todos, a la postre, retornarán a la casa de Dios.

Isha Upanishad: el Isha, comprendido en el Yajur Veda, se enfoca con énfasis en la unidad y en
la ilusión de la dualidad, recalcando la importancia de que cada quien viva su karma conforme
al dharma personal. La composición centra su fuerza en la importancia de reconocer la unidad
de toda la existencia y en la insensatez de creer que nuestro ser está solo en el universo. Este
concepto queda mejor expresado en el pasaje 1.6:

Aquellos que ven a todas las criaturas en sí mismos y a sí mismos en todas las criaturas, no
conocen el miedo. Aquellos que ven a todas las criaturas en sí mismos
y a sí mismos en todas las criaturas, no conocen la aflicción. ¿Cómo puede la diversidad de la
vida engañar a aquel que ve su unidad?

Al reconocer la unidad esencial de la existencia uno se libera del miedo, del sufrimiento, de la
soledad, del resentimiento y de otras emociones negativas. Una vez liberados, podemos
concentrarnos con más facilidad en la autorrealización.

Svetasvatara Upanishad: el Svetasvatara está incluido en el Yajur Veda y resulta evidente que
se escribió por diferentes autores en distintas épocas, pero aun así mantiene una visión
unificadora enfocada en la Causa Originaria. En algunas de sus primeras frases, pregunta:

¿Cuál es el origen del cosmos? ¿Es Brahman? ¿De dónde procedemos? ¿Conforme a qué vivir?
¿Dónde, por fin, hallar la paz? ¿Qué poder gobierna la dualidad de placer y dolor que nos
impulsa?
La obra continúa con la discusión de la relación entre Atman y Brahman y la importancia de la
disciplina personal como medio para lograr la autorrealización.

Mundaka Upanishad: este Upanishad, engastado en el Atarva Veda, se centra en la


superioridad del conocimiento espiritual personal sobre el conocimiento intelectual y el
adquirido mediante la experiencia. Al igual que en los demás Upanishads, se hace énfasis en lo
que yace bajo la capa superficial del mundo aprehensible. El texto hace una distinción entre
conocimiento superior e inferior, donde el «conocimiento superior» se define como la
autorrealización y el «conocimiento inferior» como cualquier información que proviene de una
fuente externa, incluidos los Vedas, lo cual se expresa con claridad en los siguientes versos:

El conocimiento es de dos tipos, superior e inferior. El estudio de los Vedas, la lingüística, los
rituales, la astronomía y todas las artes pueden nombrarse conocimiento inferior. El superior
es aquel que conduce a la autorrealización.

El conocimiento inferior tiene un sitio en nuestras vidas, pero no se debe confundir con
nuestro propósito existencial de autorrealización y unión con lo divino. El Mundaka es otro de
los Upanishads más populares debido a su énfasis en el esfuerzo individual para lograr la
comprensión espiritual de que no existe el individuo aislado, una vez que hacemos conciente
que todos estamos relacionados en el nivel más fundamental y que todos nos encontramos en
el mismo, idéntico camino.

Prashna Upanishad: incluido en el Atarva Veda, el Prashna se ocupa de la naturaleza existencial


de la condición humana. Comienza con una discusión acerca de cómo se inicia la vida, y
continúa con ideas acerca de la inmortalidad, a la vez que se adentra en temas tales como qué
es lo que constituyevida, así como la naturaleza de la meditación y la sabiduría. Finalmente, se
enfoca en la devoción como medio para liberar al yo del ciclo de renacimiento y muerte, según
se expresa en el pasaje:

Que solo podamos escuchar lo que es bueno para todos. Que solo podamos ver lo que es
bueno para todos. Que podamos servirte, Señor del Amor, toda la vida. Que podamos ser
empleados para diseminar tu paz sobre la tierra.

Este concepto de desinteresada devoción por la deidad llegaría a inspirar el


movimiento Bhakti devoción) de la Edad Media, que más adelante sería revivido en el
movimiento Hare Krishna de la actualidad. Ambos movimientos hacen hincapié en una
devoción total a Dios como medio de conectarse totalmente con el impulso divino del
universo.

Maitri Upanishad: pertenece al Yajur Veda y se conoce también como el Maitrayaniya


Upanishad. La obra se centra en la constitución del alma, las distintas formas en que sufren los
seres humanos, y la liberación del sufrimiento a través de la autorrealización. Uno de los
fragmentos más famosos trata sobre el peligro de conformarse con la adoración de lo que uno
percibe que sean (o se le ha dicho a uno que son) los dioses, en vez de buscar a Dios por uno
mismo. Si nos permitimos estar conformes con una experiencia «religiosa» en vez de una
experiencia «espiritual», nos privamos de la oportunidad de tener una verdadera relación con
lo Divino, que solo puede ser alcanzada mediante el esfuerzo individual.
Mandukya Upanishad: esta obra, integrada en el Atarva Veda, se ocupa del significado
espiritual de la sílaba sagrada OM, como expresión de nuestro yo y de la unidad esencial de
todas las cosas. El escrito comienza con la fraseOM significa la realidad suprema. Es un símbolo
de lo que fue, lo que es y lo que será. OM también representa lo que yace más allá del pasado,
del presente y del futuro. (1.1). El Mandukya también aborda los cuatro estados de la
conciencia: vigilia, ensoñación, sueño profundo y pura, y recalca que la conciencia pura es la
forma subyacente de los otros tres estados. Este estado de conciencia puede ser realizado al
dirigir nuestro enfoque hacia adentro, hacia la mejora de nosotros mismos y los ejercicios
espirituales que despejan la mente de las distracciones externas y de la ilusión.

Conclusión

Lo anterior no es más que un apresurado resumen de alguno de los conceptos tratados por los
Upanishads, en que cada escrito apoya sus diálogos en los demás, para alentar un compromiso
cada vez más profundo con el texto. La comprensión de Shevetaketu sobre su propia naturaleza
divina, que doce años de educación religiosa no pudieron enseñarle, es solo una ilustración del
concepto de Tat Tvam Asi en el Chandogya Upanishad; de igual manera, el discurso de Nakiketa
con el dios de la muerte no es más que uno de los intercambios del Kata Upanishad.

Uno podría pasarse la vida estudiando los Upanishads y al hacerlo, lograr avanzar de un estado
de aislamiento y oscuridad espiritual a hacer consciente que jamás hemos estado solos, puesto
que la verdadera chispa de lo Divino reside en cada alma. Un sinnúmero de escritores,
filósofos, académicos, artistas, poetas y otros de todas partes del mundo han reaccionado a
estas 13 obras, desde que se tradujeran por primera vez del sánscrito en el siglo XVII d. C. A
partir de aquella época hasta el presente su influencia no ha hecho más que crecer y hoy día se
reconoce que están entre las más importantes obras espirituales que se hayan escrito.

Bibliografía

 Baird, F. Heimbeck, R. S. Philosophic Classics: Asian Philosophy. Routledge, 2005.


 Gaskell, G. A. Dictionary of All Scriptures and Myths. Echo Point Books & Media, 2019.
 Keay, J. India. Grove Press, 2018.
 Koller, J. M. Asian Philosophies. Prentice Hall, 2007.
 Kulke, H. & Rothermund, D. A History of India. Barnes & Noble Books, 2006.
 Leach, M. & Fried, J. Standard Dictionary of Folklore, Mythology, and Legend, Vol
2. Funk & Wagnalls, 2000.
 Long, J. D. Historical Dictionary of Hinduism. Rowman & Littlefield Publishers, 2020.
 Radhakrishnan, S. The Principal Upanishads. Indus / Harper Collins India, 1994.
 Swami Prabhavananda and Frederick Manchester. The Upanishads. Gemstone/Vedanta
Press, 2005.
 Swami Satya Prakash Saraswati. The Four Vedas. DAV Publication Division, 2020.

También podría gustarte