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COMO LA TECNOLOGIA AYUDO A LA EDUCACION EN TIEMPO DE PANDEMIA

El mundo día a día se beneficia de la tecnología que trae una serie de ventajas, sobre todo en
el ámbito educativo donde ha revolucionado la forma de enseñar, así como de aprender, hoy
más que nunca necesitamos de ella para acceder a la educación en tiempos de pandemia, donde
los estudiantes se ven impedidos para acudir a los establecimientos educativos debido a la
cuarentena, esto hace que tanto estudiantes como docentes busquen formas de superar las
brechas digitales para así poder acceder a una educación de calidad y calidez, es por eso que
este ensayo le da mucho valor al docente que a pesar de ser inmigrante tecnológico se capacita
para convertir la tecnología en una verdadera herramienta al servicio de la educación, para
ello se presentan algunos ideas de cómo utilizar de la mejor manera los medios digitales para
superar barreras que impidan el aprendizaje de los estudiantes y la correcta enseñanza por
parte de los docentes.

La pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) ha provocado una crisis sin


precedentes en todos los ámbitos. En la esfera de la educación, esta emergencia ha dado lugar
al cierre masivo de las actividades presenciales de instituciones educativas en más de 190
países con el fin de evitar la propagación del virus y mitigar su impacto. La Comisión Económica
para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha planteado que, incluso antes de enfrentar la
pandemia, la situación social en la región se estaba deteriorando, debido al aumento de los
índices de pobreza y de pobreza extrema, la persistencia de las desigualdades y un creciente
descontento social. En este contexto, la crisis tendrá importantes efectos negativos en los
distintos sectores sociales, incluidos particularmente la salud y la educación, así como en el
empleo y la evolución de la pobreza. Por su parte, la UNESCO ha identificado grandes brechas
en los resultados educativos, que se relacionan con una desigual distribución de los docentes,
en general, y de los docentes mejor calificados, en particular, en desmedro de países y regiones
con menores ingresos y de zonas rurales, las que suelen concentrar además a población
indígena y migrante. En el ámbito educativo, gran parte de las medidas que los países de la
región han adoptado ante la crisis se relacionan con la suspensión de las clases presenciales
en todos los niveles, lo que ha dado origen a tres campos de acción principales: el despliegue
de modalidades de aprendizaje a distancia, mediante la utilización de una diversidad de
formatos y plataformas (con o sin uso de tecnología); el apoyo y la movilización del personal y
las comunidades educativas, y la atención a la salud y el bienestar integral de las y los
estudiantes. El objetivo de este documento es visibilizar la diversidad de consecuencias que
estas medidas tendrán sobre las comunidades educativas a corto y mediano plazo, así como
plantear las principales recomendaciones para sobrellevar el impacto de la mejor manera
posible, proyectando oportunidades para el aprendizaje y la innovación en la educación
posterior a la pandemia.
Uno de los sectores más afectados por la pandemia del COVID-19 ha sido la educación. La
interrupción de clases presenciales afectó a niños y jóvenes de todas las edades. De acuerdo a
cifras de UNICEF, más de 1 mil 200 millones (90%) de niños y jóvenes alrededor del mundo se
vieron afectados por el cierre de las entidades educativas y se están quedando rezagados. De
estos, 166 millones han sido impactados en América Latina. Esto ha sucedido en los sistemas
públicos y privados, en todos los niveles educativos, desde la preprimaria hasta los estudios
universitarios.

Pese a ello, el uso de nuevas tecnologías ha permitido a algunas instituciones educativas


cambiar el modelo de entrega de la educación a través del e-learning y las plataformas de
contenidos, seguimiento educativo y videoconferencias. Lo que ha requerido de gran
adaptación, ya que inclusive los colegios que ya utilizaban estas plataformas virtuales lo hacían
como complemento de la educación presencial. Fue así como el uso de la tecnología y las
telecomunicaciones permitió que algunos niños y jóvenes continuaran con el aprendizaje de
forma virtual, a tiempo completo.

La crisis generada por el Covid-19 ha tenido una serie de efectos negativos multisectoriales y
multidimensionales, pero también han dado un espacio de aprendizaje para identificar ventanas
de oportunidad para transformarnos y evolucionar. Una de ellas la encontramos en el uso de la
tecnología para la educación. Y es que, se ha demostrado que los países que han logrado
contener el impacto de la crisis son aquellos que tuvieron esta visión desde hacía muchos años,
e hicieron la apuesta por una educación que utiliza nuevas tecnologías y que pone al estudiante
al centro del proceso de aprendizaje, en donde, además, toman en cuenta sus intereses, ritmos,
fortalezas y entorno.

Estas herramientas están modificando la forma en que aprendemos, qué aprendemos y en qué
momento. Ante el reto, miles de maestros a todo nivel educativo han realizado un gran esfuerzo
para adaptarse. Algunos trasladaron el aula a una pantalla de Zoom, Teams, Meets o
Blackboard. Otros han utilizado un sinfín de aplicaciones que transmiten contenidos y que son
de uso interactivo, funcionales para distintas materias o el desarrollo de competencias. Con
ello, muchos lograron darse cuenta de que la educación virtual no es solo trasladar contenidos
en ciertos plazos, sino que se trata de un cambio en la entrega de los servicios de educación
que abre puertas a oportunidades y retos de transformación de tiempo, sincronización y
presencia. Ahora podemos afirmar que, el uso de la tecnología durante la pandemia ha sido
preponderante y ha roto los esquemas de la educación presencial.

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