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GOBIERNO DEL ESTADO DE YUCATÁN

SECRETARIA DE INVESTIGACIÓN, INNOVACIÓN Y EDUCACIÓN


SUPERIOR
ESCUELA NORMAL SUPERIOR DE YUCATÁN
“PROFESOR ANTONIO BETANCOURT PÉREZ”
31ENL0002V

Ensayo metodológico
TRABAJO

QUE PRESENTA:

Gabriela Navarrete Martínez

PENSAMIENTO Y ESPACIO GEOGRÁFICO


1er. SEMESTRE

LICENCIATURA EN LA ENSEÑANZA Y
APRENDIZAJE DE LA GEOGRAFÍA

MÉRIDA, YUCATÁN, MÉXICO


SEPTIEMBRE 14, 2021
Qué, cómo y para qué aprender y enseñar Geografía.

La importancia que tiene el proceso enseñanza-aprendizaje El aprendizaje es el proceso a


través del cual se adquieren nuevas habilidades, destrezas, conocimientos, conductas o valores
como resultado del estudio, la experiencia, la instrucción, el razonamiento y la observación.

La realización de un adecuado proceso de enseñanza-aprendizaje de la geografía escolar


significaría dotar a nuestros estudiantes de las competencias básicas para identificar, analizar y
valorar la dinámica espacial y para participar de manera activa en la búsqueda de soluciones a los
múltiples problemas que la sociedad actual atraviesa, es decir, sería formar ciudadanos con
alfabetismo geográfico.

Sin embargo, la enseñanza de la Geografía viene siendo afectada por una serie de problemas
que traen como resultado la insuficiente e ineficiente educación geográfica que conduce a que los
estudiantes tengan un desconocimiento de los espacios y su dinámica y una apatía por la
participación en la solución de los problemas socio ambientales que enfrentamos en la actualidad.
En la enseñanza de la geografía se ha desplegado una visión general y sesgada donde se han
construido unos imaginarios, generando una discusión sobre la importancia de la misma como
ciencia y de lo que se debería enseñar en la escuela, con el fin que los estudiantes no solo sean
capaces de cartografiar mapas o describir lugares que tal vez nunca han visto, sino que se
apropien de su espacio para que puedan aprender del espacio, con el espacio y en el espacio. Esto
ayudaría que identificaran sus necesidades y plantean posibles soluciones. De igual forma,
ayudaría a reconocer los cambios y permanencias de su espacio, los cuales tienen una carga
política, social, económica y cultural que afecta a todos los que ocupan dicho espacio y las
interrelaciones que se dan en este.

Pero para desarrollar este análisis espacial, es necesario que los estudiantes desarrollen un
análisis espacial y que todos aquellos que intervienen dentro del proceso formativo eliminen los
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imaginarios tradicionales que se tiene cuando se menciona la palabra “geografía”.

Esto se lograría configurar gracias al ejercicio docente, el cual es condicionado y normalizado


no solo por el currículo y la evaluación escolar, sino por las formaciones culturales y sociales que
provienen tanto de la institución como de la sociedad. Estos aspectos han configurado un
imaginario sobre lo que se enseña en esta ciencia. Por ejemplo, que solo sirve para dibujar mapas
con sus respectivas convenciones, describir paisajes, memorizar conceptos tales como montaña,
llanura, estepa, desierto entre otros.

Dichos imaginarios se transmiten a los estudiantes que los apropian total o parcialmente en
determinados momentos de su vida y a su vez se instalan dentro de la escuela, donde se relaciona
a la geografía solo con la realización de mapas, ignorando por completo que existe más que eso,
sin embargo, las reconfiguraciones del espacio habitado por las escuelas no son, únicamente, un
acomodo o giro de carácter simbólico, sino además un desplazamiento de tipo material, un
movimiento concreto de los sujetos y los objetos que constituyen una comunidad escolar.

Aunque todos estos imaginarios se han modificado con el paso del tiempo, aún queda mucho
trabajo por delante para que por fin desaparezcan estos de la mente de los estudiantes, para que
estos se relacionen con su entorno con el fin de reconocer que la geografía no es solo la estructura
de mapas, sino que abarca todos los ámbitos de una sociedad, como los problemas sociales
(pobreza, exclusión, delincuencia) problemas ambientales, de movilidad y demás problemáticas
que son susceptibles de estudio por parte de la geografía.
Esto se debe a que el objeto de estudio de la geografía el espacio es algo dinámico y no algo
estático, donde todo lo que lo componen posee un movimiento, es decir es una entidad
geométrica y abstracta definida por lugares y objetos. Es una red de lugares y objetos que las
personas pueden experimentar directamente a través del movimiento y el desplazamiento, del 2
sentido de dirección, de la localización relativa de objetos y lugares, de la distancia y la expiación
que los separa y los relaciona.

Entonces, el espacio debe definirse a partir de las relaciones sociales que en él se desarrollan,
y con cada una de las partes que lo intervienen, ya que el espacio es un concreto social con
identidad propia, una estructura de la sociedad en evolución permanente y cuya realidad material
no se reduce solo a edificios o calles; en otras palabras, aunque el espacio se determine a partir de
una estructura física no es lo única que interviene en la vida cotidiana de una sociedad, sino que
existen otros elementos que, sin darnos cuenta, son absolutamente relevantes en la construcción y
apropiación social del espacio, y que están interacciones entre los diferentes elementos, es decir
el espacio como un todo.

Por lo tanto, la geografía no se puede reducir solo a dibujar mapas describiendo elementos,
sino que debe interactuar con el entorno del estudiante para que comprenda y ejemplifica esos
conceptos desde su cotidianidad, así mismo establece un análisis espacial a partir de la dinámicas
sociales y económicas que se desarrollan en su entorno que, aunque no lo parezca también en
geografía.

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