Está en la página 1de 4

Farmacocinética

¿Qué es la farmacocinética?
En general, la farmacocinética determina la aparición, duración e intensidad de los
efectos que genera un medicamento. ¿Cómo lo hace? Estudia el impacto de este
fármaco desde que se introduce en el organismo hasta que es totalmente eliminado. En
este proceso, podemos encontrar 4 pasos o fases: absorción, distribución,
metabolismo y eliminación, sobre los que profundizaremos más adelante.
Y es que, esta área integrada en la farmacología, es fundamental en la investigación
y los avances de la medicina. Y es que al examinar los efectos de un medicamento se
obtiene información clave para adaptar la eficacia de los fármacos y disminuir los
efectos secundarios, así como posibles riesgos. Para ello, se emplean ecuaciones y
gráficos explicativos en los que se plasma el comportamiento del fármaco en el
organismo. Los efectos pueden variar según la vía de administración o la cantidad
suministrada, entre otras variables.
¿Cuáles son las etapas de la farmacocinética?
Cuando un fármaco se introduce en el organismo, tiene que llegar hasta su lugar de
acción y alcanzar la concentración adecuada para conseguir el efecto deseado.
Posteriormente, el medicamento tiene que ser eliminado por el organismo. Para que
este proceso se complete, hay una serie de etapas por las que pasa el fármaco
cuando se introduce en el cuerpo. Como ya hemos mencionado, la farmacocinética
es la rama de la farmacología que se ocupa de estudiar estas fases, sobre las que
hablamos a continuación.
Absorción
Se entiende por absorción al proceso que realiza un fármaco desde que se administra
hasta que llega a la circulación sanguínea. La absorción tiene lugar mediante las
membranas celulares, aunque dependerá de ciertos factores, como el grado de
ionización, la liposolubilidad, etc. Por lo tanto, sabemos que los medicamentos
liposolubles, con reducido peso molecular y no ionizados, tienen más facilidad para
atravesar las membranas.
La absorción es la fase más influyente y precisa, ya que determina el tiempo que
requiere un fármaco para producir su efecto. Por ello, los medicamentos que se utilizan
en momentos críticos están diseñados para absorberse en segundos o minutos.
Mientras que hay fármacos que están creados para ser absorbidos lentamente y tener
una duración prolongada.
Distribución
Como imaginarás, estamos en la etapa donde las sustancias farmacológicas son
transportadas a través del organismo, introduciéndose en el torrente sanguíneo.
Un factor que determina esta fase es el aporte sanguíneo que reciben los tejidos
corporales. Por ejemplo, órganos como el cerebro o los riñones tienen una gran
cantidad de flujo sanguíneo, mientras que el tejido adiposo o la piel no reciben tanta
cantidad, siendo complicado que adquieran concentraciones altas del fármaco.
Además, cuando se ingieren dos o más fármacos, la consecuencia es que puede haber
una interacción en la distribución. Es decir, alguna de estas sustancias podría
desplazarse y alcanzar una concentración demasiado alta en la sangre, produciéndose
reacciones adversas.
Metabolismo
Para que los fármacos puedan ser eliminados del organismo con mayor facilidad tiene
que darse un proceso de transformación química. Así, los componentes químicos se
convierten en compuestos hidrosolubles y más polares, por lo que es más sencilla la
eliminación por los pulmones, bilis o riñones. El metabolismo en sí genera reacciones
complejas y rutas bioquímicas que transforman los fármacos, las vitaminas, minerales
y nutrientes. Esto se produce principalmente en el hígado, aunque también pueden
interferir los pulmones, la piel, los riñones o las células del tracto intestinal.
Así pues, la acción del metabolismo se debe a la función que realiza el sistema
enzimático microsomal hepático, que se encarga de la inactivación del fármaco y la
aceleración del proceso de eliminación. Algunos pacientes presentan una reducida
actividad del metabolismo hepático, lo que afecta a la acción del fármaco y necesitarán
una disminución de la dosis.
Eliminación
Finalmente, la velocidad de eliminación de un medicamento dependerá de su
concentración en el torrente circulatorio y los tejidos. Así pues, ciertas patologías
pueden afectar en la duración de la acción del fármaco, requiriendo un ajuste de la
dosis. Los riñones son los órganos principales encargados de la eliminación,
aunque también puede tener lugar en otros órganos y tejidos. Por ejemplo, el aparato
respiratorio es adecuado para eliminar fármacos que pueden pasar con facilidad al
estado gaseoso.

Diferencias entre la farmacocinética y la


farmacodinamia
Para comprender mucho mejor esta área de la farmacología, es fundamental identificar
las diferencias entre farmacodinamia y farmacocinética.
En primer lugar, la farmacocinética se hace cargo de estudiar el proceso del
medicamento en el organismo desde que se introduce hasta que se elimina. En
cambio, la farmacodinamia se encarga de investigar los efectos del
medicamento cuando se ha ingerido. Asimismo, a diferencia de los procesos
involucrados en el primer término, la farmacodinamia trabaja con dos fases: la
interacción del medicamento con su receptor y los efectos de este fármaco.
En ocasiones, recurrimos a los fármacos para sentirnos mejor, pero ¿sabemos
realmente qué efectos producen en el organismo? Pues precisamente de esto se ocupa
la farmacodinamia, que se enfoca en conocer dónde actúa un medicamento y cómo
actúa. Sin embargo, la farmacocinética estudiaba el movimiento del fármaco en el
cuerpo humano.
Por lo tanto, podemos llegar a la conclusión de que ambos conceptos son vitales
dentro de la farmacología. Con sus investigaciones, la administración de los
medicamentos se realiza de una forma mucho más acertada, con los conocimientos
necesarios sobre sus efectos y reacciones adversas.

También podría gustarte