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ACTIVIDAD TEMA 1: APARTADO 1.3.

3 “EXTRAER LAS CARACTERÍSTICAS DE LAS


ACCIONES FORMATIVAS A PROGRAMAR SEGÚN LA NORMATIVA FPE”

-Curso de especialización sobre el funcionamiento de una aplicación específica propia de una


empresa de consultoría informática para sus trabajadores.

En este caso estaríamos ante una formación programada por las empresas para sus trabajadores y
responde a las necesidades formativas reales, inmediatas y específicas de aquellas y sus
trabajadores, siendo la gestión de la misma a nivel estatal, a través del Servicio Público de Empleo
Estatal.
De acuerdo con lo establecido en el artículo 9 de la Ley 30/2015, de 9 de septiembre, la formación
programada por las empresas deberá guardar relación con la actividad empresarial
y adecuarse a las necesidades formativas de aquellas y sus trabajadores. Estas necesidades
formativas podrán ser cubiertas con las acciones formativas programadas por las empresas para sus
trabajadores en el marco de este real decreto,incluidas las dirigidas a dar cumplimiento al derecho
del trabajador al permiso retribuido de veinte horas anuales de formación profesional para el
empleo, según lo previsto en el artículo 9.6 de la Ley 30/2015, de 9 de septiembre. A estos efectos,
de acuerdo con lo previsto en dicho artículo, las organizaciones empresariales y sindicales
representativas podrán comprometer en el marco de la negociación colectiva planes de formación.

En la formación programada por las empresas, las acciones formativas estarán sujetas a una
duración mínima de dos horas. En cualquier caso, no tendrán la consideración de acciones
formativas las actividades de índole informativa o divulgativa cuyo objeto no sea el desarrollo de un
proceso de formación.
La formación programada puede ser organizada por la propia empresa y también impartida,
empleando para ello medios propios o bien recurriendo a su contratación. En el caso de grupo de
empresas, cualquiera de las empresas del grupo podrá organizar la formación de los trabajadores del
grupo por sí misma. Las empresas pueden optar también por encomendar la organización de la
formación a una entidad externa como las organizaciones empresariales o sindicales, las estructuras
paritarias constituidas en el ámbito de la negociación colectiva que cuenten con personalidad
jurídica propia, las asociaciones de trabajadores autónomos y de la economía social o las entidades
deformación acreditadas y/o inscritas en el correspondiente registro habilitado por la
Administración pública competente. En este caso la impartición de la formación se realizará por una
entidad formativa acreditada y/o inscrita en el registro de entidades deformación habilitado por la
Administración pública competente. Ni la actividad de organización ni la de impartición podrán ser
objeto de subcontratación.
En ambos supuestos, la empresa o la entidad externa organizadora, deberán comunicar el inicio y
finalización de las acciones formativas programadas bajo esta iniciativa ante la Administración,
debiendo asegurar el desarrollo satisfactorio de las acciones formativas y de las funciones de
seguimiento, control y evaluación, así como la adecuación de la formación realizada a las
necesidades formativas reales de las empresas.
Tal y como establece la normativa, la financiación de esta iniciativa, se organiza mediante créditos
de formación que permiten financiar total o parcialmente el plan diseñado por la empresa para sus
trabajadores, mediante un sistema de bonificación delas cuotas a la Seguridad Social. El importe de
este crédito de formación se obtendrá en función de las cuantías ingresadas por cada empresa el año
anterior en concepto de cuota de formación profesional y el porcentaje que, en función de su
tamaño, se establezca en la Ley de Presupuestos Generales del Estado de cada ejercicio.
Las empresas están obligadas a dar información a la representación legal de los trabajadores
y participarán con sus propios recursos en la financiación de la formación de sus trabajadores según
los porcentajes mínimos que, sobre el coste total de la formación, se establecen en función de su
tamaño, a excepción de las empresas de 1 a5 trabajadores que resultan exentas de esta obligación:
Empresas de 6 a 9 trabajadores: 5 por ciento.
De 10 a 49 trabajadores: 10 por ciento.
De 50 a 249 trabajadores: 20 por ciento.
De 250 o más trabajadores: 40 por ciento.

-PIF para la obtención de una cualificación profesional de un trabajador ocupado.

En este caso también es una formación programada por las empresas.

La empresa le da a los trabajadores permiso para la realización de una acción formativa que esté
reconocida mediante una acreditación oficial, incluida la correspondiente a los títulos y certificados
de profesionalidad que constituyen la oferta formativa del Catálogo Nacional de Cualificaciones
Profesionales, con el fin de favorecer su desarrollo profesional y personal, se trata entonces de la
iniciativa de formación profesional para el empleo, que en este caso es la denominada permisos
individuales de formación (PIF) En este sentido, el contenido de la actividad formativa puede o no
estar vinculado al puesto de trabajo.

-Acción formativa con compromiso de contratación para trabajadores desempleados.

En este caso estamos ante un supuesto de oferta formativa para trabajadores desempleados :
“Programas formativos que incluyan compromisos de contratación”

En la oferta formativa para trabajadores desempleados, podrán participar las personas trabajadoras
en situación de desempleo, inscritas como demandantes de empleo en los servicios públicos de
empleo.

No será precisa la inscripción como demandante de empleo cuando una norma específica así lo
prevea, y en particular en el supuesto de jóvenes inscritos en el Fichero del Sistema Nacional de
Garantía Juvenil.
La oferta formativa para trabajadores desempleados otorgará prioridad a los desempleados con bajo
nivel de cualificación.

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