Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Definición
Es una actividad realizada por seres humanos, y como tal, influenciada por sus
características personales, como elementos determinantes de lo que se ha dado en
llamar El Estilo Gerencial, aspectos tales como liderazgo y capacidad para negociar y
armonizar, son parte de la personalidad y a su vez definen el estilo del gerente y sus
posibilidades para obtener resultados con alto nivel de desempeñ o. Cada tipo de
comportamiento gerencial genera un conjunto de relaciones y consecuencias que afectan
la estructura, las prioridades y la calidad de la respuesta de una organizació n, cuyas
características se constituyen en la contrapartida del estilo gerencial.
Hay que identificar los componentes del negocio má s vulnerables al estilo gerencial, pues
son los que deben tenerse en cuenta al momento de definir el perfil del gerente, el cual
está dado por las demandas de los procesos y principalmente por las características de la
gente, es diferente gerenciar a un alto nivel profesional que a un nivel de operario, el
estilo gerencial es el componente del ambiente de trabajo que mayor influencia tiene (un
70%) sobre el ambiente y la motivació n de la gente.
Conocer nuestro propio estilo de liderazgo y el de las personas que integran nuestro
equipo es una ventaja competitiva que nos ayudará a triunfar en los negocios, cada vez es
má s evidente que no se logran mejores resultados en las empresas que dominan só lo los
aspectos técnicos, sino quienes saben interactuar con las personas e inspirarles
entusiasmo por los objetivos comunes.
ESTILOS GERENCIALES
INTROVERTIDOS
EXTROVERTIDOS
ENFP.- Son entusiastas afectuosos, con mucho á nimo, ingeniosos e imaginativos: Logran
llevar a cabo casi cualquier cosa que les interese, resuelven problemas con facilidad y
siempre está n dispuestos a ayudar a cualquiera que tenga problemas, frecuentemente se
dejan guiar por su habilidad para improvisar en vez de prepararse de antemano, casi
siempre pueden encontrar buenas razones para lograr lo que quieren
ENTP.- Vivaces, ingeniosos: Resultan ser compañ ía estimulante para los demá s, y son
personas alertas y francas, a veces discuten de ambos lados de una discusió n, só lo por
diversió n. Son ingeniosos en resolver problemas nuevos y difíciles, pero tienden a poner
a un lado encargos rutinarios, son capaces de cambiar constantemente de intereses, son
diestros para buscarle las razones ló gicas a lo que quieren lograr.
ENFJ.- Son tan responsitivos como responsables, por lo general: Se preocupan por los
pensamientos y deseos de los demá s, y tratan las cosas dá ndole consideració n a los
sentimientos de los demá s, pueden dar una presentació n o dirigir un grupo en una
discusió n con facilidad y con tacto, son sociables, populares, y compasivos, son sensibles
tanto a los halagos como a la crítica.
1. Buscar la Idea: Debe ser realista y poder presentarse como viable, no se trata de
encontrar un negocio que revolucione el mercado, sino de detectar un hueco, una
oportunidad que nadie haya aprovechado.
¿Qué es lo que se quiere hacer?: Lo primero que se tiene que saber a la hora de
emprender un negocio empresarial es qué se quiere hacer, es decir, qué proyecto
de negocio tenemos. A ello se suele llegar por dos caminos distintos:
2. Plan de Negocio: Consiste en plasmar la idea en papel dejando claros qué objetivos
quiere alcanzar la empresa y có mo piensa lograrlo. Sirve para estudiar y planificar
la viabilidad técnica, econó mica y financiera del proyecto. Es también la tarjeta de
presentació n del empresario ante posibles colaboradores, entidades bancarias,
inversores, Administraciones. Debe incluir:
h) Los trámites: Sea cual fuere la forma jurídica adoptada, hay que solicitar al
Ayuntamiento o Junta Municipal correspondiente una licencia municipal de
apertura (Licencia de Actividades e Instalaciones). Si el local necesita
reformas será necesaria, ademá s, una Licencia de Obras.
Los promotores del proyecto ú nicamente. Este sería el caso má s ló gico. La idea
surge de una o varias personas que, en un momento determinado y por unas
circunstancias determinadas, deciden emprender una aventura empresarial. Sería
el caso de socios trabajadores.
Otra manera de crear empresa es ser socio capitalista, es decir, que el promotor
tenga una idea y los recursos suficientes para Crear una Empresa pero carece
completamente del compromiso del trabajo diario por lo que contrata tanto a
directivos como a empleados para que lleven a cabo el negocio mientras que el
promotor só lo participa econó micamente de la misma.
Los promotores del proyecto má s ayuda externa. Este sería el caso en el que el
promotor/es tiene una idea pero carecen de recursos para poder llevarla a cabo.
Ellas será n las que guíen los pasos a tener en cuenta para que la empresa pueda
tener el éxito esperado.
Hay que tener en cuenta que la localizació n geográ fica de la empresa nos
puede traer una serie de ventajas que se pueden volver inconvenientes si
erramos en la elecció n.
Hay que tener una localizació n cercana a los recursos necesarios para el
desarrollo de la actividad empresarial.
En cuanto a los plazos para empezar a trabajar van a depender de las posibilidades
con las que cuenten los promotores para comenzar la andadura del proyecto y,
aunque es interesante marcarse plazos como objetivos empresariales así como
para saber el grado de interés que se muestra al proyecto por parte de todos y cada
uno de los promotores del mismo, cada proyecto requiere de un tiempo de
planificació n distinto.
7. ¿Con qué contamos para empezar?: Es hora de ver con qué recursos cuentan los
promotores para empezar a trabajar, los recursos que hay que tener en cuenta son
de distintos tipos:
Fundamentales resultan los recursos econó micos con los que podemos hacer frente
al inicio de la actividad y con los que ya podamos contar.
Una red de contactos resulta algo fundamental en la sociedad actual, esta red de
contactos nos va a permitir conseguir diferentes contactos con proveedores de
mayor o menor calidad.
Lo má s difícil para una empresa que empieza, los primeros clientes, por eso hay
que contar con esa red o con los contactos suficientes para poder empezar a
crearla.
8. ¿Para qué queremos realizar el proyecto empresarial?: La fijació n de unos
objetivos empresariales es necesaria. Sin ellos no se puede llevar a cabo dos de los
procesos fundamentales en la funció n estratégica de la empresa, a saber, la
planificació n y el control.
Gracias a la fijació n de unos objetivos a corto, medio y largo plazo podemos marcar
las diferentes estrategias a seguir. La planificació n trata sobre eso, es decir, ver el
có mo actuará estratégica y econó micamente la empresa en el futuro, ya sea má s o
menos lejano ese futuro.
9. ¿De qué forma vamos a crear el negocio para aprovechar la legalidad vigente?:
Hay que ver, una vez analizado el proyecto y nuestra capacitació n para poder
llevarlo a cabo, qué entorno legislativo afecta o puede afectar a la empresa.
Así puede ser fundamental el llevar a cabo un estudio acerca de qué forma jurídica
es la mejor para la actividad que realiza la empresa. Para ello hay que saber cuá les
existen y cuales nos podemos acoger para decidir entre una u otra.
Gracias a ello podemos optar a mejoras econó micas que saneen la empresa como
pueden ser: el pago de menos impuestos, el acceso a ayudas y subvenciones que se
ofrecen a determinadas formas, acceso a financiació n, etc.
10. ¿A quién le vamos a vender nuestro producto o servicio?: Nuestro futuro como
empresa está en nuestros clientes, por esa razó n tenemos que tener muy claro
cuales son las personas o entidades a las que va dirigida nuestra actividad para
poder saber qué es lo que realmente necesitan o qué es lo que pueden necesitar.
11. ¿Cuánto vamos a invertir en negocio y qué resultados vamos a obtener de él?:
Este es uno de los puntos que má s dudas ofrecen en la realizació n de cualquier plan
de empresa.
Se trata de saber cuá nto nos va a costar el llevar a cabo el proyecto para así poder
ver si necesitamos ayudas para la financiació n del proyecto o si, por el contrario
podemos con nuestros propios recursos empezar con el mismo.
En este punto hay que valorar necesidades como las siguientes:
Ademá s en este punto vamos a valorar cuá ntos clientes son necesarios para
que la empresa esté en su punto muerto, es decir, que no tenga ni beneficios
ni pérdidas. Gracias a él podemos planificar estrategias de precios.