Sociología - Volumen 11 - 1999 - Para Bourdieu, el capital no se reduce sólo a su
Número 12 / César Germaná significación económica, pues dejaría de lado
todo un conjunto de «propiedades» que los La reproducción social agentes utilizan en su lucha por el poder. Como señala P. Ansart: «Si se entiende por Se trata fundamentalmente de la reproducción «capital» toda energía social susceptible de de las relaciones de clase. Si el análisis de Marx producir efectos, se deberá considerar toda se dirigía al examen de la reproducción energía susceptible de ser utilizada (consciente económica de las clases, Bourdieu enfatizará o inconscientemente) como instrumento en la los hechos vinculados a la reproducción competencia social, como capital». En este cultural: «He querido, y no solamente de sentido se puede hablar de diversas formas de manera metafórica, hacer una economía de los capital: capital económico (recursos fenómenos simbólicos y estudiar la lógica materiales), capital cultural (lenguaje, específica de la producción y de la circulación conocimientos, títulos escolares) y de los bienes culturales». En esta perspectiva capital social («conjunto de relaciones ha buscado no transponer de manera acrítica sociales que se posee por los orígenes los conceptos económicos a los dominios de la sociales y que se puede utilizar como cultura. capital»). En consecuencia, para Bourdieu existen La idea de «capital cultural» ha estado relaciones sociales no reducibles a las vinculada a las investigaciones de Bourdieu relaciones económicas. Ha puesto énfasis sobre la escuela: «Los fundamentos de una en esas prácticas simbólicas, las que han sido herramienta como la noción de capital cultural, estudiadas en sus diferentes campos: la por ejemplo, que propuse en los años sesenta escuela, las prácticas artísticas, la distinción, la para dar cuenta del hecho de que, después de universidad. Tres elementos orientan esos haber controlado las características análisis: 1) que las relaciones de clase no económicas, los estudiantes salidos de familias son sólo relaciones económicas, sino más cultivadas tienen no sólo tasas de que surgen simultáneamente como éxito escolar más elevadas sino relaciones de fuerza y relaciones de manifiestan modos de consumo y de sentido (los diversos tipos de capital); 2) expresión cultural diferentes [..]». que el análisis de las relaciones simbólicas hace Así como el capital económico se produce y aparecer los lazos constitutivos que posibilita circula en el mercado, el capital cultural tiene la renovación de las relaciones de clase (la su lugar de producción en el «campo de violencia simbólica); y 3) que los agentes no producción simbólica»; esto es, «el conjunto tienen necesariamente conciencia de sus de los agentes productores (por ejemplo, prácticas (las estrategias de la reproducción). artistas y escritores para el campo de bienes artísticos) en tanto que ellos están colocados en un sistema relativamente autónomo de decir, esa "ficción social" que los hace "asumir lugares, de relaciones y de competencia, y en la imagen o la esencia social que le es conferida tanto que ellos están comprometidos en una bajo la forma de nombres, de títulos, de misma competencia por la conquista del diplomas, de puestos o de honores"; y también prestigio y de la autoridad». Un bien simbólico los "actos de consagración", "capaces de (una novela o una pintura) en la medida que arrancar el sentimiento de la insignificancia y tiene un valor como mercancía y como valor de la contingencia de una existencia sin simbólico se rige por las leyes del mercado necesidad, confiriéndole una función social económico y por las exigencias relativamente conocida y reconocida". Por eso, la falta de autónomas del campo artístico, donde se reconocimiento social lleva a la pérdida produce para ser reconocido como de la identidad social, a "la miseria artista y para conquistar prestigio. propiamente metafísica de los hombres y mujeres sin razón de ser social, VI. Capital simbólico y violencia abandonados a la insignificancia de una simbólica existencia sin necesidad, abandonados a lo absurdo". Para Bourdieu, la realidad social no es El mejor ejemplo de esta ausencia de sentido solamente un conjunto de relaciones de fuerza de la existencia social, Bourdieu lo encuentra entre agentes sociales (espacio social y en la experiencia social de "los hombres sin campos); es también, fundamentalmente, un porvenir” , los sub-proletarios, los excluidos conjunto de relaciones de sentido, que del mundo económico, con "una constituyen la dimensión simbólica del orden desorganización generalizada y durable de la social. El capital simbólico es la energía conducta y del pensamiento vinculada al social basada en esas relaciones de hundimiento de cualquier visión coherente del sentido. Este capital se funda en la necesidad porvenir". En consecuencia, el capital que tienen los seres humanos de justificar su simbólico está hecho de todas las formas existencia social, de encontrar una de reconocimiento social: "todas las razón de existir socialmente. Este es el formas de ser percibido que hacen al ser social problema sociológico central para Bourdieu: conocido, visible , célebre (o celebrado), "La cuestión de la legitimidad de una admirado, citado, invitado, amado, etc., son existencia, del derecho de un individuo a diversas manifestaciones de la gracia que saca sentirse justificado de existir como existe". De a los (o a las) que toca de la miseria de la allí la seducción que ejercen sobre los seres existencia sin justificación y que les confiere no humanos los "ritos de institución" ("actos de solamente una ‘teodicea de su privilegio’, como magia performativa"), que aseguran su la religión según Weber –lo que no sería gran existencia como miembro ordinario o cosa–, sino también una teodicea de su extraordinario de un determinado grupo, es existencia". Si los diferentes tipos de capital (económico, social, cultural) funcionan como capital simbólico, aunque en grados diferentes, entonces Bourdieu puede hablar de los "efectos simbólicos del capital", pues no es, en sentido estricto, un tipo de capital. En efecto, todas las formas de capital "existen y actúan como capital simbólico", en la medida en que son reconocidos como legítimos. Además, se trata de la forma de capital más desigualmente distribuido, pues las jerarquías que genera son más soportables que las jerarquías producidas por las otras formas de capital y, más aún, son aceptadas como naturales.
El capital simbólico constituye la base del
poder simbólico. En realidad, toda forma de dominación (la desigual distribución de capital entre individuos y grupos), aun la que se basa en la fuerza desnuda, tiene una dimensión simbólica. Si los "actos de sumisión, de obediencia, son actos de conocimiento y de reconocimiento", se tiene que la dominación siempre pone en juego estructuras cognitivas que, aplicadas a las estructuras sociales, establecen relaciones de sentido. Así, las relaciones de dominación deben ser legitimadas, reconocidas como legítimas, de manera que los dominados se adhieran naturalmente, sin saberlo, al orden dominante.