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En un principio el hombre adquiría los objetos que necesitaba por medio del
trueque, es decir, los bienes que requería para satisfacer sus necesidades los
obtenía a través de intercambios. Posteriormente apareció el dinero como un
medio para facilitar las transacciones. Así se inició el desarrollo del comercio y
a través de éste surgió el precio del producto.
El precio de un producto es sólo una oferta para probar el pulso del mercado: si
los clientes aceptan la oferta, el precio asignado es correcto; si la rechazan debe
cambiarse con rapidez o bien retirar el producto del mercado.
Por otro lado, si se vende a un precio bajo no se obtendrá ninguna ganancia y, en
última instancia, el producto fracasará. Si el precio es muy elevado, las ventas
serán difíciles y tanto el producto como la empresa fallarán.
La fijación de precios es probablemente la tarea más compleja al ser una función
clave de la mercadotecnia y, sin lugar a dudas, el tema al que más tiempo dedica
el mercadólogo. Según la teoría económica, el precio, el valor y la utilidad son
conceptos relacionados. La utilidad es el atributo de un artículo que lo hace capaz
de satisfacer deseos; mientras que el valor es la expresión cuantitativa del poder
que tiene un producto de atraer otros productos a cambio; el precio es el valor
expresado en moneda.
En resumen, el precio es la cantidad de dinero necesaria para adquirir en
intercambio la combinación de un producto y los servicios que lo acompañan.
La clave para determinar el precio de un producto es entender el valor que los
consumidores perciben en él; dicho valor es resultado de las apreciaciones de los
consumidores sobre la satisfacción total que el producto proporciona, partiendo del
conjunto de beneficios.
El conjunto de satisfacciones del producto incluye, además de las
características tangibles, las intangibles; por ejemplo, la imagen de la empresa, del
distribuidor, la garantía y la marca. El precio del producto es con frecuencia
el elemento más sobresaliente que induce a la compra, es el atributo que primero
busca el consumidor potencial.
Los conflictos más comunes en el precio del producto surgen dentro de los
canales de distribución, entre el comprador y el vendedor, así como en el
mantenimiento de los precios de reventa. En cuanto al ambiente, los conflictos de
precio se ven con más claridad en las relaciones con los competidores y en las
políticas con el público. El conflicto de precios es un factor clave para explicar
el comportamiento competitivo
FUNCIÓN DE LOS PRECIOS
TIPOS DE PRECIOS
PRECIO BRUTO
Se refiere al valor total de un bien o servicio sin aplicar ninguna deducción o
descuento ni añadirle impuestos o cualquier otro cargo adicional. Por ejemplo, si
el coste de un televisor es de 1.210€ IVA incluido (21%), su valor bruto es 1.210€.
PRECIO NETO
Es el precio final de un producto o servicio después de aplicar cualquier
descuento, deducción o ajuste, es decir la cantidad de dinero que un cliente debe
pagar para obtenerlo.
Además también habría que añadirle cualquier tipo de impuesto o cargo adicional,
como por ejemplo el IVA. Por ejemplo, si una camiseta tiene un coste de 50€ +
10,5€ de IVA, el precio neto del producto sería de 50€.
PRECIO DE COSTE
Es el precio real de producir un producto o servicio. Dentro de esta cantidad, se
incluyen los costes de materias primas, mano de obra y otros gastos asociados.
Este coste suele ser desconocido para el cliente, ya que las empresas en pocas
ocasiones quieren revelarlo. Si una empresa vendiera sus productos a precio de
coste, su margen de beneficio por producto sería igual a 0.
PRECIO UNITARIO
Es el coste de un solo producto o unidad de un bien o servicio. Este se calcula
dividiendo el coste total o precio neto entre el número de unidades compradas. Por
ejemplo, si un paquete de 15 lápices de colores vale 15€, el coste unitario de cada
lápiz es de 1€.
Este precio es útil para las empresas que compran al por mayor ya que pueden
comparar entre un proveedor u otro y elegir la opción que más se ajuste a lo que
buscan.
PRECIO DE MERCADO
Se refiere al valor al que se compra o vende un producto en el mercado, en
función de su oferta y demanda. Éste se establece libremente, sin intervención
directa de los fabricantes o proveedores.
Si la demanda de un producto es alta, su precio de mercado aumentará. Por el
contrario si la demanda de un producto es baja su precio de mercado decrecerá.
El precio de mercado puede variar con el tiempo y puede fluctuar en función de
diferentes factores.
PRECIO DE EQUILIBRIO
Es aquel a partir del cual todos los oferentes ponen sus bienes y servicios en el
mercado y al que todos los demandantes están dispuestos a adquirirlos.
PRECIO DE INTRODUCCIÓN
Suele ser un coste inicialmente bajo para el lanzamiento de un nuevo producto
dentro del mercado. El objetivo de este precio de introducción es atraer clientes y
ganar cuota de mercado.
PRECIO DE VENTA
También conocido como PVP (precio de venta al público) es el importe mínimo al
que debe venderse un producto. Lo suele marcar el proveedor. En él no se tienen
en cuenta ni descuentos, ni deducciones.
PRECIO FIJO
Es el coste de un bien o servicio que bajo ningún concepto está sujeto a rebajas.
Suele ser poco volátil y es común en el sector del lujo. Uno de los ejemplos más
claros es Apple. La marca americana en muy pocas ocasiones ofrece descuentos
a sus clientes por la compra de sus últimos modelos.
PRECIO VARIABLE
Se refiere al precio de un bien o servicio que cambie con el tiempo. Uno de los
mejores ejemplos para entender el precio variable es el precio de la fruta.
Dependiendo la época del año, la cosecha de ese año, la procedencia y otros
muchos factores el precio de la fruta es uno u otro. No es lo mismo comprar un
plátano en las Islas Canarias que comprarlo en Madrid, probablemente en Madrid
el precio de 1 kilogramos de plátanos canarios sea más caro.
PRECIO MÁXIMO
El precio máximo es una medida implantada por los gobiernos, con el objetivo de
establecer un límite a la tarifa de un determinado bien o servicio en el mercado.
PRECIO MÍNIMO
El precio mínimo es una medida adoptada habitualmente por los gobiernos,
mediante la cual se establece una tarifa por debajo de la cual no se puede vender
un producto o servicio en el mercado.
FACTORES QUE INFLUYEN EN EL PRECIO DE UN PRODUCTO
La demanda que pueda tener un producto es, según Suárez, el principal factor que
influye en su precio final. Esto se debe a lo que se conoce en marketing como
la ‘función de demanda’, en la que se compara la evolución de las unidades
compradas en un periodo de tiempo según los precios marcados. Lo más natural
es encontrar una relación en la que a mayor precio menor demanda. No
obstante, no siempre es así.
Otro aspecto que hay que tener en cuenta para fijar el coste final de un producto
es la 'sensibilidad del precio’, entendida como la capacidad que tiene un elemento
de afectar al precio mediante cambios en la demanda. Por lo que el precio como
tal no es el foco de atención, sino el resultado de una situación de mercado a la
que un comercio debe adaptarse para seguir siendo competitivo.
Teniendo en cuenta ambos conceptos, el trabajador por cuenta propia podrá
identificar dos tipos de factores: internos y externos. Los factores internos son
aquellos que afectan al producto antes de fijar el precio. En este sentido,
el autónomo debe tomar las decisiones sobre la estrategia que quiere llevar a
cabo con su producto. Hay que tenerlos en cuenta para que el precio del artículo o
servicio en cuestión vaya acorde a los intereses y objetivos del negocio. Fernando
Gaspar y Luisa Artemisa Pérez, expertos en administración y finanzas, señalan
una serie de decisiones sobre la estrategia a tener en cuenta para fijar el precio:
Maximizar el beneficio a corto y largo plazo.
Obtener un determinado rendimiento de la inversión.
Mantener o mejorar la participación en el mercado.
Impedir la entrada de competidores.
Liderar la calidad del producto.
Buscar la estabilidad de precios.
Buscar solo rendimientos de supervivencia.
Recuperar la inversión.
Crear o mantener la imagen del negocio y el producto.
A la hora de fijar un precio, también hay que tener en cuenta los factores
externos que son los que afectan al precio final de un producto:
- MERCADO Y DEMANDA
Los costes determinan el límite inferior de los precios, mientras que el mercado y
la demanda hacen lo mismo con el límite superior. Los consumidores equiparan el
precio de un producto con los beneficios de poseerlo. Por este motivo, antes de
fijar los precios, los autónomos deben conocer la relación del público con su
producto. Aquí pueden darse cuatro situaciones:
Competencia pura
Competencia monopólica
Competencia oligopólica
Monopolio puro
Hay varias posibilidades de precios con base en este criterio. Cuando los precios
de la competencia son más bajos que los de tu compañía, será necesario que la
diferencia esté justificada para los compradores; a este precio se le conoce como
precio primado.
3. ESTRATEGIA DIFERENCIAL
Seguramente has visto ofertas en productos, de los que después sabes que sus
repuestos representan el 50 % del producto original, o incluso sobrepasan su
coste. Estos precios anzuelo clásicos son comunes en la venta de
electrodomésticos y consumibles básicos, como este donde el repuesto
representa un 70 % del total del producto.
Esta estrategia también está presente en el clásico $19,99. Así, asumimos que el
precio ronda los $10,00, en vez de los $20,00.
Mira cómo los precios de esta tienda de ropa en línea siempre se mantienen en
las cifras 99. De esta manera, la percepción del público es más favorable, en tanto
que el redondeo equivaldría, por ejemplo, a $600 y eso luce «más caro» que
$599.
5. ESTRATEGIA DE PRECIOS DE COSTE INCREMENTADO
Esta estrategia se enfoca únicamente en el costo de producción de tu producto o
servicio. También se le conoce como mark up, ya que los negocios que lo utilizan
marcan sus productos basándose en cuánto desean obtener de ganancia.
Con freemium, los precios de una empresa deben ser una función del valor
percibido de sus productos. Por ejemplo, si primero ofreces una versión gratuita de
tu software, no puedes pedirles después a los usuarios que inviertan 100 USD por
la versión pagada. Los precios deben ser una barrera baja para ingresar y crecer
de manera exponencial, mientras se ofrecen más funciones y beneficios a los
clientes.
Este método funciona para negocios nuevos que buscan clientes o para negocios
que están por ingresar en un mercado ya existente y competitivo. Se trata de ser
disruptivos y obtener una pérdida temporal, con la esperanza de que los clientes
iniciales se queden contigo cuando empieces a subir los precios.
Se basa en fijar precios bajos a los nuevos productos para lograr una
penetración masiva en el mercado.
Una estrategia de precios según valor percibido es la que las empresas usan al
basar sus precios en lo que los clientes están dispuestos a pagar. Incluso si
pueden cobrar más por el producto, toman la decisión gracias al interés de los
consumidores y otros datos.
Fija los precios conforme al valor que los clientes les dan a los productos o
servicios.
Los conceptos de la agencia de marketing son tan efectivos y memorables con los
clientes que a las marcas no les importa invertir en ella, aunque tengan que pagar
a terceros para todos los entregables. Esta agencia puede utilizar la estrategia de
precios según el valor percibido para definir sus tarifas, sin que esto implique un
riesgo para sus ganancias.
Implementar esta estrategia ayuda a agregar valor a tus ofertas, sobre todo a
aquellos clientes que están dispuestos a pagar algo extra por dos (o
más) productos. Además, así logras que la gente conozca otros elementos de tu
catálogo en menos tiempo.
Seguro se te ocurrió una cadena de comida rápida: ni siquiera tienes que pensar
mucho, porque el menú está armado por paquetes que incluyen el platillo estrella,
una bebida y un complemento. Puedes agregar postre o una sorpresa de
temporada, aunque también te dan la opción de comprar solamente una orden de
papas fritas.
Puede suceder cuando un cliente de otro país realiza una compra o existen
factores de disparidad, como la economía o los sueldos (desde la localidad en la
que vendes un bien hasta el lugar al que pertenece tu cliente).