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Introducción a la Economía
Imagine usted que usted es el propiertario de un vehículo clásico de marca mercedes benz del año 1995. Como no es
fanático de tener un vehículo clásico, decide venderlo. Una manera de hacerlo es subastándoolo.
En este sentido, existen cuatro posibles compradores que se presentan en su subasta: José, Christian, Fernando y Paulo,
pero la cantidad que cada uno de estos compradores está dispuesto a pagar tiene un límite. La tabla 1 exhibe el precio
máximo que cada uno de ellos pagaría por el vehículo:
La tabla 1 refleja la distintas valoraciones que cada comprador le da al vehículo en subasta. Cada individuo estaría
dipuesto a comprar el auto a un precio menor que su disposición a pagar y se abstendría de comprarlo a un precio
mayor que este.
Para vender el automóvil, la subasta comienza con un precio relativamente bajo, supongamos US$10 mil, pero como los
cuatro compradores estan dispuesto a pagar un poco más, el precio de la subasta empieza a subir sustancialmente. La
dispuesta termina cuando José ofrece al menos US$8 mil. En este punto, los demás compradores se retiran de la subasta
ya que no estarían dispuestos a pagar por el bien un precio mayor al que ellos lo valoran.
José se queda con el automóvil clásico, denotando así que el bien ha sido adquirido por el comprador que más lo
valoraba. Entones, ¿qué beneficio obtiene José por haberse hecho dueño del mercedes benz clásico del año 1995? Bajo
este escenario, José encontró una buena oprtunidad, está dispuesto a pagar US$10 mil por el vehículo, pero solamente
canceló US$8 mil, obteniendo así, un excedente del consumidor igual a US$2 mil.
De esta forma, en línea con lo expuesto por Mankiw (2012) y Graue (2009) hemos podido ilustrar el concepto de
disposición a pagar como la cantidad máxima que un comprador pagará por un bien y la interpretación del excedente
del consumidor que es la cantidad que un comprador está dispuesto a pagar por un bien menos la cantidad que
efectivamente paga. Es importante mencional que los demás participantes de la subasta, no obtuvieron ningun
excedente del consumidor por participar en esta, ya que se fueron sin el automóvil y sin pagar un solo centavo.
Curva de demanda como medida del excedente del consumidor
El excedente del consumidor posee una estrecha relación con la curva de demanda de un bien o producto. Para
comprender cómo interactúan estos conceptos, continuaremos con el ejemplo visto en la sección 3.1, con la diferencia
en que ahora los compradores podrán demandar más de un automóvil, tal como se observa en la tabla 2.
Los datos de la tabla 2 reflejan que si el precio es superior a US$10 mil, la cantidad demandada en el mercado de
automóviles es cero, ya que nadie está dispuesto a pagar ese precio. Si el precio está entre US$8 y US$10 mil, la cantidad
demandada es 1 porque solo José está dispuesto a pagar dicho valor. Por su parte, si el precio está entre US$7 y US$8
mil, entonces la cantidad demandada es 2 ya que tanto José como Christian están dispuestos a pagar dicho precio. El
análisis continúa para los diferentes precios y compradores siguientes. De esta forma, la tabla anterior exhibe la
disposición a pagar de cada uno de los 4 compradores.
Con estos antecedentes, se puede graficar la curva de demanda de automóviles de estos individuos, tal como se
presenta en la gráfica 1:
Siguiendo a Mankiw (2012) esta figura muestra la curva de demanda de los compradores de la tabla 2. Nótese que la
altura de la curva de la demanda refleja lo que los compradores están dispuestos a pagar para cada nivel de precio dado.
De esta forma, con cuatro automóviles, la curva de demanda tendrá una altura de US$5 mil, el precio que Paulo está
dispuesto a pagar por el automóvil. Con tres vehículos, la curva de demanda posee un techo de US$7 mil que es la
valoración que le da Fernando a este bien en el mercado.
Gráfico 2: Curva de Demanda y Excedente del Consumidor
En base a esta dinámica y debido a que la curva de demanda muestra la disposición a pagar de los compradores,
también permite calcular el excedente del consumidor. Así, con los datos observados en la gráfica 2, el excedente del
consumidor para el precio de US$8 mil y cantidad demandada de 1 será la región rectangular sombreada, es decir, todo
lo que se encuentra por debajo de la curva de demanda y por encima del precio referencial (en este caso US$8 mil
porque es cuánto valora José comprar un automóvil).
Para cuantificar la magnitud del excedente, se tiene que encontrar el área de dicho rectángulo sombreado, esta será de
US$2 mil, conforme a Mankiw (2012). Este resultado se deriva del producto entre la medida de la base (1) y la medida
de la altura (US$2 mil; ver gráfica 2).
Un análisis similar, se desprende de la gráfica 3 en la cual se pude calcular el excedente del consumidor para una
disponibilidad de pago igual a US$7 mil. A diferencia de los datos de la gráfica 2, en este caso tendríamos dos excedentes
del consumidor, debido a que nos enfrentamos no solo a la disponibilidad de pago de José (US$8 mil) sino también a la
de Christian (US$7 mil) por encontrarse ambas en el rango de US$7 a US$10 mil.
Entonces, partiendo de estas precisiones, el área por encima del precio referencial y por debajo de la curva de demanda
es igual al área de los dos rectángulos (verde para José y azul para Christian). A un precio de US$7 mil, el excedente del
consumidor de José será de US$3 mil (1 que es la medida de la base multiplicada por 3 que sería la medida de la altura) y
el de Christian US$1 mil (1 que es la medida de la base multiplicada por 1 que sería la medida de la altura). Por lo cual, el
área total será igual a US$4 mil.
En base a todos estos antecedentes podríamos afirmar que este ejemplo es válido para todas las curvas de la demanda:
el área debajo de la curva de la demanda y por encima del precio mide el excedente del consumidor en un mercado.
Esto es verdad porque la curva de la demanda mide el valor que los compradores atribuyen al bien, medido éste en
función de la disposición a pagar por él, la diferencia entre esta disposición a pagar y el precio de mercado es el
excedente del consumidor de cada comprador (Mankiw, 2012).
Por tanto, el área total debajo de la curva de la demanda y por encima del precio es la suma del excedente del
consumidor de todoslos compradores en el mercado de un bien o servicio.
Precios mínimos
Siguiendo a Graue (2009) a través del análisis del excedente del consumidor, un precio más bajo es conveniente para los
compradores de un determinado bien en vista de que el incentivo de todo consumidor será siempre pagar un precio
menor al que su valoración le exige.
Pero, autores como Mankiw (2012) examinan ¿Cuánto aumenta el bienestar de los compradores en respuesta a un
precio más bajo? Para responder dicha pregunta de manera formal, utilizaremos nuevamente la definición de excedente
del consumidor vista en el punto 3.2 y para ello pondremos atención en la dinámica de las gráficas 4 y 5 que se exhiben
a continuación:
Siguiendo a Mankiw (2012) en el gráfico la curva de demanda se inclina paulatinamente hacia abajo, en lugar de ser
escalonada como en las dos figuras anteriores. El autor explica que en un mercado con muchos compradores, los
escalones resultantes de cada comprador que abandona el mercado son tan pequeños que, en esencia, forman una
curva continua. Aun cuando esta curva tiene forma diferente, los conceptos vistos previamente siguen: el excedente del
consumidor es el área por encima del precio y por debajo de la curva de la demanda. Es decir, que para la figura 4 el
excedente sería el área sombreada que conforman los puntos ABC.
No obstante, si el precio disminuye de P1 a P2, como se exhibe en el gráfico 5, la cantidad demandada aumenta de Q1 a
Q2 y el excedente del consumidor aumenta al área del triángulo ADF. El incremento en el excedente del consumidor
(área BCFD) ocurre en parte debido a que los consumidores existentes ahora pagan menos (área BCED) y en parte a que
nuevos consumidores entran al mercado a un precio más bajo (área CEF), siendo consistentes con la óptica de Graue
(2009).
Gráfico 5: Excedente del Consumidor al precio 2
Ahora bien, imagine que usted es designado por parte de la Presidencia de la República como asesor de Gabinete para
formular políticas de estado que ayuden a mejorar el bienestar de los consumidores en el país y necesita escoger una
medida de referencia. ¿Se preocuparía por el excedente del consumidor? considerando en que la forma que perciben los
consumidores su bienestar se mide en términos de la diferecia entre lo que terminan pagando por un bien y su
disponibilidad a pagar por este. La respuesta sería si, siempre y cuando el diseñador de la política respete los gustos y
preferencias de los compradores.
En algunas circunstancias, el no respetar las preferecias y gustos del consumidor resulta una forma de precautelar el
beneficio de la sociedad en su conjunto. Por ejemplo podría darse el caso de un drogadicto que tenga una disponibilidad
de compra muy superior a la valoración del mercado para consumir heroína y en este caso no se podría decir que el
adicto obtiene un gran beneficio de comprar este producto a un precio bajo (a pesar de que ellos podrian pensarlo así).
Basándonos en Mankiw (2012) desde el punto de vista de la sociedad, la disposición a pagar en este caso no es una
buena medida del beneficio del comprador, y el excedente del consumidor no terminaria siendo una buena medida de
bienestar económico, ya que los adictos no actuan pensando en lo que es mejor para ellos.
Sin embargo, bajo la referencia de este autor, en la mayoría de los mercados el excedente del consumidor si refleja el
bienestar económico. Siendo congruentes con uno de los diez principios de la economía (el tercero para ser exactos), los
economistas suponen que los compradores son agentes reacionales a la hora de tomar decisiones, haciendo lo mejor
que pueden par alcazar sus objetivos, dadas sus oportunidades.
En este orden de ideas, los economistas normalmente suponen que la medición del excedente del consumidor es una
buena medida de referencia para simular el bienestar de estos agentes, condicionado por supuesto al respeto de sus
gustos y preferencias
Semanal de clase virtual 6
Objetivo:
Estudiar desde la óptica de los productores, la distribución de los recursos y el bienestar económico.
En esta sección, estudiaremos la disposición a vender por parte de los productores como punto de partida para
encontrar su excedente. Esto nos permitirá profundizar sobre el uso de los costos para construir la curva de oferta del
mercado, siendo consistentes con la óptica microeconómica ya que por el lado del excedente del consumidor nos
fijamos en la curva de demanda, ahora para el productor, lo haremos en la de oferta. Así, podremos ilustrar mediante la
aplicación de precios máximos, cómo se comporta el productor y que excedente obtiene a partir de esta dinámica. 2.1
Con estos antecedentes podríamos definir al excedente del productor como la cantidad que recibe el vendedor por un
bien menos el costo en el que incurre para producirlo, en línea con lo expresado por Graue (2009).
Para ilustrar esta dinámica pensemos en una situación en que 4 empresas ofertan sus servicios para la reparación de un
automóvil. Las cifras que cada una pretende cobrar por este servicio se exponen a continuación:
La tabla 1 describe una disposición a vender en sentido contrario a lo que estuvimos revisando por el lado del
consumidor y la curva de demanda, pues ahora la óptica estará puesta en quien ofrece el precio más barato para realizar
la actividad y no en el más alto.
Por ejemplo, podemos destacar que si la empresa D, ofertara el servicio a una cifra cercana o inferior a US$600, sería la
única oferente en este mercado ya que en la escala correspondiente, la empresa C prestaría su contingente si le
propusieran por lo menos US$600.
De similar forma, las empresas A y B, ni siquiera ofertarían ya que su aspiración está muy por encima de los US$600. De
concretarse esta situación y que A decida ofertar a un valor cercano o inferior a US$600, obtendría el empleo y sería
acreedora de un excedente del productor en torno a los US$100 (US$600 que le pagarían menos US$500 que estaba
dispuesta a cobrar).
Tomando como base los datos expresados en la tabla 1, en la tabla 2 se pueden ilustrar los insumos necesarios para
construir la curva de oferta de este mercado, realizando por supuesto ciertas precisiones.
Por ejemplo, fijándonos en los extremos, es claro que con las disposiciones a ofertar de cada una de las empresas, todas
(las 4) estarán dispuestas a expresar su disponibilidad por un precio superior a US$900 y ninguna lo hará si el precio de
mercado fuera inferior a US$500.
Por el lado de los valores intermedios, se puede destacar la exclusión de la empresa A en un rango de pago entre los
US$800 y US$900 debido a que la misma por un precio inferior a US$900 decide no ofertar, quedando así, en este rango
solo las empresas B, C, D.
De igual manera, la empresa B desistiría de proponer sus servicios si el precio que se pactara estuviera entre los US$600
y US$800 ya que por un valor menor a US$800, esta no prestaría sus servicios para arreglos vehiculares. Por lo cual, bajo
este escenarios solo ofertarían C y D. Por su parte, tenemos que para un rango entre US$500 y $600 solo ofertaría la
empresa D cuya disposición a vender se ubica en los US$500.
Por último, para un precio inferior a US$500, ninguna de las 4 empresas estaría dispuesta a prestar su contingente ya
que sería un registro inferior a su disposición a vender sus servicios para la reparación automovilística.
Estos resultados se pueden ilustrar mediante la representación gráfica 1, la cual sugiere una curva de oferta clásica, con
pendiente positiva y consistente con la ley de la oferta vista en los capítulos anteriores. Es decir, que a mayor precio
ofrecido, mayor será la disponibilidad del productor por prestar su contingente para la reparación automotriz.
Con la información que consta en la gráfica podríamos profundizar en el cálculo del excedente del productor, tal como
se aprecia en la gráfica 2. En efecto, para un precio referencial de US$600, el excedente del productor se calcularía para
el área que consta entre los precios de US$500 y US$600, es decir todo lo que está por encima de la curva de oferta y
por debajo del precio referencial.
De esta forma, aplicando la fórmula para encontrar el área de un rectángulo el excedente del productor sería igual a
US$100, valor que se obtiene multiplicando la medida de la base por la medida de la altura, 1 por US$100,
respectivamente. Así la empresa D que es la firma que podría ofertar el servicio de reparación automotriz a un precio de
US$500, si aplicáramos un precio referencial de US$600, su excedente quedaría expresado en términos formales con
US$100.
Gráfico 2: Curva de oferta y excedente del productor
Si replicaramos esta metodología añadiendole al efecto inicial un precio de US$800, para ver cómo se situa el excedente
total en el mercado obtendríamos un excedente global de US$500. Esta situación se da debido a que a un precio de
US$800, tendríamos a dos empresas dispuestas a ofertar, la C y la D, puesto que es un precio superior al que estas estan
dispuestas a prestar sus servicios para la reparación automotríz. Las empresas A y B no formarían parte de este análisis
ya que su disponibilidad para ofertar se ubica por encima de los US$800.
Empecemos ahora, a desagregar la fórmula de cálculo de esos US$500. Como se puede apreciar en la gráfica 3, existen
dos excedentes del productor, el primero que va en el rango de US$500 a US$800 y el segundo que va desde US$600 a
US$800. Esto implica que debemos calcular dos excedentes para los dos rectangulos observados de la figura 3 (el de
color verde y negro).
De esta forma, el primer area del rectangulo “verde” sería 0 que es la medida de la base por US$300 que es la medida de
la altura, ambos equivalentes a un excedente - ligado a la empresa D - deUS$300. Por su parte, para el de la empresa C,
implicaría multipicar la medida de la base (de 1 a 2) que es 1 por la medida de la altura que sería US$200, por lo cual el
excedente para esta empresa sumaría US$200. Así, el excedente global totalizaría los US$500 antes mencionados.
Desde la optica de Mankiw (2012) los vendedores siempre estarán dispuestos a recibir un precio más alto por los bienes
que venden. Sin embargo, ¿cuánto aumenta el bienestar de los vendedores en respuesta a un precio más alto? El
concepto de excedente del productor ofrece una respuesta precisa a esta pregunta, en línea con lo expresado por Graue
(2009).
En el gráfico 4, el precio es P1 y la cantidad demandada es Q1, por lo cual, el excedente del productor se computaría
calculando el área del triángulo ABC. No obstante, cuando el precio se incrementa de P1 a P2, como se muestra en la
gráfica 5, la cantidad demandada sube de Q1 a Q2 y el excedente del productor se ubica en el area del triángulo ADF. En
este sentido, el incremento en el excedente del productor (área BCFD) según Mankiw (2012) ocurre en parte debido a
que los productores existentes ahora reciben más (área BCED) y en parte debido a que nuevos productores entran al
mercado a un precio más alto (área CEF).
En resumen, tal como lo muestra este análisis, hemos utilizamos el excedente del productor para medir el bienestar de
los vendedores de forma muy similar a como usamos el excedente del consumidor para cuantificar el bienestar de los
compradores. Como estas dos métricas del bienestar económico son muy similares, es de esperar usarlas
conjuntamente, lo cual analizaremos minuciosamente en nuestra próxima planificación.
Medición del excedente
Para ilustrar la aplicación de precios máximos en el cálculo de excedente del productor se presenta a continuación los
datos exhibidos en la gráfica 6. En línea con lo expuesto por Mankiw (2012) la imposición de un precio máximo
incrementa los incentivos por parte del productor para poder producir más bienes y servicios.
Al pasar el precio de 5 a 7 (antes situado de 1 a 5), la cantidad que termina ofertando el vendedor pasa de 10 a 20. Estos
cambios inducen a la conformación de 3 excedentes, el inicial que estaba conformado por el área triangular entre el
pecio 1 y 5 con cantidades de 0 a 10. El segundo, del área rectangular ubicado entre los precios 5 a 7 con cantidad de 0 a
10 mientras que el tercer excedente - generalmente para los nuevos productores que ingresan al mercado - queda
expresado entre los precios 5 a 7 y cantidades de 10 a 20. Si aplicamos las fórmulas anteriormente vistas para calcular el
área de cada región obtendremos un excedente de US$50. Un beneficio mayor que si el precio no hubiese
experimentado cambios de 5 a 7, en ese caso reflejando un excedente del productor de tan solo US$20.
Objetivo: Analizar la eficiencia y la igualdad en el intento del planificador social por aumentar el bienestar conjunto de la
sociedad.
El Planificador Social
Para ahondar sobre los resultados del mercado, siguiendo a Mankiw (2012) se incluye a más del consumidor y
productor, a un personaje denominado planificador social. Este planificador será el encargado de plantear las
estrategias y mecanismos necesarios para medir el bienestar económico de la sociedad, con la vista puesta en mejorarlo.
En este sentido, una posible métrica para cumplir con dichos objetivos tomando como base lo propuesto por Graue
(2009) podría ser la suma del excedente del consumidor y el excedente del productor, que para los fines pertinentes se
llamará de aquí en más, el excedente total.
El autor sugiere que esta es una forma propicia para inferir sobre el bienestar conjunto de la sociedad ya que esta
metodología capta por el lado del consumidor al beneficio que reciben los compradores de su participación en el
mercado y el excedente del productor contienen el beneficio que reciben los vendedores que también hacen parte de
este.
Para ello, recordemos que en las planificaciones previas se definió a los excedentes de la siguiente manera1 :
Excedente = valor para los compradores – cantidad pagada por los compradores
Excedente= cantidad recibida por los vendedores – costo para los vendedores Tomando como referencia la metodología
propuesta por Graue (2009) para aproximar el bienestar conjunto de la sociedad, tendríamos que el excedente total
sería la suma de ambos componentes (i.e. consumidor y productor) tal como se expone a continuación:
Excedente total= (valor para los compradores – cantidad pagada por los compradores) + (cantidad recibida por los
vendedores – costo para los vendedores).
La definición anterior se puede expresar en otros términos si tomamos como referencia que la cantidad pagada por los
compradores es igual a lo que reciben los productores. Así, obtendríamos finalmente que el excedente global sería:
Excedente total= valor para los compradores – costo para los vendedores.
Desde la perspectiva de Mankiw (2012) si la asignación de recursos se realizara de forma eficiente, se estaría
maximizando el bienestar y por ende el excedente total. Por el contrario, si la asignación de recursos es ineficiente,
podrían existir ganancias potenciales entre los actores del mercado, que no se estarían captando y por lo cual se estarían
desaprovechando.
Por el lado de la eficiencia podríamos analizar la distribución de recursos por ambos frentes, es decir consumidores y
productores. En efecto, por el lado del productor se dice que existe una asignación eficiente cuando se produce al
menor costo posible, ya que esto aumentaría el excedente total. Para el caso de los consumidores, existiría eficiencia
siempre y cuando un comprador consume el bien que más valora pues eso también incrementaría el excedente global.
No obstante, a más de la eficiencia, el rol que también tiene este planificador social es el preocuparse por la igualdad, es
decir procurar que el bienestar conjunto de la sociedad se distribuya de forma similar entre consumidores y
compradores.
Estos son los principales objetivos de este planificador social, ahondar sobre la eficiencia y la igualdad en términos de la
distribución de recursos al interior de la economía. Por lo cual, habiendo introducido estos conceptos, se procede a
continuación a definir formalmente estos términos siguiendo a Mankiw (2012):
Eficiencia: la propiedad que tiene una asignación de recursos de maximizar el excedente total recibido por todos los
miembros de la sociedad.
Igualdad: propiedad de distribuir la prosperidad económica de manera uniforme entre los distintos miembros de la
sociedad.
El gráfico 1 muestra los excedentes del consumidor y del productor puestos en perspectiva desde la óptica de equilibrio.
Recordemos que el excedente del consumidor se mide por el área que se encuentra por encima del precio de referencia
y por debajo de la curva de demanda, mientras que el excedente del productor se calcula como toda el área que está
por encima de la curva de oferta y por debajo del precio de referencia. Por lo cual, siguiendo a Mankiw (2012) el
excedente total del mercado se calcula sumando el excedente del consumidor y productor de las áreas comprendidas en
el gráfico 1.
Como se puede apreciar, los consumidores que valoran más el bien se encontrarán en una región por encima del precio
de referencia (ver gráfica 1; puntos AE en la curva de demanda), y por tanto decidirán comprarlo; los que lo valoran
menos que el precio de equilibrio (consumidores representados por los puntos EB) no participarán de la transacción.
Por el lado del productor, sucede algo similar, los vendedores que poseen costos inferiores que el precio de referencia
(ver región CE sobre la curva de oferta decidirá producir y vender el bien, mientras que los que poseen un costo mayor al
precio en el que pueden ofertar (segmento ED), desistirán de hacerlo. En este sentido, Mankiw (2012) establece que no
hay mejor equilibrio posible que el que se alcanza cuando la oferta es igual a la demanda, por las siguientes razones:
Los mercados libres asignan la oferta de bienes a los compradores que los valoran más, medido por su
disposición a pagar.
Los mercados libres asignan la demanda de bienes a los vendedores que pueden producirlos al costo más bajo.
Para interpretar de mejor forma esta afirmación podemos centrarnos en la dinámica de la gráfica 2:
En efecto, la eficiencia de la cantidad de equilibrio se puede apreciar en el punto E, ya que no existe un equilibrio mejor
que el ubicado en dicho punto, debido a las siguientes razones que expone Mankiw (2012):
A cantidades menores que la cantidad de equilibrio, como en Q1, el valor para los compradores es superior al
costo para los vendedores.
A cantidades mayores que la cantidad de equilibrio, como en Q2, el costo para los vendedores es superior al
valor para los compradores.
Así, el equilibrio del mercado es el único que puede maximizar la suma de los excedentes del productor y del
consumidor.
De esta forma, si el planificador social decide intervenir en los mercados fijando cantidades como las de Q1 o Q2, deberá
saber que dicha acción será ineficiente por todos los argumentos expuestos previamente. No obstante, si decir no
intervenir en los mercados, siguiendo una postura fisiócrata de laissez faire debe tener en cuenta que tarde o temprano
las interacciones entre ofertantes y demandantes terminarán volviendo al equilibrio (la distribución eficiente de
recursos) ya que este es el único que mejora el bienestar conjunto de la sociedad.
Para llegar a la conclusión de que los mercados son eficientes es necesario aclarar que tiene que existir dos condiciones,
la primera que es la presencia de un mercado perfectamente competitivo y la seguna que sugiere que no deben existir
externalidades.
Basándonos en lo que sugieren Mankiw (2012) y Graue (2009), por mercado perfectamente competitivo se entiende un
mercado con muchos vendedores y compradores, tendiendo estos poca influencia sobre el precio de los bienes que se
comercian, es decir que no existe poder de mercado. De forma análoga, por externalidad se entiende aquellas
actividades que realizan determinados agentes al interior de la economía que terminan afectando a terceros, sin que
estos sean retribuidos (monetariamente o de alguna forma) por todas las molestas causadas.
Estos dos problemas comunmente existen en la sociedad y son denominados fallas de mercado. Este suceso, es la
incapacidad que tienen algunos mercados sin regulación de asignar recursos de una manera eficiente. (Mankiw, 2012)
Por lo cual, cuando los mercados fallan, según Graue (2009) las políticas públicas pueden remediar el problema e
incrementar la eficiencia económica. El rol del planificador social, se hace presente aun mas en estos casos.
𝑄𝑑=100-2P
𝑄𝑆=3P
Basádonos en lo aprendido en clases previas, si uno quisiera saber cual es el precio y la cantidad que equilibra este
mercado de autmóviles, tendríamos que igual la oferta y la demanda, tal como se expone a continuación.
𝑄𝑑 = 𝑄𝑆
100-2P=3P
5P=100
P=20
Para un precio de 20, si lo inctroducimos sea en la oferta o en la demanda, obtendríamos la cantidad que equilibra este
mercado es 60.
𝑄𝑑=100-2P ; 𝑄𝑑=100-2(20) ; 𝑄𝑑=60
𝑄𝑆=3 ; 𝑄𝑆=3(20) ; 𝑄𝑆=60
Haciendo hincapié en estos resultados, previo a su representación gráfica, necesitaríamos saber los puntos de corte de
cada ecuación (oferta y demanda) para poder usar estos datos como referencia de precios y cantidades en torno al
cálculo de los excedentes de este mercado.
Por el lado de la demanda: basta con saber dos puntos de corte para graficarla
𝑄𝑑=100-2P
0=100-2P
P=50
Si el precio que se demanda fuera igual a cero, la cantidad sería igual a 50.
𝑄𝑑=100-2P
0=100-2(0) 𝑄
𝑑=100
𝑄𝑆=3P
Al no tener esta ecuación un intercepto, su representación gráfica se rige a partir de una recta que parte del origen en el
plano X e Y. De esta forma, al darle valores a esta ecuación de la recta obtendremos una representación gráfica lineal
con pendiente positiva, tal como se exhibe en la tabla 1.
Ahora bien, con estos resultados podemos graficar las curvas y calcular los excedentes del consumidor y el productor,
para en lo posterior calcular el excedente total del mercado, tal como se exhibe en la gráfica 3.
Gráfico 3: Excedentes del consumidor y del productor en el equilibrio del mercado
Externalidades.
Objetivo: Describir los mercados desde la óptica de sus fallos, en particular cuando se provocan externalidades que
aquejan el bienestar de la sociedad.
De igual manera, establecimos que dicho equilibrio eficiente y que maximiza el excedente global, se da en un escenario
que excluye a las fallas del mercado. En esta ocasión analizaremos a los mercados desde la óptica de sus fallos, en
particular cuando se provocan externalidades que aquejan el bienestar de la sociedad.
Siguiendo a Mankiw (2012) existen dos tipos de afectaciones. Por un lado, el autor sugiere que si el impacto sobre el
tercero es negativo, este suceso se conoce como externalidad negativa. No obstante, si en lugar de perjudicarlos, se los
beneficiase, estaríamos en presencia de una externalidad positiva.
La importancia de analizar a las externalidades radica en la implementación de un supuesto clave, es que por lo general,
bajo la postura de Graue (2009) los compradores y vendedores desatienden los efectos externos de sus acciones cuando
deciden cuanto demandar u ofrecer. De esta forma, al constatarse la presencia de externalidades, el equilibrio del
mercado no es eficiente.
A continuación, en la tabla 1 se exponen algunos ejemplos de externalidades, contemplando la visión de Mankiw (2012):
Tabla 1: Externalidades
Tubo de escape de los Genera contaminación para Gravar con impuestos al uso
Negativa
automóviles las personas que lo respiran de la gasolina
Edificios históricos
Deleite de belleza e historia, Exención de impuestos a los
restaurados por Positiva
incremento del turismo. propietarios que los restauren
propietarios
Prohibición de alterar el orden
Perros que ladran Negativa Ruido molesta
público
Brindar patentes para
Investigación de nuevas Crea conocimiento que otras
Positiva incentivar la generación de
tecnologías personas pueden utilizar
conocimientos.
Fuente: Mankiw (2012). Elaboración Propia.
Hasta ahora, hemos podido introducir desde la perspectiva de Mankiw (2012) por qué las externalidades llevan a los
mercados a distribuir los recursos de manera ineficiente y cómo las soluciones comparten el objetivo de acercar la
distribución de los recursos al óptimo social. En este apartado, consideraremos las soluciones sobre las cuales puede
optar un hacedor de política desde el ámbito del sector público para poder mejorar la posición de bienestar relativa de
los miembros del mercado (ver tabla 2).
Tabla 2: Formas de hacerle frente a las externalidades por parte del planificador central
Con este antecedente, pasaremos a definir cada una de las estrategias posibles que tiene el planificador central en su
intento por hacerle frente a las externalidades:
Políticas de orden y control: para combatir una externalidad el hacedor de política puede crear un conjunto de normas y
reglamentos que impidan ciertas conductas que afecten el bienestar de la población. Por ejemplo, se sabe que es un
delito emitir gases tóxicos provenientes de los procesos productivos de las empresas que contaminen el aire. En este
caso, los costos externos para la sociedad exceden por mucho los beneficios para el que contamina. Por lo tanto, el
Gobierno implementaría en estos casos una política de orden y control que prohíbe este tipo de actos (Mankiw, 2012, p.
203).
No obstante, en la vida real, prohibir todo tipo de actividad contaminante resulta complejo. Por ejemplo, es de
conocimiento público que la explotación de minas y canteras de forma artesanal está prohibida en determinados países
por la contaminación y tratamiento inadecuado que se la da al uso del suelo.
Sin embargo, debido a los altos réditos económicos que resultan de dicha actividad, el Gobierno por lo general, en lugar
de impedir radicalmente su explotación, implementa reglamentos y formas de hacer minería responsable que minimicen
las externalidades negativas provenientes de dicho sector. Así la sociedad debe de estar en capacidad de ponderar los
costos y beneficios para decidir qué tipo y cantidades de contaminación permitirá.
Como vimos con anterioridad, el gobierno en su intento por internalizar las externalidades puede grabar de impuestos a
las actividades que produzcan externalidades negativas como lo era el caso de la contaminación o en otros casos,
implementando subsidios a actividades que produzcan externalidades positivas como en el caso de la educación.
Desde la posición de Mankiw (2012) a los impuestos establecidos para hacerle frente a los efectos negativos de las
externalidades se les llama impuestos correctivos, que también se conocen como impuestos pigouvianos en honor al
economista Arthur Pigou (1877 – 1959), uno de los primeros defensores de su uso.
De esta forma, el autor sugiere que un impuesto correctivo idóneo sería igual al costo externo de la actividad con
externalidades negativas y un subsidio correctivo ideal sería igual al beneficio externo de la actividad con externalidades
positivas.
Aunque reducir la contaminación con permisos para contaminar puede parecer muy diferente a establecer impuestos
correctivos, las dos políticas tienen mucho en común según Mankiw (2012). En ambos casos, las empresas pagan por lo
que contaminan.
Desde la postura de Graue (2009) con los impuestos correctivos, las empresas que contaminan deben pagar el impuesto
al gobierno, mientras que con los permisos para contaminar, las empresas contaminantes deben comprar el permiso.
Por lo tanto, tanto los impuestos correctivos como los permisos para contaminar internalizan la externalidad de la
contaminación porque hacen que contaminar sea más costoso para las empresas (Mankiw, 2012, p. 206).
En el caso de las soluciones privadas que se proponen para hacerle frente a las externalidades, tenemos el caso más
significativo propuesto por el economista Ronald Coase, el cual estableció un teorema1 que en honor a su nombre,
propone que los actores económicos privados pueden resolver entre ellos el problema de las externalidades. Sin
importar cuál haya sido la distribución inicial de los derechos, las partes interesadas pueden siempre llegar a un acuerdo
en el que todos estén mejor y el resultado sea eficiente (Mankiw, 2012, p. 211).
Caso de estudio
Con los antecedentes previamente expuestos podemos profundizar acerca de las externalidades mediante la inclusión
de las siguientes dos gráficas:
Se asume para el primer caso (ver lámina izquierda) la presencia de un mercado en el que se produce un equilibrio E1, el
cual refleja una cantidad ofertada y demanda denominada 𝑄𝑚𝑒𝑟𝑐𝑎𝑑𝑜. Asumiendo que nos encontramos en un
mercado que produce externalidades negativas, como la contaminación por ejemplo, dicho equilibrio E1 estaría
provocando una pérdida de bienestar en la población. Por lo cual, la oferta de bienes debería contraerse (menor
perjuicio para los consumidores) y pasar de un punto de equilibrio E1 a uno como el E2. En este nuevo equilibrio, el
productor ofrece una cantidad 𝑄ó𝑝𝑡𝑖𝑚𝑎, menor a la cantidad que se ofrecía en el equilibrio E1 como compensación a
las afectaciones realizadas a los consumidores, vía contaminación.
Se asume para el segundo caso (ver lámina derecha) la presencia de un mercado en el que se produce un equilibrio E1,
el cual refleja una oferta que se condice con la demanda educativa que pueden alcanzar los consumidores. No obstante,
tomando en consideración que la educación produce externalidades positivas - es decir, una población más educada
estimula el desarrollo de las economías, eleva la productividad y mejora el salario de sus habitantes – la cantidad de
equilibrio E1 denominada 𝑄𝑚𝑒𝑟𝑐𝑎𝑑𝑜 termina siendo insuficiente para elevar el bienestar de la población. Por lo cual, lo
óptimo sería que los que quieren demandar más servicios educativos, puedan hacerlo a un nivel superior, es decir
ubicándose en un equilibrio como el E2, con una cantidad de equilibrio 𝑄ó𝑝𝑡𝑖𝑚𝑎.
En resumen, bajo la postura de Mankiw (2012) se sugiere que “las externalidades negativas llevan a los mercados a
producir una cantidad mayor de la que es socialmente deseable. Las externalidades positivas llevan a los mercados a
producir una cantidad menor a la que es socialmente deseable. Para solucionar este problema, el Gobierno puede
internalizar4 la externalidad estableciendo un impuesto sobre los bienes que tienen externalidades negativas
(contaminación) y subsidiando los bienes que producen externalidades positivas (educación)” (p. 199).
Por último, se exhibe a continuación la equivalencia que existe entre los impuestos correctivos y los permisos de
contaminación.
Podemos notar en la representación gráfica 3 que fijando el precio de la contaminación con un impuesto correctivo,
toda oferta existente en el mercado tendrá que pagar un determinado nivel de impuesto, es decir no hay restricciones
de producción siempre y cuando se establezca un precio dado por cada nivel de contaminación existente, lo que junto
con la curva de demanda determina la cantidad de contaminación en el mercado.
En conclusión en el intento por internalizar una externalidad, como por ejemplo la protección del medio ambiente, el
Gobierno puede utilizar como instrumento de acción a los impuestos correctivos y a los permisos de contaminación. El
resultado de esta política desde la óptica de Mankiw (2012) es en gran medida el mismo que si impusiera impuestos
correctivos a los que contaminan.
Diapositivas de la unidad 2
La eficiencia en los mercados
OBJETIVO
Estudiar cómo la asignación de recursos afecta el bienestar económico.
Semana 6
OBJETIVO
Estudiar desde la óptica de los vendedores, la distribución de los recursos y el bienestar económico.
OBJETIVO
Analizar la eficiencia y la igualdad en el intento del planificador social por aumentar el bienestar conjunto de la sociedad.
El planificador social
Excedente total= (valor para los compradores – cantidad pagada por los compradores) + (cantidad recibida por los
vendedores – costo para los vendedores).
Excedente total= valor para los compradores – costo para los vendedores.
Objetivos…
Eficiencia= rol asignativo para maximizar el excedente total recibido por todos los miembros de la sociedad.
Igualad= propiedad de distribuir la prosperidad económica de manera uniforme entre los distintos miembros de la
sociedad.
𝑄𝑑 =100-2P
0=100-2P
P=50
𝑄𝑑 =100-2P
0=100-2(0)
𝑄𝑑 =100
𝑄𝑆 =3P
Y X 𝑄𝑆 P
0 0 0 0
3 1
3 1
6 2
9 3 6 2
12 4 9 3
. . 12 4
. . . .
. .
. .
. .
. .
La eficiencia y las fallas del mercado
• Poder de mercado
Fallas del M.
• El planificador central debe intervenir.
• Externalidades
Tema 4 Externalidades.
INTRODUCCIÓN
OBJETIVO
Analizar a los mercados desde la óptica de sus fallos, en particular cuando se provocan externalidades que aquejan el
bienestar de la sociedad.
Externalidades
Surge cuando una persona que se dedica a una determinada actividad propicia mediante esta afectaciones en terceros.
Externalidades - ilustraciones
Teorema de Coase:
Las partes interesadas pueden siempre llegar a un acuerdo en el que todos estén mejor y el resultado sea eficiente.
Caso de estudio 1 externalidad negativa.