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La reforma impositiva en el palimpsesto de la economía

Lic. Guillermo Moreno *

Lic. Norberto Itzcovich *

Dr. Claudio Comari *

Resultaba una prá ctica comú n en la antigü edad, tanto en la cultura griega como en la latina, la
reutilizació n de los papiros y pergaminos por razones de costo y accesibilidad. Las capas
superpuestas de informació n en un mismo soporte material permitieron la supervivencia de valiosos
textos como el Palimpsesto de Arquímedes, por caso.

De la misma manera puede leerse la coyuntura econó mica en la que, si bien tienden a realzarse
comunicacionalmente los indicadores de signo positivo, subyacen los trazos gruesos de las
dificultades estructurales.

Uno de los tres ejes que el presidente Macri expuso en el marco de la presentació n de los
lineamientos generales de su política post elecciones, es el referido a la cuestió n fiscal (los otros dos
está n constituidos por las temá ticas del empleo, ya tratadas en esta columna, y de la llamada calidad
institucional). Al respecto, el ministro Dujovne, presentó las modificaciones propuestas al régimen
impositivo vigente.

En su aná lisis, es fá cil advertir que la sustancia de la iniciativa oficial profundiza las inconsistencias de
la política econó mica de este gobierno.

Esto es así, ya que no avanza en la modificació n de las condiciones que generan los crecientes déficits
de la economía:

-el fiscal (sector pú blico nacional, provincial y municipal),

-el cuasi fiscal (generado por la deuda del Banco Central de la Repú blica Argentina), y

-el de la cuenta corriente de la balanza de pagos.

En consecuencia, tampoco altera, en el corto y mediano plazo, el ruinoso entorno en el cual la


actividad empresarial desarrolla sus negocios.

Condiciones “objetivas y subjetivas” al interior de las empresas

Estamos asistiendo a una situació n extremadamente singular, tanto en los directorios o á mbitos
decisionales de las unidades productivas, como en las estructuras dirigenciales de las cá maras y
asociaciones que las agrupan, ya que, en tanto condiciones “subjetivas”, se observa una clara voluntad
de acompañ amiento a las políticas econó micas gubernamentales, sin embargo, cuando
inmediatamente se pasa revista a las condiciones “objetivas”, nos encontramos con un reclamo
generalizado, debido a la muy baja o nula rentabilidad empresaria. Ambos enfoques podrían
sintetizarse en la frase “hoy no ganamos plata, pero mañ ana… seguramente sí”.

En consecuencia, la reforma impositiva debería intentar aportar soluciones para corregir aquellas
condiciones “objetivas”, lo que permitiría, de manera inter temporal, llevarlas a la convergencia con
las “subjetivas”. ¿Será así?

La propuesta oficial en materia impositiva

El gobierno adelantó algunos pará metros que enviará al congreso en las pró ximas semanas,
disparando el debate. Si bien, dada la incompleta informació n disponible, es muy difícil analizar los
impactos cuantitativos, sí es posible realizar un abordaje en el plano conceptual, enmarcado en lo que
hasta ahora se conoce.

Segú n los supuestos oficiales, la reforma tendría en principio un costo fiscal de 1,5% del PIB, aunque
dado que la economía crecerá y bajará la evasió n (siempre segú n esa perspectiva), ese guarismo se
reducirá a apenas un 0,3%. Si ello ocurre, se trataría de una reforma impositiva casi neutra en
términos de recaudació n.

Una de las medidas má s destacadas propone una reducció n del impuesto a las Ganancias
corporativas, que pasará del 35% actual al 25% en el añ o 2021, bajo la condició n de que no se
distribuyan dividendos. Ademá s, se buscará disminuir la carga de los denominados “tributos en
cascada”, tales como el impuesto a los créditos y débitos bancarios (comú nmente denominado al
cheque, que se podrá tomar a cuenta de ganancias) y a los ingresos brutos. En este ú ltimo caso (que
constituye una de las principales fuentes de ingreso jurisdiccional), se promueve su reducció n a la
mitad.

En este sentido, cabe mencionar que la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, junto con Mendoza y
Có rdoba, ya incluyeron en sus proyectos de presupuesto 2018 importantes reducciones del impuesto
a los Ingresos Brutos y Sellos. Sin embargo, la compensació n por la pérdida de esos ingresos llegará
por el aumento en otros tributos, como sería el caso de una suba en el inmobiliario urbano y rural.

Se implementará un régimen que devuelve el crédito fiscal de IVA a las empresas que hayan realizado
inversiones y no lo recuperen en un lapso de 6 meses.

Respecto del impuesto a la renta financiera obtenida por personas físicas residentes en el país (las
personas jurídicas ya lo pagan), se someten a imposició n a determinadas ganancias actualmente
exentas. La alícuota será del 15% para rendimientos provenientes de instrumentos en moneda
extranjera o indexados, y del 5% para los de renta fija en pesos sin clá usula de ajuste.

Resulta insó lito que, dado el actual diseñ o de política monetaria, la posible mayor recaudació n de este
impuesto por parte del Tesoro Nacional ya lo comenzó a pagar el BCRA, a través del incremento de las
tasas de interés que ofrece para tomar deuda.
Por otra parte, se elimina el Impuesto a las transferencias de inmuebles, aunque ello se compensa con
la extensió n de “ganancias” a la venta de una segunda vivienda. También el gravamen a autos y motos
de gama media y alta.

En relació n a los impuestos internos, se incrementan de manera gradual para el whisky, el coñ ac y
otras bebidas blancas, desde el 20% actual hasta el 29%. En el caso de las gaseosas en general y otras
bebidas sin alcohol con azú car agregada, se incrementará el impuesto desde la franja actual (4% al
8%), hasta llevarlo al 17%. En contrapartida, las gaseosas sin azú car añ adida no pagará n impuestos
internos.

Adicionalmente, se reducen a cero los gravámenes para los teléfonos celulares, televisores y monitores (en
este acápite se incluye un etcétera referido a otros productos electrónicos que por ahora no están definidos),
lo cual impactaría de manera negativa sobre la producción y el empleo en la provincia de Tierra del Fuego,
por el obvio reemplazo por bienes importados.

Esta transferencia de ingresos entre sectores ha provocado la reacción tanto de las autoridades de las
provincias que se sienten perjudicadas, como de los representantes de esas actividades.

En otro aspecto, se modifica el impuesto a los combustibles para que las fluctuaciones en el tipo de
cambio y en el precio internacional del petró leo pierdan influencia sobre los precios locales. Así, el
monto ingresado en concepto de este impuesto tendrá dos valores de suma fija (uno por emisiones de
dió xido de carbono y el otro establecido de manera tal que no altere la carga tributaria actual).
Inicialmente afectará a los combustibles líquidos y a partir del añ o 2020 se aplicará sobre el carbó n y
el gas natural y licuado de petró leo.

Finalmente, se aumenta la deducció n especial en el Impuesto a las Ganancias para trabajadores


autó nomos (independientes), de manera tal de reducir el diferencial que existe con los empleados en
relació n de dependencia.

Mucho ruido y pocas nueces

Sabemos que el precio de venta de cualquier bien o servicio ofertado en el mercado tiene tres grandes
componentes: los costos totales, el margen aplicado sobre éstos, y el impositivo. Y también, que uno
de ellos, el margen, como lo señ alamos má s arriba, en la actualidad tiende a ser muy exiguo o nulo
para la inmensa mayoría de los emprendimientos.

Si se pretende que la reforma impositiva implique una mejora en la competitividad de nuestros


productos, vis a vis los precios internacionales, sus precios de venta tendrían que tender a la baja.

Con un alto grado de certeza, podemos afirmar que lo que ocurrirá , una vez que entre en vigencia la
nueva propuesta impositiva, es que se modificará la participació n proporcional de cada uno de los
componentes al interior del precio de venta, pero no éste ú ltimo. Con lo cual, claramente, tal
redistribució n solo permitirá que emerja o se recupere el margen empresarial.
Desde la perspectiva de la demanda, la posible disminució n de los ingresos populares (producto de
una pretendida negociació n a la baja de todos los ítems que tipifican el ingreso por sueldos y
salarios), repercutirá en el deterioro del deprimido mercado interno.

Paralelamente, al no haber una disminució n de los precios de venta de los bienes y servicios
transables internacionalmente, se ve dificultada la profundizació n de los mercados ya existentes y la
inserció n en los nuevos.

Todo ello coadyuva a mantener y/o incrementar las inconsistencias de la política econó mica vigente,
agudizando la situació n fiscal (a menos que se asuman las consecuencias del ajuste), sin tender, a su
vez, a solucionar el déficit creciente de la balanza comercial.

Finalmente, ante el panorama descripto, resulta claro que no se modificará n las inconsistencias
evidentes de la actual política econó mica, ni tampoco las condiciones necesarias para generar el
incremento de la inversió n y las ganancias de productividad; a lo sumo, la reforma permitirá la
recuperació n de ciertos má rgenes empresariales, situació n que decididamente se obtendría si
asistiéramos a un correcto diseñ o funcional de la economía argentina. Entonces, cabe preguntarse:

¿Vale la pena someter a la sociedad a la tensió n del debate político, académico, técnico, y de intereses
que se ha desatado en torno de la actual propuesta de reforma impositiva?

*MMyAsociados

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