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ELABORADO POR:
EGLIS JOHELIS MORALES CASAS
PRESENTADO A:
GABRIEL VELANDIA
AGOSTO
2018
La Contabilidad Tributaria
Hay que partir del hecho que el sistema tributario colombiano se divide en dos. Por un
lado, podemos encontrar los impuestos nacionales, que son recaudados y administrados
por la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian). En esta categoría de
tributos, los ciudadanos cuentan con obligaciones con el fisco por cuenta de dos tipos de
impuestos: los directos y los indirectos. La diferencia consiste en que en el caso de los
impuestos directos, el Gobierno le cobra al patrimonio o riqueza del ciudadano. En esta
categoría entran el Impuesto a la Riqueza, el impuesto de Renta o aquellos como los
timbres postales que se cobran directamente por la prestación de un servicio.
En tanto, los impuestos indirectos son los que se cobran por una transacción. El ejemplo
más común de este tipo de impuestos es el IVA (Impuesto de Valor Agregado). Cuando
el Gobierno Nacional presenta una reforma tributaria, los cambios en los impuestos
tienen unos tiempos distintos.
por su parte, ella tiene como objetivo proporcionar una metodología que permita, entre
otros, determinar una base sobre la cual calcular el Impuesto a la Renta. Es decir, la
lógica en la que se basan las valoraciones de recursos y obligaciones, no es igual a la
usada por la información financiera, debido a que la información tributaria se construye,
principalmente, desde las disposiciones de la Ley de Impuestos a la Renta.
Dado que en virtud de la Ley 1607 de 2012 dicho artículo 44 seguirá vigente para
efectos tributarios por un plazo de 4 años, parece innecesario exigir que durante ese
mismo tiempo se lleve un libro tributario, aduanero y cambiario, como lo plantea el
proyecto de decreto al que se refiere este comentario. Es mucho mejor que la
contabilidad registre las diferencias, cuando existan, que registrar dos veces cada
operación. Ahora bien: cuando el Decreto 2649 de 1993 pierda totalmente su vigencia
habrá que resolver la conducta a seguir. Mientras tanto debería simplemente dársele
aplicación.
Una vez en vigencia plena el nuevo modelo de contabilidad expedido con fundamento
en la Ley 1314 de 2009 habrá que tener resuelto el modelo de contabilidad tributaria
aplicable en el País. Entre otras cosas habrá que resolver si en materia tributaria el
principio de igualdad ante la Ley permite tener tres grupos de contabilidad, como en la
contabilidad financiera o, por el contrario, si esta posición es inadmisible según dicho
principio.
En diversas partes del texto normativo se hacen excepciones a la regla general. Por
ejemplo, el artículo 27 se refiere a la realización del ingreso para los no obligados a
llevar contabilidad pero considera dos excepciones: los ingresos por concepto de
dividendos y los provenientes de enajenación de bienes inmuebles.
Otro ejemplo es el artículo 61 de la Ley, mediante el cual se establece que para efectos
tributarios,
“el costo fiscal de los activos adquiridos con posterioridad a 31 de diciembre de 2016
corresponde al precio de adquisición, más los costos directamente atribuibles al activo
hasta que se encuentre disponible para su uso o venta, salvo las excepciones dispuestas
en este estatuto.” Esto quiere decir que, el valor histórico es el valor fiscal.
Necesariamente se va a separar la contabilidad financiera de la contabilidad tributaria.
Con esto el contador Realmente no se simplificó su labor del porque aunque se eliminó
el CREE (impuesto sobre la renta para la equidad), se aumentaron las conciliaciones y
el trabajo con la norma de transición, las novedades y las NIIF. Es decir, tres nuevos
temas.
Todos los sectores económicos del país reconocen que uno de los principales retos para
la administración tributaria corre por cuenta de aumentar las bases gravables, en otras
palabras, de subir el número de contribuyentes Impacto Negativo
El nivel de tributación actual en Colombia es de los más altos del mundo, lo cual
desestimula la inversión extranjera. Las empresas multinacionales argumentan que
existe una carga fiscal bastante elevada y los tributos no son fáciles de entender. De
igual manera, una carga fiscal tan elevada ha impactado negativamente la inversión
privada.
El recaudo de los tributos aduaneros incrementó 4,7 %, ya que pasó de $1,6 billones el
año pasado a $1,7 billones en 2018. En cuanto a la recaudación de los tributos asociados
a la actividad económica interna, esta alcanzó $14,5 billones, 6,9 % más que en 2017.
Por tanto, quizá se pueda concluir que en Colombia la carga tributaria no es exagerada,
de manera que no entorpece en exceso la actividad privada. El impuesto de renta es una
fuente primordial de ingresos para el Estado colombiano, pero grava mucho a las
empresas y poco a las personas. Por tal motivo, no contribuye a generar una estructura
tributaria más progresiva. Esta tampoco resulta favorecida por el papel preponderante
asignado al IVA, que en su régimen actual no consulta la capacidad de pago del
contribuyente. Además, la administración de impuestos en el país es eficiente, si se le
compara con los estándares internacionales.