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Estudiante: Michael Contreras Tellez Historia Contemporánea S.

XIX Código: 2220860


Profesora: Ana Milena Rhenals RESEÑA Escuela de Historia-UIS 11/Diciembre-2023

Hobsbawn, Eric. Naciones y Nacionalismo desde 1780. Traducción de Jordi Beltrán.


Barcelona: Editorial Planeta S.A., 2012. 212 páginas.
La obra de Eric Hobsbawn se inscribe dentro del espectro historiográfico que busca definir
a la nación, más allá de un “conjunto de personas suficientemente nutrido cuyos miembros
consideren que pertenecen a una ‘nación’”1 que es la definición que, afirma, se tomará
inicialmente en el texto. De esta manera, el autor plantea aportar a la producción relativa a
la materia que, resalta, ha aumentado dos décadas antes de la publicación del libro, entre
1968 y 19882.
El libro está organizado en seis capítulos. En el primer capítulo titulado “La nación como
novedad: de la revolución al liberalismo”, el autor plantea el nacimiento del concepto de
nación de la mano con la construcción de ‘los estado-nación’, es decir que se constituían
solo las naciones que tenían un tamaño suficientemente grande y que se “consideraban
viables: cultural y, desde luego, económicamente” 3. Para esta constitución de naciones
Hobsbawn propone tres criterios fundamentales: el primero era la vinculación de un pueblo
con un estado de amplia tradición histórica; el segundo era una élite cultural antigua que
tuviera una lengua para usarla en la literatura y la administración estatal y; la tercera era
una fuerte capacidad de conquista y expansión.
El siguiente capítulo “protonacionalismo popular” aborda el sentimiento creado en las
masas populares a la par con los proyectos de nacionalismo de estado y; cómo, aunque
jugara un rol importante, las lenguas no eran protagonistas dentro de la consolidación de
estos movimientos protonacionalistas, mientras que para los proyectos nacionalistas si eran
fundamentales, sustentándose en las tres razones citadas por Benedict Anderson: primero
crea un grupo dentro de la élite cultural que puede coincidir con el territorio que habita, lo
que ayuda a replicar el modelo a comunidades más grandes; la segunda consiste en que la
lengua común al ser construida debía recrear la ilusión de un vigencia permanente y eterna
y; la tercera razón consiste en que esa lengua inicialmente de la élite, se consolidó como
lengua oficial gracias a su implementación en la educación estatal.
Adicional a la lengua, el autor plantea la etnicidad o el concepto de raza como algo ligado
al nacionalismo, sustentándose en tres razones. La primera tiene que ver con que
históricamente han servido para separar en clases superiores e inferiores, la segunda hace y;
finalmente, afirma Hobsbawn que la etnicidad es ajena al protonacionalismo a menos que
se haya mimetizado en la tradición del estado. Además, el autor afirma que hay otros dos
factores que construyen o consolidan los protonacionalismos: la religión y el sentimiento de
pertenencia a una entidad política.

1
Hobsbawn, Eric. Naciones y nacionalismo desde 1780 (Barcelona: Planeta, 2012 [1991]), pp. 17.
2
Ibíd. pp. 12.
3
Ibíd. pp. 41
Estudiante: Michael Contreras Tellez Historia Contemporánea S.XIX Código: 2220860
Profesora: Ana Milena Rhenals RESEÑA Escuela de Historia-UIS 11/Diciembre-2023

En el tercer capítulo denominado “la perspectiva gubernamental” se aborda el cambio que


se dio en la relación entre los miembros de las clases gobernantes y los gobernados, pues
mientras en el Antiguo Régimen eran súbditos, ahora el estado debía convertirlos en
ciudadanos y darles, al menos teóricamente, las mismas condiciones a todos.
Adicionalmente, se plantea que los nacionalismos construyeron sentimientos de
patriotismos entre las gentes de las clases populares, tanto que, como lo señala el autor en
un ejemplo, los gobiernos se impresionaron al ver el patriotismo con que los ciudadanos se
enlistaban en las filas de los ejércitos.
Siguiendo el orden narrativo, el cuarto capítulo “la transformación del nacionalismo, 1870-
1918” trata de ese cambio que se dio en los nacionalismos respecto al abordado en el
primer capítulo. En este periodo de tiempo, el autor propone que, cualquier grupo de
ciudadanos que se consideraran como nación, podían tener el derecho de consolidarse como
tal, es decir, tenían el derecho de autodeterminación, en contraposición a los nacionalismos
de estado que se construían en la etapa posrevolucionaria. Además, no era necesaria la
existencia de una élite cultural y tampoco, de un estado con tradición. Esta nueva creación
de naciones sugiere el autor, se fundamentó en tres fenómenos: la resistencia de grupos
tradicionales, las migraciones sin precedentes y las clases crecientes en las sociedades
camino a la urbanización.
Adicional a lo anterior, el principio del umbral ya no era el eje central para la conformación
de una nación, sino factores como la etnicidad y la lengua tomaron su lugar de
preponderancia. Asimismo, el concepto de raza, fundamentado en razones científicas,
permitió a los nacionalistas establecer límites entre los propios y extranjeros a la nación.
En cuanto al quinto capítulo llamado “el apogeo del nacionalismo, 1918-1950” retoma los
nacionalismos durante el periodo de entre guerras y parte de la posguerra. Se señala que,
junto con la revolución rusa, el patriotismo fueron fenómenos con numerosas
complicaciones, como: la guerra civil ideológica a nivel internacional fue el escenario para
el surgimiento del nacionalismo antifascista; el reaseguramiento del sentimiento
nacionalista entre trabajadores e intelectuales y; el hecho que el nacionalismo antifascista
estaba inmerso en nacional y social.
Asimismo, el autor plantea la figura de las sociedades pluriétnicas como una evidente
diferencia a las sociedades tradicionales, en tanto que, quienes entran a las sociedades
modernas pueden asimilarse a ella, puede aceptarse como minoría o exponga su diversidad
étnico-cultural para establecer nuevas posiciones. Y, también se plantea que las relaciones
interétnicas pasan por una distribución del trabajo, reconociendo al extranjero no como
competidor sino como ayuda.
Estudiante: Michael Contreras Tellez Historia Contemporánea S.XIX Código: 2220860
Profesora: Ana Milena Rhenals RESEÑA Escuela de Historia-UIS 11/Diciembre-2023

Finalmente, el capítulo seis titulado “el nacionalismo en las postrimerías del siglo XX”, el
autor hace un análisis del concepto en el momento en que escribe el libro, que plantea es un
tiempo en el que se ha dado la mayor cantidad de creación de estados debido a la
desintegración de la URSS y de Yugoslavia. También afirma que el nacionalismo ha
perdido la fuerza histórica que tuvo en el periodo entre la Revolución Francesa y la
Segunda Guerra Mundial.
En conclusión, el libro Naciones y Nacionalismos desde 1780 es inscribe como una obra
que hace aportes considerables a los estudios sobre el concepto de nación, en tanto que
analiza el concepto en un amplio espectro temporal, lo que permite ver los cambios que
tiene a lo largo del periodo de estudio, además que caracteriza los factores del concepto
para cada uno de los momentos planteados. Adicionalmente, el uso extenuante de ejemplos
son una forma de ilustrar y explicar al lector a las ideas planteadas en todo el texto en su
conjunto.

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