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CAPÍTULO II
DIMENSIÓN VERTICAL
Es posible que una de las dudas más grandes que plantean las grandes
reconstrucciones sea lo que nos obliga a preguntarnos si el paciente habrá sido
rehabilitado en una dimensión vertical correcta. Los profesionales recién recibidos
e incluso los más experimentados pueden llegar a formularse la siguiente
pregunta: ¿Habremos acertado en la determinación de la dimensión vertical?.
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DEFINICIÓN
Para comenzar este análisis es conveniente hacer una breve reseña histórica
del concepto de dimensión vertical. Los primeros que lo utilizaron fueron los
protesista en cuanto a la rehabilitación por medio de una prótesis completa. Estos
conocían la necesidad de dejar un espacio libre interoclusal entre ambas arcadas
para permitir que los músculos estriados del sistema gnático pudieran trabajar con
períodos de actividad y descanso. En realidad lo que se buscó desde los
comienzos de la rehabilitación oral fue un espacio libre interoclusal adecuado para
cada biotipo. (1)
TECHO RÍGIDO
Fig. 2-1: La posición de cierre determina lo que se conoce como techo rígido
expresándose la DVO
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ELI
DVP
Fig. 2-3: Posición erguida u ortostática de la cabeza de modo que la mirada se dirija
al horizonte, con los labios contactando levemente oponiéndose a la fuerza de
gravedad y dejando entre las superficies oclusales un espacio libre
sostenido de tensión muscular. Para lograr el tono muscular existe una actividad
de un número reducido de unidades motoras y el tono muscular es la resistencia
contra el estiramiento excesivo de un músculo. Los músculos elevadores son los
agentes antigravitacionales por excelencia, aunque los músculos depresores
también describen una pequeña actividad tónica (especialmente del músculo
digástrico y pterigoídeo externo), que ayuda a mantener la mandíbula en esta
posición postural estabilizándola especialmente en el plano horizontal. Entonces
muchos autores describen que durante la posición postural mandibular hay un
equilibrio neuromuscular o balance neuromuscular entre los músculos elevadores
y depresores mandibulares. Debido a esto se dejó de llamar DV de reposo a la
correspondiente con la posición mandibular, ya que se descubrió que existe
actividad eléctrica neuromuscular durante la posición postural, que como ya se
mencionó, ayuda a contrarrestar la fuerza de gravedad que tiende a deprimir la
mandíbula. El término posición de reposo mandibular induce a pensar que existe
un completo “silencio” electromiográfico o una mínima actividad tónica muscular
mandibular lo que por cierto no es así. Manns y colaboradores por el contrario
observaron en sujetos sanos que la actividad electromiográfica tónica de los
músculos masétero y temporal (porción anterior y posterior) experimentaban una
disminución gradual cuando la mandíbula era deprimida más allá de su posición
postural, alcanzando un mínimo a un cierto rango de dimensión vertical que era
específico para cada uno de los músculos estudiados (x = 10 mm de distancia
interoclusal y x =15 mm para su porción posterior). Más allá de este rango la
actividad eléctrica muscular experimentaba un incremento, presentando sus
(3)
mayores valores a una dimensión vertical cercana a la apertura máxima.
1. Posición de la Cabeza:
complica aún más en los modernos sillones dentales, en los que el paciente se
encuentra en posición casi horizontal. Por lo tanto, es importante tener claros
cuales son los requisitos necesarios para obtener una posición de reposo:
mantener la cabeza erguida sin apoyarla en ningún lugar y con el plano de
Francfort paralelo al suelo, el paciente debe estar relajado, sentado o de pie. (1)
Por supuesto que no puede existir un ELI de cero porque esto significaría
una invasión total del mismo.
Nos referimos a los escalones que se producen entre la guía anterior y los
cuadrantes posteriores. Dichos desniveles tienen una correlación con la cantidad
de altura funcional de la guía anterior y así se podrá observar por ejemplo, un
marcado escalón negativo en los pacientes con bocas de Clase II (Fig. 2-4). (1)
3. Stress:
Para un disertante es fácil percibir de qué lado los cursantes tienen más
facilidad para escuchar; para ello es suficiente con que observe hacia que lado
inclinan la cabeza. (1)
Mecanismos periféricos
• Técnica de Silverman
• Técnica de Shlosser.
marcas extraorales.
marcas intraorales.
A B
Éste, que debe ser uno de los métodos mas divulgados, consiste en
ubicar dos marcas, una en el maxilar superior a nivel de la zona nasal y otra en
maxilar inferior en la zona del mentón. Luego se le pide al paciente que ocluya
y se mide la distancia entre ambas arcadas con un compás de puntas secas. A
continuación se lo induce a que adopte la posición de reposo mandibular y se
calcula esta nueva distancia. La diferencia entre la posición de reposo
mandibular y la de oclusión nos dará la medida del ELI. El valor obtenido debe
ser comparado según los valores de la clasificación de los diferentes biotipos
(Fig. 2-9). (1)
OH
PR
Comparación morfológica
Análisis Morfológico
Métodos Cefalométricos
Puntos
Fig. 2-10
98
Puntos Maxilares:
Fig. 2-11
99
Fig. 2-12
100
Fig. 2-13
Fig. 2-14
Nos hemos referido a los puntos más significativos del céfalograma, sin duda
que existen más, pero esto nos bastará para nuestros propósitos.
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Ahora nos referiremos a 4 medidas con las cuales el autor examina la forma,
tamaño, posición mandibular y definen biotipo facial por lo tanto el tercio inferior de
la cara (análisis cefalométrico de Ricketts resumido) (Fig. 2-15):
1. Eje Facial
2. Profundidad Facial
5. Arco Mandibular
5
4
Fig. 2-15
1. Eje facial. Es el ángulo formado por el plano Pt-Gn (eje facial) y el plano
basión-nasión. Expresa la dirección de crecimiento del mentón. Su valor
depende tanto de la forma mandibular como de la posición de esta en el
complejo craneofacial (Fig. 2-16).
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Fig. 2-16
90°
87°
Fig. 2-17
Valor normal: 26º +/- 4 a los 9 años. Disminuye 0,3 por año hasta la edad
adulta.
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Fig. 2-18
4. Altura facial inferior: Es el ángulo que forma la línea Xi-ANS con el eje del
cuerpo mandibular Xi-Pm. La norma es de 47° +/- 4 y permanece constante
con la edad. Un ángulo mayor indica divergencia de la mandíbula y el maxilar.
Fig. 2-19
5. Arco mandibular. Formado por la intersección del eje condilar (Dc-Xi) con la
prolongación distal del eje del cuerpo mandibular (Xi-Pm). La norma es de 26º
+/- 4, disminuye 0,5 por año debido al leve cambio en la morfología mandibular
como consecuencia del crecimiento (Fig. 2-20). 5
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Fig. 2-20
Puntos de referencia:
Fig. 2-21
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Planos:
1. S-Na. Base craneal anterior
Fig. 2-23
Para lo cual el autor presenta la altura facial inferior, que se mide desde la
espina nasal anterior al punto mentoniano. La altura facial inferior se debe utilizar
en conjunto con la longitud maxilar, que es la distancia entre el punto condileo al
punto A; longitud mandibular, que se mide desde el punto condileo al gnation
anatómico (Fig. 2-24).
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Fig. 2-24
Cuadro 2-25
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Fig. 2-26
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Estudio
vertical. Los sujetos con oclusión Clase III quedaron excluidos. Las distancias ojo-
oreja y nariz mentón fueron medidas mediante el craneómetro cuando se
establecía la oclusión en céntrica. La punta del craniómetro fue colocada dentro
del meato del conducto auditivo externo, de modo que quedara inserta
perpendicularmente al plano sagital del cráneo. Con esta punta acomodada en los
meatos, la punta orbital fue posicionada en el borde lateral de la órbita (Fig. 2-28).
La cabeza del paciente debe estar ajustada en una posición erguida, sin apoyo,
con la burbuja del nivelador en la mitad del nivel de agua Se registraron las
medidas ojo-oreja en ambos lados, izquierda y derecha. Para la distancia nariz-
mentón, el craniómetro se colocó entre la superficie inferior de la mandíbula y la
espina nasal con presión firme (maxilar y mandíbula en oclusión) a nivel de la
línea media de la cara (Fig. 2-29). Para evaluar la confiabilidad de ambas
distancias ojo-oreja y nariz-mentón, las medidas en todos los pacientes fueron
independientemente obtenidas por dos ayudantes
Fig. 2-28
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Fig. 2-29
CASO CLÍNICO
A B
A
Fig. 2-32: A: Modelos en MIC; B: Modelos en RC tentativa. Se pude apreciar el
marcado desgaste dentario por acomodación mandibular y sobrecarga anterior.
A B
C D
C
Fig.: 2-42: A: confección de plano en cera rosada sobre el modelo de trabajo montado en
articulador. Se evalúa que exista un adecuado contacto de los dientes superiores en el.
Articulador (marcas); B: Prueba en boca del plano; C: Plano de cobertura total mandibular
transformado en acrílico transparente; D: plano colocado en boca.
Técnica De Las Proporciones Faciales: Esta técnica se basa en que los tercios
de la cara deben tener cierta proporcionalidad. Al realizar estas medidas
obtuvimos los siguientes valores:
Según este método se deben ubicar dos marcas, una en el maxilar a nivel de
la zona nasal y otra mandibular en la zona del mentón. Luego se le pide al
paciente que ocluya y se mide la distancia entre ambas marcas con un compás.
Posteriormente se le induce a que adopte la posición de reposo mandibular, por
ejemplo mediante la pronunciación de ciertos fonemas como la letra “m” o que
pronuncie la numeración del 60 al 70 (Fig. 2-47).
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Valores obtenidos:
A B C
Análisis Cefalométrico:
Ésta radiografía posee un gran valor, ya que nos servirá para determinar si la
DV a la cual estamos trabajando es apropiada fisiológicamente con la paciente.
Para determinar o predecir las relaciones morfológicas que se quieren
obtener con el tratamiento rehabilitador y que pronóstico tiene la corrección.
Para ello aplicamos los análisis cefalométricos de Ricketts y Björk – Jarabak, de
los cuales podemos extrapolar información respecto a la dimensión vertical de los
ángulos y planos que nos son de utilidad (Fig. 2-48, 2-49):
Céfalograma de Ricketts:
• Eje facial
• Altura facial inferior
2
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cóndilos será forzado en la fosa articular cada vez que el paciente haga una
deglución o simplemente trague saliva, acto que se repite aproximadamente 1.500
veces en el día y en cuyo momento los dientes tienen que ponerse en contacto.
145
Fig. 2-50
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En definitiva, es importante tener claro que los dientes y la ATM forman una
articulación y que se necesita una perfecta armonía entre la dimensión vertical
anterior y posterior.
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BIBLIOGRAFÍA