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SUMARIO:
Oclusión dentaria: Concepto, tipos de oclusión. Guías de la Oclusión: Cúspide de apoyo, declives
guía, guía incisal, guía condilar, ángulo de la cúspide. Concepto de plano de oclusión y curva de
Spic. Relación entre las superficies oclusales maxilares y mandibulares.
Masticación y oclusión. Tipos de masticación. Hábitos masticatorios. Neurofisiología de la
masticación.
OBJETIVOS:
1. Citar el concepto de oclusión.
2. Describir las características generales de la oclusión humana.
3. Explicar las guías de la oclusión.
4. Explicar el reflejo de apertura y cierre de la boca durante la masticación.
INTRODUCCIÓN:
1- Los movimientos masticatorios precisan de contactos entre las arcada ya sea en posición
céntrica o excéntrica, lo que se define en Estomatología como oclusión.
2- En el trabajo se abordan contenidos del sistema nervioso y del periodonto que se estudian
posteriormente al tema de músculos y movimientos mandibulares.
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DESARROLLO:
OCLUSIÓN:
El diccionario define el término oclusión como el "acto de cerrar o ser cerrado". En Estomatología
se entiende por oclusión toda la variada y compleja gama de relaciones entre los dientes de
ambas arcadas en el caso del contacto entre ellos y durante los movimientos mandibulares. Se
comprende, por tanto, que el fenómeno oclusivo tiene una relación directa con la biomecánica de
la articulación temporomandibular (ATM) y con la acción de los músculos que intervienen en los
movimientos de la mandíbula y sus mecanismos reguladores (nerviosos, vasculares).
En el concepto de oclusión, también se tienen en cuenta el alineamiento de los dientes en su arco
con sus numerosos puntos de contacto interproximales y las relaciones de los dientes con otras
estructuras no dentarias del aparato masticatorio (lengua, labios, mejillas). En fin, todos estos
elementos conjugados son los que determinan un definido patrón oclusivo en todo momento. De
aquí se deduce que el fenómeno de la oclusión no es estático, sino eminentemente dinámico. Las
relaciones cambian sin cesar debido a los procesos de crecimiento y desarrollo de maxilares y
mandíbula y los procesos generales del cráneo; cambian también por los procesos de brote y
recambio dentario, así come por el continuo desgaste de las coronas sufrido a consecuencia de la
fricción masticatoria.
El desgaste puede ser oclusal, el cual se acompaña de mecanismos compensatorios que tratan de
mantener constante la altura intermaxilar o dimensión vertical (aposición apical de cemento con
erupción continua en sentido oclusomesial), aunque de manera mediata, estos cambios pueden
resultar perjudiciales: desproporción entre las partes intraalveolar y extraalveolar del diente con
peligro para su estabilidad. Además del desgaste oclusal, se produce desgaste en las superficies
de contacto interproximales, lo cual va convirtiendo a las primarias relaciones de contacto
interproximales puntiformes (puntos de contacto) en verdaderas áreas o facetas de contacto. Este
fenómeno provoca un acortamiento del área dentaria que se ha calculado por Posselt en alrededor
de 10 mm hacia los 40 años. El acortamiento del área se acompaña de procesos de remodelado
(aposición-reabsorción) del hueso.
Puede comprenderse que las arcadas alveolodentarias se encuentran constantemente en un
franco proceso de reconstrucción de cambio, el cual trata de mantener a las estructuras dentro de
los limites del equilibrio biológico debido a la influencia de multitud de factores. Cuando cualquiera
de ellos, o varios a la vez, fracasan en su objetivo, se produce una alteración conocida como
maloclusión que trae aparejado un desbalance anatomofuncional del sistema dentario y, por tanto
del aparato masticatorio.
Dentro de una oclusión balanceada y funcionalmente eficaz, los movimientos mandibulares
producen una serie abundante de relaciones de contacto entre los dientes antagonistas, todas y
cada una de las cuales constituye un acto oclusivo, pues para ello basta con el contacto dentario
en un solo punto.
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sobremordida normal en la oclusión humana, condiciona dos elementos importantes a considerar
en las relaciones entre los dientes de ambos arcos: el resalte y el entrecruzamiento.
El Resalte, conocido internacionalmente como overjet es la distancia medida en sentido sagital
(anteroposterior) entre las superficies linguales superiores y labiales inferiores, estando los dientes
en contacto intercuspídeo. Se considera que debe ser de aproximadamente 1-3 mm.
El entrecruzamiento o sobremordida (Sobrepase), conocido internacionalmente como overbite,
es la distancia medida en sentido vertical entre los bordes incisales (o cimas cuspídeas) de ambos
antagonistas. Se acepta comúnmente como normal el hecho de que al ocluir, las coronas de los
superiores no oculten más de un tercio de las coronas de los inferiores (1/3 corona). Los
resultados de Posselt le permiten afirmar que el entrecruzamiento normal esta entre 0 y 4 mm.
Más de esa cifra es un entrecruzamiento profundo y cuando al ocluir queda una separación
entre los bordes antagonistas, se habla de "mordida abierta".
Es muy conveniente aclarar que la definición de lo que se puede considerar normal y lo que no lo
es, así como el limite preciso entre estos dos aspectos son elementos harto difíciles de establecer,
porque desde el punto de vista funcional es posible encontrar oclusiones eficientes con un resalte
y/o entrecruzamiento mayores o menores de lo que se considera como normal desde el punto de
vista morfológico. Por ejemplo, es lógico que con la edad el entrecruzamiento tenga que variar
obligatoriamente debido al desgaste oclusal y es posible que la variación sea mayor o menor que
la norma, lo que depende de los sectores del arco, más o menos desgastados.
Se hace necesario dejar establecido que el resalte y el entrecruzamiento son posibles de
determinar entre cualesquiera antagonistas del arco, aunque para fines de diagnóstico, en la
práctica se hace casi invariablemente en el sector anterior.
EQUILIBRIO OCLUSIVO
Hemos señalado que la oclusión es en conjunto de fenómenos muy complejos, en los que resultan
involucrados toda la dentadura y el resto de las estructuras no dentarias del aparato masticatorio.
Cada diente aislado es solo un eslabón de la cadena oclusiva y de forma independiente carece de
significación. Sin embargo, la pérdida o alteración de uno de ellos puede ya considerarse como un
estado de maloclusión. Cada diente se integra eficientemente al proceso de la oclusión solo si
mantiene una disposición adecuada para tal función cuyo equilibrio es mantenido por la
interacción de varios factores que actúan como pares de fuerzas de acción y reacción. Estas
fuerzas se orientan en cada uno de los ejes del espacio. Cada parte componente de fuerzas de
dirección opuesta y de semejante magnitud, por lo que resulta que se anulan sobre el diente,
manteniendo su posición equilibrada para lograr la estabilidad oclusiva.
Las fuerzas más expuestas a desaparecer son las del diente antagonista y las interproximales, por
lo que las alteraciones más frecuentes de este equilibrio son las expulsiones o extrusiones y las
migraciones (sobre todo hacia mesial). Recuérdense la erupción continua de los dientes en
sentido oclusomesial.
La respiración bucal provoca una acentuación de la presión muscular de los carrillos (músculo
buccinador) sobre Ion sectores posteriores del área, con lo cual se produce estrechamiento del
arco, vestibuloversión de incisivos superiores y paladar profundo a ojival. La lengua protráctil
puede causar vestibuloversión de incisivos (sobre todo de los inferiores) y mordida abierta. Una
hipotonía labial (músculo orbicular de la boca) puede ser también factor etiológico de
vestibuloversión de los incisivos.
En realidad, las fuerzas que mantienen el equilibrio oclusivo representan un conjunto de múltiples
fuerzas que actúan coordinadamente para mantener el equilibrio de cada diente en oclusión.
En la práctica, el equilibrio oclusivo ideal o perfecto no existe, pues intervienen muchos factores
con amplia variabilidad dentro de limites funcionalmente aceptables (brote, crecimiento y recambio
dentarios; presiones de los tejidos blandos, movimientos mandibulares, esfuerzos masticatorios,
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etc.). El equilibrio oclusivo ideal de normalidad ha de considerarse como el que permite mantener
en posición funcionalmente eficiente a cada diente ya al conjunto de ellos sin comprometer el
poder de adaptación de los tejidos de sostén.
Aun con sus características eminentemente dinámicas expuestas a ofrecer gran variación dentro
de condiciones anatomofisiológicas normales, el proceso de oclusión dentaria se halla
determinado y sus características condicionadas por un conjunto amplio de factores, llamados por
tal razón: guías de la oclusión.
Realmente las guías de la oclusión son estructuras anatómicas dentarias o de otros componentes
del aparato masticatorio o bien son elementos constituidos por dichas estructuras anatómicas que
ejercen un efecto o determinada influencia sobre la oclusión.
De la forma, disposición y relaciones de las guías de la oclusión dependen las características de la
oclusión en cada momento. Algunas guías tienen la peculiaridad de que sobre ellas es posible
actuar directamente (el operador, el estomatólogo) a fin de modificarlas con el objetivo de
reacondicionar algunas anomalías de la oclusión. En ocasiones, dichas maniobras operatorias no
revisten una gran complejidad para ejecutarlas.
Las guías de la oclusión dentaria son: cúspides de apoyo, declives guías, guía anterior, ángulo de
la cúspide, guía condilar, curvas de compensación (en el plano sagital y en el plano frontal) y
plano de oclusión.
GUIAS DE LA OCLUSION
Declives guías: Son los planos y bordes oclusales sobre los cuales se deslizan las cúspides de
apoyo durante los movimientos mandibulares. Constituyen declives guías: las vertientes oclusales
de las cúspides vestibulares de premolares y molares maxilares y las vertientes oclusales de las
cúspides linguales de los premolares y molares mandibulares. En el sector dentario anterior, las
cúspides de apoyo (bordes incisales de los incisivos mandibulares y la cúspide del canino
mandibular) se deslizan sobre las superficies palatinas de sus homólogos antagonistas del arco
superior, por lo que estas ultimas son también declives guías. No obstante, por su connotación
anatomofuncional especial estas estructuras reciben el nombre particular de guía incisiva.
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Guía anterior: Guía incisiva y Guía Canina.
Guía incisiva: Se le llama guía incisiva a la influencia que ejercen las superficies palatinas de los
dientes anterosuperiores sobre el movimiento mandibular en oclusión, es decir, sobre la
trayectoria oclusiva de los dientes anteroinferiores.
Instalados los incisivos en su base ósea alveolar de soporte, se admite que la trayectoria incisiva
es el recorrido que efectúa el borde incisal inferior sobre la superficie palatina de sus antagonistas
superiores. Esta trayectoria no puede ir más allá de lo que "autoriza" el plano palatino (superior),
por lo tanto, la guía incisiva ejerce influencia sobre todos los movimientos mandibulares en
oclusión.
Como puede comprenderse, la guía incisiva es uno más de los declives guías. Esta guía incisiva
depende de la morfología y de las relaciones de posición de los dientes anteriores.
Guía canina: recorridos que efectúa la punta cuspídea de cada canino inferior sobre la superficie
palatina de su antagonista superior (en los movimientos de lateralidad).
Ángulo de la cúspide: Es el ángulo formado por la vertiente oclusal de la cúspide con el plano
que pasa por el vértice de dicha cúspide (y que es perpendicular a su bisectriz).
Como puede apreciarse, no es más que la inclinación de los declives guías o superficies de
desplazamiento de las cúspides de apoyo; por lo tanto, es un elemento que ejerce considerable
influencia sobre las trayectorias dentarias en oclusión (modificando su amplitud, dirección, etc.). A
medida que progresamos en el arco en sentido posterior, este ángulo se reduce por disminución
de la altura cuspídea y aumento de su base de implantación en la corona, con lo cual las
vertientes de las cúspides se horizontalizan más.
Las estructuras expuestas hasta aquí, constituyen guías de la oclusión que son modificables
mediante maniobras de ajuste de la oclusión por tallado selectivo, realizables por el estomatólogo.
Guía condilar: Es la trayectoria que recorre el eje de rotación transversal y la vertiente anterior del
cóndilo mandibular sobre la pared posterior de la fosa mandibular del temporal, durante las
excursiones funcionales (movimientos) de la mandíbula. Se mide en grados con relación al plano
de Frankfort (se considera que su valor normal oscila alrededor de 40°).
Junto con las estructuras anatómicas dentarias, la guía condilar es otro factor determinante para el
establecimiento de determinados patrones de contacto antagonistas (oclusivos), durante los
movimientos funcionales de la mandíbula. La guía condilar en el lactante es casi nula y va
aumentando a causa de las exigencias funcionales de la ATM, que se hacen más complejas con
la aparición de los dientes y, por consiguiente, con el aumento de la función masticatoria
(recuérdese que al nacimiento, la fosa mandibular del temporal es plana y está orientada hacia
afuera). En el desdentado vuelve a reducirse (este fenómeno se atenúa considerablemente por la
instalación oportuna de prótesis funcionalmente eficaces, que sustituyan los dientes a medida que
estos se pierden).
Los registros gráficos demuestran que la trayectoria condílea en el plano sagital adopta la forma
de una "S" alargada.
Curvas de compensación:
Los dientes se disponen en el arco siguiendo un patrón espacial regular. Esta disposición es la de
mayor eficacia funcional y depende de la forma de los dientes, de las relaciones de oclusión y de
la posición en que mejor es aprovechada la fuerza muscular (la fuerza muscular masticatoria se
aprovecha mejor cuando las superficies oclusales se ubican perpendicularmente a la trayectoria
de las fibras musculares de los músculos masticatorios). Uniendo las cimas de las cúspides
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pueden trazarse curvas que representan la regularidad funcional de la disposición de los dientes
en el arco. Hay una curva de compensación en el plano sagital (curva de Spee) y otra en el plano
frontal (curva de Wilson o de Monson).
Curva de Wilson: Esta curva surge debido a la necesidad de compensar la diferencia de la altura
cuspídea: las cúspides vestibulares de los dientes se encuentran en un plano de oclusión más
elevado que las cúspides linguales porque los dientes maxilares están fisiológicamente en
vestibuloversión y los dientes mandibulares en linguoversión. De acuerdo con esta curva, son
posibles los deslizamientos intercuspideos armoniosos durante los movimientos de lateralidad.
Plano de oclusión: Corresponde a una superficie imaginaria que toca todos los bordes y
protuberancias contactantes de los dientes.
Tal superficie no es plana realmente, sino curva, en forma de "pala de hélice".
Para fines diagnósticos, y en general para la práctica, podemos representar el plano de oclusión
como una recta que pasa equidistante de los bordes incisales y cimas cuspídeas antagonistas.
Alcanza casi la línea de cierre de los labios.
La relación e interdependencia que existe entre todos los fenómenos determinantes o guías de la
oclusión y su papel en el logro de una oclusión balanceada (funcionalmente eficiente) ha sido
establecida en la llamada "Quinta de Hanau o "quinteto articular":
Aunque adopta la forma de una ecuación aritmética, no es una operación de ese tipo, sino solo la
expresión qua indica la proporcionalidad entre sus factores. Obsérvese que en cada factor de la
"ecuación" hay colocados elementos modificables por maniobras de ajuste oclusal (en recuadro).
Una simplificación de la "quinta" es la "formula" de Thielemann:
KI
Op C Ok
donde:
K-inclinación de la trayectoria del cóndilo (guía condilar);
I - inclinación de la trayectoria incisal (guía incisiva);
Op -inclinación del plano oclusal (plano de oclusión);
C - inclinación de las cúspides (ángulo de la cúspide);
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Ok-curvatura del plano oclusal (curva de Spee).
Se conoce como hay que modificar determinado factor para lograr el balance oclusal cuando se ha
producido la alteración de algún otro factor o guía de la oclusión. Esto se hace de acuerdo con
ciertas leyes, regularidades o principios de la oclusión
1. La inclinación de las cúspides en el lado de trabajo (lado hacia donde se desvía la
mandíbula en los movimientos laterales) es semejante a la guía incisiva o la inclinación de los
bordes incisales inferiores.
2. La inclinación de las cúspides en el lado de balanceo (lado opuesto al de trabajo) es
semejante a la inclinación de las cúspides en los sectores posteriores de la dentadura.
Nota: Esto es así porque actúan unas cúspides contra otras durante los movimientos de contacto
protusivos
3. Cuando la curvatura de la superficie oclusal es ligera, puede conseguirse un equilibrio
oclusal aumentando la inclinación del plano oclusal.
4. En las prótesis dentales totales no se debe aumentar el ángulo de la cúspide.
En el ajuste de la dentadura natural, a veces estas leyes carecen de significación absoluta, porque
de lo que se trata es de restablecer la funcionalidad mediante variaciones morfológicas y las
situaciones son muy diversas. Dichas leyes, sin embargo, son útiles en la confección de prótesis.
El patrón normal de las relaciones de oclusión entre los dientes antagonistas, se estudia partiendo
de una posición oclusiva ideal llamada oclusión céntrica o intercuspidación habitual. Ella es la
resultante final del ciclo masticatorio y corresponde a la posición mas retraída y no forzada de la
mandíbula (sin que exista compresión de los tejidos retroarticulares), al final de su movimiento de
ascenso y logrando la mayor cantidad posible de puntos de contacto entre los dientes de ambos
arcos. Esta posición es una referencia importante; es la única reproducible y, por lo tanto, se
emplea en la práctica para el montaje de dientes en la construcción de prótesis; por otra parte,
las relaciones de oclusión que se establecen entre los dientes durante los movimientos
mandibulares son numerosas y muy variadas constituyen la llamada oclusión dinámica.
Hay una posición mandibular, durante mucho tiempo llamada "posición de reposo". Actualmente
se prefiere el término posición postural, debido a que es lograda y mantenida por mecanismos
neuromusculares semejantes a los que logran y mantienen la postura corporal. Es una posición de
inoclusión (no hay contacto antagonista), que se establece cuando la persona tiene su cabeza
erguida (de pie o sentado), con ritmo respiratorio tranquilo y en estado parcial de relajación
muscular; la mandíbula queda suspendida y entre las arcadas dentarias deja un espacio de 2-4
mm, aproximadamente, llamado espacio libre o espacio interoclusal, que permite el cierre de
los labios sin esfuerzo.
Los movimientos mandibulares que no provocan contacto dentario comienzan y terminan en la
posición postural; así mismo, desde esta posición, la mandíbula puede incorporarse a la ejecución
de cualquiera de sus movimientos funcionales.
En el cierre de las arcadas se denominan dientes antagonistas aquellos del arco opuesto al del
diente que se esta analizando y que por tanto ocluyen con él.
Existen solo dos dientes que ocluyen con un antagonista: el incisivo central inferior y el último
molar superior. El resto de los dientes ocluye normalmente con dos antagonistas: el diente
antagonista homólogo (el del mismo tipo y número), denominado antagonista principal, y el
antagonista vecino (distal para los superiores y mesial para los inferiores), que recibe el nombre
de antagonista secundario. Se habla entonces del principio u orden uno contra dos, según el
cual cada diente y sus dos antagonistas forman una unidad de oclusión, lo que es un factor de
estabilización de cada diente en su arco.
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Existe una relación de oclusión que es una referencia importante para la evaluación del tipo de
oclusión; es la relación (de oclusión) que se establece entre los primeros molares permanentes.
Dicha relación oclusiva toma una connotación especial porque son los primeros de la dentición
permanente en brotar y lo hacen por detrás de todo el sector temporal, por lo cual determinan el
alineamiento del resto de los permanentes sucesores de los temporales. Según Angle, la oclusión
neutral o neutroclusión es aquella en la cual el vértice de la cúspide mesiovestibular del Primer
Molar Superior hace contacto con la estría mesiovestibular del Primer Molar Inferior. Esta es la
clave de la oclusión o "Ilave" de Angle.
Si el primer molar inferior ocluye retraído con respecto a la relación anteriormente explicada, se
dice que estamos en presencia de una relación molar distal o distoclusión.
Si el primer molar inferior ocluye adelantadamente con respecto a la neutroclusión, se habla
entonces de una relación molar mesial o una mesioclusión.
De acuerdo con esta relación de oclusión entre los primeros molares permanentes, Angle
confeccionó su clasificación primaria de las maloclusiones.
A continuación describiremos en detalle las relaciones de contacto antagonistas que se establecen
en una intercuspidación habitual normal. En el sector incisivo, los bordes incisales inferiores se
deslizan sobre las caras palatinas de sus homólogos superiores (guía incisiva).
Incisivo Con el sector mesial de la cara palatina del incisivo, central superior
central inf.
lncisivo Con las caras palatinas del incisivo, central superior (sector distal) y del
lateral inf. incisivo lateral superior (sector mesial)
Incisivo Con toda la cara labial del incisivo central inferior y la parte mesial de la
centralsup cara labial del incisivo, lateral inferior
Incisivo Con las caras labiales del incisivo lateral inferior (sector distal) y del canino
lateral sup inferior (sector mesial)
El resto de dientes (sectores posteriores del arco), establecen engranajes cúspide-fosa con sus
respectivos antagonistas. Las fosas o depresiones antagonistas de las protuberancias dentales,
pueden ser de dos tipos: fosas en las caras oclusales de las coronas dentarias (fosas centrales y
triangulares), o bien partes oclusales de los espacios interdentarios (parte del espacio
interdentario que esta entre el punto de contacto y el reborde marginal.
Diente* Cúspide
Depresión antagonista inferior
8
6 Mesiolingual Fosa central del 6
Distolingual Espacio interdentario entre 6 y 7
7 Mesiolingual Fosa central del 7
Distolingual Fosita triangular distal del 7 o espacio interdentario entre 7
y8
*Hemos preferido omitir el tercer molar por sus frecuentes variaciones de forma y posición.
Diente* Cúspide
Depresión antagonista inferior
*Hemos preferido omitir el tercer molar por sus frecuentes variaciones de forma y posición.
De los conceptos y definiciones que se han expuesto sobre oclusión, puede concluirse que tal
proceso se encuentra condicionado por las peculiaridades del sistema dentario y por las
propiedades morfofuncionales del resto de las estructuras que componen el aparato masticatorio.
De acuerdo con esto es lógico que las peculiaridades de la oclusión varíen con el tipo de dentición
de que se trate, es decir, el proceso oclusivo en la dentición temporal presenta características
propias que lo diferencian de la oclusión de la dentadura permanente y lo individualizan.
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En el período de la vida en el cual brota la primera dentición, esta se establece y es
posteriormente sustituida por la permanente, existe una serie de condiciones morfofuncionales del
aparato masticatorio, las cuales consideramos de importancia:
1. No se ha alcanzado aun la altura intermaxilar o dimensión vertical definitiva por insuficiente
desarrollo dentario y del hueso alveolar. El ángulo mandibular esta abierto.
2. La articulación temporomandibular no presenta todavía su total madurez: la fosa mandibular
aun es aplanada y se orienta oblicuamente hacia fuera; el tubérculo articular es rudimentario.
3. Los reflejos de la masticación y la deglución así como de la articulación de las palabras, se
encuentran en franco proceso de establecimiento o formación.
4. Como la función masticatoria es incipiente, la actividad de los músculos de la masticación es
todavía débil.
Hay que añadir además, las características generales propias o inherentes a la dentadura
temporal y a la coexistencia, durante cierta etapa del órgano dentario de ambas denticiones
(dentición mixta), las cuales son:
1. Arcos dentarios de forma redondeada.
2. Dientes de menor tamaño.
3. Menor cantidad de dientes. Ausencia de premolares.
4. Coronas dentarias "achatadas", con mayor diámetro mesiodistal que cervicooclusal.
5. Cúspides puntiagudas pero de poca altura, con vertientes muy oblicuas u obtusas.
6. Espacios entre los dientes (se denominan diastemas; a veces este nombre queda para,
designar el espacio entre los incisivos centrales, y el resto se denomina tremas).
7. Ausencia de curva de compensación.
8. Periodos de establecimiento de "brechas" o espacios edentes en el arco por exfoliación de
dientes temporales.
9. Cambios dimensionales en el arco por el brote de dientes permanentes.
Problemas
1. ¿Cuál de los reflejos mandibulares entraña un asa polisináptica y cuáles son los receptores
principales que participan?
3. ¿Por qué el impulso sensorial periférico es importante para la función mandibular precisa y
normal?
4. El movimiento mandibular rítmico ¿obedece a una actividad refleja de apertura y cierre bucal
o participan otras estructuras del SNC que promueven dicha actividad?
5. ¿Por qué cuando entre nuestros dientes se interpone un objeto duro o filoso se interrumpe la
ritmicidad del ciclo masticatorio. ¿Qué tipo de reflejo se ha producido?
Desarrollo
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Vía aferente
Receptor
Centro
de
proceso
Efector
Vía eferente
Siempre que se estudie un reflejo nervioso se tendrá en cuenta dos cuestiones principales:
Se inicia por el receptor, donde se desarrolla un potencial local denominado potencial generador,
esta estructura como sabemos es un detector de información con la capacidad de transformar la
energía contenida en el estímulo en un evento electroquímico, por tanto se considera un
transductor.
La vía aferente constituida por fibras de la neurona sensitiva, que dependiendo de su diámetro así
será su velocidad de conducción, es decir, de transmitir potenciales de acción.
Centro integrador o modulador: Conformado por neuronas intercaladas sobre las que la neurona
aferente establece sinapsis, en esta transmisión sináptica, es donde se desarrollan potenciales
locales los cuales pueden ser excitatorios o inhibitorios, denominándose a los mismos potenciales
pospsinápticos, promoviendo los primeros la transmisión del impulso a la neurona efectora.
La vía eferente por donde se transmiten los impulsos, en forma de “órdenes” (potenciales de
acción) hacia los efectores (glándulas o músculos, siendo estos últimos los que en esta actividad
serán de nuestro interés).
De manera que el arco reflejo no es más que el conjunto de elementos desde el receptor hasta el
efector.
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La transmisión de la información sensorial de los tejidos bucofaciales (por ejemplo dentales) parte
desde el ganglio trigémino (donde se localizan de modo predominante los cuerpos celulares
aferentes primarios), las neuronas de segundo orden en el complejo nuclear trigémino sensorial
del tallo encefálico con sus diversos núcleos y subnúcleos, las neuronas de tercer orden en el
tálamo y las neuronas de orden elevado en la corteza cerebral somatosensorial.
La información sensorial puede pasar igualmente a otras áreas desde el complejo del tallo
encefálico, por ejemplo a los núcleos motores de nervios craneales de la formación reticular (FR)
desde donde puede pasar en forma indirecta (a través de muchas sinapsis) a niveles cerebrales
superiores o a centros espinales locales del tallo encefálico.
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Sistema
Trigeminal
De forma muy sencilla podemos dividir al núcleo sensorial trigeminal en tres partes vinculadas a
distintas formas de información somestésica:
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Componentes del complejo
trigeminal
Núcleo mesencefá
mesencefálico
Núcleo sensorial Núcleo sensorial principal
trigeminal del trigemino (puente)
Núcleo espinal (bulbo)
Vinculado a la propiocepció
propiocepción
Media el tacto fino
Media modalidades de dolor y temperatura
Mesencé
Mesencéfalo Reflejo de Apertura
Núcleo
Mandibular
mesencefá
mesencefálico
Mecanoceptores
Puente o Periodontales
Protube-
Protube-
-
rancia +
+ G.T.
Núcleo Labios y
Sensorial otras
Principal zonas
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La masticación puede activarse mediante presión dental o estimulación táctil de los aferentes
mecanosensitivos localizados sobre vastas zonas de la cavidad bucal y los labios.
Los cuerpos celulares de estos aferentes se encuentran en el ganglio trigémino y, para los
mecanorreceptores periodontales, en el núcleo de la raíz mesencefálica. Las proyecciones
centrales de los aferentes con cuerpos celulares en el ganglio trigémino se bifurcan y terminan en
neuronas de segundo orden en el núcleo sensitivo principal y en núcleo espinal del trigémino. Las
neuronas de segundo orden hacen sinapsis excitatorias, directamente o a través de las
interneuronas con las motoneuronas (MN) que inervan los músculos de la apertura bucal:
pterigoideo lateral y vientre anterior del digástrico. Los aferentes con cuerpos celulares en el
núcleo mesencefálico hacen sinapsis con interneuronas excitatorias e inhibitorias en el núcleo
motor trigeminal.
Las interneuronas excitatorias contribuyen a la activación de las MN de los músculos de la
apertura bucal, mientras que las interneuronas inhibitorias ejercen una potente inhibición sobre los
músculos del cierre bucal (masetero, temporal y pterigoideo interno)
Intenta conformar el acto y arco reflejo del reflejo de Apertura bucal apoyándote en el esquema
que precede a esta argumentación.
Mesencé
Mesencéfalo
Reflejo de Cierre
Núcleo Mandibular
mesencefá
mesencefálico
Puente o
Protube-
Protube-
rancia
+ Husos Neuromusculares en:
Núcleo
Sensorial
Principal Se elonga
Masetero durante la
Bulbo o Temporal Apertura
Ra
Pterigoideo Lateral
m
Médula Bucal
a
Oblonga
m
ot
or
Núcleo Cierre
a
V
Espinal del 16
Bucal
pa
Trigé
Trigémino
r
Conforme desciende la mandíbula se estiran los músculos del cierre bucal. Esto provee un
estímulo adecuado a los muchos husos neuromusculares en los músculos del cierre de la boca.
Las fibras aferentes primarias, cuyos cuerpos celulares también se localizan en el núcleo
mesencefálico, conducen los impulsos desde los husos. Las proyecciones centrales de las
aferentes primarias hacen sinapsis directa sobre MN alfa, que inervan a los músculos del cierre
bucal. Este reflejo monosináptico provoca la contracción de los músculos Masetero, Pterigoideo
medial y temporal, lo que da por resultado un cierre bucal de latencia corta, en lo anterior se
sustenta la contestación al segundo problema planteado en este material complementario.
Intenta conformar el acto y arco reflejo del reflejo de Cierre bucal apoyándote en el esquema que
precede a esta argumentación.
Resumen:
Durante la masticación normal, este ciclo se repite aproximadamente una vez por segundo.
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Parece que la mayor parte de la retroacción sensorial, con la excepción de la de los husos
neuromusculares, inhibe en forma activa la función de las neuronas motoras.
Las comparaciones del movimiento mandibular cíclico en personas dentadas y edéntulas también
tienden a apoyar el punto de vista que indica que el ligamento periodontal es un importante órgano
sensorial. El movimiento mandibular uniformemente reproducible con forma de ¨lagrima¨ en
sujetos dentados, muchas veces se encuentra distorsionado en edéntulos, quienes a diferencia de
las personas normales tienen funciones mandibulares con una velocidad más constante durante el
ciclo. No hay deceleración antes del contacto dental ni una fase de pausa durante la
intercuspidización. En consecuencia, se aplica poca tensión isométrica sobre las bases protéticas,
y se disminuyen las fuerzas por lo menos 75 %, en los dientes artificiales. Además, los
movimientos de cierre en las personas edéntulas, incluso durante el golpeteo voluntario, son más
al azar; en muchas ocasiones falta la precisión vista en sujetos con dientes naturales.
Se reconoce que el impulso sensorial periférico es importante para la función mandibular precisa y
normal, con lo cual damos respuesta al tercer problema planteado.
Puede no ser coincidencia que solo los mamíferos posean verdaderos ligamentos periodontales,
así como una masticación real con oclusión diente a diente precisa.
Movimiento
Rítmico y
preciso
Patró
Patrón
Generador
Central
Reservorio
Actividad motora
Motoneuronal
irregular al inicio
V par craneal de la masticació
masticación
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La 1ra. Se sustenta en que la estimulación cortical activa al reservorio MN del V par y al PGC, el
cual no modifica directamente la actividad de las MN, se plantea que modula los impulsos
corticofugales descendentes.
La 2da. Plantea la presencia de una vía corticofuga que guía la preparación y colocación del
alimento. La actividad motora es irregular en los primeros momentos de la masticación y solo
asume ritmicidad de manera gradual.
Si reunimos las dos teorías sustentado en los trabajos de Lund tenemos el mecanismo que
encabeza este tópico:
El impulso directo al reservorio MN a partir de la corteza motora puede guiar la preparación y
colocación del bolo alimenticio. La actividad motora es irregular durante las primeras etapas de la
masticación, y solo asume una ritmicidad apropiada en forma gradual. Con el inicio del MMR
disminuye la contribución de la corteza motora, y comienza a predominar la del PGC. De hecho,
cuando Lund hizo lesiones discretas en la corteza motora de animales de experimentación, alteró
las primeras fases de la masticación, pero no cambio el movimiento rítmico mandibular.
Lo anterior nos permite dar una respuesta cabal al cuarto problema planteado: resulta evidente
que la masticación rítmica es mucho más complicada que el simple modelo de Sherrington sobre
los reflejos alternos mediados por los grupos musculares de cierre y apertura bucal.
¿Cuál
¿Cuál es
es la
la función
función de
de los
los receptores
receptores periféricos
periféricos
durante
durante el
el movimiento
movimiento mandibular
mandibular rítmico?
rítmico?
Masticación
Activa Receptores Periféricos
Barorreceptores
en Ligamento Receptores cutáneos
Periodontal de alto y bajo umbral
Señales
Filtra lo banal
SNC Activa las respuestas
protectoras reflejas
CONCLUSIONES
1. Durante el reflejo de apertura bucal se activan los músculos de tal función, mientras que ocurre
inhibición de los músculos del cierre bucal.
2. Son los mecanorreceptores en el periodonto los que básicamente median el reflejo de apertura
de la boca.
3. El cierre bucal es consecuencia de un reflejo monosináptico por husos musculares de los
músculos que elevan la mandíbula.
4. La retroacción sensorial, con la excepción de la de husos neuromusculares, inhibe en forma
activa la función de las neuronas motoras
5. La estimulación cortical activa un circuito del Tallo encefálico reconocido como Patrón
Generador Central que afecta directamente al reservorio motor masticatorio del V par.
6. Una acción refleja de apertura bucal activada por nociceptores es importante protegiendo de
daño a los tejidos, si quedaran atrapados entre los dientes partículas duras o afiladas contenidas
en los alimentos.
TAREAS
BIBLIOGRAFÍA
1- Carbó Ayala JE. Anatomía Dental y de la oclusión. Ed. Ciencias médicas. La Habana 2005.
2- Folleto elaborado de Función y Control del Aparato Masticatorio.
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