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Origen

Danza de origen mítico e histórico, presente en diversos departamentos de Perú.


Su origen se remonta a la época incaica, donde participan exclusivamente las mujeres,
debido a que las damas eran seleccionadas para danzar en honor al Inca.

Etimología
La palabra "palla" es un vocablo quechua que significa "princesa casada". El cronista Inca
Garcilazo de la Vega, refiere que la colla era la esposa del inca, la ñusta era la hija principal
del inca y las hijas menores del inca al casarse tomaban el nombre de "pallas".
Por otro lado, Don Felipe Guamán Poma de Ayala (1613) manifiesta que "las pallas, eran
las hijas casadas de los incas".
A través de estos cronistas sabemos que Palla era una princesa casada, una noble señora
Inca.

La Danza de Pallas, de origen incaico es un homenaje a estas nobles señoras que se ha


mantenido hasta nuestros días. El obispo Martínez de Compañón (1776) ha dejado un
testimonio gráfico de esta danza, que se bailaba durante la colonia. Igualmente Don
Ricardo Palma cuenta que había la costumbre de presentar Pallas durante la Navidad
limeña.

Descripción
La palla actualmente viene a ser la depositaria de la fe y la esperanza de diversos pueblos,
las pallas son jóvenes mujeres que hacen la promesa de bailar en las fiestas patronales de
diversos santos y santas, tales como San Pedro, San Pablo, Santísima Virgen del Rosario
etc., solicitando la protección del venerado patrón o patrona.
Por ejemplo son muy conocidas las Pallas de Gorgor (Lima) y las de Angasmarca (La
Libertad) que se distinguen por sus bellísimos cantos. Las de Corongo (Ancash) destacan
por su impresionante vestuario.
Las Pallas de Conchucos se caracterizan por su solemne ritual coreográfico que realizan en
la Plaza el día central de la Fiesta del Señor de Ánimas. Asimismo, en el departamento de
Huánuco contamos con la ejecución de estas danzas en las diversas provincias que
conforman la región, entre ellas tenemos a las Pallas de Lauricocha, de Yarowilca, de Utao
(Churubamba - Huánuco), de Pachitea, de Ambo, de Marañón, de Huacaybamba, de Dos de
Mayo, de Huamalíes, etc., cada una de ellas con sus variantes de música, indumentaria y
personajes.
personajes
Los personajes pueden variar según el lugar donde se baile, pero los principales son:
El Inca o el Apu, personaje que lleva una corona de metal adornada con piedras preciosas,
capa tejida con hilos de oro y plata, un hacha, entre otros.

El ruco, rucu o viejo, quien hace el papel de guiador, es un personaje con abundante
cabellera, máscara, lazo y poncho.

Las pallas, usan una vestimenta muy elegante: coronas de flores multicolores y monterillas,
se cubren el rostro con hilos dorados y perlas; usan hermosos pendientes; vestidos de raso
elegantes, de color blanco, rosa o celeste según los casos. Adornos deslumbrantes con pana
granate decorado, amplios cinturones; una mantilla de seda que cubre su espaldar,
hombreras con muñecas y cintas de colores.

La Danza de las Pallas en el Distrito de San Juan, Provincia de Cajamarca

A lo largo de los años, la Danza de las Pallas ha sido una manifestación cultural arraigada
en el corazón del distrito de San Juan, provincia de Cajamarca. Esta tradición, que se
remonta a tiempos ancestrales, es una expresión de la identidad y el orgullo de sus
habitantes, quienes la celebran con fervor durante las festividades en honor al Santo San
Juan Bautista, que tienen lugar en el mes de junio.

Según los relatos transmitidos de generación en generación por los pobladores de la zona,
la Danza de las Pallas tiene sus raíces en tiempos prehispánicos, posiblemente de
descendencia incaica. El señor Santiago Santillán Cortez, de 80 años de edad, recuerda con
claridad cómo esta danza ha sido parte integral de la vida en San Juan desde tiempos
inmemoriales. Él sugiere que la práctica de la danza pudo haber sido impulsada por figuras
destacadas de la comunidad, como Ariestes Sáenz Díaz, quien fue un ferviente promotor de
las tradiciones locales y un entusiasta organizador de las festividades.
Las Pallas, como se les llama a las mujeres que danzan, son el centro de atención durante
estas festividades. Su vestimenta, rica en colores y detalles, refleja la belleza y la elegancia
de la cultura local. La pollera o rurimpa, el fustán o enagua, el anaco o falda, la banda, los
remangados, la pechera, la vincha, el tupu, la corona o flor, los aretes o dormilonas, la
gargantilla, los espejuelos rocetados, los pañuelos y los zapatos, todos estos elementos
componen un conjunto de vestuario que distingue a las Pallas y resalta su gracia al danzar.

Durante el transcurso de la fiesta, los sonidos de los violines y las arpas acompañan las
elegantes movimientos de las Pallas, creando una atmósfera de alegría y celebración. El
recorrido por las calles del distrito, al compás de la música y el baile, es una muestra de la
devoción y el respeto hacia San Juan Bautista y de la conexión profunda con las tradiciones
ancestrales.

Cada año, desde el 24 hasta el 30 de junio, San Juan se viste de fiesta para honrar a su santo
patrón y para celebrar la rica herencia cultural que representa la Danza de las Pallas. Es un
momento de unión, de alegría compartida y de renovación de los lazos que unen a la
comunidad con su historia y sus tradiciones más preciadas.

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