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Fernando Calderón - biografía y panorama

Fernando Calderón y Beltrán nació el 20 de julio de 1809 en Reino de la Nueva


Galicia (Guadalajara) y falleció el 18 de enero de 1845 en Villa de Ojocaliente.
Sus padres fueron don Tomas Calderón y doña María del Carmen Beltrán,
matrimonio acaudalado, dueño de la hacienda “La Quemada”, en el actual
municipio de Villanueva, en el estado de Zacatecas, muy cercana a la zona
arqueológica de “La Quemada”, perteneciente a la Cultura del Valle de
Malpaso.
Ocupó los cargos de magistrado en el Supremo Tribunal de Justicia en
Zacatecas y de diputado al Congreso del Estado. Por motivo de los negocios de
su padre, pasó su adolescencia en esta región.
Cursó estudios latinos, de filosofía y letras en el Real Colegio de San Luis
Gonzaga de Zacatecas. Posteriormente, tomó las cátedras de derecho civil,
derecho canónico y derecho constitucional, bajo la tutela del licenciado
Santiago Villegas. Se recibió de abogado en 1829 y comenzó a ejercer en
Zacatecas, sin abandonar la poesía.
Entre 1826 y 1827, en Zacatecas, Calderón escribe “Reinaldo y Elisa”,
“Zadig”, “Zeila”, Anmandina”, “Los políticos del día”, “Ramiro”, “Efigenia” y
“Hersilia y Virginia”, representadas en Guadalajara y Zacatecas y otras zonas de
la República en menor medida.
Pronto se mezcló en la política del Estado, obligándose a tomar las armas
en 1835 para defender y proteger las tendencias de su partido. Él participó en
una de las muchas rebeliones acaecidas en México durante esta época y fue
herido de gravedad en la Batalla de Guadalupe, en la cual salió victorioso
Antonio López de Santa Anna en las inmediaciones de Zacatecas en 1835. Su
fama literaria le proporcionó la amistad de personas ilustradas e influyentes,
quienes lo presentaron a la Academia de Letrán. Codeándose con D. Joaquín
Pesado, de Lacunza, entre otros literatos.
D. José Joaquín Pesado dijo sobre la obra de Calderón: “Se notará en las
obras de Calderón algunos defectos, algunos descuidos, algunas incorrecciones,
pero en cambio ¡cuánta poesía, cuánta dulzura, y a veces cuánto fuego! [...] En
ellos se pinta o revela el alma del autor.”
Calderón es más notable y digno de admiración como poeta lírico que
como dramático. Sus obras de teatro adolecen, por lo general, de los defectos
que el romanticismo produjo en nuestra literatura: el lenguaje, si bien es fácil y
animado, tiene a veces cierta profusión de adornos que le quitan la naturalidad;
la acción camina en medio de muchas circunstancias, que además de dividir la
atención, deja adivinar pronto el desenlace. Por lo demás, los versos son muy
bellos, armoniosos y fluidos. Merece ser contado entre nuestros mejores poetas.
A causa de su orientación y opiniones políticas, el gobernador de
Zacatecas lo desterró y él se refugió en la Ciudad de México. En ella asistió a la
Academia de Letrán y se incorporó al círculo literario de Guillermo Prieto, José
Joaquín Pesado, Manuel Payno, Ignacio Cumplido y el cubano José María
Heredia, con quién entabló estrecha amistad. Pocos meses duró el exilio, ya que
él volvió a Zacatecas, por orden del ministro de la guerra, el general José María
Tornel, quien expresó: “El genio no tiene enemigos; los talentos deben ser
respetados por las revoluciones”. Mermada su fortuna, ocupó nuevamente
diferentes cargos públicos. Finalmente, tras largos padecimientos, murió en la
villa de Ojocaliente, la madrugada del 18 de enero de 1845, a la aún joven y
prometedora edad de 36 años.

Sinopsis

Durante la época de las Cruzadas, Sofía, por designio de su padre,


convaleciente, se ve forzada a casarse con el duque Othón a costa de perder al
amor de su vida: Hermán, quien se dirigió a la guerra en Palestina. Una noche
tempestuosa, un peregrino llega al castillo del duque a pedir asilo, pero la vida
de Sofía se trastocará cuando descubra que el peregrino es en verdad Hermán, a
quien creyó muerto o lejos de ella.

Bibliografía

DOMÍNGUEZ MICHAEL, Christopher. Historia mínima: La literatura


mexicana del siglo XIX. [Documento en línea]
https://ww2.ebookelo.com/ebook/70250/historia-minima-de-la-literatura-mexic
ana-del-siglo-xix

CALDERÓN, Fernando. Poesía y teatro. México, 1902, Imprenta de V,


Agüeros.

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