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DISTROFIAS MUSCULARES
Las distrofias musculares son de difícil clasificación y, desde hace mucho tiempo este
nombre se reserva para las enfermedades musculares primarias, progresivas,
degenerativas y hereditarias. El estudio del ADN es de indudable valor diagnóstico, ya que
permite evidenciar el gen patógeno y su proteína.
No obstante, pueden clasificarse en:
1- Distrofias recesivas ligadas al cromosoma X: tipos Duchenne, Becker, Emery-
Dreyfuss
2- Recesivas autosómicas: de cinturas o “limb-girdle”, congénitas
3- Dominantes autosómicas: fascio- escapulo- humeral de Landouzy- Dejerine,
escápulo- peronea, distal en miembros, ocular, oculofaríngea
4- Distrofia miotónica: enfermedad de Steinert.
- Postsinápticas:
Miastenia gravis
Desde un punto de vista meramente formal, la Miastenia Gravis se define como una
enfermedad neuromuscular, mediada por anticuerpos contra el receptor de Acetilcolina de
la placa neuromuscular, alteración de la neurotransmisión debilidad y fatiga de los
músculos voluntarios. Es una enfermedad autoinmune, que afecta más frecuentemente a las
mujeres.
Desde el punto de vista semiológico, la ptosis que presenta el enfermo hace que lleve
la cabeza hacia atrás para poder sortear la semioclusión de los párpados (mirada del
astrónomo). La debilidad de los músculos faciales ocasiona una facie con sonrisa vertical, y
la de los masticadores, la imposibilidad de cerrar la boca con fuerza. Por otra parte, la
lengua puede presentar un surco lateral longitudinal bilateral (lengua en tridente).
La enfermedad puede asociarse con hiperplasia del timo hasta en el 70% de los
casos, y el 10 al 15% de los pacientes presenta un tumor tímico (timoma).
III- Miastenia generalizada aguda con compromiso precoz del tracto respiratorio y
manifestaciones oculares graves, mala respuesta a la medicación; mal pronóstico
IV- Forma tardía; miastenia que tarda dos años en desarrollarse a partir de la
sintomatología de los grupos I y II, tras lo cual se asemeja a la miastenia de tipo
III.
V- Miastenia con atrofia muscular; la mayoría de los enfermos pertenecen al
comienzo al grupo II y la atrofia se desarrolla luego de 6 meses.
Aunque el tratamiento debe ser establecido en forma individual y de común acuerdo entre
el médico y el paciente, en la actualidad se dispone de un amplio abanico de herramientas
terapéuticas:
- Los esteroides, utilizados con precaución son la segunda línea de tratamiento juntamente
con los inmunosupresores. Estos últimos, los hay de diferentes tipos y con distintos
mecanismos de acción.
Individualizado
De intensidad moderada
Tolerable y agradable para el paciente
Ejercicio recomendado
A continuación, indicaremos ciertos parámetros que se deben seguir dentro del ejercicio
recomendado en pacientes miasténicos.
Caminar:
Gimnasio
1. Máquinas con mecanismo de seguridad y poco peso
2. Cargas libres ligeras
10-12 repeticiones
No más de 3 series
NUNCA LLEGAR A LA FATIGA
Hidroterapia
Hacer puntas
Evitar temperaturas demasiado frías o calientes
Fisioterapia respiratoria
Los dos principales objetivos a trabajar son favorecer la expectoración y entrenar los
músculos respiratorios.
Durante la fase de entrenamiento de los músculos respiratorios se pondrá énfasis en
disminuir el trabajo respiratorio, mejorar la oxigenación, aumentar la función respiratoria.
Mediante el uso de técnicas de expansión pulmonar e inspiración y/o espiración contra
resistencia.
Ejercicios específicos
Se realiza con los labios fruncidos de manera similar a cuando se apaga una vela o silbar, a
continuación inspire lentamente por la nariz con la boca cerrada y espire lentamente por los
labios entreabiertos. En este ejercicio es importante que la espiración dure el doble que la
inspiración.
El paciente se encuentra sentado, con las rodillas flexionadas y las manos sobre el
abdomen. Una vez en esta posición debe inspirar de manera profunda por la nariz
manteniendo la boca cerrada. Al inspirar, el abdomen se distiende y provoca que eleve las
manos. A continuación el paciente debe colocar los labios como si fuese a silbar y espirar
suavemente y lentamente, haciendo un sonido silbante cuidando no inflar las mejillas. Al ir
expulsando el aire, los músculos del abdomen se hunden, volviendo a la posición inicial.
El paciente se encuentra sentado, con las rodillas flexionadas y las manos sobre el tórax.
Una vez en esta posición debe inspirar profundamente mientras empuja el tórax
expandiéndolo contra la presión que ejercen las manos. El paciente deberá mantener unos
segundos la máxima inspiración posible y comenzar a espirar el aire lentamente. Al
finalizar la espiración, realizará con las manos una ligera vibración sobre el tórax.
La posición del paciente es sentado tan erguido como sea posible, comenzará a practicar la
respiración diafragmática (ejercicio 2) durante 3-5 segundos y luego deberá espirar
lentamente todo el aire que sea posible a través de la boca (notará como su abdomen y caja
torácica inferior se hunden). Una vez hecha esta respiración, se procederá a realizar otra
inspiración profunda, contenerla y toser dos veces de forma corta con fuerza desde el pecho
(no desde la garganta). Es recomendado practicar este ejercicio 3 o 4 veces al día,
descansando de 15 a 30 después de cada sesión y realizarlas media hora antes de las
comidas y antes de dormir.