Está en la página 1de 3

EL CONCORDATO ENTRE LA SANTA SEDE Y LA REPÚBLICA

DOMINICANA.

Por conducto de la presente Acción Directa de Inconstitucionalidad ante este


Tribunal Constitucional de la República Dominicana, en solicitud de declaratoria
inconstitucionalidad del concordato dictado el 16 de julio de 1954 firmado entre la santa
sede y el estado dominicano. Consideramos inconstitucional y lesivo la vigencia del
Concordato, producto de los intereses de la dictadura Trujillista y el pontificado de Pio XII, y
acordado legalmente el 16 de junio de 1954.Y que comprobadas las infracciones a la
Constitución de la Republica en dicho acuerdo, nos permitimos exponerles lo siguiente:

Entendido que, en la fecha Dieciséis (16) de julio de 1954, fue firmado el concordato entre la
Santa Sede y República Dominicana, un trato encabezado por Rafaél Leónidas Trujillo y la
iglesia Católica. Hasta la actualidad el mismo continúa vigente.

El concordato contiene artículos que atentan contra nuestra constitución;

En su artículo 6, tratando sobre la organización y la circunscripción diocesana.

En su artículo 7, numerales 1 y 2 donde OBLIGAN al estado a construir la iglesia catedral y


edificios para el obispo o prelado, de prever a las necesidades económicas de la
Arquidiócesis y Diócesis existentes y futuras.

En sus artículos 15 y 16, donde afecta a los civiles dominicanos, pues en el reconocimiento
del matrimonio católico, que es obligatorio para los mismos, y la competencia de los
tribunales eclesiásticos en las causas relativas a la separación o nulidad del mismo.

En los artículos 20, 21 y 22, donde concede a los ordinarios la vigilancia (atribución por
consiguiente de una facultad, de una prerrogativa estatal) sobre los centros docentes
públicos y privados, en lo que concierne a la pureza de la educación desde esquemas de la
práctica católica

Este último artículo atenta contra los preceptos 1, 2, 3, 6, 7, 8, 39 y sobre todo el artículo 45
45 de nuestra constitución sobre la libertad de culto, pues aquí toman un privilegio
discriminatorio por encima de otra idea religiosas, ignorando que :

PRIMERO : El pluralismo ideológico, cultural, político y religioso existente en República


Dominicana.

SEGUNDO : La unidad de República Dominicana a cuanto a ente jurídico se refiere, pues


afecta su autonomía colocando a la iglesia apostólica romana por encima del estado mismo.

TERCERO : Establece una dualidad en materia de soberanía y permite la injerencia de la


persona jurídica denominada Iglesia Católica, Apostólica y Romana, cuyo representante
legal es el Sumo Pontífice gobernante del Estado Vaticano, en los asuntos internos, es decir
que la Ley consagra la confesionalidad del Estado dominicano, cuando la constitución la
rechaza, al disponer expresamente la libertad de cultos.
Siendo el Estado dominicano un Estado laico, no puede tener preferencia por religión
alguna, pues todas las confesiones religiosas son iguales ante la ley conforme con el
artículo 39 de la nueva constitución. Igualmente hay que reconocer que en nuestro
ordenamiento constitucional hay una separación entre el Estado y las iglesias, porque el
Estado es laico. Ahora bien, esa laicidad del Estado Dominicano no implica el
desconocimiento de las religiones, y por el contrario, de este se desprenden un conjunto de
valores y principios de contenido constitucional; entre otros, que el Estado es
ontológicamente pluralista y que reconoce a todas las religiones en término de igualdad.
Por lo tanto, no puede consagrar al mismo tiempo una iglesia oficial o darle preeminencia a
alguna de ellas. Debe declararse ideológicamente neutral y renunciar a cualquier forma de
adoctrinamiento ideológico, a fin de respetar el abanico de opciones ideológicas y religiosas
que surjan en la sociedad de manera espontánea.

El concordato además de violar las disposiciones relativas a la igualdad religiosa y la


libertad de conciencia y culto, constituye una contrariedad a la unidad de la República que
como ente jurídico se refiere, pues afecta su autonomía colocando a la Iglesia Apostólica
Romana no sólo como la religión oficial del Estado, sino incluso por encima del Estado
mismo, al someter la actividad estatal al concepto religioso de la citada iglesia y ello es una
violación de los artículos 1, 2 y 3 de la constitución.

Artículo 1.- Organización del Estado.


Artículo 2.- Soberanía popular.
Artículo 3.- Inviolabilidad de la soberanía y principio de no intervención

Viola el artículo 4 sobre la división de los tres poderes, el poder legislativo, ejecutivo y
judicial al establecer una pretendida autonomía de la jurisdicción eclesiástica, ajena al
ordenamiento dominicano.También viola dicha disposición el artículo 6 que declara la
supremacía de la constitución, al establecer una jurisdicción diferente a la establecida por la
constitución.

Vulnera los artículos 2 , 7, 8, 45, y 50-1 al restringir la soberanía del Estado dominicano
hasta el punto de que para otorgar o reconocer una personería jurídica a una entidad
religiosa se requiere una autorización de la Entidad Católica, Apostólica y Romana, o sea
que la única Iglesia que puede introducir comunidades o entidades eclesiásticas en el país
es ésa. Se les otorga un privilegio que viola el artículo 50-1 de la constitución al permitir una
especie de monopolio en las autorizaciones religiosas a cargo de la iglesia católica.

En el artículo 7 se consagra la obligatoriedad para el Estado de contribuir con fondos del


presupuesto nacional al sostenimiento de los planteles católicos, lo que equivale, por un
lado, a la confesionalidad del Estado, lo que contradice el artículo 45 de la nueva
constitución que implica la laicidad del Estado y de otro, establecer una discriminación
frente a colegios de otras religiones distintas a la católica, violando con ello el artículo 39 de
la nueva constitución. El financiamiento que hace el Estado a las actividades de la Iglesia
Católica sólo puede concebirse de dos formas: como servicios públicos o actividades de
interés general con la consiguiente confusión entre fines estatales y los fines religiosos de la
Iglesia Católica, prohibida por el principio de laicidad del Estado dominicano o bien que no
son ni lo uno ni lo otro.

En lo que respecta a la educación, el concordato establece un monopolio de la educación,


discriminando las otras confesiones religiosas, al tiempo que transgrede la libertad de culto
y religión (artículo 45 de la nueva constitución) que tienen todos los ciudadanos. Para una
mejor comprensión de este aspecto es preciso considerar las previsiones que contiene la
nueva constitución. En efecto el artículo 68 numeral 2, dispone que la familia es
responsable de la educación de sus integrantes y tiene derecho a escoger el tipo de
educación de sus hijos.

CONSIDERACIONES DE DERECHO EN APLICACIÓN DEL TEXTO CONSTITUCIONAL


ANTE LA SOLICITUD DE DECLARATORIA DE INCONSTITUCIONALIDAD DEL
CONCORDATO DICTADO EL 16 DE JULIO DE 1954 FIRMADO ENTRE LA SANTA SEDE
Y EL ESTADO DOMINICANO.

CONSIDERANDO: A que el Principio de la Inconvalidabilidad establece que la infracción de


los valores, principios y reglas constitucionales, está sancionada con la nulidad y se prohíbe
su subsanación o convalidación.

CONSIDERANDO: Que otro de los Principios Rectores consignados en la Ley 137-11 es el


de la Favorabilidad, cual establece que la Constitución y los derechos fundamentales deben
ser interpretados y aplicados de modo que se optimice su máxima efectividad para
favorecer al titular del derecho fundamental. Cuando exista conflicto entre normas
integrantes del bloque de constitucionalidad, prevalecerá la que sea más favorable al titular
del derecho vulnerado. Si una norma infraconstitucional es más favorable para el titular del
derecho fundamental que las normas del bloque de constitucionalidad, la primera se
aplicará de forma complementaria, de manera tal que se asegure el máximo nivel de
protección. Ninguna disposición de la presente ley puede ser interpretada, en el sentido de
limitar o suprimir el goce y ejercicio de los derechos y garantías fundamentales.

Por los fundamentos de hecho y de derecho antes expuestos y las


consideraciones de derecho que habrán de ser suplidas de oficio por este Honorable
Tribunal Constitucional, los hoy Accionantes solicitan lo que a continuación se expone:

PRIMERO: Declarar buena y válida la presente Acción Directa de Inconstitucionalidad, por


estar hecha conforme a la normativa procesal que rige la materia.

SEGUNDO: Que, se proceda a declarar la inconstitucionalidad y por vía de consecuencia la


nulidad de los artículos 6, 7, 11, 13, 15, 16, 20, 21, 22 y 28, por haberse incurrido en
Infracciones o violaciones a la Constitución de la República y todas las razones de derecho
expuestas en la presente Acción por ante este Honorable Tribunal Constitucional de la
República Dominicana.

También podría gustarte