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GINGIVITIS EXPERIMENTAL EN EL HOMBRE1

POR HAROLD LÖE, D.D.S., DR. ODONT., ELSE THEILADE, D.D.S. AND S.BÖRGLUM JENSEN, D.D.S.
LIC., ODONT., AARTHUS, DINAMARCA.

Creciente evidencia de diferentes campos de investigación dental indica que los sedimentos
orales juegan un papel principal en el desarrollo y mantenimiento de la enfermedad periodontal:

Datos epidemiológicos han demostrado que existe una correlación cercana entre la destrucción
periodontal y los residuos orales (Lövdal y col. 1958, Schei y col. 1959) Microscopía
(Waerhaug 1952) y microscopía electrónica 8Theidale 1960) han demostrado que existe una
íntima relación anatómica entre los microorganismos de los residuos orales y los tejidos
gingivales. Experimentos clínicos (Hine 1950) han mostrado que la acumulación de residuos
conlleva inflamación gingival. Otras investigaciones, han corroborado la común observación
clínica de que tan pronto como los depósitos bacterianos son removidos del área, la inflamación
gingival cede (Ramfjord y Kiester 1954, Waerhaug 1955). Investigación bioquímica y
microbiológica (Schultz – Haudt 1960) ha sugerido que la enfermedad periodontal es el
resultado de una interacción entre la actividad bacteriana y el tejido huésped y ofreció algunas
explicaciones de los mecanismos involucrados. Finalmente, estudios bacteriológicos (Rosebury,
MacDonald y Clarck 1950, Schultz – Haudt, Bruce and Bibby 1954, y Socransky y col.1963)
han indicado que la diferencia entre la flora microbiana de la encía sana comparada con la de la
encía inflamada es principalmente cuantitativa, sin embargo hay diferencias mínimas en la
composición de la flora observada.

El propósito de esta investigación fue intentar producir gingivitis en pacientes con encías sanas
mediante la eliminación de todos los esfuerzos dirigidos a la limpieza bucal, y estudiar la
secuencia de cambios en la flora microbiana y su efecto sobre la encía.

Material y Métodos:

Los sujetos de estudio fueron 9 estudiantes de primer año, un profesor de Periodontología y dos
técnicos de laboratorio, todos individuos sanos con una dieta adecuada. Fueron 2 mujeres y 10
hombres y la media de edad del grupo fue de 23 años.

Examen clínico:

Al inicio del experimento los participantes fueron examinados y registrados para conocer su
estado de salud periodontal de acuerdo al índice gingival IG de Löe y Siness 1963.

Criterios IG

0- Ausencia de inflamación
1- Inflamación leve, mínimo cambio de color y textura.
2- Inflamación moderada, enrojecimiento, edema e hipertrofia, sangrado a la presión.

1
Löe , H., E Theilade and S.B. Jensen. “Experimental Gingivitis In Man”. The Journal of Periodontology
[serial on the Internet]. (1965, May), [cited April 28, 2010]; 36:177-187. Available from: MEDLINE with
full text.
3- Inflamación severa, enrojecimiento marcado e hipertrofia, tendencia al sangrado
espontáneo y ulceración.

El índice para el sujeto era un promedio de las áreas examinadas. Cada área gingival fue
examinada también en busca de formación de bolsas patológicas. (IP Rusell 1956)

La estimación de depósitos blandos fueron hechos de acuerdo al índice de Placa (Silness y


Löe 1964)

0- Ausencia de placa
1- Una película de placa adherida al margen de la encía libre y adyacente al área del
diente, solo podía ser observada después de la aplicación de solución reveladora o
usando la sonda sobre la superficie del diente.
2- Acumulación moderada de depósitos blandos sin bolsa ó sobre el diente en elmárgen
gingival, apreciable a simple vista.
3- Abundancia de materia blanda sin bolsa y/o sobre el diente y el margen gingival.

Se promedió al igual que el IG.

No se realizó un registro de cálculo ya que en las pocas áreas donde se observaron restos
mineralizados la formación de placa se suscitó como era usual.

Previo a la examinación clínica la encía y el diente fueron secados mediante chorro de aire. No
se utilizó algodón para no interferir con los depósitos blandos.

Posterior a la primera examinación clínica los sujetos fueron instruidos sobre no cepillar sus
dientes ni usar ninguna otra medida de higiene bucal.

Los sujetos fueron revisados en varias ocasiones a intervalos de tiempo variables y se llevó a
cabo el registro completo de sus condiciones gingivales y de niveles de placa utilizando el
criterio inicial.

Tan pronto como se observaron cambios inflamatorios un índice completo y un análisis


bacteriológico fue realizado y se les instruyó a los pacientes con instrucciones detalladas de
higiene con uso de cepillo y mondadientes de madera. La higiene comenzó esa misma tarde una
vez por la mañana y otra por la noche durante el experimento. Todos los cambios de niveles de
placa y gingivales fueron registrados.

Examen bacteriológico:

La flora bacteriana alrededor del margen gingival fue examinada en intervalos en los 12 sujetos
desde el inicio del experimento hasta que fue diagnosticado clínicamente la aparición de
gingivitis; una examinación final se realizó al recobrar el paciente la salud gingival. El número
de examinaciones bacteriológicas variaron entre 6 y 10 de acuerdo a las variaciones individuales
en el transcurso del periodo experimental.

Los datos bacteriológicos se basan en la examinación microscópica de las preparaciones


realizadas.

La técnica de preparación fue originalmente desarrollada por Gins y Mattig 1941 y después
modificada por Jensen 1958.
Una lámina de plástico delgado y transparente de 0.02 a 0.05mm de espesor se presionó
gentilmente y con firmeza contra el área de la encía marginal a ser examinada. Placa bacteriana,
células epiteliales descamadas y cierta cantidad de exudado leucocítico del surco se adhieren a
la lámina al ser retirada.

Este material fue teñido con violeta de genciana durante 20 segundos y la lámina enjuagada con
agua corriente de la llave y secada con aire. Después la película se embebió en aceite de Castor
y una cubierta de vidrio fue colocada a la preparación y sellada con parafina. Es posible con el
microscopio seguir en la preparación el margen gingival y localizar la acumulación de bacterias
en puntos específicos de la encía.

Las áreas seleccionadas para la examinación bacteriológica fueron los márgenes gingivales
bucales de los dos premolares y la zona mesial del primer molar en el maxilar izquierdo. Los
tipos de bacterias fueron registrados de acuerdo a un criterio morfológico: cocos, bastoncillos,
filamentosos, fusobacterias, vibrios y espiroquetas. Así también la presencia o ausencia de
leucocitos y el tamaño de sus acumulaciones.

Resultados:

Todos los individuos presentaron un incremento de su índice de placa durante el periodo de


ausencia de limpieza bucal presentando considerable acumulación de residuos blandos. No se
observó diferencia considerable entre la placa formada enla mandíbula, el maxilar, o en los
diferentes órganos dentarios; así como en espacios interproximales y zonas bucales. Las
superficies linguales por su parte acumularon menos restos en ambas arcadas.

Después de la instrucción acerca de la limpieza correcta de la boca los índices se redujeron


incluso más que al inicio del experimento.

Las condiciones generales de la encía eran de buena salud al inicio de el experimento, durante el
periodo de prueba todos los sujetos desarrollaron gingivitis después de 10 días y 9 sujetos la
desarrollaron en entre 15 y 21 días. No se reportaron síntomas como dolor o sangrado.

Aunque no se observaron diferencias entre la arcada superior o inferior ni órganos dentarios,


cuando se compararon las diferentes áreas de los dientes analizados se observó que las áreas de
los dientes analizados se observó que las áreas interproximales tendían a tener puntajes más
altos que las superficies bucales y linguales. Una vez restablecidas las medidas de higiene los
individuos recuperaron la salud bucal.

Al inicio del experimento la mayoría presentaba algunas células epiteliales descamadas, algunos
grupos leucocitarios y pequeños grupos de bacterias principalmente cocos y bastoncillos cortos.
Al suspender la higiene bucal hubo un incremento drástico de la flora cocal. Masas de células
epiteliales descamadas completamente sobrepobladas con cocos y largas “ruedas” de cocos en
mayores cantidades. De acuerdo al criterio morfológico las formas bacterianas filamentosas
predominantes fueron leptotrix y fusobacterias en cantidades variables. Las acumulaciones
leucocitarias crecieron en tamaño. En uno de los individuos esta flora se observó desde el
principio.

La flora bacteriana en la última etapa se caracterizó por la presencia de vibrios y espiroquetas; al


principio del experimento éstos se observaron en una superficie gingival o en un solo diente,
pero después cubrían el total del área examinada.
La transición de la 2ª a la 3ª fase tomó de 6 a 10 días después de que se suspendió la higiene
bucal. Las acumulaciones leucocitarias fueron usualmente abundantes durante este periodo.

El examen bacteriológico final se realizó una vez reanudadas las medidas de higiene y se habían
restablecido las condiciones de salud gingival. En ese momento la flora bacteriana consistió en
predominantes cocos y bastoncillos cortos, en dos casos bacterias filamentosas fueron
observadas en grandes cantidades, pero en ningún caso se observaron vibrios o espiroquetas.

Las muestras tomadas al principio muestran una población en su mayoría de cocos y


bastoncillos cortos gramm positivos. Para cuando se había desarrollado la gingivitis se
observaron en su mayoría microorganismos filamentosos gramm positivos, fusobacterias y
cocos y bastoncillos gramm negativos usualmente 2 días después de suprimir la higiene, así
como una disminución de cocos y bastoncillos gramm positivos que se restableció y se mantuvo
estable con la presencia conjunta de vibrios y espiroquetas días después.

Discusión:

A pesar de las variaciones en las evaluaciones realizadas a los sujetos éste estudio muestra que
la supresión de los procedimientos de limpieza bucal conlleva a un rápido incremento de restos
alimenticios en la boca, la formación de placa y su consecuente población con colonias
bacterianas y leucocitos que resultan en gingivitis. La higiene bucal regular evita la inflamación
gingival.

Resumen.

Traducido al español con fines didácticos por Dra. Elisa Montalvo Gómez, bajo la supervisión del Dr. Miguel Eric García Rivera.
Facultad de Odontología Región Xalapa, Departamento de Periodoncia. 2010

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