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“MALTRATO ENTRE IGUALES O BULLYING: ASESORAMIENTO A PADRES

SOBRE LA PREVENCIÓN Y LA INTERVENCIÓN”

INDICE

1. Qué es el maltrato entre iguales o “Bullying”.


2. Tipos de Bullying.
3. Incidencia del problema.
4. Causas del bullying o factores favorecedores.
5. Efectos del bullying

5.1. Sobre la víctima.


5.2. Sobre el agresor o bully.
5.3. Sobre el ambiente escolar.

6. Estrategias de prevención

6.1. En el ámbito escolar


6.2. Propuestas del Defensor del pueblo.
6.3. En el ámbito familiar

7. Intervención cuando el Bullying aparece

7.1. En el ámbito escolar


7.2. En el ámbito familiar

Bibliografía

- Curso sobre “Programas de conviviencia escolar: programas de intervención y


prevención”. Biblioteca Regional. Equipo de convivencia de la Consejería de
Educación y Cultura de la R. De Murcia. Curso escolar 2002-03.
- Ortega, R y colbs.(98): La convivencia escolar: qué es y cómo abordarla. Junta
de Andalucía.
- 2001: Revista Comunidad Escolar. Artículo sobre las conclusiones del Estudio
solicitado por el Defensor del Pueblo a petición de la Comisión mixta Congreso-
Senado a la Universidad Autónoma de Madrid sobre el problema de la violencia
escolar.
1. QUÉ ES EL MALTRATO ENTRE IGUALES O BULLYING

ES UNA FORMA DE MALTRATO, INTENCIONADO Y PERSISTENTE, DE UN


ALUMNO-A A OTRO-A, SIN QUE MEDIE PROVOCACIÓN.

Hay que tener en cuenta que:

- La agresividad humana es normal. Incluso es adaptativa. Sólo tenemos que


enseñar a controlarla.
- Los conflictos son inevitables, no así la resolución violenta de éste.
- Cuando un conflicto se resuelve de forma violenta, tenemos que intervenir o
prevenir.
- La violencia entre iguales es el bullying.

Por otra parte, Angel Regino Calvo distingue entre agresión:

1. Impulsiva: es una agresión emocional o a “sangre caliente”, que se


caracteriza por:

 El agresor tiene poco control emocional.


 Hay presencia de estrés, activación emocional o cólera.
 Tiene dificultad para analizar las consecuencias negativas de su
acción agresiva.
2. Premeditada: depredadora, instrumental o a “sangre fría”, es la que se
realiza de forma planificada y con ausencia total o parcial de los
componentes anteriores (agresión emocional). Esta es la típica del
Bullying.

2. TIPOS DE BULLYING

2.1. Físico. Empujones, patadas, puñetazos, agresiones con objetos. Este tipo se da
con más frecuencia en Primaria que en Secundaria.
2.2. Verbal: La más habitual. Insultos, motes, menosprecios en público, hacer
resaltar o hacer más patente de forma constante un defecto físico o de acción.
2.3. Psicológico: son acciones encaminadas a minar la autoestima del individuo y
fomentar su sensación de inseguridad y temor. El componente psicológico está
en todas las formas de maltrato.
2.4. Social: pretenden ubicar aisladamente al individuo respecto del grupo en un
mal status y hacer partícipes a otros individuos, en ocasiones, de esta acción.
Es un bullying indirecto.

3. INCIDENCIA DEL BULLYING


Según la investigación realizada por el Departamento de Psicología Evolutiva y de
la Educación de la Univ. Autónoma de Madrid a petición del Defensor del pueblo, la
violencia escolar afecta a un 30% de los alumnos de Secundaria. No hay
investigaciones con suficiente peso sobre la violencia en los centros de Primaria, por
ahora. Veamos el siguiente esquema:

8% amenazas 5% agresiones físicas Casi 2% abuso sexual

30% afectados

1% amenazas con armas Resto: agresiones verbales


Según este estudio, EL PERFIL de la violencia es el siguiente:

 La violencia es más masculina. Los chicos protagonizan más


actos de bullying, tanto como víctimas que como agresores.
 Sólo cuando se trata de “hablar mal de alguien”, el maltrato es
más frecuente en las chicas.
 Se dan más actos bullying en el primer ciclo de ESO. Los
alumnos de 1º de ESO suelen ser víctimas y los alumnos de 2º
más agresores.
 La mayoría de los “testigos” o espectadores del bullying son
pasivos, y algunos, incluso, animan al agresor, luego esta
situación se mantiene.
 Los lugares en que se suele dar son: lo más probable, dentro del
aula, excepto cuando son amenazas con armas, que se da más en
el exterior del centro educativo.
 No hay diferencias significativas en cuanto a actos de violencia
entre centros privados y públicos, ni entre diferentes
Comunidades Autónomas, tampoco entre centros de diferente
tamaño.

4. CAUSAS DEL BULLYING O FACTORES FAVORECEDORES

Según Rosario Ortega, de la Universidad de Sevilla, la vida en el aula (y en el


ámbito familiar) al fin y al cabo es un conjunto de interrelaciones sociales, y no siempre
éstas se dan en un ambiente positivo, de hecho, si analizásemos algunas de estas, veríamos
que a veces se promueven, casi inconscientemente, relaciones perniciosas y negativas.
Además de este aspecto de tipo social, las causas hay que relacionarlas con las
características de personalidad que tienen los protagonistas del Bullying: agresor, víctima y
espectadores.
Según Fuensanta Cerezo y Angel R. Calvo, estos son los rasgos de personalidad
que pueden estar en la base de un comportamiento Bullying:

1. Víctima: Altos niveles de ansiedad y aislamiento; altos niveles de neuroticismo,


bajos niveles de psicoticismo, bajos niveles de extraversión: suelen ser pasivos,
tímidos. Bajas habilidades sociales, especialmente en asertividad.
2. Agresores: Altos niveles de agresividad y ansiedad. Puntúan alto en
psicoticismo, en neuroticismo y extraversión.
3. Espectadores: pasividad.

Angel R. Calvo, además, señala diferentes causas si la agresión es premeditada o


impulsiva:

 Causas de la agresión premeditada: Se da cuando en un lugar


determinado, un aula, por ejemplo, coinciden personas con unas
características complementarias favorecedoras de la dinámica
bullying, es decir, sujetos con las características anteriormente
mencionadas de víctima o de agresor (el que domina y el que se
deja dominar) en un contexto en el que no se conoce esta
dinámica y mientras los compañeros observan pasivamente y
refuerzan ambos roles. Se suelen dar en ausencia del profesorado.
 Causas de la agresión impulsiva: Se origina cuando el agresor
percibe actos hostiles y cuando éste tiene una activación
emocional enorme, o falta de autocontrol emocional. Se pueden
dar en cualquier momento, incluso ante la presencia del
profesoreado.

El Sindicato STEE-Eilas de trabajadores de la enseñanza de Euskadi, apuntan una


serie de FACTORES FAVORECEDORES de la presencia de agresión escolar o entre
iguales, que clasifican del siguiente modo: 1- Factores favorecedores en el ámbito familiar;
2- En el ámbito social; 3- En el ámbito grupal; 4- En el ámbito escolar; 5- En el ámbito
personal. Veámoslos:

1- En el ámbito familiar

- Una actitud negativa, carente de afecto y de dedicación cuando se cría a un hijo.


- Altos grados de permisividad ante actos violentos desde que es pequeño.
- Falta de límites de conducta.
- Instauración de los límites de conducta a través del castigo físico o maltrato
emocional, y no a través de adecuados modelos de conducta.
- Padres con drogodependencias o con trastornos mentales graves sin control
médico.

Es positivo (FACTORES PROTECTORES):


1- Supervisar de forma razonable lo que el niño hace cuando no está en
casa, con quiénes van... especialmente en la adolescencia.
2- Control de conflictos en el ámbito familiar, cuidando de expresarlos de
forma no violenta; intentar no discutir delante de los niños. Los buenos
modelos son los que más favorecerán el aprendizaje de comportamientos
prosociales.
3- No dejar que los niños vean sin límites determinados programas de TV,
lo que puede elevar en cierto modo los grados de agresividad.
4- Fomentar el desarrollo de una buena autoestima y habilidades sociales.

2- En el ámbito social o la violencia estructural

- Algunos medios de comunicación, especialmente la TV, no por sí mismos, pero


sí agregados a otros factores de riesgo, pueden ensalzar comportamientos
violentos.
- Determinadas creencias y valores sociales, como la valoración del poder, del
dinero, del éxito, de los bienes de consumo por encima de todo, pueden estar en
la base de la falta de valores prosociales.
- La glorificación del machismo y lo masculino, la violencia como herramienta de
uso corriente.. generan un clima de violencia estructural que hace que se
mantengan modelos de conducta agresiva.

3- En el ámbito grupal

- La influencia de un modelo agresivo es mayor cuando los observadores son


inseguros, sin tener formado aun un espíritu crítico, dependientes. Estos
observadores, pues, pueden adoptar el modelo de comportamiento agresivo
como forma de imponerse al grupo.
- Las actuaciones del agresor suelen tener recompensa, así es imitado con más
frecuencia, y, además, hace que el agresor siga agrediendo, pues obtiene premio
(atacar a la víctima, extorsionarla, las risas de los demás...), y no castigo (no es
reprobado por los demás).
- Cuando se participa en grupo la responsabilidad propia y los sentimientos de
culpa se diluyen.
- Si la víctima acumula insultos y otras agresiones, al final es vista como
“merecedora de éstas”. Lo que supone menos culpabilidad para el agresor y
espectadores.

4- En el ámbito personal

Tener determinados rasgos de personalidad, como se decía antes, pueden ser la base
de algunos comportamientos agresivos, y su correspondiente victimización. En el
agresor: agresividad, fortaleza física, aprendizaje de modelos agresivos desde
pequeño, toxicomanías, la falta de control; En la víctima: baja autoestima, debilidad
física o psicológica...
5- En el ámbito escolar

- No hay un mayor porcentaje de bullying en centros grandes.


- Centros que no tengan en sus Proyectos educativos y curriculares programadas
actividades explícitas para prevenir e intervenir ante la violencia escolar, tendrán
más problemas.
- Centros educativos que funcionan de forma autoritaria, negando una posibilidad
de participación del alumnado en el establecimiento de las normas de
convivencia, tienen más probabilidades de que aparezcan conflictos.
- Falta de control en determinados lugares: pasillos, aseos, lugares escondidos del
patio... pueden ser lugares donde los bullies abusan de las víctimas.
- Un sistema sancionador laxo, permisivo, puede mantener el problema.
- Malas relaciones con la familia.
- Los profesores deben dar importancia a estos actos, ya que el alumnado no es
consciente de las verdaderas consecuencias del bullying, porque se encuentran
aun en pleno desarrollo moral.

5. EFECTOS DEL BULLYING

5.1. PARA LA VÍCTIMA

- Sufre un daño enorme a nivel psicológico: indefensión, baja autoestima,


depresión.
- Esto puede somatizarse a través de pesadillas, dolores variados.
- Manifiestan no querer ir a la escuela.
- Se sienten amenazados.
- Otros víctimas pueden convertirse en agresores de otros niños-as.

5.2. PARA EL BULLY O AGRESOR

- Siente que está en una continua amenaza también, aunque por otros motivos (ser
pillado).
- Su afán de dominio le hace que se afiancen las conductas de agresión o dominio.
- Pueden convertirse en delincuentes.

5.3. PARA EL AMBIENTE ESCOLAR

Se deteriora, se convierte en un sitio donde se pasa mal, y no en un lugar de


aprendizaje y de relacionarse con los compañeros.

Para el profesorado, es una pesadilla, ya que los objetivos educativos se pueden


convertir en un “sálvese quien pueda”. Más bajas por estrés y depresión.
Enlentecimiento del aprendizaje.
6. ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN DEL BULLYING

6.1. En el ámbito escolar

Rosario Ortega (98), dentro del Programa educativo de prevención del maltrato
entre compañeros y compañeras, de la Junta de Andalucía, propone los siguientes grupos
de actuaciones, y los desarrolla todos ellos en su libro “La convivencia escolar: qué es y
cómo abordarla”:

1. Proyectos educativos para mejorar la convivencia y prevenir la violencia: El


centro educativo debe reflexionar de forma conjunta respecto a los problemas de
violencia que se dan en su ámbito y articular de forma global diferentes niveles
de actuaciones (tutoría, metodología, currículo, etc.).
2. Formación del profesorado en temas relacionados con la prevención de la
violencia, programas, actividades, materiales que les faciliten el trabajo en las
aulas y que ayuden al alumnado a desarrollarse mejor en los aspectos moral,
social y afectivo.
3. Prevenir la violencia educando la convivencia a través de actividades para el
alumnado en tutoría.
4. Comprender y valorar los Derechos humanos, también a través de actividades
que se desarrollan en tutoría.
5. Mejorar la convivencia a través de proyectos medioambientales.
6. Mejorar la convivencia en proyectos de coeducación (igualdad de géneros).
7. Prevenir la violencia desde la educación familiar.

Asimismo, desde nuestro EOEP (Equipo de Orientación educativa y


psicopedagógica), después de hacer un análisis de muchas investigaciones realizadas en
España sobre el fenómeno de la violencia escolar, propone a los centros del sector los
siguientes tipos de actuaciones, en la mayoría coincidentes con Rosario Ortega:

1. Realización de actividades de mejora de las habilidades sociales, autoestima,


autocontrol emocional, educación moral y dinamización del grupo aula en el contexto de la
tutoría.
2. Desarrollar actividades de Educación en valores o transversales: educación moral
y cívica, prevención de drogodependencias y del racismo, prevención de la discriminación
según el sexo o género o coeducación.
3. Usar metodologías, actividades y materiales curriculares variados, adaptados a la
diversidad de la clase. Dar importancia a la motivación del alumnado.
4. Acercamiento familia-escuela-asesoramiento a padres sobre problemas de
conducta cuando estos son aun de menor intensidad o gravedad.
5. Formación a profesores sobre la gestión eficaz del aula, la no escalada del
conflicto, técnicas de modificación de conducta y en programas y actividades eficaces para
prevenir e intervenir ante la violencia escolar.
6.2. Ambito institucional: las propuestas del Defensor del Pueblo, derivadas del
análisis de los resultados de la investigación antes mencionada sobre la violencia escolar en
España son:

1. Creación de un “Observatorio del maltrato entre iguales”, o una institución


similar de ámbito estatal, que sirva de lugar de encuentro para experiencias comunes, de
intercambio de iniciativas y de difusión de estudios.
2. La vinculación de las políticas educativas con las sociales para atender las causas
de la violencia ajenas al centro escolar. Dotar de más recursos estas instituciones.
3. La formación permanente del profesorado a todos los niveles.
4. La dotación a los centros de especialistas, orientadores y trabajadores sociales.
5. El fomento de la colaboración de las familias en los colegios y
6. Garantizar la vigilancia de los espacios e instalaciones.

6.3. Prevención del bullying en el ámbito familiar

En los últimos años, se ha visto un aumento progresivo de un distanciamiento de las


familias respecto al profesorado y resto de profesionales de la educación. A veces este
distanciamiento llega a manifestarse mediante una falta de respeto hacia lo que un profesor
puede ofrecer a nuestros hijos, por lo que en el ambiente familiar se transmite que lo
educativo y los maestros no tienen valor. Se les suele valorar negativamente, ensalzando lo
largas que son sus vacaciones, menospreciando el gran esfuerzo que hacen por enseñar en
una escuela cada vez más compleja (niños con diferentes tipos de deficiencias, que no
dominan el español, niños de otras culturas, de un número creciente día a día) y que les
exige un altísimo nivel de cualificación.

En otras ocasiones, simplemente, en un afán de tener una vida mejor, pero realzando
lo material sobre lo demás, trabajamos demasiadas horas y de forma inconsciente,
atribuimos al profesorado una tarea que tradicionalmente era indiscutiblemente asumida por
la familia: la educación de los valores básicos de la vida: el esfuerzo, la responsabilidad, el
saber compartir, el respetar a los demás, etc.

Desgraciadamente, en los últimos años cada vez es más frecuente ver en los medios
de comunicación noticias en las que un progenitor se ha comportado de forma violenta con
determinados profesores. Esto indudablemente, mantiene y empeora la situación de
bullying o violencia en general.

Así, se propone:

- La realización de campañas de sensibilización en la que se transmita un mensaje


positivo sobre la función docente a la sociedad: los problemas con los que se
enfrentan cada día para hacer su labor, que fundamentalmente es educar y
enseñar.
- Que el centro educativo haga programas en las que haya actividades pensadas
para padres y madres, que se les motive a participar, a ser co partícipes de la
educación de sus hijos.
- Que se hagan actividades de interculturalidad, en la que los padres de niños
inmigrantes aporten los diferentes aspectos de su cultura: cocina, arte, música,
etc.
- Pautas educativas no excesivamente autoritarias ni permisivas, sino que aunen
de forma equilibrada: exigencias de madurez adecuadas a la edad,
comunicación, afecto y disciplina a través de límites impuestos a través de
buenos modelos de conducta, no a través de castigos o chantajes.
- No ser permisivos con la violencia.
- Escuchar lo que tienen que decirnos nuestros hijos.
- Conocer las relaciones que tienen fuera del ambito familiar. En fin, convertir los
factores predisponentes de la violencia anteriormente señalados, en factores
protectores.

7. INTERVENCIÓN CUANDO EL BULLYING APARECE

Desgraciadamente, no siempre se puede controlar el Bullying, por ello, es


interesante, al menos, señalar resumidamente lo que se puede hacer cuando ha aparecido.

7.1. Intervención en el ámbito escolar

7.1.1. Propuestas de Angel R. Calvo

Angel R. Calvo, Psicólogo del Equipo específico de convivencia escolar de


la Consejería de educación, propone que se realicen actuaciones a diferentes
NIVELES:

 Nivel institucional (en la línea de lo que propone el Defensor del


Pueblo).
 Nivel grupal (actividades que reduzcan la violencia estructural, el
apoyo del agresor...).
 Nivel familiar
 Nivel individual, con actuaciones ajustadas a cada caso,
conociendo exactamente las circunstancias que rodean en cada
situación, especialmente analizando:

- Los comportamientos observables y las habilidades que los


sujetos implicados ponen en juego.
- Los objetivos que pretenden los agresores.
- Las consecuencias de sus acciones.
- Y los lugares en que estas se producen.
Por otra parte, este mismo autor, distingue actuaciones cuando la agresión es
impulsiva, respecto a cuando es depredadora o premeditada:

a) Agresión impulsiva: En el momento de la agresión, para detenerla, hay que


tratar de disminuir la activación emocional del agresor, apartándolo de la
situación, con un lenguaje tranquilizador pero firme. Es importante no “copiar”
conductas como gritos, insultos, ya que lo que se consigue es el aumento de la
violencia y que no se pare ésta. Después de la agresión, cuando los ánimos están
más calmados, hay que evitar que estas situaciones vuelvan a producirse, a
través de: 1- un proceso sancionador eficaz, inmediata al acto agresivo, adaptado
al sujeto, que evite que el agresor consiga los objetivos que pretendía; 2- Dotar
de las habilidades que tiene el agresor impulsivo ausentes: autocontrol, empatía,
afrontamiento del estrés... a veces será necesario fuera del contexto educativo, a
través de terapias; 3- Intentar integrar al agresor en el grupo desarrollando si es
necesario, sus habilidades sociales; y 4- Asesorar a la familia sobre qué pueden
hacer ellos desde casa para cambiar estas situaciones.

b) Agresión premeditada o BULLYING: Aquí es necesario seguir una serie de


fases:

1ª- Detección de la situación Bullying, por ejemplo, a través del Test Bulls.
2ª- Reducción de los factores ambientales que favorecen la situación: mayor
vigilancia, utilización de un procedimiento sancionador eficaz.
3ª- Actuación con el grupo de iguales para que se apoye a la víctima y se
reprueben las conductas agresivas (ya que muchos menores no perciben
realmente las consecuencias negativas que tiene para la víctima el ser agredido
constantemente, actúan de forma pasiva, lo que mantiene el problema).
4ª- Dividir al grupo agresor, con el objetivo de que los miembros de ese grupo
no actúen movidos por el miedo que el propio grupo puede imponer.
5ª- Actuación educativa con el agresor, que debe aceptar el propio bully como
alternativa a una sanción escolar o judicial.
6ª- Actuación terapéutica con la víctima. Eliminar la victimización. Dotarle de
estrategias de afrontamiento y habilidades personales protectoras.
7ª- Integrar a la víctima en su grupo de iguales mediante actividades de
dinamización grupal, etc.
8ª- Actuación en el ámbito familiar de la víctima, para que faciliten lo iniciado
en el contexto escolar.

7.1.2. Propuestas de Rosario Ortega

Esta diferencia las actuaciones de tipo inespecífico (las que promueven un


clima favorable de convivencia, que favorecen el apoyo a la víctima) de las
actuaciones de tipo específico, que exigen la implantación de programas especiales,
programados y evaluados con cuidado, con el fin de disminuir los casos de Bullying
así como de proteger a las víctimas y tratar de reinsertar a los agresores.
Entre las propuestas específicas propone varios tipos de actuaciones que
desarrolla en su libro anteriormente mencionado, en fases bien pormenorizadas, en
resumen:

1. Círculos de calidad: Consiste en un grupo de personas, entre 5 y 12, que


se reúnen regularmente, porque están interesadas en identificar
problemas comunes, analizarlos objetivamente y resolverlos lo mejor
posible. Estas reuniones deben estar coordinadas por una figura adulta
que todos respeten y den ser periódicas. Suponen un contexto de apoyo
en que el alumnado se siente escuchado, que merece la pena, que aprende
y crece.
2. Mediación de conflictos: En un centro se establece una Asamblea ante
los conflictos, con un equipo de mediadores, elegidos democráticamente,
y entre los que hay niños (los mayores si son de Primaria) y algún
profesor. Lo más importante es que estas figuras han de ser respetadas
pro todos. Se han de establecer unas normas, y las sanciones que
acompañan a su incumplimiento, así como un procedimiento de
actuación ante el conflicto (lugar de reunión, horario, etc.).
3. Estrategias de ayuda entre iguales . Enseñar empatía, formas de
conversar, escucha activa, expresión de sentimientos, quejas, conflictos,
negociación. Para ello, sería ideal la mayor presencia de especialistas en
Orientación educativa en los centros, ya que son actuaciones
especializadas.

7.2. Intervención a nivel familiar: qué han de hacer los padres ante el bullying

En la página web “Somospadres.com”, en primer lugar se advierte LO QUE NO SE


DEBE HACER:

- Reacciones exageradas.
- Ridiculizar al hijo cuando te cuenta que es víctima de maltrato.
- Castigarle, por ejemplo, prohibiéndole salir a determinados sitios.
- Ignorarlo, quitándole importancia al problema.
- Tomarse la justicia por tu mano.
- Si tu hijo es el agresor, permitirle que realice actos agresivos. Ignorar las
llamadas de atención por parte de sus profesores.
- Si tu hijo es observador: permitirle que siga pasivo ante las agresiones.
1. Plantear precipitadamente un cambio de escuela, además de las desventajas
evidentes (mayor distancia, cambios de libros y programas, etc.), puede tener otros
problemas: los abusones pueden tener allí amigos; o tu hijo puede tener “conciencia
de víctima” y ser hostigado por otros agresores, con lo cual la violencia no tendría
fin. Alejándole del problema no se soluciona éste.

QUÉ HACER cuando TU HIJO ES VÍCTIMA:


1º Saber cuándo se está produciendo Bullying. Algunos síntomas son:

- Llega a casa con arañazos, señales o la ropa estropeada, no de forma aislada.


- Pierde el dinero del almuerzo.
- Le roban cosas en la clase de forma sistemática.
- No se va con los que hasta hacía poco eran sus amigos.
- Está siempre de mal humor.
- Evita salir a la calle.
- Se pelea con sus hermanos más de lo habitual.
- Las notas empeoran.
- Tiene insomnio o pesadillas.
- Le ves con ansiedad o deprimido.
- Manifiesta no querer ir al colegio.
- Se pone enfermo con demasiada facilidad.

2º Si se observa alguna de estas conductas, preguntar a tu hijo qué le sucede, dejarle


claro que siempre puede contar con vosotros, sin presionarle. Si siguen las
sospechas y el chico sigue sin querer contarlo, se puede hacer una visita al tutor.

3º Hable o no vuestro hijo, hablar amistosamente al tutor, no culpabilizarle, ya que


muchos actos agresivos, sobre todo si son bullying de verdad, se dan cuando el
profesor no puede controlar lo que ocurre (cambios de profesores, aseos, pasillos en
horas de clase, lugares recónditos del patio, exteriores del centro educativo...).
Preguntarle si ha notado algo raro en vuestro hijo, si sabe algo, como son sus
relaciones con los compañeros, cómo actúa en el recreo... pedirle que esté más
atento e intente controlar lo que ocurre.

4º Si se detecta algún acto de bullying, pedirle que esté atento y que controle más
las situaciones en que se produce el abuso, para “cazar” al agresor y que los chicos
víctimas o espectadores, no queden como chivatos.

5º Mientras en el centro educativo se analiza el problema y se buscan las soluciones,


en el ámbito familiar deben proteger al chico dotándole de armas para afrontar el
abuso: animándole a ampliar su círculo de amigos, apuntándole a algún curso o
actividad del barrio o localidad; incluso, si se observa al chico triste de forma
sostenida, quizá sea el momento de llevarle a un médico (sobre todo para descartar
la depresión, o tratarla si la hubiera) y al psicólogo, para dotar de estrategias de
afrontamiento ante el estrés, habilidades personales como asertividad, etc.

6º SI EL BULLYING PERSISTE: hacer un diario con todo lo que sucede a vuestro


hijo (fechas, horas, lugares, quiénes, qué le hacen...) y hacerlo llegar al Director del
centro. Pedirle información sobre las actuaciones que se han llevado a cabo y qué
más se puede hacer. Si esto no fuera suficiente, acudir al Inspector de zona, al
Orientador... aunque normalmente, cuando una petición es justificada, el centro
procura disponer de las actuaciones necesarias, en algunos casos, hay que llamar al
Equipo específico de convivencia escolar.
7º Si tu hijo es agredido fuera del colegio, además de ponerlo en manos del centro,
también hay que informar a la policía.

8º ALERTA SI VES A TU HIJO MUY DEPRIMIDO, TRISTE, AISLADO. Ante


cualquier síntoma de estos, acude al médico y psicólogo.

QUÉ HACER CUANDO TU HIJO ES EL AGRESOR:

Rosario Ortega, además de proponer lo mismo que lo anteriormente citado cuando


tu hijo es víctima, propone actuaciones para los padres de niños agresores y espectadores.
Veamos primero cuando tu hijo es agresor, aunque antes, hay que tener en cuenta que,
desgraciadamente, muchos niños o chicos agresores lo son debido, fundamentalmente, a
que tienen problemas familiares, lo que dificulta que la familia sea un factor de ayuda. En
cualquier caso, se debe hacer:

- Hablar directamente sobre lo que está pasando. No ocultar la información o la


sospecha que se tiene y afrontar la situación francamente.
- Informar a tu hijo muy claramente que estas situaciones deben pararse y que es
su deber pedir disculpas y cambiar su actitud y su comportamiento.
- Avisarle de que se establecerá contacto con el centro educativo (sin que en ello
se introduzcan amenazas), no sólo por él-ella, sino por la víctima, que necesita
ayuda y debe recibirla.
- Indagar sobre su participación en grupos que actúan impunemente y advertir de
que debe romper este tipo de vínculos, interviniendo para parar las situaciones o
saliéndose del grupo si fuera necesario.
- Ofrecer, al mismo tiempo, ayuda para que él/ella pueda modificar la situación
social en la que se encuentra, tratando de encontrar una salida no punitiva.
- En general, se tratará de hacerle ver que esas conductas son dañinas y muy
peligrosas tanto para la víctima como para él mismo-a, que este problema nos
preocupa tanto o más que los problemas académicos y que es nuestra obligación
atajarlo. Siempre sin incluir ni violencia ni amenaza, pero con una actitud firme
y decidida de rechazo hacia esos comportamientos.
- Poner ejemplos sobre la propia actitud de respeto hacia los demás sería una
excelente medida, ya que la vía idónea para aprender conductas y actitudes
nuevas es tener buenos modelos a los cuales vincularse afectivamente.
- Finalmente, cuando se han puesto medidas para parar la situación, es necesario
observar, muy cuidadosamente, los posibles cambios y apoyar,
incondicionalmente, toda nueva actitud frente a la violencia.
- Es muy probable, que si tu hijo-a tiene que romper con amistades anteriores que
le inducían a ser abusón, se encuentre en una situación de fragilidad emocional.
Hay que apoyarle para que se sienta seguro y facilitarle la búsqueda de nuevos
amigos-as.
- Ojo, si la situación bullying, a pesar de estas actuaciones, no decrece. Estamos
ante los casos más graves, en las cuales habrá que tomar medidas a partir de
expertos y quizá, estemos ante un Trastorno disocial de la personalidad. Esto
ocurre cuando las conductas agresivas, a pesar de lo anterior, no desaparecen.
Lo padres deben estar seguros de que sus hijos han acabado con las agresiones,
si no es así, tendrán que utilizar estrategias punitivas, de castigo, y eliminar las
consecuencias agradables de la agresión (devolver lo robado, compensar el daño
realizado, etc.). Si se llega a este nivel, es seguro que necesitáis ayuda de un
Psicólogo experto en estos problemas.

QUÉ HACER CUANDO TU HIJO ES ESPECTADOR DE LA VIOLENCIA

Los espectadores pasivos, aunque no hay suficientes estudios sobre las


consecuencias de la observación continua de la violencia, pueden desarrollar
distorsiones morales, mala conciencia y sentimientos de culpabilidad, además, al no
reprobar al agresor, mantienen la situación bullying.

A veces por miedo y por unirse al más fuerte, otras por no tener un espíritu
crítico, por una gran necesidad de tener amigos, un chico puede unirse a grupos o
personas que protagonizan actos agresivos, y llegará un momento en que se sienta
ante un dilema moral: ¿apoyar al agresor, o separarse de él y ser victimizado
también?, ¿callar o hablar y ser considerado un chivato?. A veces esto le provoca
una alta tensión, lo que requiere ayuda, apoyo y ocasiones para ser escuchado.
Necesitan que un adulto o alguien más maduro le diga qué es lo correcto, cómo
puede hacerlo de la mejor manera. Así, las medidas que se deben adoptar con la
familia del chico-a espectador son:

- Se debe abrir un proceso, quizás largo, de diálogo y reflexión conjunta sobre lo


que es conveniente hacer, mediante el cual, el chico pueda ir aclarando sus
ideas, enjuiciando su propia conducta y adoptando las decisiones más oportunas,
correctas y prudentes.
- Se tratará de ayudarle a parar la situación, a denunciar los hechos y a adoptar
una clara actitud anti-violencia y de solidaridad con la víctima.
- En ningún caso, se debe reproducir, en la familia, un esquema de dominio-
sumisión autoritario o que deje al chico ajeno a sus propias decisiones morales.
Un espectador activo, está en una frágil situación social y moral y necesita una
ayuda, muy bien administrada, que le permita tomar decisiones correctas con
plena autonomía.
- Es necesario ayudarle a afrontar la situación con prudencia, haciéndole ver que
debe desligarse de ella, denunciar los hechos y afrontar, sin culpa pero sin
miedo, una nueva posición social, más coherente con criterios morales, que debe
sentir como propios.

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