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Instrucciones:

- Responda con tranquilidad de acuerdo con lo visto en clases.


- Evite utilizar corrector.
- No puede conversar, ni preguntar nada al compañero en medio de la prueba.
- La prueba esta en una dificultad de 60%.
- Intente utilizar todo el tiempo destinado.

A continuación, se presentan textos de diversa extensión. A cada texto se le asocian


preguntas en las que se deben emplear habilidades de comprensión lectora y aplicar
los contenidos trabajados en la unidad.

La compuerta número 12
Baldomero Lillo

Pablo se aferró instintivamente a las piernas de su padre. Zumbábanle los oídos


y el piso que huía debajo de sus pies le producía una extraña sensación de angustia.
Creíase precipitado en aquel agujero cuya negra abertura había entrevisto al penetrar
en la jaula, y sus grandes ojos miraban con espanto las lóbregas paredes del pozo en
el que se hundían con vertiginosa rapidez. En aquel silencioso descenso sin trepidación
ni más ruido que el del agua goteando sobre la techumbre de hierro las luces de las
lámparas parecían prontas a extinguirse y a sus débiles destellos se delineaban
vagamente en la penumbra las hendiduras y partes salientes de la roca: una serie
interminable de negras sombras que volaban como saetas hacia lo alto.
Pasado un minuto, la velocidad disminuyó bruscamente, los pies asentáronse
con más solidez en el piso fugitivo y el pesado armazón de hierro, con un áspero rechinar
de goznes y de cadenas, quedó inmóvil a la entrada de la galería.
El viejo tomó de la mano al pequeño y juntos se internaron en el negro túnel.
Eran de los primeros en llegar y el movimiento de la mina no empezaba aún. De la
galería bastante alta para permitir al minero erguir su elevada talla, solo se distinguía
parte de la techumbre cruzada por gruesos maderos. Las paredes laterales
permanecían invisibles en la oscuridad profunda que llenaba la vasta y lóbrega
excavación.
A cuarenta metros del pique se detuvieron ante una especie de gruta excavada
en la roca. Del techo agrietado, de color de hollín, colgaba un candil de hoja de lata cuyo
macilento resplandor daba a la estancia la apariencia de una cripta enlutada y llena de
sombras. En el fondo, sentado delante de una mesa, un hombre pequeño, ya entrado
en años hacía anotaciones en un enorme registro. Su negro traje hacía resaltar la
palidez del rostro surcado por profundas arrugas. Al ruido de pasos levantó la cabeza y
fijó una mirada interrogadora en el viejo minero, quien avanzó con timidez, diciendo con
voz llena de sumisión y de respeto:
—Señor, aquí traigo el chico.
Los ojos penetrantes del capataz abarcaron de una ojeada el cuerpecillo endeble
del muchacho. Sus delgados miembros y la infantil inconsciencia del moreno rostro en
el que brillaban dos ojos muy abiertos como de medrosa bestezuela, lo impresionaron
desfavorablemente, y su corazón endurecido por el espectáculo diario de tantas
miserias, experimentó una piadosa sacudida a la vista de aquel pequeñuelo arrancado
a sus juegos infantiles y condenado, como tantas infelices criaturas, a languidecer
miserablemente en las húmedas galerías, junto a las puertas de ventilación. Las duras
líneas de su rostro se suavizaron y con fingida aspereza le dijo al viejo que muy inquieto
por aquel examen fijaba en él una ansiosa mirada:
—¡Hombre!, este muchacho es todavía muy débil para el trabajo. ¿Es hijo tuyo?
—Sí, señor.
—Pues debías tener lástima de sus pocos años y, antes de enterrarlo aquí,
enviarlo a la escuela por algún tiempo.
—Señor —balbuceó la voz ruda del minero en la que vibraba un acento de
dolorosa súplica—, somos seis en casa y uno solo el que trabaja, Pablo cumplió ya los
ocho años y debe ganar el pan que come y, como hijo de mineros, su oficio será el de
sus mayores que no tuvieron nunca otra escuela que la mina.
Su voz opaca y temblorosa se extinguió repentinamente en un acceso de tos,
pero sus ojos húmedos imploraban con tal insistencia, que el capataz vencido por aquel
mudo ruego, llevó a sus labios un silbato y arrancó de él un sonido agudo que repercutió
a lo lejos en la desierta galería. Oyose un rumor de pasos precipitados y una oscura
silueta se dibujó en el hueco de la puerta.
—Juan —exclamó el hombrecillo, dirigiéndose al recién llegado—, lleva a este
chico a la compuerta número doce, reemplazará al hijo de José, el carretillero, aplastado
ayer por la corrida.

Baldomero Lillo. En Subterra. (Fragmento).

1. ¿Cuál es el sentido de la palabra LÓBREGAS en el contexto del primer párrafo del


texto leído?

A) TENEBROSAS, porque la oscuridad de las paredes inspira miedo en Pablo.


B) ENIGMÁTICAS, porque las paredes representan algo desconocido para Pablo.
C) DEPLORABLES, porque el estado de las paredes resulta lamentable para Pablo.
D) INQUIETANTES, porque las paredes alteran la calma en la que se encuentra
Pablo.
E) INABARCABLES, porque la dimensión de las paredes excede las posibilidades
de la visión de Pablo.

2. Se puede decir que el viaje que Pablo realiza en “la jaula” simboliza

A) la pérdida de su libertad.
B) el triunfo del destino sobre sus propósitos personales.
C) su primer enfrentamiento con la realidad.
D) el término de su infancia.
E) el inicio de su lucha contra la injusticia.

3. ¿Qué rasgo sintetiza la visión sobre el futuro expresada por el padre de Pablo?

A) Angustia, pues le aflige el hecho de llevar a su hijo a trabajar a la mina.


B) Indiferencia, ya que le resulta natural que su hijo comience a trabajar.
C) Resignación, dado que no encuentra otras opciones de vida para su hijo.
D) Conformismo, porque acepta de buen grado que su hijo comience a trabajar.
E) Duda, puesto que enfrenta con vacilación el hecho de llevar a su hijo a la mina.

4. ¿Cuál de los siguientes enunciados presenta una inferencia válida a partir de la


información del texto leído?

A) Pablo comenzará su trabajo en la mina como asistente de su padre.


B) El padre de Pablo procura mantener la tradición minera de su familia.
C) La mina será un lugar agradable para Pablo, a pesar de la primera impresión.
D) Pablo debe comenzar a trabajar, pues su padre pronto dejará de hacerlo.
E) El trabajo que Pablo realizará en la mina implica un alto riesgo.

5. A partir de la lectura del texto, ¿qué elemento del contexto social de los personajes
critica el autor?

A) La indiferencia social frente al sufrimiento infantil.


B) Las condiciones de explotación en que trabajan los mineros.
C) La carencia de oportunidades de desarrollo laboral.
D) La falta de opciones para impedir la reproducción del círculo de la pobreza.
E) La ineficiencia del Estado para asegurar el acceso a la educación de los niños.
6. “Baldomero Lillo (1867-1923) vive durante su infancia en la pequeña ciudad de Lota,
lugar en el que recoge las experiencias que cruzan las vidas de quienes trabajan en
las minas de carbón. Tempranamente, se ve forzado a abandonar sus estudios para
ingresar a trabajar en el almacén de un establecimiento minero”.

A partir de la información anterior, ¿qué elemento del contexto de producción del


autor evidencia una diferencia con el contexto actual?

A) La distribución de los ingresos económicos.


B) El tipo de labores productivas existentes.
C) El orden jerárquico dentro de las actividades laborales.
D) Las relaciones familiares.
E) La carencia de medidas de protección a la infancia.

7. A partir de la lectura, ¿qué propósito puede atribuirse al autor del relato?

A) Evidenciar las injusticias sociales de su entorno.


B) Denunciar las falta de seguridad laboral en las minas.
C) Cuestionar la autoridad de los padres para decidir sobre el destino de sus hijos.
D) Destacar la relevancia de la educación como mecanismo de movilidad social.
E) Valorar la sobrevivencia de los sectores sociales más vulnerables.

A continuación, se presentan textos de diversa extensión. A cada texto se le asocian


preguntas en las que se deben emplear habilidades de comprensión lectora y aplicar
los contenidos trabajados en la unidad.

Bola de sebo
Guy de Maupassant

Durante muchos días consecutivos pasaron por la ciudad restos del ejército
derrotado. Más que tropas regulares, parecían hordas en dispersión. Los soldados
llevaban las barbas crecidas y sucias, los uniformes hechos jirones, y llegaban con
apariencia de cansancio, sin bandera, sin disciplina. Todos parecían abrumados y
derrengados, incapaces de concebir una idea o de tomar una resolución; andaban solo
por costumbre y caían muertos de fatiga en cuanto se paraban. Los más eran
movilizados, hombres pacíficos, muchos de los cuales no hicieron otra cosa en el mundo
que disfrutar de sus rentas, y los abrumaba el peso del fusil; otros eran jóvenes
voluntarios impresionables, prontos al terror y al entusiasmo, dispuestos fácilmente a
huir o acometer; y mezclados con ellos iban algunos veteranos aguerridos, restos de
una división destrozada en un terrible combate; artilleros de uniforme oscuro, alineados
con reclutas de varias procedencias, entre los cuales aparecía el brillante casco de algún
dragón1 tardo en el andar, que seguía difícilmente la marcha ligera de los infantes.
Compañías de francotiradores, bautizados con epítetos heroicos: Los
Vengadores de la Derrota, Los Ciudadanos de la Tumba, Los Compañeros de la Muerte,
aparecían a su vez con aspecto de maleantes, capitaneados por antiguos almacenistas
de paños o de cereales, convertidos en jefes gracias a su dinero
—cuando no al tamaño de las guías de sus bigotes—, cargados de armas, de abrigos
y de galones, que hablaban con voz campanuda, proyectaban planes de campaña y
pretendían ser los únicos cimientos, el único sostén de Francia agonizante, cuyo peso
moral gravitaba por entero sobre sus hombros de fanfarrones, a la vez que se mostraban
temerosos de sus mismos soldados, gentes del bronce, muchos de ellos valientes, y
también forajidos y truhanes.
Por entonces se dijo que los prusianos iban a entrar en Ruan. La Guardia
Nacional, que desde dos meses atrás practicaba con gran lujo de precauciones
prudentes reconocimientos en los bosques vecinos, fusilando a veces a sus propios
centinelas y aprestándose al combate cuando un conejo hacía crujir la hojarasca, se
retiró a sus hogares. Las armas, los uniformes, todos los mortíferos arreos que hasta
entonces derramaron el terror sobre las carreteras nacionales, entre leguas a la
redonda, desaparecieron de repente.
Los últimos soldados franceses acababan de atravesar el Sena buscando el
camino de Pont-Audemer por Saint-Severt y Bourg-Achard, y su general iba tras ellos
entre dos de sus ayudantes, a pie, desalentado porque no podía intentar nada con
jirones de un ejército deshecho y enloquecido por el terrible desastre de un pueblo
acostumbrado a vencer y al presente vencido, sin gloria ni desquite, a pesar de su
bravura legendaria.
Una calma profunda, una terrible y silenciosa inquietud, abrumaron a la
población. Muchos burgueses acomodados, entumecidos en el comercio, esperaban
ansiosamente a los invasores, con el temor de que juzgasen armas de combate un
asador y un cuchillo de cocina. […]
En la tarde del día que siguió a la marcha de las tropas francesas, aparecieron
algunos ulanos2, sin que nadie se diese cuenta de cómo ni por dónde, y atravesaron a
galope la ciudad. Luego, una masa negra se presentó por Santa Catalina, en tanto que
otras dos oleadas de alemanes llegaba por los caminos de Darnetal y de Boisguillaume.
Las vanguardias de los tres cuerpos se reunieron a una hora fija en la plaza del
Ayuntamiento y por todas las calles próximas afluyó el ejército victorioso, desplegando
sus batallones, que hacían resonar en el empedrado el compás de su paso rítmico y
recio.
Las voces de mando, chilladas guturalmente, repercutían a lo largo de los
edificios, que parecían muertos y abandonados, mientras que detrás de los postigos
algunos ojos inquietos observaban a los invasores, dueños de la ciudad y de vidas y
haciendas por derecho de conquista. Los habitantes, a oscuras en sus vivencias, sentían
la desesperación que producen los cataclismos, los grandes trastornos asoladores de
la Tierra, contra los cuales toda precaución y toda energía son estériles. La misma
sensación se reproduce cada vez que se altera el orden establecido, cada vez que deja
de existir la seguridad personal, y todo lo que protegen las leyes de los hombres o de la
naturaleza se pone a merced de una brutalidad inconsciente y feroz. Un terremoto
aplastando entre los escombros de las casas a todo el vecindario; un río desbordado
que arrastra los cadáveres de los campesinos ahogados, junto a los bueyes y las vigas
de sus viviendas, o un ejército victorioso que acuchilla a los que se defienden, hace a
los demás prisioneros, saquea en nombre de las armas vencedoras y ofrenda sus
oraciones a su dios, al compás de los cañonazos; son otros tantos azotes horribles que
destruyen toda creencia en la eterna justicia, toda la confianza que nos han enseñado a
tener en la protección del cielo y en el juicio humano.
1dragón: soldado que hacía el servicio alternativamente a pie o a caballo.
2ulano: en los ejércitos austriaco, alemán y ruso, soldado de caballería ligera armado de lanza.

Guy de Maupassant. “Bola de sebo”. (Fragmento).

8. ¿Cuál es el sentido de la palabra REGULARES en el contexto del primer párrafo del


texto leído?

A) MEDIOCRES, porque las tropas conservaban su orgullo incluso en la derrota.


B) SISTEMÁTICAS, porque las tropas ya no pasaban con la constancia de antes.
C) PROFESIONALES, porque las tropas no parecían formar parte del ejército oficial.
D) COMUNES, porque las tropas no mantenían el aspecto que se les exigía.
E) NORMALES, porque las tropas se movilizaban con un contingente inusual.

9. Según el relato, las tropas francesas

A) se reagrupaban para preparar la defensa de Ruan.


B) se movilizaban estratégicamente para confundir al enemigo.
C) se marchaban luego de una trabajosa victoria.
D) se retiraban luego de una estrepitosa derrota.
E) se dirigían al Sena para sostener un enfrentamiento clave.

10. ¿Qué característica común puede asociarse a los militares que conforman las tropas
del relato anterior?

A) La falta de salud.
B) La desesperanza.
C) La irracionalidad.
D) La melancolía.
E) La agresividad.
11. En el quinto párrafo del relato, el narrador alude a la burguesía para

A) Criticar su pasividad y conformidad ante la invasión alemana.


B) Valorar su esfuerzo para preparar la defensa de la ciudad.
C) Evidenciar su orgullo al momento de enfrentar la derrota de su ejército.
D) Justificar su actuar ante la inminente llegada de los alemanes.
E) Juzgar su falta de apoyo durante la batalla contra los alemanes.

12. ¿Qué estereotipo presente en el contexto de producción de la obra es presentado en


forma crítica por el autor?

A) El habitante temeroso del invasor.


B) El soldado impulsivo.
C) El militar carente de valor.
D) El burgués dispuesto a ayudar al vencedor.
E) El militar que debe su rango a su fortuna.

13. “Bola de sebo” es un cuento del escritor francés Guy de Maupassant (1850-1893),
publicado en 1880. Este relato se ambienta en la ocupación alemana de Francia
durante la guerra franco-prusina de 1870. Muchos críticos han visto en esta historia
algunos aspectos autobiográficos de Maupassant, como el hecho de que tuvo que
huir a París junto con su padre cuando comenzó la invasión alemana.

¿Qué aspecto(s) del contexto de producción puede(n) ser reconocido(s) en el


fragmento de “Bola de sebo” leído?

I. Uno de tipo social, al aludir a las jerarquías sociales de la época.


II. Uno de tipo histórico, al referir la entrada de los prusianos en Francia.
III. Uno de tipo político, al tratar un conflicto actual para el autor y sus lectores.

A) Solo I.
B) Solo III.
C) Solo I y II.
D) Solo II y III.
E) I, II y III.
A continuación, se presentan textos de diversa extensión. A cada texto se le asocian
preguntas en las que se deben emplear habilidades de comprensión lectora y aplicar
los contenidos trabajados en la unidad.

La Nona
Roberto Cossa

La acción transcurre, fundamentalmente, en una casona antigua, de barrio. A la vista


del espectador aparece una espaciosa cocina, donde hay una mesa para ocho
personas, sillas, un aparador y una enorme heladera. A la derecha, la pieza de Chicho:
una camita, un ropero y otros datos del típico “bulín” porteño. A la izquierda se insinúa
la pieza de la Nona, una cueva por donde este personaje aparecerá y desaparecerá
constantemente.

El espectador tiene que tener la sensación de que, fuera de esos ambientes, la casa
posee otros cuartos, un fondo etc.

[…]. La obra se inicia un día de semana, aproximadamente a las ocho de la noche.


Están en la cocina: María, que pela arvejas frente a una enorme olla; Anyula, que ceba
mate, y la Nona. Esta última está sentada en una silla y come pochoclo1 en forma
continuada. Finalmente, Chicho, en su pieza, está tirado en la cama leyendo el diario
del día. Anyula le tiende un mate a María.

MARÍA.— No quiero más.


ANYULA.— Le voy a llevar a Chicho.

Anyula se dirige a la pieza de Chicho.

MARÍA.— Dígale que es el último.

Anyula golpea suavemente la puerta de la pieza de Chicho. Este, rápidamente, deja el


diario y comienza una especie de tarareo, simulando cantar un tango. Anyula entra en
puntas de pie, le tiende el mate y se sienta en la cama. Chicho da dos o tres sorbos.

CHICHO.— Está medio frío, tía.


ANYULA.— Caliento el agua. ¿Vas a tomar más?
CHICHO.— Eh... estoy componiendo. Y cuando compongo...

Anyula le acaricia la cabeza.

ANYULA.— ¿Algo nuevo?


CHICHO.— Hoy empecé otro tango. (Pierde la mirada y balbucea un tarareo impreciso.)
“De mi pobre corazón...” (Marca los típicos compases finales del tango.) ¿Le
gusta?
ANYULA.— Mucho. Sacaste el oído de papá. De toda la familia sos el único que salió
músico. ¡Y a él que le gustaba tanto! Si pudiera escucharte...
CHICHO.— Me escucha, tía, me escucha... A veces siento aquí... (Se señala el pecho.)
Es el Nono, desde el cielo, que me dice: “Bien, Chicho, bien”.

Anyula queda con la mirada fija y el mate en la mano, emocionada. Chicho la mira de
reojo.

CHICHO.— Cébese otro, tía. Pero calentito, ¿eh?


ANYULA.— Sí, querido, sí.

Anyula sale hacia la cocina. Chicho toma el diario. A lo largo de la escena siguiente se
irá quedando dormido. Anyula, en la cocina, toma la pava2 y la coloca sobre el fuego.

MARÍA.— ¿Qué? ¿Va a seguir tomando?


ANYULA.— Está componiendo. Un tango muy lindo.
MARÍA.— Usted es muy buena, Anyula.
ANYULA.— ¿Qué querés? Es mi sobrino preferido. Carmelo es muy bueno, también,
muy trabajador. Ya sabes cómo lo quiero. Pero Chicho... ¡qué sé yo! Es un
artista.
MARÍA.— (Irónica.) Sí... un artista.
1pochoclo: palomitas de maíz.
2pava: tetera.

Roberto Cossa. La Nona. (Fragmento).

14. ¿Cuál es el sentido de la palabra INSINÚA en el contexto del fragmento leído?

A) ESCONDE, ya que la habitación de la Nona no debe ser vista por el público.


B) SEPARA, ya que la habitación de la Nona debe estar separada del resto de la
escenografía.
C) DESTACA, ya que se resalta la habitación de la Nona por sobre otros elementos
de la escenografía.
D) SUGIERE, ya que la escenografía da indicios de la habitación de la Nona de
manera inacabada.
E) SEÑALA, ya que la escenografía debe incluir un signo que apunte a la habitación
de la Nona.

15. ¿Cuál es el sentido de la palabra SIMULANDO en el contexto del fragmento leído?

A) APARENTANDO, ya que Chicho finge estar ideando un tango.


B) IMAGINANDO, ya que Chicho sueña con ser cantante de tango.
C) PERSONIFICANDO, ya que Chicho imita a un cantante de tango.
D) REPRESENTANDO, ya que Chicho ensaya la interpretación de un tango.
E) OCULTANDO, ya que Chicho se avergüenza de su poco talento para el tango.

16. ¿Cuál es el sentido de la palabra COMPONIENDO en el contexto del fragmento


leído?

A) ARREGLANDO, ya que el personaje trabaja mejorando tangos.


B) CREANDO, ya que el personaje dice estar inventando un tango.
C) CANTANDO, ya que el personaje tararea la melodía de un tango.
D) ENSAYANDO, ya que el personaje practica una canción de tango.
E) RENOVANDO, ya que el personaje realiza versiones nuevas de antiguos tangos.

17. En el fragmento, ¿cómo es la actitud de Anyula hacia su sobrino Chicho?

A) Consentida, ya que considera a Chicho un artista.


B) Irónica, ya que no cree que Chicho verdaderamente sea un artista.
C) Desconfiada, ya que no se fía de las acciones de Chicho.
D) Dominante, ya que pretende controlar las acciones de Chicho.
E) Esquiva, ya que Chicho le recuerda a su padre y esto le provoca tristeza.

18. Relee la siguiente acotación y responde: ¿qué información relevante aporta para el
sentido de la obra?

Anyula sale hacia la cocina. Chicho toma el diario. A lo largo de la escena siguiente se
irá quedando dormido. Anyula, en la cocina, toma la pava y la coloca sobre el fuego.

A) Anticipa una acción futura.


B) Revela el fingimiento del personaje.
C) Describe el ambiente donde transcurre la acción.
D) Sugiere las emociones del personaje.
E) Demuestra la simultaneidad de la acción.
19. ¿Cuál de las siguientes alternativas sintetiza mejor el ambiente de la obra?

A) Marginalidad.
B) Entorno familiar.
C) Contexto histórico.
D) Diversidad cultural.
E) Bienestar económico.

20. De acuerdo con el sentido global del fragmento anterior, ¿qué representa el tango
para Anyula?

A) El amor ideal.
B) La herencia cultural.
C) La tradición familiar.
D) El vínculo con el hogar.
E) El desengaño amoroso.

21. ¿Qué elemento simboliza el vínculo entre Anyula y su sobrino?

A) El diario.
B) La cama.
C) El fuego.
D) El mate.
E) La cocina.

A continuación, se presentan textos de diversa extensión. A cada texto se le asocian


preguntas en las que se deben emplear habilidades de comprensión lectora y aplicar
los contenidos trabajados en la unidad.

22. ¿Cuál es el propósito del afiche anterior?

A) Persuadir al receptor acerca de lo conveniente de visitar Viña del Mar.


B) Informar al receptor sobre las bondades de Viña del Mar.
C) Explicar al receptor las distintas formas de divertirse en Viña del Mar.
D) Describir al receptor los distintos atractivos de Viña del Mar.
E) Convencer al receptor sobre lo agradable que es Viña del Mar.

23. El argumento central del afiche anterior es de tipo persuasivo, ya que:

A) está escrito en un lenguaje culto formal.


B) señala características geográficas del lugar que promueve.
C) incorpora detalles que le dan credibilidad.
D) usa adjetivos que enfatizan la sensación de bienestar.
E) utiliza una oración de fácil memorización.
24. ¿Cuál es la principal estrategia de persuasión presente en el afiche anterior?

A) Incorporación de exclamaciones.
B) Apelación a la emocionalidad.
C) Utilización de imágenes estereotipadas.
D) Uso del eslogan.
E) Inclusión de una frase imperativa.

25. ¿Qué mecanismo de persuasión predomina en el afiche anterior?

A) La apelación directa al receptor.


B) La incorporación de una idea inconclusa.
C) La mención del tiempo de estadía.
D) La utilización de una variedad de colores.
E) La alusión al sentimiento de felicidad.

26. Los recursos no lingüísticos utilizados en el afiche anterior, acentúan la idea de

A) lo agradable de París.
B) viajar en avión.
C) contar con libertad para elegir.
D) vacacionar en familia.
E) la conveniencia del precio para viajar.

27. ¿Cuál de los siguientes enunciados sintetiza el mensaje comunicado por el afiche
anterior?

A) Viaje a París por 8 días desde USD 116 este verano.


B) Aproveche su tiempo en familia.
C) Consulte los hoteles disponibles en París antes de viajar.
D) Prefiera la agencia FourS Tours para realizar sus viajes internacionales.
E) Viaje a todo destino desde USD116
28. El afiche anterior tiene el propósito de promocionar

A) una cafetería, heladería y pastelería.


B) un momento en familia.
C) una marca internacional de helados.
D) un lugar para organizar celebraciones.
E) un local para la diversión.

29. ¿Por qué el afiche anterior es más persuasivo que lógico-racional?

A) Porque promociona una variedad de diferentes productos.


B) Porque señala la marca de los productos que se promocionan.
C) Porque omite las características de los productos promocionados.
D) Porque destaca uno de los productos que se promocionan.
E) Porque prescinde de los datos de contacto de los productos promocionados.

30. ¿Qué aspecto se enfatiza en el eslogan del afiche?

A) El carácter del cliente.


B) La calidad del producto.
C) La armonía de los compradores.
D) La variedad de sabores.
E) El contexto del consumo.
Género Lírico (1 punto cada uno, 8 total)

Canción 1:

Hablante Lírico

Motivo Lírico

Objeto Lírico

Actitud Lírica

Canción 2:

Hablante Lírico

Motivo Lírico

Objeto Lírico

Actitud Lírica

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