Informe Técnico sobre Lubricación de Equipos Rotativos

Introducción

La lubricación es un aspecto crucial en el mantenimiento y funcionamiento óptimo

de equipos rotativos, tales como turbinas, compresores y bombas. En este informe,
exploraremos los fundamentos de la lubricación, los tipos de lubricantes utilizados
en la industria, sus clases, métodos de aplicación, buenas prácticas, diferencias,
ventajas y la normativa internacional relevante.

Fundamentos de la Lubricación

La lubricación es el proceso mediante el cual se reduce la fricción entre dos

superficies en movimiento relativo. Al aplicar un lubricante adecuado, se forma una
película protectora entre las superficies metálicas, lo que disminuye el desgaste y
mejora la eficiencia del equipo.

Normativa Internacional

Las normativas internacionales proporcionan pautas y estándares para garantizar

prácticas de lubricación seguras y eficientes. Algunas de las normas más relevantes
son:

1. ISO 6743: Esta norma establece códigos para la clasificación de lubricantes

según su tipo y aplicación.
2. API 614: Especifica requisitos para sistemas de lubricación de turbinas y
compresores de gas.
3. ASME B73.1: Norma para bombas centrifugas horizontales de proceso.
4. ISO 4406: Define códigos para la limpieza de fluidos lubricantes.

Tipos de Lubricantes Utilizados en la Industria

Los lubricantes pueden clasificarse en varios tipos según su base y aplicación:

1. Lubricantes Minerales: Derivados del petróleo, son los más comunes y

económicos. Proporcionan una buena lubricación en condiciones de carga
moderada.
2. Lubricantes Sintéticos: Producidos artificialmente, ofrecen una mayor
estabilidad térmica y resistencia a la oxidación, siendo ideales para
condiciones extremas de temperatura y carga.
 3. Lubricantes Biodegradables: Son respetuosos con el medio ambiente y se
utilizan en aplicaciones donde la contaminación es un problema.
4. Lubricantes de Base Vegetal: Hechos a partir de aceites vegetales, ofrecen
una buena lubricación y biodegradabilidad.

Clases de Lubricantes

Los lubricantes se clasifican según su viscosidad y propiedades de lubricación. Las

clases comunes incluyen:

1. Clase ISO VG: Clasificación estándar que define la viscosidad del lubricante.
2. SAE: Clasificación utilizada para aceites de motor según su viscosidad en
condiciones de operación.
3. NLGI: Clasificación para grasas lubricantes según su consistencia.

Funcionamiento y Métodos de Aplicación

El lubricante se aplica mediante diversos métodos, como la lubricación por baño, la

lubricación por goteo, la lubricación por pulverización y la lubricación por grasa.
Cada método tiene sus ventajas y desventajas dependiendo del tipo de equipo y
condiciones de operación.

Buenas Prácticas de Lubricación

Para garantizar un funcionamiento óptimo del equipo, es fundamental seguir

buenas prácticas de lubricación, que incluyen:

1. Programa de Mantenimiento Preventivo: Realizar inspecciones periódicas

y cambios de lubricante según las recomendaciones del fabricante.
2. Control de Contaminación: Evitar la contaminación del lubricante con
agua, suciedad u otros contaminantes.
3. Almacenamiento Adecuado: Mantener los lubricantes en recipientes
limpios y cerrados, alejados de fuentes de calor y luz solar directa.
4. Seguimiento de Normativas: Cumplir con las normativas internacionales y
locales relacionadas con la manipulación y eliminación de lubricantes
usados.

Diferencias y Ventajas
Las diferencias entre los distintos tipos de lubricantes radican en sus propiedades
químicas y físicas, así como en su capacidad para adaptarse a condiciones
específicas de operación. Las ventajas de utilizar lubricantes adecuados incluyen
una vida útil prolongada del equipo, menor consumo de energía, reducción de
costos de mantenimiento y una mayor confiabilidad operativa.

Conclusiones

La lubricación efectiva es esencial para garantizar el rendimiento y la vida útil de los

equipos rotativos en la industria. Al seguir normativas internacionales, utilizar
lubricantes adecuados y practicar buenas técnicas de mantenimiento, se puede
lograr un funcionamiento eficiente y seguro de los equipos, lo que contribuye a la
productividad y rentabilidad de las operaciones industriales.