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Un acto moral es aquella acción realizada por un individuo y que puede ser

valorada como buena o mala desde un punto de vista ético. Las acciones que
realizamos podrían dividirse en dos grupos: las que no tienen implicaciones
morales porque son neutrales (respirar, moverse o protegerse de la lluvia) y
aquellas acciones que sí pueden tener alguna consideración moral, es decir,
pueden valorarse como buenas o malas.
Un acto moral depende de varios elementos. Para que hablemos con rigor de
acto moral éste tiene que ser algo elegido libremente, sin ningún tipo de
coacción. Por otra parte, el acto debe tener una finalidad, un motivo por el
cual se realiza.

ELEMENTOS DEL ACTO MORAL

El Sujeto moral:

El sujeto moral es un individuo dotado de conciencia moral. Este sujeto no es


un ente abstracto o ideal, sino un ser concreto, ubicado en una determinada
circunstancia histórica y social. Es el sujeto real.

Los Motivos:

Los motivos o las intenciones son los que nos llevan a actuar o a perseguir un
determinado fin. Un mismo acto puede realizarse por diferentes motivos:
buenos o malos. Los motivos constituyen uno de los factores más interesantes
del acto moral por las discusiones que han suscitado.

Conciencia del fin que se persigue:

La anticipación ideal del resultado que se pretende alcanzar es la conciencia


del fin que se persigue.
El sujeto moral tiene capacidad para sopesar los alcances, las consecuencias,
las secuelas que pueda traer consigo su acto moral y de esa manera prever
con anticipación situaciones indeseables que en muchos casos pueden ser
graves. La anticipación del resultado orienta el acto moral del sujeto. Por
ejemplo, si dos personas visitan a un amigo influyente que está enfermo, uno
podría hacerlo con la intención de reconfortar a su amigo y el otro porque
espera que lo tenga en cuenta para un ascenso en la vida política.

La Decisión

La decisión es la capacidad que tiene el sujeto para actuar por sí mismo, en


concordancia con lo que cree que es la mejor elección o alternativa. Otorga al
acto moral su carácter autónomo y voluntario, ya que la decisión debe ser
expresión de la propia voluntad y responsabilidad del sujeto, y no de una
voluntad ajena.

La Elección

La elección es el paso previo a la decisión, ya que implica una elección entre


varios fines posibles. Un ejemplo de elección es el siguiente: Una persona va a
abrir una ventana porque siente necesidad de aire fresco; ningún acto podría
ser más natural, más moralmente indiferente en apariencia. Pero recuerda que
su acompañante es un minusválido muy sensible a las corrientes de aire.

Ve ahora su acto bajo dos aspectos diferentes, dotados de dos valores


distintos y tiene que hacer una elección. ¿Cuál es el fin adecuado, la
satisfacción de un placer personal o la satisfacción de las necesidades de
otro?

El Medio

El acto moral necesita los medios para realizar el fin escogido por el sujeto.
Los medios deben ser tan morales como los fines. Sin embargo, no todos los
filósofos coinciden en esto: Maquiavelo, por ejemplo, considera que los fines
justifican los medios; si el asesinato o la conspiración, piensa, conducen al
fortalecimiento del Estado, entonces éstos son buenos por haber demostrado
su efectividad.

El Resultado

El acto moral se consuma en el resultado o realización del fin perseguido.


Algunas teorías consecuenciales o éticas de los resultados sostienen que la
licitud o ilicitud de una acción depende únicamente del resultado o
consecuencia que tenga. Dentro de este criterio, por ejemplo, el delincuente
es castigado porque el castigo tiene como resultado impedir la realización de
otros delitos semejantes.

Mtra. Zyanya Mitzy Sánchez Rayón


Centro de Enlace Felipe Villanueva
Materia Ética

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