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INTRODUCCIÓN

Los actos morales son actos humanos, voluntarios, que podemos elegir realizar o
no y que podemos valorar según las normas y criterios morales que hayamos
asumido previamente. Ante la posibilidad de elegir, el primer elemento de estos
actos que se nos muestra es la existencia de un motivo para la misma realización
de ellos. Por acto moral se refiere también al mismo acto humano que despliega
cualquier ser humano como puede ser dormir, jugar o practicar un deporte, entre
otros, pero evaluado y considerado a través de la ética.

Acto moral según visto en clases es una realización cuando cometemos una
acción o puede ser por omisión.

El acto moral está dividido en la parte interna y parte extrema la parte interna se
refiere a la dimensión cognitiva que se hace conciencia sobre lo que se va a
realizar.
La parte externa es la compuesta por la dimensión volitiva que es conformada en
la buena voluntad y la negligencia.
ACTO MORAL

I.- DEFINICION:

Es el proceso mediante el cual un sujeto moral realiza un comportamiento.


Se discute si hay algún acto humano que no sea ni moralmente bueno, ni malo,
sino moralmente indiferente. La opinión más admitida es que, aunque en abstracto
se pueda pensar en un acto moral indiferente, pero en concreto, todo acto moral o
es bueno, o es malo.

Un acto adquiere el calificativo de moral cuando ha sido realizado en forma libre y


consciente.
De esta manera, la libertad es una condición fundamental y necesaria en la
esencia del acto moral. El acto de un individuo que ha sido realizado bajo una
coacción interna o externa no cae en la esfera de la moral.

Según John Dewey en su obra Teoría de la moral, los requerimientos que debe
poseer un sujeto para realizar un acto moral son:

a) Debe saber lo que está haciendo.


b) Debe escoger ese acto y escogerlo por el mismo (libertad).
c) Debe ser acto moral la expresión de un carácter formado y estable.
d) El acto debe ser voluntario, manifestar una elección como expresión de la
tendencia y disposición general de la personalidad.

II. ELEMENTOS QUE INTERVIENEN EN EL ACTO MORAL

Siguiendo los lineamientos que presenta el maestro Adolfo Sánchez Vásquez


(1998), se pueden distinguir los siguientes elementos:
a) SUJETO MORAL: Es un individuo, dotado de conciencia moral.
b) MOTIVOS O INTENCIONES: Cuando nos preguntamos qué es lo que nos
lleva a actuar o a perseguir un determinado fin, nos estamos refiriendo a los
motivos o intenciones de nuestros actos.
c) CONCIENCIA DEL FIN QUE SE PERSIGUE: Se entiende por ello la
anticipación ideal del resultado que se pretende alcanzar. La conciencia del
fin le da al acto moral el carácter de voluntario
d) DECISION: La decisión le otorga al acto moral su carácter autónomo y
voluntario, ya que la decisión debe ser expresión de la propia voluntad y
responsabilidad del sujeto.

III. PLANOS DE LA MORAL

La moral está constituida por dos aspectos o planos, el plano normativo y el


plano factico.

3.1. PLANO NORMATIVO:


Se refiere al conjunto de normas, reglas o deberes que impone la sociedad. La
moral comprende un plano normativo, el cual señala siempre un “deber ser”

3.2. PLANO FACTICO:


La moral existe para ser realizado. No tendría sentido prescindir una norma, si
no fuera posible llevarla a cabo. Cuando se habla de la realización de la moral,
se refiere al plano fáctico (de factum, hecho), al plano de los hechos.

El plano factico origina lo que se conoce como moralidad.

IV. ESTRUCTURA PERSONAL

En el hombre hay dos series de operaciones, de acuerdo con el modo que hayan
sido realizadas: los llamados actos del hombre, que proceden del hombre, pero sin
dominio racional; y los actos humanos, que el hombre realiza según su modo
específico propio, es decir, en cuanto ser racional y libre. Se puede decir que
actos humanos son aquellas acciones internas y externas en las que el hombre
actúa por su voluntad, a propuesta del entendimiento y previa la deliberación
anterior. Se les define también como los actos voluntarios y deliberados.
El acto humano implica una estructura cuyos elementos generales y esenciales
son:
A. El cognoscitivo:

Es el elemento imprescindible, porque no se puede querer algo si antes no se


conoce, y tampoco podemos querer algo libremente si no somos conscientes de
ello.

Este conocimiento incluye

 La advertencia.
 atención de la mente al acto.
 La deliberación.
 valoración sobre la conveniencia o inconveniencia del acto.
 El imperio
 La determinación al querer.

No basta cualquier conocimiento para que haya un acto humano; pero no


se requiere un conocimiento tan completo y exhaustivo que apenas podría
darse en la práctica. Puede decirse que, en general, para que haya un acto
humano es necesario y suficiente con que el sujeto tenga advertencia del
acto que va a realizar y de su conveniencia o inconveniencia: así el sujeto
puede ser dueño de ese acto.

B. El volitivo:
Santo Tomás define el acto voluntario como "el que procede de un principio
intrínseco con conocimiento del fin". Dos cosas son, así, necesarias para que algo
se diga, en sentido verdadero, voluntario:

Que procede de nuestra voluntad a manera de efecto, que el efecto o resultado de


nuestra voluntad haya sido, al menos en su causa, previsto por el entendimiento,
previamente a ser realizado por la voluntad. Son también voluntarios los efectos o
resultados de las acciones y hasta de las omisiones, con tal que se hubieran
previsto y fuera obligación de evitarlo.
C. La libertad:

Es característica esencial de los seres inteligentes y, por tanto, de su actividad.


Sin ella, el obrar humano se queda a un nivel puramente animal. Sin libertad no
puede haber vida moral porque, para obrar moralmente, no basta con saber
distinguir entre el bien y el mal, se necesita también tener posibilidad de auto
determinarse con dominio del acto. Sólo de esta manera se puede ser
responsable y, por tanto, capaz de mérito o culpa, de premio o castigo.

V. OBJETO FIN Y CIRCUNSTANCIAS


La determinación de la bondad o malicia de los actos humanos se hace por los
elementos que los integran: El objeto, el fin y las circunstancias. Estos elementos
no intervienen todos de la misma manera, cuando determinan la moralidad de los
actos humanos buenos y la de los actos malos. Para que un acto sea bueno,
deben serlo a la vez necesariamente el objeto, el fin y las circunstancias; y para
que sea malo basta con que uno de ellos contraríe la norma moral.

5.1. El objeto de la moral: Es la primera y fundamental fuente de moralidad: si el


objeto es malo, el acto será siempre malo, aunque las circunstancias y el fin sean
buenos; "No se puede hacer el mal para que sobrevenga el bien" (ROM 3,8); el fin
no justifica los medios. En cambio, si el objeto es bueno, el análisis para una
calificación completa y verdadera del acto debe proseguir por el fin y las
circunstancias.
5.2. Las Circunstancias del acto moral: Son aquellos aspectos accidentales del
objeto o de la intención del agente, que afectan de algún modo a la bondad de la
acción, pero sin cambiar su sustancia. Por ejemplo, el cariño con que se da una
limosna, etc. Si el fin y el objeto eran como la forma y la materia, respectivamente,
del acto moral, las circunstancias son como sus accidentes. Por tanto, si el acto es
bueno o malo por su objeto y fin, las circunstancias acrecientan o disminuyen
accidentalmente su bondad o maldad.
5.3. El fin del acto moral: es el objetivo al que el agente ordena sus actos, es
decir lo que se propone conseguir. Este fin, junto con el objeto, determina la
sustancia del acto moral. El fin es la intención subjetiva que pretende el agente
con la acción.

VI. IMPEDIMENTOS DEL ACTO MORAL

Intelectual y la voluntariedad son decisivos para la libertad; todo aquello que de


una u otra manera reduzca el conocimiento o la voluntariedad de la operación
humana, disminuye o anula la libertad.

Estos obstáculos son fundamentalmente la ignorancia, las pasiones, el miedo, y la


violencia. Se dan también otros trastornos psicopatológicos, que pueden influir
muy directamente en la libertad requerida para los actos humanos. Todas estas
dificultades se conocen como impedimentos del acto humano:

6.1. Violencia:

Es la acción exterior que fuerza a la persona para que actúe contra su voluntad.
Para que haya violencia completa o coacción, se requiere:

* Que sea ejercida por otro, pues nadie puede causarse violencia a sí mismo.

* Que se oponga al querer del sujeto: si este cede o colabora, ya no se puede


hablar de violencia al menos perfecta.

6.2. Ignorancia:

Es la carencia del conocimiento requerido para el acto moral. Destruye o debilita la


libertad del acto externo al impedir el conocimiento necesario para la voluntariedad
del acto. La ignorancia es carencia de ciencia en quien debería tenerla.
En la ignorancia se puede distinguir:

a) Luris: Es el desconocimiento de la ley, divino o humano, civil o eclesiástica.


b) Facti: Es el desconocimiento de algunos aspectos de la acción que la hacen
buena o mala.
c) Inculpable: Se da cuando se han puesto los medios debidos y, pese a ello,
no se ha llegado al conocimiento de la verdad. También es llamada
invencible, en cuanto quien la padece no puede vencerla y librarse de ella,
pese a los debidos esfuerzos puestos para alcanzar la verdad.
d) Culpable o vencible: Supone que se pudo y se debió superar. Por tanto
procede de negligencia o culpa del sujeto. Caben varios grados:
* Simplemente vencible: cuando se pusieron medios incompletos o
insuficientes.
* Crasa o supina: cuando la ignorancia se debe a negligencia grave.
* Afectada: es la que evita informarse para actuar según su apetencia.
* Las pasiones desordenadas: Constituyen un obstáculo, en cuanto
disminuyen la función rectora de la razón, con sus emociones, sentimientos
y estados de ánimo, de la actividad voluntaria.
* Miedo: Es una perturbación del ánimo ante un peligro real o imaginario. El
miedo es un temor que llega a turbar la inteligencia, y aunque de ordinario
no suprime la voluntariedad, la limita de modo notable.
* Enfermedades mentales: La unidad sustancial entre el alma y el cuerpo
comporta que haya estrechas interrelaciones entre las potencias
espirituales del alma y los dinamismos psíquicos-somáticos, al punto de
que determinadas disfunciones somáticas o psíquicas impiden total o
parcialmente el uso de la razón o debilitan el autodominio de la voluntad.
Son las enfermedades de la mente y de la voluntad, que disminuyen la
libertad del acto, porque falta en él la necesaria luz de la inteligencia para
que la persona pueda tomar una decisión responsable.

 Ignorancia
 Violencia
 Violencia

VII. ACTOS Y ACTITUDES; LA OPCIÓN FUNDAMENTAL

La Declaración Persona Humana afirma expresamente que "la opción fundamental


es la que define en último término la condición moral de una persona”. Y a ella se
refiere:
* por ejemplo:
Santo Tomas cuando explica la primera conversión del hombre a Dios como a su
último fin: en este sentido es la ordenación del hombre a Dios por la fe y la caridad
en el primer acto libre.

La vida del hombre supone una multiplicidad de opciones y actos singulares,


diferentes por sus objetos, el tiempo, lugar, etc. Opciones y actos que, a la vez, se
perciben como propios del mismo sujeto e integrantes de la misma vida. Por otra
parte, cuando el hombre procede moralmente con advertencia y voluntariedad su
voluntad no decide sólo por el bien o el mal del objeto concreto: advierte que con
la opción por este bien o este mal opta también por el bien o por el mal y, por eso
mismo, a favor o en contra de Dios. En cada acto singular el hombre, al decidir
sobre su relación de amor o de rechazo a un objeto singular, decide sobre sí
mismo, en cuanto que, en definitiva, decide disponerse bien o mal con Dios.
Además se dan en el hombre actos, que implican unas decisiones de fondo que
de tal modo fijan la voluntad en el bien o en el mal, que van marcándole, dándole
una orientación fundamental a su vida.

Esa decisión subyacente a favor o en contra de Dios puede llamarse decisión u


opción fundamental, sobre todo cuando se contempla desde la relación que
guarda con las demás decisiones que podrían llamarse superficiales o periféricas
CONCLUSIONES:

 Es necesario el estudio de la moralidad para comprender la naturaleza de las


relaciones posibles entre las acciones humanas y lo que constituye su fin.
 Los actos que realizamos es el modo en que nos movemos respecto del fin
de nuestra vida. Cada acto que realizamos nos acerca o nos aleja de ese fin,
estos están dirigidos por normas, que provienen de antecedentes culturales,
costumbres y valores que abarcan todas sus acciones, normas que no
siempre tienen un contenido de valor moral.
 En cuanto a la valoración de los actos según los principios o fuentes de la
moralidad, hay que tener en cuenta que el bien consiste en la posesión de
todos los elementos requeridos para la plenitud de un ser; y el mal, en
cambio, en la ausencia de alguno de ellos.
 La determinación de la bondad o malicia de los actos humanos se hace por
los elementos que los integran: El objeto, el fin y las circunstancias. Estos
elementos no intervienen todos de la misma manera, cuando determinan la
moralidad de los actos humanos buenos y la de los actos malos.

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