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PRÁCTICA OREJA DENTRO OREJA FUERA

ESCUCHA EL SILENCIO (25’)


En tu postura habitual para la práctica, comienza haciendo un breve chequeo de reconocimiento a
cómo está tu cuerpo… Centra luego tu atención en la respiración tal y como es… Situado en tu
respiración, lleva tu atención a las pausas entre las fases de inspirar y espirar… Date cuenta del
breve espacio de silencio que las separa y permanece en él unos minutos... Prueba si puedes a
alargarlos levemente… Después de unos minutos, lleva tu atención al cuerpo. Seguramente,
escucharás con claridad algunas zonas de él. Reconócelas y, soltándolas, pon tu atención en las
zonas que no aparecen tan claramente… Son tus partes corporales silenciosas. Permanece con
ellas, reconociéndolas en sus silencios… Después de unos minutos, amplía el foco de tu atención
hacia el silencio global que te rodea: Si crees que es imposible escuchar el silencio, porque oyes el
grifo del vecino, o el tráfico de la calle, merece la pena que detectes el silencio que ocurre entre
sonido y sonido. Ahí también hay silencio, puedes descubrirlo entre los sonidos que oyes…. Deja
que los sonidos sean la forma y lleva tu atención al fondo de silencio del que surgen… Escucha
profundamente el sonido del silencio. Al contrario de lo que solemos creer, el silencio no es
ausencia o carencia de nada, sino presencia. Una manera natural y sencilla de conectarnos con
todo. Recuerda si te ayudan las descripciones que han hecho los astronautas acerca del silencio
del espacio, tan elocuentes... Siéntete en comunión con todo el universo en su eterno silencio…
Puedes también imaginar el silencio profundo que fuiste al comienzo de tu gestación, cuando aún
no tenías el desarrollo nervioso necesario para oír sonido alguno. Regresa mentalmente a ese
estado de calma. Entrénate en percibir el silencio que late detrás de la vida empujándola…
Cuando hayas disfrutado del silencio, regresa suavemente a tu respiración y a tu cuerpo…

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