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Date un descanso.

Durante los próximos minutos, date un descanso de todo: la práctica de hoy, la competencia de
mañana, la escuela, el trabajo, las amistades, la familia, los chismes... Deja que todo sea
exactamente como está... y descansa.

Deja que tu cuerpo descanse.


Cerrá los ojos. Sentí tu cuerpo apoyado en el sillón. Permita que los músculos de tu cuerpo y de tu
cara descansen. Podés... suspirar y liberar un poco el aire
Deja que tu atención descanse en la respiración... el ritmo de la respiración en el vientre. Sentí
cómo el vientre se expande con cada inhalación y se libera con cada exhalación... limitando tu
atención al ritmo de la respiración y permitiendo que todo lo demás se desvanezca en un segundo
plano. ... Respirar, descansar.... Ningún lugar adonde ir, nada que hacer, nadie con quien estar,
nada que demostrar.
Sentí toda la inspiración, desde el primer sorbo hasta donde la respiración se detiene... y toda la
exhalación, desde el primer susurro hasta donde la respiración se detiene... Ahora mira si podés
dejar que tu atención descanse en la quietud que hay entre la inhalación y la exhalación... Y
descansa nuevamente en el espacio quieto entre la exhalación y la inhalación...
Respirar, descansar, estar... Esto es más que suficiente... simplemente pasar el rato con la
respiración y la quietud. ...

Sintiendo la quietud y la tranquilidad que siempre están dentro tuyo, pero allá en el fondo...

Y cuando tu atención se desvíe, cosa que va a pasar, traela de vuelta suavemente a la experiencia
de respirar, sintiendo el ritmo de la respiración en el vientre...

Elijo descansar un momento.


Elijo centrar mi atención en la respiración.
Permito que las cosas sean tal como son... me permito ser como soy... No hay nada que cambiar,
arreglar o mejorar...
Respiro y descanso.

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