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Dedicaremos este capítulo a examinar los problemas que más frecuentemente surgen en
las fases iniciales de todo trabajo indagatorio, en el supuesto de que ello puede resultar
de interés para quienes se propongan, desde sus inicios, la tarea de elaborar una tesis. Si
el lector ya ha resuelto tal cuestión y tiene suficiente experiencia en cuanto a investigar
podrá pasar directamente al capítulo siguiente.
Un área temática es algo que el investigador encuentra -en la abrumadora mayoría de los
casos- previamente establecido; en el curso del desenvolvimiento de una disciplina se va
produciendo un proceso de especialización y delimitación de campos que permite
subdividirla en áreas cada vez más específicas a medida en que se acumulan y desarrollan
los conocimientos respectivos. Así, por ejemplo, hoy nadie estudia física en general, sino
que se concreta a la investigación en alguno de sus campos: óptica, electrónica, física del
estado sólido, etc. Esas especialidades, sin embargo, resultan todavía demasiado amplias
para quien pretenda iniciar un trabajo de investigación: la electrónica, para citar sólo un
caso, es hoy un vasto campo de trabajo en el que se encuentran innumerables áreas
particulares. Lo mismo, por cierto, ocurre con el derecho, la medicina o la sociología. En
cada caso el tesista o el investigador habrán de seleccionar un campo concreto, porque la
investigación científica no se realiza en términos generales sino definiendo problemas
específicos dentro de áreas articulares del conocimiento: la aplicación del derecho laboral
en zonas rurales, el estudio de una cierta enfermedad, las condiciones de vida de
determinados grupos sociales.
Un problema de investigación es, por otra parte, un conjunto de interrogaciones que nos
hacemos en relación a algún aspecto de la realidad. Es algo que, precisamente, no
conocemos, acerca de lo cual nos formulamos preguntas, puesto que no existe todavía un
conocimiento establecido al respecto. Por ello el problema se plantea al investigador
también como sujeto, como una inquietud o deseo de saber, en tanto que un área temática
existe de por sí, como producto del conocimiento ya acumulado. Ya no es hoy un
problema de investigación determinar la distancia que media entre la Tierra y el Sol,
aunque sí lo fue hace algunos siglos; pero sigue siendo un área temática para los
astrónomos todo lo relativo al conocimiento de la órbita terrestre. Son problemas de
investigación o de conocimiento, del mismo modo, el saber por qué un determinado
material posee cierto coeficiente de elasticidad o averiguar la forma en que ha
evolucionado la tasa de divorcio en una sociedad concreta.
Aclarada así la diferencia entre los dos términos que nos ocupan pasaremos a ver,
seguidamente, cómo es posible seleccionar un tema de trabajo y un problema de
investigación que resulten accesibles al tesista y faciliten el desarrollo de su trabajo, sin
desmedro de la calidad del mismo.
Suele decirse que un trabajo de tesis debe versar sobre un tema significativo para el
avance del conocimiento y que la tesis ha de ser original, creativa, rigurosa desde el punto
de vista metodológico y actualizada en su teoría. Los reglamentos existentes dejan
siempre un margen relativamente amplio para la interpretación (v. apéndice II), y son
variados los consejos y recomendaciones que se dan en cada lugar y oportunidad. Nuestro
punto de vista es que debe encontrarse un cierto balance entre las exigencias inevitables
que supone un trabajo de envergadura y las limitaciones concretas que siempre existen, y
que sería ilusorio negar. Por dicho motivo creemos que no debe exigirse a las tesis una
perfección inalcanzable -exagerando el difuso concepto de originalidad, por ejemplo, o
imponiendo sólo ciertos temas a los estudiantes- aunque no debe caerse en el extremo
opuesto, en una permisividad que degradaría el nivel de los trabajos.
Como sabemos de las particulares dificultades que presenta para el estudiante esta etapa
inicial de su trabajo, nos parece oportuno anotar, de seguido, algunas sugerencias
referentes a la forma en que pueden escogerse el área temática y el problema de
investigación. Las más importantes, según nuestra experiencia, pueden resumirse así:
Es por eso que al realizar el examen de las posibilidades que se le abren en concreto, el
tesista debe tratar de asumir de manera consciente el verdadero alcance de sus intereses
subjetivos, de lo que en propiedad le interesa o le desagrada. Lo mismo es válido no sólo
para las tesis sino, naturalmente, para cualquier trabajo de investigación.
Una tesis se propone, entre otros fines, aportar nuevos conocimientos a alguna disciplina
del saber humano. Por más que tal meta no se tome de un modo totalmente estricto y que
se acepten ciertas limitaciones en este objetivo central, siempre se requerirá de un
esfuerzo de creación intelectual relativamente amplio, que supone el conocimiento de lo
ya existente en la materia a trabajar. Resulta claro, entonces, que es preciso conocer de
un modo bastante acabado el ámbito en que se habrá de desarrollar la investigación: no
se puede pretender aportar "nuevos" conocimientos si no se tiene una idea bien definida
acerca de cuáles son los ya existentes.
Si el estudiante no tiene la menor idea de qué son los QUASARS, por ejemplo, o si posee
acerca de tales objetos conocimientos que apenas si superan el nivel de la divulgación
científica, será imposible que se plantee más que interrogantes generales, poco
interesantes, en definitiva, que ya seguramente han resuelto los especialistas o que no se
pueden esclarecer todavía porque falta la indispensable acumulación de conocimientos
al respecto.
c) Buscar Áreas de Trabajo en las que Pueda Contarse con una Ayuda Efectiva:
Esta recomendación, como las otras, parece realmente elemental y poco discutible. Pero
estamos tan acostumbrados a ver el caso de estudiantes que se empeñan en lograr lo
inalcanzable que no dudamos en dedicar unos pocos párrafos a este simple pero eficaz
consejo. Son varios los elementos a los que nos referimos en este caso, todos ellos
directamente relacionados con los diversos recursos que son necesarios para emprender
una investigación. Veamos esto con un poco más de detalle.
Lo anterior tiene relación, básicamente, con lo que podríamos llamar los aspectos
materiales de la investigación. Pero hay otro elemento que en ocasiones suele pasar
inadvertido, aunque siempre incide en el adecuado desarrollo de una tesis: estamos
hablando de la presencia activa de un tutor, en el pleno sentido de lo que significa ese
importante rol. Si el tesista tiene la oportunidad de contar con alguien capaz de orientarlo
desinteresadamente en su trabajo y que, respetando sus inclinaciones y puntos de vista,
sea capaz a la vez de apoyarlo de modo constructivo, conviene que busque el modo de
mantener una relación de trabajo tan fructífera y positiva.
Es pertinente recordar aquí que la ciencia ha progresado casi siempre por medio de la
acumulación de aportes individualmente reducidos, no a través de bruscos saltos en que
se replantean todos los conocimientos anteriores o se construye desde sus raíces una
nueva teoría. De allí que el pensamiento científico se ocupe primordialmente de resolver
problemas concretos de conocimiento, es decir, específicos y bien delimitados. Por ello
es necesario que el investigador haga un esfuerzo para ir acotando el área dentro de la
cual habrá de plantear su pesquisa, porque de ese modo podrá formular un problema de
investigación que sea efectivamente capaz de resolver.
Para lograr lo anterior es preciso, como decíamos, conocer ya en cierta medida las áreas
que son posible objeto de nuestro interés: sólo de ese modo podrá encontrarse una
delimitación que resulte apropiada tanto teórica como prácticamente. Lo primero
significa que la delimitación temática no debe ser arbitraria, para de esa manera
restringirse a un campo del saber que tenga coherencia interior. Si el tema de un trabajo
es, por ejemplo, la balanza comercial de un país, no podrá dejarse de lado -
razonablemente- el estudio de la cotización internacional de su moneda, puesto que este
último aspecto incide decisivamente sobre el anterior. El sentido práctico de la
delimitación es, en cambio, bastante más evidente: se comprende que no resulta
necesario ni posible hacer un estudio de actitudes frente al aborto en todas las
poblaciones de una nación con los recursos habitualmente limitados de un tesista. [V.
Sabino, El Proceso..., Op. Cit., pp. 61 a 63, donde se explica más extensamente este
punto.]
https://es.slideshare.net/edgaralonsovanegascarvajal/fenomeno-contable
LA FORMA AFIRMATIVA
Es la forma mediante la cual enunciamos algo como una verdad. Eso no quiere decir que
los mencionado sea realmente verdadero (alguien puede expresar “Mi pantalón es azul”,
cuando en realidad es verde), sino que se le otorga un carácter de verdad a través de lo
gramatical.
Ejemplos:
• En Santa Cruz suben mucho las temperaturas en verano
• A es B
• Bolivia es un país sudamericano
LA FORMA NEGATIVA
Contraria a la forma afirmativa, es aquella que informan de algo mediante la negación de
un hecho objetivo; pues niega que algo sea o haya sucedido.
Ejemplos:
• El queso no se obtiene del aceite de oliva
• A no es B
• Bolivia NO es un país asiático
Nota:
Tanto la forma Afirmativa como la forma Negativa sirven para formular hipótesis. Pues,
a toda pregunta de investigación corresponde una respuesta afirmativa o negativa.
LA FORMA INTERROGATIVA
Las interrogativas parciales que piden información sobre alguna pieza de información
dentro de una situación de hechos.
Ejemplos:
• ¿Qué libro compró Juan? Interrogativa parcial
• ¿Compró Juan algún libro? Interrogativa total
Nota:
La forma interrogativa es la más correcta para formular un problema de investigación.
LA FORMA INFINITIVA
Es la forma no conjugada del verbo. Es una forma apta para expresar la idea de una acción
como noción general, sin especificar las circunstancias de su realización particular (cómo,
cuándo, qué o quién).
LA FORMA IMPERATIVA
Es el modo gramatical como categoría gramatical que interviene en la conjugación verbal,
empleado para expresar mandatos, órdenes, solicitudes, ruegos o deseos.
Ejemplos:
• Dígame – Váyanse – Que venga María – Que te lo comas – Tú sigue así.
FUNDAMENTOS METODOLÓGICOS DEL TALLER DE GRADO. Jean Christ Marques De Castro, José Luis Sossa Lino
Antes de iniciar una investigación es bueno que el investigador se plantee las siguientes
interrogantes:
• ¿Es este un problema realmente importante?
• ¿Supondrá esta investigación algo importante?
• ¿Será interesante y tendrá alguna utilidad inmediata el resultado de la
investigación?
Otros conceptos:
Otros conceptos:
Plantear el problema es exponer todas las razones por las cuales se le considera un
problema de investigación científica y cada uno de ellos tiene que estar fundamentado en
el conocimiento científico previo. Por tanto, es argumentar el problema de investigación,
es describir una situación de la realidad de una manera clara y transparente. Tiene que ser
expuesta en términos honestos tal como ocurre en la realidad, sin agregar ni quitar detalles
de índole subjetivo.
¿Cómo redactar? Para esto se utiliza el método deductivo como es el método del embudo
que consiste en argumentar de lo general a lo especifico, quiere decir partir de la teoría
para llegar a la realidad.
Es importante que el planteamiento del problema empiece con una breve introducción
sobre el tema central que se ha escogido. Se puede utilizar el método del embudo que
presenta cinco pasos:
Según el autor Julio Rocha (2017) establece que los Criterios para plantear un problema
de investigación son:
Por más que haya muchos temas de interés, no se puede trabajar sobre áreas de
conocimiento que apenas se conoce superficialmente o de las cuales no se ha obtenido
aún una información básica. Por ello es conveniente concentrarse en aquellas áreas del
conocimiento en las que ya posee una información mas o menos considerable y debe dejar
atrás aquellos temas sobre los que no conoce lo suficiente
c) Buscar áreas de trabajo en las que pueda contarse con una ayuda efectiva
Es recomendable contar con apoyo externo cuando se comienza a investigar. Por esto
resulta útil escoger temas en los que ya esté trabajando y en los cuales pueda contar con
el asesoramiento y la orientación necesaria. El investigador solitario, que rechaza todo
contacto con los demás y no busca ayuda pertenece al terreno de la ficción.
Determinar con exactitud y claridad tales preguntas es esencial para la buena marcha del
trabajo, por lo que difícilmente podrá exagerarse la importancia de esta tarea: ya que, si
pensamos que la pregunta es imprecisa, poco congruente, resultará imposible encontrar
satisfacción que sea clara. METODOLOGIA DE LA INVESTIGACION. Julio Rocha Ch. (2017)
Los objetivos son la exposición donde se expresa de manera clara y precisa el logro que
se desea obtener con la realización de la investigación.
Un objetivo encierra la formulación del problema y esto supone determinar cuáles son los
objetivos generales y específicos de una investigación, es decir, dónde se apunta, cuál es
el fin, el rumbo, el propósito y para quién, es decir, definir quienes serán los beneficiados.
Los objetivos deben estar estrechamente relacionados con el título y el planteamiento del
problema, entre sus propósitos está el descubrir:
Se estructuran considerando una secuencia lógica, partiendo de los más elemental dirigido
a lo más complejo. Es importante lograr el cumplimiento de los objetivos enunciados en
un trabajo de investigación durante la realización del mismo.
Una de las características fundamentales de los objetivos es expresarse con claridad para
evitar posibles desviaciones durante el proceso de la investigación y ser susceptibles de
alcanzarse.
Este tipo de objetivos expresan el logro sumamente amplio y son formulados como
propósito general del trabajo de investigación, en su redacción se asemeja estrechamente
al título del trabajo y la pregunta del problema.
Es la idea central del trabajo de investigación, del cual se generan los objetivos
específicos, las sumas de todos los objetivos dan como resultado el objetivo general.
Este tipo de objetivos determinan los pasos a realizar para lograr el objetivo general.
Tienen la misión de facilitar el cumplimiento del objetivo general, considerando etapas o
fases identificadas con precisión y cumpliendo los aspectos necesarios del proceso
investigado. Indican propósitos o necesidades de acuerdo a la naturaleza de la
investigación. Se derivan del objetivo general, afectando de manera directa en los logros.
Se formulan en términos operativos, incluyen las variables o indicadores a medir. Las
causas del problema identificado, tienen una tendencia orientadora en la redacción.
Constituyen las tareas centrales y son la columna vertebral del trabajo de investigación y
la sumatoria de ellos genera el objetivo general.
Justificar una investigación es exponer las razones por las cuales se quiere realizar la
misma. Toda investigación debe realizarse con un propósito definido. Debe explicar por
qué es conveniente la investigación y qué o cuáles son los beneficios que se esperan con
el conocimiento obtenido.
Una justificación es la explicación de las razones por las que se realiza una determinada
acción. De modo que la justificación de un proyecto identifica el por qué se lleva a cabo
el conjunto de actividades que lo forman.
Por otro lado, el lenguaje que utilizaremos en la justificación de un proyecto debe estar
enfocado a acciones terminadas.
Así podremos emplear palabras como aumentar, incrementar, instalar, eliminar, etc. Y no
términos como colaborar, fomentar, ayudar, etc. De esta manera, sabremos cómo redactar
una justificación de un proyecto de forma efectiva y precisa.
El problema es que una revista tiene pocos ingresos. El objetivo general será ampliar el
capital económico de la publicación. Un objetivo específico o una de las soluciones al
problema podría ser, por ejemplo, ampliar el número de suscriptores de la revista, o
mejorar la imagen de marca, o mejorar la calidad de la revista, entre otros muchos
objetivos específicos.
Otros conceptos:
EJEMPLO
CRONOGRAMA TIPO DE UNA INVESTIGACIÓN
(Caso de una Encuesta)
Quincena No.
Actividades
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16
Arqueo bibliográfico
Definición de
indicadores
Elaboración del
cuestionario
Prueba del
Cuestionario
Selección de la muestra
Plan de tabulación
Tabulación y
codificación
Análisis de datos
También es conveniente hacer referencia a los viajes que será necesario efectuar y a los
viáticos que ellos implican. Cuando sea necesario -y ello es obvio en el caso de solicitudes
de financiamiento- deberán cuantificarse con cierta precisión todos los costos que se
asocien al uso de los recursos a emplear. La lista sistemática de los mismos es el
presupuesto de la investigación, que debe distribuirse además temporalmente, indicando
las fechas probables en que las distintas sumas se irán necesitando.
SABINO, Carlos. Cómo hacer una Tesis (Guía para elaborar y redactar trabajos científicos). Caracas, Editorial PANAPO, 1987.
BIBLIOGRAFIA:
Avendaño, Ramiro. (2015). Metodología de la Investigación. Cochabamba,
Bolivia: Educación y Cultura.
Marques De Castro, Jean Chris y Sossa Lino, José Luis. (2016). Fundamentos
Metodológicos del Taller de Grado. Santa Cruz, Bolivia: Librería y Editorial
Lewylibros.
Rocha, Julio. (2017). Metodología de la Investigación. Santa Cruz de la Sierra,
Bolivia: Gráfica Simmer.
Araujo, Jack Alberto. (2011). El proceso de la Investigación Contable.
Recuperado de: http://www.jackaraujo.com
Metodología de la Investigación. Recuperado de:
http://metodologia02.blogspot.com/p/justificacion-objetivos-y-bases.html