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Universidad Eafit

Maestría en estudios humanísticos


Presentación Anteproyecto de grado

Los juguetes ofertados y enseñados en las revistas infantiles Chanchito y Rin Rin, como evidencia
de la forma en que se modelaban los roles de niñas y niños en Colombia en la década de 1930

Juliana Cuervo Calle

“Cada pueblo tiene sus juguetes. Los mismos se han desarrollado a la par que la civilización,
renovándose por una parte, pero también conservando matices étnicos que le hacen irrepetibles.
No es festinado afirmar que el camino más corto para conocer una nacionalidad son los juguetes
infantiles”. (Cunsong, 2005, p. 58)

Resumen

El término infancia y la concepción del niño han tenido múltiples variaciones a través del tiempo. En
Colombia, en las primeras décadas del siglo XX, el infante comienza a ser valorado y tomado en
cuenta como un ser individual con necesidades específicas y no como un adulto en pequeño formato,
como se venía definiendo hasta ese entonces. Dentro de este marco y con una nueva percepción frente
al niño y el surgimiento de escuelas, bibliotecas, hospitales y salas cunas que caracterizan una época de
industrialización y desarrollo del país; se configuran dos importantes publicaciones dirigidas a los
niños: Las revistas Chanchito (1933 – 1936) de Víctor Eduardo Caro y Rin Rin (1936 – 1938), del
Ministerio de Educación Nacional. Dichas revistas, con su contenido, buscaron modelar a los niños y
definir para ellos roles específicos que encajaran en la sociedad que se construía en esta época. Es por
esto, que son elegidas como el material a revisar en el marco de este proyecto de investigación. Por su
parte, se centrará la atención en los juguetes presentes en el contenido de estas revistas, dado que estos,
generalmente son los primeros objetos con las que se relacionan los niños, estando además cargados
de mensajes que dirigen al infante hacia la vida adulta. Por lo anterior, revisar los juguetes ofertados y
enseñados allí en esta época, dará importantes luces sobre la forma en la que se realizaba la
inculcación de roles.
En los números de las dos revistas mencionadas, se revisarán entonces publicidades de juguetes (que
principalmente eran de industrias locales) así como instructivos contenidos allí para que los niños y
niñas elaboraran sus propios juguetes (artesanales); allí se identificarán rasgos de las ideas del mundo
y la definición de roles con los que se buscaba modelar a los niños y a las niñas en la década de 1930.
Como soporte conceptual, se revisarán términos como la infancia en Colombia y su contexto social,
económico y político. Se trabajará además el juguete, su definición, principales características, usos y
papel en la cultura; así como su estrecha relación con la infancia. Además se contextualizarán ambas
publicaciones infantiles, para entender la naturaleza de los mensajes educativos y el modelo de niño
que buscaban construir.

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Los juguetes son generalmente los primeros objetos con las que las personas se relacionan durante
sus primeros años de vida. Se consideran objetos que permiten a los niños acercarse al mundo de los
adultos, siendo mediadores que los preparan para la vida social. Con ellos se han representado de
forma simbólica en las sociedades, acuerdos culturales que han sido transmitidos al niño desde el
juego, haciendo que éste imite, aprenda e interiorice las características del medio social y cultural que
le rodea. Los juguetes contienen representaciones ideológicas y culturales que son transmitidas e
interpretadas de acuerdo al contexto en el que estos se encuentran inmersos. Este proyecto de
investigación se centrará en los juguetes, pero no en las características físicas o materiales de los
mismos, sino en los rasgos culturales y los modos de vida que se pretendía inculcar a los niños en la
década de 1930, a través de las relaciones que se tejen entre dichos objetos (juguetes) y los niños.

Colombia, en la década estudiada se encontraba en un periodo de modernización, en el que


diferentes sectores se dieron a la tarea de actualizar al país en materia cultural y educativa,
aumentando la creación de bibliotecas, centros culturales, salas de lectura y espacios de recreación.
Para esta época se volcó la mirada hacia la infancia, superando la concepción que se tenía del niño
como “adulto en pequeño” y comenzando a verlo como un ser independiente y con capacidades de
comprensión e interpretación de la realidad. De acuerdo con el nuevo sentido que se construye
sobre el niño, surgen varias publicaciones infantiles en las que haciendo uso de diferentes
mecanismos, se buscaba transmitir a su público infantil el modelo ideal de ciudadano que se quería
construir para ese entonces en el país. Durante esta década, se crean dos publicaciones de este tipo:
Chanchito (1933 – 1936) y Rin Rin (1936 – 1938).

Chanchito fue una publicación de Víctor Eduardo Caro, hijo de Miguel Antonio Caro, presidente de
Colombia entre 1892 y 1898. En su contenido se reflejaba una conciencia muy clara sobre la
importancia de la infancia y las capacidades creativas de los niños como se relata en el editorial de
su primer número:

En Colombia, fuera de algunos periodiquitos de escasa importancia y reducida circulación; los


niños no tienen, ni han tenido hace mucho tiempo, un órgano especial, una revista propia, lo
cual es como si dijéramos que no han jugado trompo, ni echado cometa. Chanchito aspira a
llenar ese vacío, a satisfacer esa necesidad […] (Víctor Eduardo Caro, en Chanchito. núm. 1).

Por su parte, Rin Rin fue una publicación del Ministerio de Educación Nacional, ilustrada por
Sergio Trujillo, que con 10 números en el mercado, desaparece en 1938.

En los números de estas dos revistas se puede encontrar entre otros, publicidades de juguetes
dirigidas a niños y/o niñas, así como instructivos para su fabricación manual. Será este el material
donde se revisarán las nociones e ideas del mundo a transmitir así como los roles que se definían
para los niños y niñas en esta época en la que surgía una nueva concepción de infancia en el país.
Dicho estudio se hará a través de la identificación y análisis de algunas variables: El tipo específico
de juguete publicitado, niño al cual se dirige, género al cuál se dirige, mensaje (de uso) que busca
transmitir, funciones específicas del objeto (juguete ofertado) y su relación con el contexto
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(económico, industrial y social de la época). Por su parte, se elige poner la atención en los juguetes,
dado que, como se explicó al comienzo de este texto, materializan roles, oficios y tareas que
preparan al niño para desenvolverse en su contexto, al llegar a la adultez.

Se busca entonces comprender a partir de esta investigación ¿Cómo se transmitían los roles y
modelos a seguir a los niños y niñas en la década de 1930 en Colombia, a través de los juguetes
ofertados y enseñados en las publicidades y contenido de las revistas infantiles Chanchito y Rin
Rin?

Para desarrollar la presente investigación y dar respuesta a la pregunta, se hace preciso indagar
sobre algunos términos que constituirán la base conceptual del proyecto:

En primer lugar se revisará el concepto de infancia, y las transformaciones que ha tenido su


significado a través de la historia, pero con especial énfasis en las primeras décadas del s. XX ; así
como las principales características contextuales, sociales y políticas que de una u otra forma se
relacionaron con el concepto en la época estudiada. Puntualmente interesa entonces para esta
investigación indagar sobre temas como la infancia y la legislación de nuestro contexto, las clases
sociales y los infantes, los niños y la literatura, y por último pero no menos importante la infancia y
su relación con los juguetes. Para trabajar estos temas, se tomarán como principales referentes
bibliográficos a Patricia Londoño y Santiago Londoño Vélez, con su texto: Los niños que fuimos:
huellas de la infancia en Colombia en el cual hacen una significativa reseña del término y sus
cambios en nuestro país. El texto Historia de la infancia en América Latina de Pablo Rodríguez y
María Emma Marianelli, servirá de soporte para enmarcar contextualmente la infancia,
principalmente en Colombia, aunque el texto hace una completa recopilación a nivel
latinoamericano. Susana Romero, en su texto Un siglo de la legislación sobre la infancia en
América latina y Beatriz Robledo autora del texto El niño en la literatura infantil Colombiana,
serán también soportes bibliográficos importantes. Del material central del trabajo: las Revistas
Chanchito y Rin Rin, interesa su marco contextual y político que define las características de los
mensajes que con su contenido se quería transmitir a su público lector. Para revisar esto, aparte de
los números de las revistas, se acudirá a dos fuentes documentales: La revista Chanchito, un
homenaje a los niños colombianos, artículo que resume una completa investigación de Beatriz
Helena Robledo (2004). Por su parte, Miguel Suárez y Edwin Monsalvo, realizan un minucioso
estudio sobre la revista Rin Rin. Se tomará además como fuente a consultar, un archivo de la
biblioteca Luis Ángel Arango, en el que se muestra una clara cronología de la infancia en Colombia
en lo concerniente a las publicaciones dirigidas a este segmento de la población.

Luego de abordar el concepto de infancia y su contexto; se trabajará el juguete y su relación con la


infancia, así como sus representaciones en las publicaciones a estudiar. Además los juguetes y la
forma en que estos materializan la idea de mundo que se buscaba transmitir a los niños.

Evolución del término infancia en Colombia y su contexto social, económico y político

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El término infancia proviene del latín infans, que significa el que no habla; y de acuerdo con el
actual Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, es el período de la vida humana
desde que se nace hasta la pubertad. Dicho significado no es el que siempre se le ha atribuido a
este concepto. La historia, la antropología social, la sociología y la psicología se han preocupado
por demostrar que el término no es totalizante, esto es, que no existe un solo niño, que éste ha
cambiado a lo largo de los siglos que es diferente según el grupo social al que pertenezca, dado que
las realidades sociales que han tenido que ver con el niño no han sido para nada estables (Pachón &
Muñoz, 1991). En España en el S. XIII, la palabra infante era usada para nombrar a los hijos
legítimos del rey, nacidos luego del primogénito, y para el siglo XVI, se usó para designar a un
sirviente. En la Edad media, eran comunes conceptos de la infancia como el de San Agustín, para
quien esta era una edad “no inocente”, que debía ser superada mediante la educación basada en la
vida de Cristo. (Londoño Vega & Londoño Vélez, 2011). En el s. XIX, “se concibe al niño como
un ángel o como un demonio, siempre bajo el esquema dual de niño bueno y niño malo, niño
juicioso y niño necio, niño sano y niño enfermo. En ciertos momentos se creía que el niño nacía
hecho y derecho, y en otros, que nacía como una tabula en la que cualquier cosa podía escribirse
(Pachón & Muñoz, 1991, p. 10) Por su parte, la infancia, entendida como una etapa diferente del
desarrollo del ser humano, es un concepto que llega a América primero por Estados Unidos, entre
1775 y 1776, pero su extensión al resto del continente debió esperar hasta comienzos del s. XX.
(Rodríguez Jiménez & Manarerri, 2007).

Dada la forma en la que se pensaba acerca de la infancia, los niños pasaban a ser considerados
como adultos en el momento en que podían valerse por sí mismos (aproximadamente a partir de los
siete años), por lo que debían desarrollar tareas y desempeñar roles de cualquier adulto, por ejemplo
como combatientes en la guerra. En el caso de Colombia, la condición de los niños combatientes se
extendió a lo largo de todo el s. XIX. La guerra para esta época, hacía parte de la cotidianidad de
los infantes, ya que quienes no iban a los campos de batalla, hacían de la guerra su juego favorito,
armándose con palos y cucharas para celebrar batallas campales. “El radicalismo político y los
juegos de guerra consentidos por los mayores, entretuvieron y prepararon a los niños de nuestra
sociedad, hasta el momento de tomar el camino hacia los campos de batalla” (Rodríguez Jiménez
& Manarerri, 2007, p. 236). Ya a comienzos del s. XX, esta condición del niño combatiente se
difumina en nuestro contexto y se comienzan a evidenciar pequeños pero significativos cambios de
la percepción del adulto hacia el niño. En 1917 se abre en Yarumal, Antioquia el primer
Kindergarten para la educación sistemática de los niños. Al comenzar los años 30, se empiezan a
ver salas cunas, restaurantes escolares y a hablar de higiene infantil. (Zapata, 1998) Para esta época
el país había entrado en una hegemonía gubernamental: la liberal, con claros propósitos
modernizantes y transformadores. Dichos cambios políticos, traen consigo la instauración de una
nueva modalidad educativa: la Nueva Escuela, que de acuerdo con Agustín Nieto Caballero,
propendía por poner al infante como centro del proceso de formación; “buscando que el niño viva
un ambiente de libertad fecunda, en una pequeña sociedad embrionaria que lo prepara para la
sociedad del futuro”. (1998, p. 62)

Es importante acá aclarar que aunque se comienzan a ver dichos cambios, los privilegios de poder
ir a la escuela y de no tener que trabajar, por mencionar solo algunos, era solamente para unos
pocos. Los niños de las altas clases sociales eran quienes podían acceder a estos beneficios, pues,

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la mayoría, debían seguir con sus obligaciones cotidianas. (Molano & Vera, 1982, p. 32) La brecha
social y económica era muy evidente, pues en las calles contrastaban los niños que bien vestidos,
asistían al colegio, mientras que muchos otros, pertenecientes a la clase baja vagaban por las calles,
descalzos y desarrapados; otros realizaban múltiples trabajos y recorrian las ciudades como
emboladores, vendedores de prensa, artesanos, o aguateros, para ayudar con el sostenimiento de la
familia. Las principales ciudades eran habitadas a su vez por niños estudiantes, obreros, limosneros,
limpiabotas, vendedores de café, periódico, entre muchos otros productos. Los niños ricos pasaban
navidades abundantes y daban limosna para ayudar a los niños pobres.

Por otro lado, si se revisa lo concerniente a la legislación relacionada con la protección de la


infancia, se encuentra que en Colombia, solo se comienza a evidenciar hasta comienzos del s. XX,
pero enfocadas en los niños infractores, abandonados o que vivían en las calles. Aparece entonces
la ley de casas de reforma para menores en 1920, por medio de la cual se ponía ante un Juez de
menores a todo niño menor de 17 años que cometiera algún delito. Con el fin de proteger a los
niños que se encontraban en situación irregular, surgen en este contexto algunas instituciones de
salud donde se atendía al niño pero además se enseñaba a las madres la forma de educar a sus
hijos. Dada la alta mortandad infantil, las discusiones y disposiciones legales en la década de 1930,
se centraron en asuntos como la salud, alimentación y custodia de menores. En 1936 se llevó a cabo
el primer Congreso Colombiano del niño, que contó con la participación de los miembros de la
Academia Nacional de Medicina, del departamento Nacional de Higiene, y de políticos regionales.
En el desarrollo de dicho evento se solicitó un Instituto de Nutición, un Código de Protección de
Menores y la instauración de un Consejo Nacional de Infancia. Los temas tratados se enmarcaron
además en Psicología infantil y educación. (Romero, 2007).

La infancia y el mercado

Durante el periodo estudiado, y en concordancia con la época de modernización que se vivía en el


país, el niño comienza a ser visto como un potencial consumidor de un sinnúmero de productos
entre los que sobresale el vestuario, los productos de aseo y en mayor medida los juguetes. Así
pues, en las publicaciones para adultos y niños, comienzan a popularizarse anuncios publicitarios
ofertando productos y servicios dirigidos a los niños y niñas.

Aunque los productos que comenzaron a producirse para niños en el país pertenecían a diferentes
categorías como alimentos, vestuario, calzado, aseo personal; la publicidad se centró
principalmente en productos relacionados con la alimentación y la salud (Londoño Vega &
Londoño Vélez, 2011). Sin embargo, para esta investigación, son de mayor interés, los anuncios
relacionados con los juegos y juguetes que se vendían en el país para esta época, así como los
mensajes que se buscaba transmitir a través de estos. La mayoría de las publicidades de juguetes
diferenciaban su público objetivo de acuerdo al género y al juguete ofertado. Así, las cocinitas y
vajillitas se ofrecían a las niñas y se pedía a las mamás que se las compraran y regalaran. Por su
parte, la mayoría de juguetes para uso en el espacio público se ofrecía a los niños.

Los juguetes y el juego: Generalidades de los conceptos

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La palabra jugar, viene del latín iocari, que significa “hacer algo con alegría”. A su vez, las
palabras juego y juguete provienen de la palabra iocus “broma”. Según el actual diccionario de la
Real Academia de la Lengua Española, un juguete es aquel objeto atractivo con que se entretienen
los niños. Muchos estudiosos afirman que en todos los tiempos ha habido juguetes. Según Euclides
Jaramillo (1973) en su texto Talleres de la infancia, antología del juguete, los antiguos egipcios
fabricaban muñecas de marfil y de oro con miembros articulados y pelotas de papiro macerado o de
cuero rellenas con paja. Los romanos de los tiempos de Virgilio jugaban con la Peonza (primitivo
trompo); los chinos usaban la cometa doscientos años antes de la era cristiana y las muñecas
nacieron en la sociedad del hombre de la caverna. El aro, la pelota y las muñecas han sido de todas
las edades y casi todos los pueblos.

Por su parte, De Borja I Sole (1994), considera que, si bien la condición de juego no es exclusiva
de los humanos, para nuestra especie es indispensable considerar la importancia de los juguetes
como soporte del juego, siendo además objetos que representan en tamaño reducido el mundo
adulto y tienen como función establecer un nexo entre el mundo imaginario y la realidad cotidiana
(Borja I Sole, 1994). La autora cita además varias definiciones pertinentes que abordan
principalmente la función lúdica del juguete: “Los juguetes son para entretenerse, para distraerse,
para divertirse, para que los niños hagan lo que quieran, para aprender, sirviéndose de ellos”
(Newmark, 1976); “Los juguetes son elementos concebidos y desarrollados para diversificar el
juego humano. Realizados para divertir a niños y niñas, estimulan su actividad, e inciden en su
motricidad, inteligencia y sociabilidad” (Borja, 1982).

Los juguetes son además considerados como elementos materiales que sirven como mediadores
para adaptarse a la cultura a la cual se pertenece, al ser unos de los primeros objetos con los cuales
el ser humano se relaciona. Por tanto, los juguetes están cargados de valores y connotaciones
culturales y de ideas preconcebidas que informan sobre la organización ideológica, cultural y
mental de las sociedades.

La infancia y los juguetes

En el arco de la investigación, y sobre los temas tratados, interesan principalmente las relaciones
que se tejen entre el niño y el juguete. Dicha relación se puede estudiar desde múltiples
perspectivas, pues aunque con muchas variaciones, los juguetes han sido las materialidades que han
acompañado la infancia desde tiempos memorables. En la prehistoria, los niños tenían sus objetos-
juguetes, de los cuales, muchas de sus características se han conservado en los actuales. A lo largo
de la historia, el niño siempre ha jugado, pues el juego es una necesidad y una capacidad
fisiológica. Es el principal modo de aprender con el que la naturaleza ha dotado la primera fase de
la vida a todo ser que ha de crecer y necesita capacitarse para la vida ulterior (Bayle, 1969, p. 7)

En nuestro contexto, a comienzos del s. XIX, muchas de las opiniones frente a los juguetes no eran
muy positivas, dado que los juguetes se consideraban como objetos peligrosos (Londoño Vega &
Londoño Vélez, 2011). El juego, por su parte se restringía y se pedía que fuera moderado: “ juego es

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una diversión honesto, si es moderado; pero si es inmoderado, causa nuestra perdición” 1 Por su
parte, al finalizar el siglo XIX, personajes célebres como el pedagogo Milciádes Chávez, expresaba
que también que el juego debía ser moderado, pues quienes solo pensaran en jugar se volverían
holgazanes y por lo tanto un estorbo en la casa y la escuela.

Con la llegada de la modernización al país en el siglo XX, la mentalidad sobre el juego y los
juguetes y su relación con la infancia cambia de forma radical, reconociendo en estos propiedades
educativas y de desarrollo para el menor. Al respecto, los investigadores Londoño Vega y
Londoño Vélez, (2011), citan un fragmento de la revista chanchito, en el que su director habla
sobre los juguetes y los niños:

Estos ingeniosos objetos, además de proporcionar una distracción […] tienen un valor
educativo inmenso, dado que con su mecanismo despiertan la curiosidad, estimulan el espíritu
de observación y de inventiva […] y da pie a los estudios de la medicina, la física y la
electricidad, porque los juguetes son casi siempre reproducciones en miniatura de cosas
grandes y de inventos prodigiosos. (Caro, 1933, p. 1).

Aunque la forma de pensar sobre el juego y el juguete comenzó a tener cambios significativos; a
comienzos del s. XX, no eran muy comunes sus apariciones en los diarios y los medios de
comunicación en general. Las primeras apariciones publicitarias, mostraban novedosos juguetes,
generalmente de producción local, que llegaban a los almacenes bogotanos. Los juguetes ofertados,
en su mayoría eran reproducciones de los objetos de los adultos, con los que se ensayaban roles y
las tareas de las personas grandes. (Pachón & Muñoz, 1991, p. 250) Así, se podían encoontrar
diminutas vajillas de porcelana, ollas de barro, muñecas, pequeos muebles y enseres domésticos,
dirigidos exclusivamente a las niñas. Para los niños, habían otros juguetes específicos, como
carritos, herramientas o pequeñas réplicas de animales. Éstos solo participaban en los juegos de las
niñas, haciéndo el rol de médicos que curaban las enfermedades que dentro del juego sufrían las
muñecas como Sarampión o Tifo o ”, como relata Caballero Calderón en su texto, Recuerdos de
Infancia hacían las veces de sacerdotes, cuando alguno de los muñecos “se moría” (Caballero
Calderón, 1964). Así, con los juguetes que comenzaban a llegar a los mercados locales, los que se
producían en nuestro país, e incluso, con los que los niños ideaban, “reproducían todo el mundo
adulto dentro del cual se encontraban inmersos y se veía como captaban la estructura y las
funciones sociales que luego llevavan al juego, tal vez en un intento por entenderlas y asimilarlas”
(Pachón & Muñoz, 1991, p. 251).

Además de ser objetos aún no muy comunes comercialmente, se encuentra que poseer algún
juguete industrializado era un privilegio de pocon niños en el país en la época estudiada. Pertenecer
a ciertas clases sociales parecía otorgar la licencia para acceder a los juegos, pero sobretodo a los
juguetes, los cuales se resevaban para los hijos pequeños de las familias urbanas más acomodadas.
Por su parte, muchos de los niños del campo o de las familias con menos recursos, ocupaban su
tiempo trabajndo, y para jugar construian sus enseres y objetos por sus propios medios. Algunos de
estos son mencionados por Germán Arginiegas, en su libro Transparecia de Colombia: “El tren era
1
Fragmento del poema “Alfabeto para niño”, (1874) de Joaquín Olmedo.

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un rosario de latas de sardinas que se cargaban de arena. Los buques eran de papel […] las muñecas
eran de trapo con enormes ojon inmóviles y sin ningún secreto mecánico digno de ser investigado”
(Pachón & Muñoz, 1991, p. 253).

Comenzó a ser algo común que algunos niños fueran fotografiados al lado de sus juguetes muchos
de estos importandos. En dichas fotografías se buscaba mostrar un “ nuevoprototipo infantil”: los
niños nacidos en familias solventes que posaban con lujosos atuendos y grandes muñecas,
vehículos, caballitos de madera o aviones de juguete y reafirmaban su condición de poder jugar y
no tener que trabajar para sobrevivir (Londoño Vega & Londoño Vélez, 2011, p. 163).

El juguete representado en las revistas Rin Rin y Chanchito

En el contenido de las revistas Chanchito y Rin Rin, aparecen juguetes tanto de carácter industrial
de producción local, como artesanales. Los primeros, se pueden evidenciar en las publicidades de
los almacenes donde se ofertaban dichos objetos, como La gran juguetería del Almacén de los
Niños, o bien, de las industrias que los producían: La fábrica nacional de muñecas, Kiko o
Industrias Búffalo. En dichas publicidades se ofertaban entre otros, juegos de mesa como Croqués,
ajedrez o dominó y juguetes como balones, raquetas, muñecas, bebés, cunas y cochecitos. Por su
parte, los juguetes artesanales, según Beatriz Helena Robledo, aparecen en la revista Chanchito, en
instructivos para crear y armar los juguetes, dirigidos a los niños. Ambas categorías, al estar dentro
del contenido de la publicación, estaban destinadas en su mayoría a los niños de las familias
acomodadas de algunas ciudades del país. Por su parte, dada la intención educativa, moralizante y
modeladora de la revista para con los niños, los juguetes que allí aparecían, reforzaban en su uso,
dichos ideales. (2007).

Una breve acercamiento a literatura infantil en Colombia durante las primeras décadas del s.
XX, como contexto en el que se enmarcan las revistas a estudiar

Antes de acceder al mundo de los libros, los niños colombianos alimentaban su imaginación con
mitos, leyendas, cuentos, anécdotas, juegos, trabalenguas, retahílas y romances de la tradición oral
popular, que pasaron a integrar el patrimonio cultural de la infancia. Parte de este repertorio
provenía de reelaboraciones de narraciones europeas, mezcladas en Hispanoamérica con herencias
indígenas y africanas. (Londoño, 2013). Sobre la literatura infantil, se hará una breve reseña, dado
que será el material a revisar dentro de la investigación:

Como se ha expuesto, y de acuerdo con Beatriz Elena Robledo (2007), “el niño era considerado
como un adulto en pequeño y se educaba para ayudar a conservar el grupo social”. Luego, se vuelca
la mirada al sujeto individual, configurándose como un sujeto capaz de percibir el mundo de una
manera diferente a la del adulto. En Colombia, la transformación del concepto de infancia está
directamente relacionada con los procesos de modernización del país, iniciados en los años 20 y 30
con el desplazamiento del campo a la ciudad, procesos acelerados de modernización, y necesidad
de alfabetización de esta nueva población. En el marco de estos procesos, la literatura infantil se
acentúa, aunque aún con muchas motivaciones moralistas y pedagógicas, más que para el goce y

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placer estético. Cabe resaltar que para 1933, existía en el lugar donde después fue construida la
Biblioteca Nacional, una biblioteca infantil, con sala de lectura para los niños la cual fue incluida
desde el diseño mismo de la biblioteca.

Ahora, aunque para esta investigación interesan específicamente, dos publicaciones infantiles de
carácter seriado (Revistas Chanchito y Rin Rin), que surgen en la década de 1930, vale la pena
mencionar otro tipo de publicaciones literarias infantiles de origen nacional que acompañaron a los
niños de la época estudiada o que los consideraron parte importante de su contenido, haciendo de
ellos personajes relevantes en las historias. Sin duda, uno de los principales autores para el público
infantil fue Rafael Pombo (1833-1912), con fábulas y cuentos como Simón el Bobito, Rin Rin
Renacuajo, La Pobre Viejecita, El Gato Bandido entre muchos otros. La obra Cuentos a Sonny,
escrita por Santiago Pérez Triana es considerada La primera obra literaria del s. XX colombiana
que tiene como principal personaje a uno niño y es además dirigida a un lector infantil considerado
como capaz de degustar estéticamente un universo imaginado a través del lenguaje. En 1926, se
publica el libro Cuentos, de la escritora Eco Nelly, en el cual, los niños de la calle son los
protagonistas. El texto La ballena Varada de Oscar Collazos, muestra los niños como personajes
buenos, que la sociedad adulta intenta corromper. Por último, vale la pena mencionar El terror de
sexto B de Yolanda Reyes importante obra de la literatura infantil colombiana, que contenía siete
cuentos en los que se relataban situaciones divertidas, románticas o terribles que sucedían a los
niños en el colegio. Dichas historias eran contadas desde la perspectiva (en ocasiones crítica) del
niño frente a la rigidez del colegio. (Robledo, 2007) . Por su parte, el periódico El Tiempo,
finalizando la década de 1920, dedicaba un apartado a los niños, llamado Las páginas infantiles, en
los que los niños expresaban sus pensamientos con testimonios y respuestas a preguntas que el
periódico planteaba como ¿cuál ha sido el día más triste de su vida?, cómo es el lugar donde usted
vive?, ¿qué les cuesta trabajo hacer?, ¿qué quiere ser cuando sea grande?, o ¿cuáles son sus
propósitos para el año 1928? (Pachón & Muñoz, 1991, p. 214 - 216). La historia de la infancia
podría ser estudiada a partir de la revisión de la literatura para niños o que toma al niño como
protagonista. La aparición, contenido y transformación de la literatura infantil va de la mano con la
transformación del concepto de niñez y con el imaginario que tiene el adulto sobre esta (Robledo,
2007). En 1930, se publica la primera edición de la popular cartilla La alegría de leer, escrita por el
vallecaucano Evangelista Quintana.

En cuanto a las publicaciones seriadas dirigidas a un público infantil, las revistas Chanchito y Rin
Rin, son las primeras publicaciones de este tipo en el país, y serán las que se revisarán en el
desarrollo este proyecto. Sobre las revistas mencionadas, interesa su origen y contexto que las
rodea. Comprender lo anterior, servirá para realizar un exhaustivo análisis de las publicidades e
instructivos de los juguetes y el contenido que con estos se pretendía transmitir relacionado con la
formación de los roles que los niños representarían en su vida adulta. Dicha información se
analizará desde varias variables. El tipo específico de juguete publicitado, niño al cual se dirige,
género al cuál se dirige, mensaje (de uso) que busca transmitir, funciones específicas del objeto
(juguete ofertado) y su relación con el contexto (económico, industrial y social de la época).

La revista Chanchito: origen, características y contexto social y político

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Esta revista fue una publicación fundada en 1933 por Víctor Eduardo Caro, quien nació en Bogotá,
el 6 de marzo de 1877. Hijo de Miguel Antonio Caro, fundador de la Academia Colombiana de la
Lengua en 1871 y Presidente de la República entre 1892 y 1898, nieto del poeta José Eusebio Caro.
Fue docente catedrático de la Universidad Nacional hasta pocos años antes de su muerte y colaboró
activamente en la Fundación de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales
en 1932, y en 1923 fue designado miembro de la Academia Colombiana de la Lengua. Su obra
literaria le otorgó muchos reconocimientos, algunas de sus obras más destacadas son: El burrito, El
zapatico, Transformismo, La tía abuela, El palomar, El amor de las estrellas, Bajo el alero y La
juventud del señor Caro. (Forero, Díaz, & Guerra, 2012).

El nombre de la revista, se toma de uno de los personajes de las fábulas de Rafael Pombo,
específicamente de un cerdo salvaje cuyos padres eran refinados, vivián en abundancia y se
encargarían de domesticar con regaños y azotes a Chanchito para que se comportara en frente de la
sociedad. Como moraleja la fábula terminaba diciéndo: “¿ Y habrá niño tan bestia que necesite
látigo para volverse gente y hacer su obligación?”. Es así como Chanchito, transformado por la
educación decide compartir con los niños colombianos todo su conocimiento. (Robledo, 2004, p.
35) De acuerdo con Beatriz Helena Robledo, esta publicación es considerada en la actualidad como
la más completa y de mayor calidad que se haya publicado en Colombia. (2004, p. 36) La revista
circulaba por varias ciudades del país como Cali, Florencia, Cartagena, Cúcuta, Buenaventura,
entre otras.

La revista surge entonces en la época marcada por la modernización del país, en la que diferentes
sectores se ponen a la tarea de actualizarse en materia educativa, industrial y de infraestructura. Su
contenido propendía por transmitir valores y educación al niño impartiendo las nociones de higiene,
moral y trabajo, orientando el interés del niño hacia la formación de la sociedad inclinada al
conocimiento de la economía la religión, la historia y la geografía. “En esta década, Chanchito se
convierte en un personaje casi real, querido por los niños, que permitió a los lectores ponerse en
contacto con la cultura más elaborada y el lenguaje literario de su tiempo” (Robledo, 2004 p. 38)

La revista Rin Rin: origen, características y contexto social y político

Publicación creada en 1936 por el Ministerio de Educación Nacional. Fue diseñada e ilustrada por
Sergio Trujillo Magnenat. Surge en el marco del primer gobierno de Alfonso López Pumarejo entre
1934 y 1938, quien realizó las mayores apuestas en lo que refiere a reformas de orden
“socioeconómico”, a través de un programa reformista que se denominó la “Revolución en
Marcha”. De acuerdo con estudios realizados por Miguel Suarez y Edwin Monsalvo (2012):

“la revista materializaba un esfuerzo del estado por consolidar un aparato ideológico que servía
de de instrumento de legitimación de las apuestas gubernamentales en materia de construcción
del Estado-Nación, bajo el gobierno liberal y además evidencian el esfuerzo del Estado por
afirmarse en el control de la educación. En este orden de ideas, los tópicos que abordaron las

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publicaciones buscaron generar una cultura higiénica, educativa y cultural, que contribuyera a
la modernización del país” (Suárez & Monsalvo, 2012)

La revista contaba las aventuras del renacuajo paseador, del poeta Rafael Pombo, acompañado por
cuatros inseparables amigos, quienes con el paso de los días iban mostrando las maravillas del país
y las características geográficas y económicas de los departamentos que visitaban; lo que contenía
un propósito político y cívico. La revista era distribuida gratuitamente en las escuelas e iba dirigida
al uso por parte de maestros y profesores. Cada número contenía cuentos, canciones e historias de
personajes de la vida nacional, y secciones tituladas: colaboración infantil, donde los niños podían
enviar cuentos y cartas a Rin-Rin y la página de lectura, donde se exponían algunas
consideraciones sobre higiene, educación cívica y familia. En la revista también se enseñaba a los
niños a hacer manualidades como marionetas y dibujos. (Suárez & Monsalvo, 2012, p. 131)
En cuanto a la definición de roles a través del contenido de la revista, cabe resaltar algunos
fragmentos en los que se exaltaban las figuras que componían la familia y el hogar.

Así, por ejemplo, se manifestaba el rol del padre: “El padre trabaja para dar educación a sus
hijos. El padre trabaja para mantener a la familia. El padre trabaja para dar el sustento. El
padre trabaja para dar los vestidos. (Rin-Rin, No. 4, 1936: 9) Mientras que el papel asignado
a la madre debía limitarse a la realización de los oficios y el cuidado del hogar, papel en el que
cobraban importancia, de igual manera, las hermanas y la sirvienta (Rin-Rin, No. 4, 1936: 9).
(Suárez & Monsalvo, 2012)

En total se editaron tan solo ocho números de forma dispersa, circulando en un comienzo
mensualmente, pero luego con diferentes frecuencias. Además de los altos costos de edición, las
constantes críticas sobre su contenido que se decía era más de propaganda política que de
educación hicieron que en 1928 se parara su edición. (Helg, 2001)

Como se puede evidenciar, las revistas elegidas como material para indagar sobre el objeto de
estudio, constituyeron un importante en influyente material para la infancia en la década de 1930, lo
que hace muy valioso su contenido y mensajes contenidos en las publicidades e instructivos para
armar juguetes, dado que la naturaleza de las revistas estaba relacionada con la instrucción y el
deber ser, que es finalmente lo que se pretende encontrar en los juguetes que en ellas se ofertaban y
enseñaban.

Metodología del proyecto

El proyecto de investigación propuesto es de carácter cualitativo, ya que en su desarrollo se


pretende obtener la revisión de Los discursos publicitarios sobre juguetes presentes en las revistas

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Chanchito y Rin Rin, para encontrar dentro de estos, los roles e ideas de la sociedad que se buscaba
transmitir a los niños. Dicho material será revisado para descubrir sobre este, tantas cualidades
como sea posible (Bonilla Castro & Rodríguez, 1997)

Con el fin de alcanzar los objetivos propuestos y responder a la pregunta planteada en el marco del
proyecto, este se desarrollará en tres etapas:

Etapa 1 – Documentación:
- En esta se realizará una completa recopilación teórica sobre el tema, abordando epistemológica
y teóricamente los conceptos infancia y juguete principalmente desde la historia, la
antropología los estudios culturales y la comunicación.
- Por su parte, se revisarán los principales referentes y antecedentes locales, nacionales y
mundiales, relacionados con el tema trabajado.
- Como complemento de dicha información, se revisarán algunos apartados de la prensa
nacional de la época, ya que de esta forma se tendrá mayor claridad de las características del
contexto estudiado.

Etapa 2 - Recolección y registro de la información:


Diseño de instrumento que servirá para la recolección y revisión del material a estudiar en las
revistas y el análisis de las variables a identificar:

- El tipo específico de juguete publicitado


- El niño al cual se dirige
- El género al cuál se dirige
- Los mensaje (de uso) que busca transmitir
- Las funciones específicas del objeto (juguete ofertado) y su relación con el contexto
(económico, industrial y social de la época).

- Revisión y registro del contenido de las publicaciones Chanchito y Rin Rin (Específicamente
publicidades y manuales de construcción de juguetes)

Etapa 3: Análisis de la información:


- El análisis de la información recopilada a través de las técnicas y herramientas utilizadas en el
desarrollo del trabajo de campo, se realizará mediante un trabajo interpretativo a partir de los
resultados de la etapa 2. En éste se revisará mediante un análisis iconográfico, el material
recogido de las revistas. Dicha información se contrastará con la teoría y los conceptos que
soportan el proyecto.

Referencias

 Bayle, F. (1969). El juguete en la vida del niño. Barcelona: Editorial Miguel Arimany.

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 Bonilla Castro, E., & Rodríguez, P. (1997). Más allá del dilema de los métodos: La
investigación en Ciencias Sociales. Bogotá: Norma.
 Borja I Sole, M. d. (1994). Los juguetes en el marco de las ludotecas: elementos de juego, de
transmisión de valores y desarrollo de la personalidad. Revista Interuniversitaria de
formación del profesorado, n.19, 43-64.
 Broncano, F. (2012). La estrategia del simbionte. Delirio: Madrid
 Caballero Calderón, E. (1964). Recuerdos de infancia. Medellín: Editorial Bedout.
 Corredor, M J. El juguete: un reflejo de la historia. España: Asociación española de
fabricantes de juguetes.
 Cunsong, L. (2005). Juguetes folklóricos. Vol. 046. Nro. 0011. Noviembre de 2005.
 Jaramillo L. (diciembre de 2007). Concepción de infancia. En: Revista del Instituto de
Estudios Superiores en Educación Universidad del Norte nº 8
 Forero, E., Díaz, S., & Guerra, E. (Mayo de 2012). Academia colombiana de ciencias exactas,
físicas y naturales. Recuperado el 13 de junio de 2015, de accefyn:
http://www.accefyn.org.co/sp/academicos/Silla_6_Victor_Eduardo_Caro.htm
 Helg, A. (2001). La educación en Colombia 1918-1957, una historia social, económica y
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 Londoño Vega, P., & Londoño Vélez, S. (2011). Los niños que fuimos: Huellas de la infancia
en Colombia. Bogotá: Biblioteca Luis Ángel Arango.
 Martínez, L. (2001). La infancia y la cultura escrita. México: Siglo XXI
 Molano, A., & Vera, C. (1982). Evolución de la política educativa durante el siglo XX.
Primera parte: 1900-1957. Bogotá.
 Pachón, X., & Muñoz, C. (1991). La niñez en el s. XX. Bogotá: Planeta Colombiana Editorial.
 Robledo, B. H. (2004). La revista Chanchito, un homenaje a los niños colombianos:
Chanchito sale a la luz pública. Boletín cultural y bibliográfico, 35-52.
 Robledo, B. H. (2007). El niño en la literatura infantil colombiana. En P. Rodréguez Jiménez,
& M. E. Monarelli, Historia de la infancia en América Latina (págs. 635-648). Bogotá:
Universidad Externado de Colombia.
 Rodríguez Jiménez, P., & Manarerri, M. E. (2007). Historia de la infancia en América Latina.
Bogotá: Universidad Externado de Colombia.
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Rodréguez, & M. Monarelli, Historia de la infancia en América Latina (págs. 617-632).
Bogotá: Universidad Externado de Colombia.
 Suárez, M., & Monsalvo, E. (2012). Los textos de la revolución: las publicaciones para uso
escolar de la "Revolucion en marcha" (primer gobierno de Alfonso López Pumarejo, 1934-
1938). En: Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, No. 1 Vol. 8. , 119-144.
 Zapata, V. (1998). Historia del niño. Medellín: Universidad de Antioquia.

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