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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

DEPARTAMENTO DE PSICOPEDAGOGÍA

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN INFANTIL

SEMINARIO ELECTIVO INFANCIA Y CULTURA MATERIAL

Natalia Vargas – Evelyn Devia - Tania Rojas

La reseña constructiva que se presenta a continuación se realiza a partir de los apartados I y II


del texto Juguetes e infancia. La consolidación de una sensibilidad moderna sobre los niños
en Colombia (2015) de la autora colombiana Diana Marcela Aristizábal García. En este texto
la autora pretende hacer un aporte desde los estudios culturales a las discusiones teóricas
sobre la infancia y su cultura material. Este aporte lo aborda desde un acercamiento crítico a
la manera en que se establecieron y comprendieron las nociones de infancia en el país y, a la
vez, a la forma como se construyeron históricamente las subjetividades infantiles
diferenciadas de las de los adultos, a través de prácticas y saberes psico-médico-pedagógicos
y de dinámicas de consumo de productos infantiles como los juguetes.

Diana Marcela Aristizábal García es una historiadora y periodista colombiana de la


Universidad del Rosario, quien además cuenta con un Magister en Estudios Culturales y un
Doctorado en Antropología Social de la Universidad de los Andes. Su principal interés
investigativo se enfoca en el ámbito socio - histórico y antropológico sobre las infancias,
educación, consumo contemporáneo, cultura material infantil y medios de comunicación.
Cuenta con experiencia de trabajo en investigación histórica, etnográfica y colaborativa con
niños y niñas.

Para comenzar, en el primer apartado Sensibilidades cruzadas sobre los juguetes y los niños
en Colombia, la autora parte por reconocer que el binomio niño-juguete no siempre ha estado
y dicha relación no debería pensarse de forma “natural”, ya que esta preocupación o más bien
sensibilización por los niños y por producir objetos para estos, como lo son los juguetes, se
dio de forma tardía en Colombia, por ello comienza por describir a través de diversos
apartados como a mediados del siglo XIX (1850) se concebía a los niños, los juguetes y la
práctica del juego, estos tres elementos son los que se problematizan revisando el impacto de
la economía y la guerra en el país, el cual deseaba transitar a una industrialización, a vez,
comienzan por verse serias contradicciones, ya que los niños eran vistos aun como adultos
inacabados, quienes debían moralizarse, controlarse, vigilarse y que a su vez tenían múltiples
deberes, como lo eran los trabajos en el campo y el rápido tránsito a la madurez a través del
matrimonio en las ciudades.

También, en este apartado la autora hace algunas comparaciones de como en Europa ya se


veían y resaltaban otros discursos y visiones para con los niños, como la rápida
industrialización del objeto juguete, las perspectivas pedagógicas, y los cambios en la
medicina con la consolidación de la pediatría, todo esto llegaría a Colombia a finales del siglo
XIX, pero el país se veía en tensión con las ideas moralizantes del juguete y el juego, también
con la incursión del niño a la guerra y al trabajo y con la designación de roles tanto para niños
como para niñas, además con la influencia de escritos y publicaciones que decían enfocarse a
esta población, pero solo se les veía con la intención de equiparar al niño con el adulto, sus
cuerpos y sus estructuras de pensamiento.

De esta forma en la primera parte del texto Aristizábal, nos presenta un amplio panorama de
la concepción de niño, de juego y de juguete en Colombia y como estas se perciben como una
producción de subjetividad infantil sobre todo en lo relacionado con la educación moral de
los niños, enfocado en inculcar buenos hábitos, disciplinar el cuerpo y fortalecer el carácter,
lo que a su vez se ve envuelto en tensiones a finales del siglo, debido a las múltiples
sensibilidades, reflexiones y teorías sobre los niños del país y sus juguetes, ya que pese a la
reciente aparición de discursos pedagógicos y médicos ya era frecuente la idea de vigilar y
orientar a los niños, su tiempo y sus acciones.

Posterior a la anterior reconstrucción del siglo XIX, la autora pasa por analizar los cambios
que comienzan a emerger al inicio del siglo XX en específico en los años (1900-1940) en la
segunda parte de su texto llamado “El imaginario técnico de los juguetes: niños
trabajadores, obreros y científicos, 1900-1940”. Aquí la autora reconoce que se hace más
visible la valoración social de los niños en Colombia, gracias a la pedagogía Pestalozziana y a
la Escuela Activa, ya que, gracias a estas, se comienzan a realizar una serie reflexiones
orientadas al cuerpo y a la mente infantil, la necesidad de unos objetos y de una cultura
material, dichas reflexiones contribuirían a una modificación del lugar y de los roles de la
infancia en el país, debido a la inclusión de los niños a los debates políticos.
Lo anterior desencadenó la participación de Colombia en Congresos internacionales sobre la
niñez, se comenzó un proceso de legislar para revisar y trabajar en su salud, cuidado y
regulación del trabajo, sin embargo, la sensibilización por la infancia y sus derechos no fue
inmediata, ni equitativa, puesto que esto impactó a los niños de clases altas y urbanas, es por
esto que la infancia continuaba siendo un grupo social con las mismas obligaciones que los
adultos, así pues, la actividad por excelencia de la infancia no era jugar, sino trabajar, debido
al afán de los gobiernos colombianos por la modernización e industrialización del país.

Gracias a estos debates y diálogos sobre los derechos de la infancia y la emergencia del niño
como sujeto de estudio y preocupación de diversos campos y disciplinas de conocimiento
como la pedagogía, la puericultura, la pediatría y la psicología, comienzan a cuestionar el
lugar y los roles sociales que debían ocupar los niños en la sociedad en general y Colombia
no sería la excepción.

De esta manera, en los discursos pedagógicos de la Escuela Activa y en la prensa de la época


se comienzan a circular ideas sobre la función de las escuelas como talleres de aprendizaje y
de los juguetes industrializados como instructivos y medios de educación científica, industrial
y técnica de los niños del país. También se hace visible cómo empieza a darse una
especialización y definición de criterios de los juguetes según edades, sexo, roles sociales y
capacidades psico-mentales, cuestiones que construían la imagen ideal del niño normal y
ciudadano futuro del país.

Es por todo lo anterior, que este texto es un gran detonante para conocer y profundizar como
los juguetes (objetos con los que se juega) contribuyeron con la apertura de caminos para la
producción cultural y simbólica alrededor de la infancia en el país, ya que estos motivaron a
la construcción de subjetividades infantiles desde la cultura material, ya que la práctica del
juego y los juguetes mismos ocuparon un papel primordial en la construcción histórica, social
y cultural de la infancia en el país, unas infancias que al mirar a través del tiempo han
cambiado pero algunas de las dinámicas sociales, políticas y pedagógicas aún se mantienen
en ciertos sectores del país, por ello el trabajo es apremiante y reconocer esta historicidad
contribuye a tomar decisiones pedagógicas a favor de las infancias, dándoles el lugar que
deben ocupar, reconociendo sus construcciones e intereses genuinos.

Referencias

Aristizábal, D. (2015). Juguetes e infancia. La consolidación de una sensibilidad moderna


sobre los niños en Colombia (1840-1950). Bogotá: Universidad de Los Andes.

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