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Clase 57 – Los nórdicos

El 8 de junio del 793, el monasterio de Lindisfarne, situado en la costa sudeste de


Escocia, fue atacado y saqueado por una banda de feroces guerreros: los nórdicos,
también llamados vikingos; comenzaba así la Era Vikinga, que se extiende de los años
793 a 1066. En el imaginario popular, los nórdicos poseen el estereotipo de piratas,
saqueadores y salvajes, sedientos de sangre y en búsqueda constante de la muerte en
batalla; veremos hoy si esta caracterización es acorde a la historia.

Por nórdicos englobamos aquí a tres pueblos similares: daneses, noruegos y suecos,
todos hablantes del nórdico antiguo. Poseían un sistema de escritura rúnico (futhark),
una religión politeísta y desarrollaban una economía basada en el comercio y la
agricultura. También son llamados normandos (hombres del norte), vikingos (víkingr,
“el que participa de la expedición guerrera por mar”) o varegos (vaeringi, “compañero
jurado”)

Los daneses suelen saquear el norte de Francia e Inglaterra, junto con la zona
mediterránea europea. A partir del 870 comienzan la conquista del territorio inglés, el
cual dominan en su mayor parte (a excepción de Wessex), estableciendo el Danelag (la
ley danesa). Luego de la independencia de los reinos anglosajones, los daneses vuelven
a atacar en el 980 bajo el mando de Canuto, quien gobernará en unión personal los
reinos de Inglaterra, Dinamarca y Noruega. Algunos de estos nórdicos también se
establecerán en la actual Normandía, en Francia, donde reconocen la soberanía del rey
francés y desde donde atacarán, en el 1066, a Inglaterra para establecer como rey a
Guillermo el Conquistador.

Los noruegos ocuparon las islas del norte de Escocia (Shetland, Orcadas, Hébridas), las
Feroe e Irlanda (donde fundaron, entre otras ciudades, Dublín). Luego de disputas
políticas en su patria, muchos noruegos se lanzan a expediciones marítimas que los
llevarán a Islandia, Groenlandia y al actual Terranova, en América del Norte, que ellos
llaman Vinlandia.

Finalmente, los suecos saquean el Báltico y remontan los ríos que llevan a Rusia, donde
toman contacto con tribus finesas y eslavas; estos pueblos, según los relatos, ofrecen a
los nórdicos el liderazgo de sus tribus a cambio de protección. Esto será el núcleo de
origen de los posteriores principados de la Rus, como Nóvgorod y Kiev.

No hay un consenso entre los historiadores respecto a los motivos que llevaron a los
nórdicos a saquear las costas europeas, siendo los más aceptados tres: sobrepoblación en
su territorio de origen (lo que los llevaría a buscar nuevas tierras), disputas políticas
(que llevaría a los exiliados a buscar lugares seguros) y establecimiento de nuevas rutas
comerciales (en las cuales podrían vender aquello que saquearan en sus incursiones). Si
bien sus ataques se distribuyeron por todas las costas europeas, e incluso el interior
mediante la navegación de los ríos.

La sociedad nórdica estaba dividida en tres clases: esclavos (thralls), campesinos


(bóndi) y aristócratas (con numerosos títulos como hersir o jarl). Los campesinos
podían participar de las asambleas (thing) y votar en las mismas, y en muchos casos se
unían al séquito (hirdh) de un aristócrata; a fines del siglo IX, la aristocracia suele
someterse a un rey (konungr). Las fuentes nórdicas nos muestran que, si bien existía
esta división de clases, esta era menos pronunciada que en otras civilizaciones, contando
también con una gran participación de las mujeres en la sociedad, participando en la
economía doméstica, la política, la guerra y el arte.

La mitología nórdica es compleja y muy interesante. Según la cosmología nórdica,


nueve mundos están alrededor de Yggdrasil, un árbol gigantesco que está en el centro
del universo; estos mundos son Asgard (donde viven los dioses Aesir), Vanaheim
(donde habitan los dioses Vanir), Alfheim (donde viven los elfos luminosos o Ljósálfar),
Midgard (hogar de la humanidad), Jötunheim (el mundo helado donde viven los
gigantes o jötnar), Muspelheim (el mundo de fuego donde viven los gigantes),
Svartálfaheim (hogar de los elfos oscuros o Svartálfar y de los enanos o dvergar),
Niflheim (mundo de oscuridad y tinieblas envuelto en niebla perpetua) y Helheim (el
reino de la muerte).

Los Aesir y los Vanir son las dos grandes familias de dioses, anteriormente enfrentados
pero que luego se vinculan y gobiernan conjuntamente. Los más importantes son Odín,
Thor, Tyr, Heimdall, Baldr, Loki, Freyja, Frigg, Skadi, entre otros. Muchas de estas
deidades están destinadas a perecer en el Ragnarok, la batalla final y fin del mundo,
donde los dioses se enfrentarán a los gigantes, el mundo se consumirá y posteriormente
renacerá como un paraíso nuevo donde será poblado nuevamente por la humanidad; los
nórdicos creían que si morían honorablemente en batalla serían llevados por las
valkirias, seres femeninos menores, al Valhalla, el salón de los dioses en Asgard, donde
se convertirían en einherjar para combatir junto a ellos en Ragnarok.

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