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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTÍN DE AREQUIPA

FACULTAD DE MEDICINA

“TEJIDO ÓSEO: OSTEOPOROSIS Y REMODELACIÓN DEL HUESO”

Trabajo de investigación formativa presentado por los estudiantes:

● SANTISTEBAN/HUILLCA, Alexia Daniela


● SUAÑA/ASILLO, Yoshelin Cinthia
● SUAREZ/JIMENEZ, Erick Heinshon
● TICONA/MENDOZA, Marbely Rossiel
● TICONA/MERMA, Mirko Alexander
● TITO/TICONA, Imanol Fabian
● URQUIZO/SANCHEZ, Jose Carlos
● VALDEZ/JARA, Giancarlos Paul
● VALDEZ/RODRIGUEZ, Luigi Francisco
● VALDIVIA/CHAPARRO, Jose Luis
● VALENCIA/PORTILLA, Alexa Maciel
● VASQUEZ/GUEVARA, Harly Alvaro
● VERA/VARGAS, Melissa
● VILCA/CONTRERAS, Edwin Junior
● VIZCARRA/PAREDES, Estefano Wilber

Tutor: Dr. Fernando Luis Miranda Rojas


AREQUIPA – PERÚ
2021
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN 2
2. OBJETIVOS 2
2.1. Objetivo general 2
2.2. Objetivos específicos 2
3. TEJIDO ÓSEO 3
3.1. Estructura: Sustancia Intercelular y Células 3
3.1.1. Sustancia intercelular o matriz ósea 3
3.1.2. Células del tejido óseo 4
3.2. Tipos de tejido óseo 7
3.2.1. Tejido óseo compacto o denso o cortical 7
3.2.2. Tejido óseo esponjoso 9
3.3. Funciones 10
4. NUTRICIÓN ÓSEA 10
4.1. Calcio 10
4.2. Proteínas 11
4.3. Fibra 11
4.4. Omega-3 11
4.5. Sodio 11
4.6. Vitamina D 12
4.7. Vitamina K 12
4.8. Vitamina C 12
5. REMODELACIÓN ÓSEA 13
5.1. Funciones 14
5.2. Fases 14
5.3. Regulación 15
5.3.1. Factores mecánicos 16
5.3.2. Factores humorales 16
5.3.3. Factores locales 17
5.4. Sistema OPG/RANKL 18
5.5. La vía de señalización Wnt 19
5.6. Alteraciones de la remodelación ósea 21
6. OSTEOPOROSIS 22
6.1. Factores Predisponentes 25
7. CONCLUSIÓN 26
8. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 27
1. INTRODUCCIÓN

El ser humano es un ente único con múltiples capacidades físicas e intelectuales;


presenta características que lo diferencian de otros seres vivos, como la notoria
capacidad de desplazarse de un lugar a otro a voluntad. Esto no sería posible sin la
presencia de un constituyente muy importante en el organismo: el aparato
locomotor.

El aparato locomotor tiene como uno de sus componentes al esqueleto el cual está
formado predominantemente por un conjunto de órganos duros denominados
huesos. Como todos los órganos, está compuesto por varios tejidos (vascular,
adiposo, conjuntivo), siendo el tejido óseo quién mayor protagonismo adquiere al
formar parte indispensable de esta estructura. Considerado durante mucho tiempo
como una estructura rígida, estática e inmutable, el tejido óseo se comporta
realmente como una estructura muy activa, que se relaciona durante todo el ciclo
vital con otros órganos y sistemas, con una actividad celular permanente (14). Las
células de este importante tejido se encuentran realizando un trabajo constante para
mantener la arquitectura histológica la cual debe adaptarse continuamente a las
necesidades del organismo como el soportar peso sin quebrarse o el resistir las
innumerables tensiones y fuerzas que provoca la actividad diaria de los músculos
del cuerpo (5).

El tejido óseo es uno de los mayores del organismo con funciones claras que
contribuyen a la homeostasis de nuestro cuerpo, además de ello, se encuentra bajo
una constante remodelación, reemplazando el hueso viejo por el hueso nuevo; sin
embargo, también puede verse afectado por diversas patologías, entre ellas la
osteoporosis. Actualmente el tejido óseo es usado como objeto de investigación en
diferentes campos como la antropología, biología, ciencias forenses, biomedicina,
entre otros, es por ello que el conocerlo y estudiarlo resulta de vital importancia (15).

Por lo antes mencionado, damos a conocer el presente trabajo de investigación


bibliográfica donde se analizará al tejido óseo y su importancia en el organismo, a
una de las patologías más comunes que lo suele afectar, la osteoporosis, y a la
remodelación ósea, un proceso de reestructuración con gran trascendencia en este
tipo de tejido.

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2. OBJETIVOS

2.1. Objetivo general

● Analizar la estructura ósea y la osteoporosis

2.2. Objetivos específicos

● Identificar las características histológicas del tejido óseo.


● Explicar el proceso de remodelación ósea.
● Reconocer los cambios histomorfológicos que se presentan en la
osteoporosis
● Comprender la relación entre la remodelación ósea y la osteoporosis.

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3. TEJIDO ÓSEO

El tejido óseo es una variedad de tejido conectivo especializado fundamental para


el sostén, locomoción y protección del cuerpo; es además el constituyente principal
de los huesos, se caracteriza por su rigidez y su gran resistencia tanto a la tracción
como a la compresión. Sirve también como reserva de calcio y fosfatos (5).

La actividad física es el mejor socio de los huesos. La práctica deportiva provoca la


contracción muscular que va a favorecer el depósito de calcio en el hueso y así
mejorando la circulación sanguínea, lo que aporta más nutrientes al hueso
mejorando sus bondades(4).

3.1. Estructura: Sustancia Intercelular y Células

3.1.1. Sustancia intercelular o matriz ósea

Es la responsable de las propiedades biomecánicas del tejido óseo, por dar un


ejemplo: el hueso posee una resistencia a la tensión similar a la del hierro, pero es
tres veces más ligero y diez veces más flexible. De tal manera que el hueso
esponjoso se encuentra mineralizado en alrededor de un 99.2 % y el hueso
compacto en un 99.9 %. La matriz ósea no mineralizada recibe el nombre de
osteoide y representa menos del 1 % del volumen total, pudiendo observarse
revistiendo algunas trabéculas. La matriz ósea está conformada por una fracción
orgánica, cuyo peso representa alrededor de un 25%, y una fracción inorgánica que
equivale a un 75% (5).

Figura 1 . Esquema, sustancia intercelular o matriz ósea

3
3.1.2. Células del tejido óseo

Son las responsables de producir, mantener y modificar Ia estructura del tejido óseo.
El hueso posee una capa celular continua que se distribuye por todas las superficies
de la matriz ósea, la que proviene de dos líneas diferentes, el linaje osteoblástico,
del que forman parte los osteoblastos, los osteocitos y el linaje osteoclástico,
conformado por los osteoclastos que son sobretodo una línea osteo destructora. Las
tres primeras son morfológicamente distintas pero algunos autores por muchos
aspectos funcionales, las consideran también de un mismo tipo celular dado que
múltiples estudios evidencian la transformación de una célula a otra (3).

a. Células osteoprogenitoras

Estas células las podemos encontrar en el periostio, endostio o en el revestimiento de


los conductos de Havers. En procesos de osificación o reparación ósea (fracturas o
fisuras) estas células se multiplican a gran escala originando a las otras células del
tejido óseo. Muchos autores no las consideran un tipo celular especial por su parecido
a los fibroblastos jóvenes o células mesenquimales (3).

Figura
2.

Células osteoprogenitoras. Disponible en: http://biomic2010.blogspot.com/2011/04/imagen-


de-tehido-oseo.html

4
b. Osteoblastos
Se localizan en la superficie ósea. Sintetizan fosfatasa alcalina, osteocalcina y
poseen receptores para glucocorticoides, prostaglandinas y estrógenos. Se trata de
células con organelas desarrolladas (RER y Aparato de Golgi) para las funciones de
síntesis de la matriz(6).
Entre sus funciones principales se encuentra la de formar el componente orgánico
de la matriz ósea (2).

Figura 3. Osteoblastos. Disponible en:


http://www.conganat.org/iicongreso/conf/018/osteobl.htm

c. Osteocitos
Estas células residen en el seno de la matriz ósea y constituyen el 90-95% del
componente celular. En realidad son osteoblastos que se quedaron en la sustancia
intercelular. Los osteocitos se alojan en cavidades pequeñas que se denominan
lagunas óseas u osteoplastos. Su función principal es mantener la homeostasis del
calcio y fósforo extracelular (2).

Figura 4. Osteocitos. Disponible en: https://www.monografias.com/trabajos26/histologia-


osea/histologia-osea.shtml

5
d. Osteoclasto
Son células gigantes (50 - 100 micrómetros de diámetro) en las que podemos
encontrar hasta 50 núcleos por célula. Los podemos encontrar en las periferias de
las trabéculas en lugares llamados lagunas o bahías de Howship. Su función
principal es la resorción del hueso, es decir esta célula responde a la acción de la
paratohormona (sintetizada en la glándula paratiroides) (2).

Figura 5. Osteoclastos. Disponible en: elsevier.es/es-revista-reemo-70-articulo-adaptacion-del-


ensayo-de-reabsorcion

e. Origen de células componentes del hueso

● Las células formadoras del hueso derivan de células madre, son células
mesenquimales, en principio progenitoras de otras que se denominan pre-
osteoblastos, secundariamente se convierten en osteoblastos maduros y de
ahí a osteocitos o células lineales, las que no se transforman en ninguno de
estos dos tipos se destruyen mediante apoptosis. Por lo tanto, el origen de los
osteocitos son los osteoblastos (1).
● El origen de los osteoclastos. Derivan de elementos macrofágicos y
monocíticos de la médula ósea. Derivan pues de elementos sanguíneos (9).

6
Figura 6. Interrelaciones de las células del tejido óseo. Disponible en:
https://www.researchgate.net/figure/

3.2. Tipos de tejido óseo

3.2.1. Tejido óseo compacto o denso o cortical

En este tipo de hueso las laminillas óseas se disponen de manera circular y


concéntrica alrededor de un conducto denominado de Havers, ocupado por escasa
cantidad de tejido conjuntivo, células osteógenas y por donde discurren pequeños
vasos sanguíneos. Las unidades morfológicas del tejido óseo (maduro o adulto)
están constituidas por laminillas óseas que miden de 4 a 8 µm de grosor y varios
centímetros de longitud. Éstas se disponen de manera concéntrica alrededor de un
vaso sanguíneo. En conjunto integran estructuras cilíndricas denominadas sistemas
de Havers u osteonas, estructuras que miden de 30 a 120 m de diámetro. Los vasos
sanguíneos de osteonas vecinas establecen comunicación lateral entre ellos a
través de unos conductos denominados de Volkman (3).

La unión de las laminillas óseas calcificadas genera la formación de espacios


lenticulares dispersos alrededor de los osteocitos, dichos espacios se denominan
lagunas óseas. Al disponerse las laminillas óseas de manera concéntrica, alrededor
del conducto de Havers, forman osteonas cilíndricas, las cuales pueden ser de
menor o mayor diámetro. Suelen estar constituidas por 3 o 4 laminillas o un número
mayor como de 6 a 8 (4).
7
Las fibras colágenas tipo I se disponen paralelas entre sí pero de manera helicoidal
en cada laminilla. En las laminillas vecinas la dirección de sus fibras colágenas con
relación a las otras laminillas guardan una orientación perpendicular referente a las
laminillas contiguas. Esta disposición aunada a la impregnación de las sales de
calcio ofrecen a cada osteona y al tejido óseo en general una gran resistencia a la
presión (5).

En el tejido óseo compacto existen, además de las osteonas, una serie de laminillas
óseas que no integran sistemas de Havers. Estas laminillas óseas se disponen en
tres tipos de organización:

a. Laminillas circunferenciales externas (en contacto con el periostio).


b. Laminillas circunferenciales internas (relacionadas con el endostio).
c. Laminillas intersticiales, localizadas entre las osteonas, y separadas por una
delgada capa denominada línea de cementación; esta línea forma una especie
de barrera o límite entre las osteonas y las laminillas intersticiales.

Figura 7. Partes del tejido óseo compacto. Disponible en:


https://www.lifeder.com/hueso-compacto/

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3.2.2. Tejido óseo esponjoso

Está constituido por trabéculas o espículas óseas, en ellas, las laminillas óseas
forman estructuras laminares que se disponen de manera tridimensional
constituyendo una especie de red de aspecto esponjoso, esta disposición ofrece una
gran resistencia a la presión y al peso que el hueso debe soportar. Las trabéculas
se orientan de forma paralela con relación a las grandes fuerzas de presión como
en el caso de los cuerpos vertebrales o a los esfuerzos que se realizan en las
articulaciones que flexionan una estructura sobre otra por ejemplo la articulación de
la cadera (cabeza del fémur) o la epífisis distal del mismo hueso en la articulación
de la rodilla. La presencia de este tipo de hueso en las epífisis asegura una gran
resistencia mecánica con la existencia de escaso material y con peso reducido. En
los espacios intertrabeculares se sitúa la médula ósea: hematopoyética o roja y la
amarilla, conformada por células almacenadoras de lípidos, similares a las células
adiposas. La disposición reticular trabecular y la gran cantidad de vasos sanguíneos
que acompañan a las trabéculas o espículas garantizan un aporte de nutrientes a
las células de la médula ósea o hematopoyética y también sirven para transportar
las células sanguíneas maduras a la circulación general (12).

Figura 8. Partes del tejido óseo esponjoso. Disponible en:


https://paradigmia.com/curso/locomotor/modulos/generalidades-del-tejido-
oseo/temas/funciones-y-estructura-de-los-huesos/

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3.3. Funciones
a. Protección: de órganos, aparatos y sistemas vitales internos.
b. Soporte mecánico: debido a su rigidez y resistencia, principalmente en
extremidades inferiores, pelvis y columna vertebral.
c. Dinámica: permite el movimiento del esqueleto, actuando como palancas
de las estructuras músculo-tendinosas que se insertan en ellos.
d. Metabólica: depósito de minerales y homeostasis del calcio.
e. Hematopoyética: a nivel de la médula ósea.
f. Inmunológica: reguladora de la respuesta inmune.

4. NUTRICIÓN ÓSEA

La nutrición puede afectar a la estructura y función ósea a través de deficiencias o


excesos nutricionales. Una buena alimentación es un factor importante en la
adquisición del pico de masa ósea, hay que considerar las importantes implicaciones
que una correcta alimentación tiene en la prevención y tratamiento del desarrollo de
la masa ósea y su carencia en la aparición de determinadas patologías (19).

4.1. Calcio

Se tiene conocimiento sobre la importancia de este mineral como constituyente


de los cristales de hidroxiapatita del hueso desde hace mucho tiempo. (20)

La caída del calcio sérico provocada por una dieta pobre en calcio, estimula la
síntesis y secreción de hormona paratiroidea (PTH) dando lugar a la resorción
ósea. El aumento de esta hormona estimula la síntesis de 1,25(OH)2 vitamina
D para aumentar la absorción intestinal de calcio y mantener así el equilibrio
corporal del mineral. Por tanto, una dieta baja en calcio puede alterar el
metabolismo óseo (20).

Estudios de cohorte señalan que, en la población adulta, el consumo de 1.000-


1.500 mg/día es óptimo para prevenir el desarrollo de osteoporosis. Un
metaanálisis sugiere que por cada 300 mg/día de aumento en la ingesta de
calcio, el riesgo de fractura de cadera se reduce en un 4%, especialmente en
individuos que consumen dietas pobres en este mineral (20).

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4.2. Proteínas

Las proteínas son importantes en el remodelado del hueso por proporcionar


los aminoácidos necesarios en la construcción de la matriz ósea y en el
mantenimiento de la masa muscular. También contribuyen a disminuir la
producción de hormona paratiroidea (PTH) aumentando la producción y acción
del Factor de crecimiento insulínico tipo 1, implicada en la proliferación y
actividad de los osteoblastos (21).

Ayuda a obtener la forma hormonal activa 1,25-(OH)2-D3 a partir de la


hidroxilación renal de 25 hidroxi-colecalciferol (25-OH-D3), en consecuencia
aumenta la absorción de calcio y fósforo en el intestino y su fijación ósea (21).

Es aconsejable la ingesta proteica cualitativa de 0,8 a 1 g/kg de peso/día para


conseguir los máximos beneficios sanitarios. Una ingesta excesiva aumenta la
producción de ácidos e induce a la movilización de calcio, del hueso a su
eliminación urinaria (20).

4.3. Fibra

El consumo de fibra ejerce un efecto prebiótico favorable para la microbiota


intestinal, mejorando la absorción de calcio, así como la salud esquelética y la
prevención de fracturas, pero su aporte excesivo podría interferir en la
absorción de calcio (22).

4.4. Omega-3

Se ha observado que los omega-3 (AGP ω-3) son beneficiosos para la salud
ósea porque se encuentran involucrados en la regulación de la actividad de los
osteoclastos y osteoblastos, controlando también los procesos inflamatorios y
metabolismo del calcio. El consumo de pescado puede defenderse ante la
pérdida de masa ósea (por su aporte de AGP ω-3) (22).

4.5. Sodio

Un aporte desmesurado de sodio (frecuente en poblaciones desarro-lladas)


condiciona un incremento de la excreción de calcio por orina y resulta
desfavorable para el hueso, en especial si el aporte de calcio y vitamina D no
es el correcto (22).

11
Se comprobó que el potasio puede atenuar los efectos negativos de la alta
ingesta de sodio, por esa razón la idea de que las fuentes dietéticas de potasio,
como las frutas y los vegetales, pueden ayudar a paliar los efectos sobre el
hueso del consumo de sal (21).

4.6. Vitamina D

La vitamina D tiene un papel muy importante sobre la salud del hueso, ya que
aumenta la absorción intestinal de calcio e incrementa la reabsorción renal de
calcio y fosfato, además beneficia la formación de distintas proteínas de la
matriz ósea y modula el incremento de hueso, inhibiendo su degradación (22).

Se ha visto una alta incidencia de déficit de vitamina D la cual causa defectos


de la calcificación y enlentecimiento del crecimiento óseo, podría disminuir el
riesgo de padecer osteoporosis, pero es tóxica en altas dosis (12), lo que
justificaría la obligatoria necesidad de mantener una ingesta adecuada de
calcio y vitamina D en nuestra población (22).

4.7. Vitamina K

La vitamina K, como coenzima de la glutamato carboxilasa, participa en


procesos de gamma-carboxilación, necesarios en la síntesis de distintas
proteínas de la matriz ósea, de las cuales la osteocalcina es la más exuberante
y exitosa. Además, la vitamina K beneficia la alianza del calcio a las proteínas
y permite el proceso de mineralización (22)

4.8. Vitamina C

La vitamina C tiene un papel antioxidante, induce la formación de osteoblastos


y osteoclastos y está involucrada en la producción de colágeno en la matriz
ósea (22).

Sin embargo, el aporte desmesurado podría ser desfavorable. Se deduce que


la deficiencia experimental de vitamina C causa alteraciones en el hueso,
cartílago y tejido conectivo. No obstante, se requieren muchos trabajos para
clarificar el efecto de la ingesta de vitamina C sobre el hueso y el riesgo de
fractura (21).

12
En relación a la ingesta de nutrientes, las restricciones, especialmente están
en personas mayores, sobre todo si tienen osteopenia/osteoporosis, dado que
en estas patologías puede ser preferible un exceso de peso a un peso
insuficiente, esto puede favorecer el remodelado óseo (22).

5. REMODELACIÓN ÓSEA

El hueso es un tejido dinámico que sufre un continuo proceso de remodelado,


confiriendo al esqueleto su capacidad regenerativa y adaptación funcional (25). El
remodelado óseo es un proceso de reestructuración del hueso existente, se produce
en las Unidades de remodelado óseo (URO), la URO consiste en la sustitución del
hueso viejo, por hueso nuevo en su mismo sitio anatómico (26).

La remodelación ósea es llevada a cabo por los osteoclastos que son las células
encargadas de la destrucción (reabsorción) del tejido viejo, y por los osteoblastos
que sintetizan el tejido nuevo; estas células en conjunto actúan coordinadamente
sobre una misma superficie ósea (URO) para su remodelación constituyendo la
unidad multicelular básica (BMU). El nuevo segmento de tejido resultante de la
acción de esta unidad se denomina unidad estructural ósea. De esta forma se
renueva el tejido adulto a un ritmo de 7-8% del esqueleto por año (26).

Figura 11. Evolución de la remodelación ósea. Disponible en: https://encrypted-


tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcTA7pqyewIvFyRMPvdM_BihswbQAICRHW8cAWulQ
N3NrEtGT7zgRXSAQ4NWlpzpdqQhXII&usqp=CAU

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5.1. Funciones

El remodelado óseo es el proceso necesario para:


● Mantenimiento de las características mecánicas del esqueleto y volumen óseo
(25).
● Sustitución y reparación del tejido óseo deteriorado (daño tisular) por hueso
nuevo.
● Contribuye a la homeostasis mineral, especialmente el balance fosfocálcico (25),
y el equilibrio ácido-básico.
● Produce factores de crecimiento que favorecen la función de la médula ósea.

5.2. Fases

5.2.1. Activación
El comienzo del proceso de remodelación está determinado por micro-fracturas
sensadas por los osteocitos, o por estímulo hormonal u otros factores sobre las lining
cells que recubren la superficie ósea; estas células secretan RANKL (RANK ligando),
proteína que activa el receptor RANK (receptor activador del factor nuclear kappa B)
en los pre osteoclastos. La interacción entre RANK Y RANKL permite la diferenciación
y maduración de osteoclastos activos capaces de reabsorber el tejido óseo (27).

5.2.2. Reabsorción
Los osteoclastos se adhieren a la superficie del hueso mediante moléculas de
adhesión; una vez adherido a la matriz, el osteoclasto desarrolla proyecciones de la
membrana plasmática: el ribete en cepillo (ruffled border). Los osteoclastos
reabsorben el hueso en dos fases: primero solubilizan el mineral y luego digieren la
matriz orgánica. El mineral se solubiliza acidificando el microambiente creado entre la
matriz ósea y el ribete en cepillo. La acidificación (pH= 4) se logra bombeando hacia
el hueso iones H+. Los componentes orgánicos de la matriz, principalmente el
colágeno, son degradados por metaloproteinasas y catepsinas K, B y L secretadas
por el osteoclasto. Cuando se ha completado el proceso de reabsorción los
osteoclastos mueren por apoptosis (29).

5.2.3. Formación
Los osteoblastos se reclutan en el sitio de remodelación bajo estímulos de diversos
factores de crecimiento y secretan nueva matriz orgánica (osteoide).

14
A los 30 días del depósito del osteoide comienza la mineralización, y esto continúa
hasta que se rellena totalmente la cavidad, la cual finalizará en 130 días en el hueso
cortical y a 90 días en el trabecular; dando fin al proceso de remodelado (29).

5.2.4. Reposo
Un cierto número de los osteoblastos involucrados en la remodelación de la BMU
pueden ser incorporados en la matriz ósea y diferenciarse a osteocitos; otros quedan
sobre la superficie ósea como células de revestimiento (superficies en reposo), y otra
parte de ellos mueren por apoptosis (29).

Figura 12. Fases del remodelado óseo. Disponible en:


https://scielo.isciii.es/pdf/medicorpa/v11n2/12.pdf

5.3. Regulación

Esta regulación es compleja ya que integra la unión de múltiples factores de diverso


origen, lo cual dota de una gran complejidad a este proceso. Además, muchos de
estos factores ejercen efecto sobre osteoblastos y osteoclastos, o bien actúan
estimulando a su vez una cascada de señales (27).
15
5.3.1. Factores mecánicos

La influencia de los factores mecánicos sobre el remodelado es responsable de la


pérdida de masa ósea inducida por la falta de actividad física.

El ejercicio físico moderado e intenso tiene un efecto positivo sobre la masa ósea,
que se reduce con la edad por el deterioro de las células mecanosensoras del hueso
(27).

5.3.2. Factores humorales

Paratohormona: Los efectos de la paratohormona (PTH) sobre el tejido óseo son


complejos y no están totalmente aclarados. Niveles elevados de forma continuada
producen un aumento de la actividad osteoclástica, mientras que su administración
intermitente tiene efectos anabólicos a través de un aumento del número de
osteoblastos y de la tasa de formación. La PTH estimula la secreción de RANKL,
IGF-1 e interleuquinas (IL) 6 y 11 por los osteoblastos, lo que activa la diferenciación
y función osteoclástica. Otros efectos de la PTH son la transformación de osteocitos
en osteoblastos activos y el aumento de la vida media de estos por disminución de
la apoptosis (27).

Hormonas sexuales: desarrollan un papel importante tanto en el desarrollo como


en el mantenimiento de la masa ósea, ejerciendo un efecto positivo sobre la masa
ósea ya que inhiben la resorción ósea y estimulan la formación. El
efecto antirresortivo de los estrógenos es más potente, y aunque tanto testosterona
como estrógeno estimulan la formación ósea, estos últimos regularán la actividad
osteoblástica en distintas fases de su desarrollo (27).

Calcitriol: Estimula la resorción ósea a través de su acción sobre osteoclastos y sus


precursores. Entre sus acciones se incluye el aumento de la absorción intestinal de
calcio y la inhibición de la secreción de PTH actuando sobre las paratiroides, e
interviene también en la mineralización ósea (27).

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Figura 13. Efectos de los factores hormonales sobre RANKL y OPG. Disponible en:
https://www.reumatologiaclinica.org/es-mecanismos-interaccion-osteoblasto-osteoclasto-
articulo-S1699258X11001331

5.3.3. Factores locales

Interleuquinas: El receptor activador del factor nuclear kappa B, RANKL, es el factor


crítico en las fases más tardías de la diferenciación osteoclástica. Una vez
diferenciados numerosos factores influyen sobre la actividad y supervivencia
osteoclásticas: IL-1 es un factor activador de los osteoclastos maduros; IL-3 estimula
la diferenciación de precursores a osteoclastos maduros; las IL-4, 13 y 10 inhiben la
maduración osteoclástica; IL-6 estimula precursores hematopoyéticos, lo que de
forma indirecta estimula la formación osteoclástica. IL-11 estimula la producción de
RANKL por los osteoblastos, y las IL-12 y 18 inhiben la formación de osteoclastos
(27).

Óxido nítrico: La fuente principal de óxido nítrico en el hueso son los osteoblastos
y las células endoteliales. Se le considera regulador del remodelado, ya que es un
mediador del efecto anabólico de los estrógenos y de la respuesta mecánica del
hueso, y ejerce también efectos de inhibición osteoclástica (27).

TGF𝛽e INF𝛾: El TGF𝛽 es una de las principales moléculas que intervienen en el


proceso de remodelado, ya que inhibe la apoptosis osteoblástica e induce la
apoptosis de los osteoclastos, fenómeno que da paso a la fase de formación.
Estimula además la síntesis de OPG, por lo que se considera una señal crucial entre
las células que mantienen el remodelado óseo y desempeña un importante papel en
la reparación de fracturas. El INF𝛾 ejerce una potente inhibición de la formación de
osteoclastos, a la vez que estimula la síntesis de diversas citoquinas, entre ellas IL-
18 (27).

17
Figura 14. Acción de los factores locales en la regulación del remodelado óseo. Disponible en:
https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1137-66272003000600002
5.4. Sistema OPG/RANKL

RANKL: factor crítico para la diferenciación osteoclástica; en presencia del factor


estimulante de colonias de macrófagos (M-CSF) se une a RANK y promueve la
diferenciación, activación y supervivencia de los osteoclastos, así como su
adherencia a la superficie ósea. En esta diferenciación también intervienen otras
moléculas de la familia de los TNF, posiblemente favoreciendo la acción de RANKL
o estimulando similares vías intracelulares. Las células osteoblásticas también
pueden producir M-CSF, facilitando la replicación de los precursores osteoclásticos,
induciendo la expresión de RANK en dichos precursores (27).

OPG: se une al ligando del receptor activador del factor nuclear kappa B (RANKL)
neutralizando su acción, y de esta manera inhibe la osteoclastogénesis (28).
La cascada de señalización que ocurre tras la unión de RANKL y RANK no se
conoce en su totalidad, aunque se sabe que están implicados factores asociados al
receptor de TNF, especialmente el 6. Los preosteoblastos y osteoblastos maduros
expresan RANKL, que se une a RANK expresado en la superficie de los precursores
de osteoclastos, y favorece la diferenciación de precursores hacia la formación de
osteoclastos maduros. La OPG se une a RANKL, al que neutraliza, y como resultado
inhibe la osteoclastogénesis y la actividad osteoclástica, a la vez que induce la
apoptosis de los osteoclastos. La producción de OPG respecto a la de RANKL
aumenta con la diferenciación de los osteoblastos, permitiendo que el osteoclasto
maduro rellene el espacio de remodelado (27).

18
Figura 15. Remodelado óseo y vía OPG/RANK/RANKL. Disponible en:
https://docplayer.es/docs-images/25/5709689/images/5-0.jpg

5.5. La vía de señalización Wnt

Los resultados de diversos estudios clínicos y experimentales indican que la vía Wnt
(wingless) modula la diferenciación y la actividad de las células óseas y está implicada
en diferentes trastornos esqueléticos, como la osteoporosis (32).

La activación de esta vía induce diversas señales intracelulares que en conjunto se


dividen en dos grandes grupos: la vía canónica o clásica (de la que se tiene mayor
información) y la vía no canónica (no requieren la presencia de β-catenina) (32).
Antes de describir el mecanismo de activación de esta vía, cabe señalar algunos de
sus componentes, así como:
● Los receptores de membrana, constituidos por las proteínas Frizzled, los co-
receptores LRP6 y LRP5, y una molécula que puede actuar como co-receptor
llamada kremen.
● Los ligandos Wnt, que son capaces de fijarse al receptor e iniciar la activación
de la vía.
● Los efectores intracelulares, como la APC, GSK3 y β-catenina.

● Los antagonistas, son moléculas que tienen una acción inhibidora sobre la vía
Wnt, aquí encontramos a la molécula esclerostina y la DKK1.

19
La activación de la vía canónica de señalización Wnt se inicia con la formación de un
complejo heterotrimérico entre el ligando Wnt, el co-receptor LRP5/6 y el receptor
Frizzled, esta activación de la vía depende fundamentalmente en la acumulación de
la β-catenina en el citoplasma del osteoblasto y su posterior translocación al núcleo
celular, donde modula la transcripción de diferentes genes que contribuyen a la
formación del hueso. Por otra parte, cuando la vía Wnt no está estimulada, la proteína
APC y la GSK3β, quien se encarga de fosforilar a la β-catenina, hacen posible la unión
con la ubiquitina para su posterior degradación en el proteasoma,evitando así que los
genes se transcriban (Ver figura 16) (31,33).

Figura 16. Vía canónica: en ausencia de unión de los ligandos Wnt a su receptor (izquierda), la
β-catenina se degrada y los genes no se transcriben. Sin embargo, cuando se activa la vía
(derecha) disminuye la degradación de la β-catenina, con lo que se acumula en el citoplasma,
desde donde puede entrar en el núcleo y activar los factores de transcripción. Disponible en:
https://www.elsevier.es/es-revista-reemo-70-pdf-13114861

La vía de señalización Wnt, finalmente se encuentra regulada por una serie de


inhibidores extracelulares, entre los que destacan la proteína esclerostina,
codificada por el gen SOST, y la proteína DKK1. Estas dos proteínas realizan su
función, impidiendo la formación del complejo heterotrimérico, es decir, inhibiendo
la vía canónica de señalización. La esclerostina es capaz de anular la diferenciación
o función de los osteoblastos, formando otro complejo heterotrimérico con LRP5 y
LRP6, mientras que la proteína DKK1 forma otro complejo junto con LRP5 y Kremen,
sin embargo, la sobreexpresión transgénica del gen DKK1 en osteoblastos produce

20
una disminución relativa del número de osteoblastos frente al de osteoclastos, y
por consiguiente, una disminución en la formación de hueso. Ahora, en cuanto a
la esclerostina, si se descubren agentes terapéuticos que sean capaces de alterar
su capacidad de unirse a LRP5 podrían imitar el fenotipo de la entidad HBM (masa
ósea elevada hereditaria) y por tanto favorecer la formación ósea en pacientes con
osteoporosis (34).

Se describen también, fenotipos raros causados por mutaciones en la proteína LRP5,


uno de ellos es un tipo muy infrecuente de osteoporosis, el llamado síndrome de
pseudoglioma-osteoporosis (cuyas siglas en inglés son OPPG) como consecuencia
de mutaciones inhibidoras y, en contraposición con el síndrome OPPG, se ha descrito
el fenotipo de alta densidad ósea (HBM, high bone mass) ocasionado por mutaciones
activadoras. Es así que algunos polimorfismos frecuentes de ciertos genes de la vía
Wnt se asocian a la predisposición genética a la osteoporosis, pues los genes
Wnt10b, LRP5, LRP6 y SOST pueden influir en la masa ósea (33).

La vía canónica Wnt controla los osteoblastos a diferentes niveles: diferenciación,


proliferación y función final. Basándonos en los datos disponibles en la actualidad,
también se puede concluir que la vía canónica Wnt no regula al osteoclasto, pero sí
hay evidencias de que Wnt incrementa la expresión de osteoprotegerina (receptor
señuelo del RANKL) en el osteoblasto y células del estroma, y esto da lugar a la
inhibición en la diferenciación del osteoclasto por la interacción con RANKL, por lo
que indirectamente también tiene un efecto antirresortivo, por una parte, aumentando
la osteoblastogénesis, y por otra, disminuyendo la osteoclastogénesis. El predominio
de un mecanismo sobre otro depende del estado madurativo del osteoblasto en el
que produzca la acumulación de β‐catenina (33).

5.6. Alteraciones de la remodelación ósea

Estas alteraciones suelen llevar a cuadros patológicos tales como la osteoporosis,


osteopetrosis, osteoesclerosis y enfermedad ósea adinámica, entre otros. En la
osteoporosis la reabsorción supera a la formación ósea teniendo como
consecuencia la pérdida de masa ósea por balance negativo; en la osteoesclerosis,
por el contrario, el desequilibrio es a favor de la formación con aumento de la masa
ósea (29).

21
Figura 17. Ciclo de remodelación ósea en osteoporosis. Disponible en:
https://rephip.unr.edu.ar/bitstream/handle/2133/10179/brance.pdf?sequence=3&isAllowed=y

Otra entidad que lleva al aumento de la masa ósea es la osteopetrosis, que se


caracteriza por la inhibición en la diferenciación y maduración de los osteoclastos;
por último enfermedad ósea adinámica se caracteriza por una reducida actividad
celular y bajo recambio óseo, algunas investigaciones demostraron que la
intoxicación con hierro induce esta enfermedad (29).

6. OSTEOPOROSIS

Fuller Albrighten en los años 50 definió a la osteoporosis como: “Demasiado poco


hueso”; en el año 1988, El Instituto Nacional de Salud Americano nos dice que la
osteoporosis es una enfermedad generalizada del esqueleto, siendo una postura
aceptada en la cual nos habla de “una condición en la que la masa ósea disminuye
incrementando la susceptibilidad de los huesos a sufrir fracturas”. Ya en el año 2001
fue considerada como una enfermedad de todo el esqueleto caracterizada por una
masa ósea baja y una alteración de la microarquitectura ósea que condiciona un
hueso frágil en el que consecuentemente incrementa el riesgo de fracturas, se
vuelve más poroso, delgado y frágil (ver figura 9), por lo que resiste menos ante los
traumas, rompiéndose con mayor facilidad (35). En otros términos la osteoporosis
se caracteriza por el desequilibrio entre la actividad de los osteoblastos, las células
formadoras de hueso, y los osteoclastos, las células que reabsorben el tejido óseo,
desequilibrio que favorece a los osteoclastos. Como conclusión, en el caso de la
osteoporosis, para el mismo volumen, el hueso es menos compacto y más frágil (37).

22
Figura 18. Vértebra osteoporótica comprimida (derecha), con número trabecular,
conectividad y densidad reducidos. De Robbins Patología 9° ed. Disponible en :
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/pdf/10.1111/joim.12369

Se ha informado ampliamente que la disfunción en la vía autofágica está involucrada


en el desarrollo de diversas patologías. Los estudios sugieren que la desregulación
de la autofagia también puede estar asociada con el proceso de pérdida ósea y
posterior osteoporosis (Ver figura 10). El problema se caracteriza por un descenso en
el espesor de la capa cortical y en el número y tamaño de las trabéculas del hueso
esponjoso.(36).

Figura 10. Diagrama que ilustra las posibles relaciones entre


autofagia y osteoporosis. Disponible en :
https://www.scielo.br/j/ramb/a/HVr6QFgkDbLT5ty3CTBfTXC/?lang=en

23
Histológicamente, en un examen de las secciones óseas, realizado con microscopio
óptico, notamos las trabéculas óseas adelgazadas que perdían continuidad, aspecto
enfatizado en las imágenes siguientes ( Ver figura 11) (37).

Figura 19. A) Adelgazamiento marcado de hueso trabecular, reducción de


matriz ósea y perforaciones trabeculares microscópicas B) Trabécula ósea
contraída con microfractura, marcada disminución de la densidad trabecular.
Disponible en: https://rjme.ro/RJME/resources/files/521111321325.pdf

La contracción o incluso la pérdida de algunas trabéculas, debido al resultado


negativo de la remodelación, va seguida del engrosamiento compensatorio de otras
trabéculas para hacer frente a la deformación mecánica. El engrosamiento se
producirá como consecuencia de la acentuación de las fuerzas que actúan sobre esa
sección. Incluso cuando una trabécula no está completamente rota y solo está
conectada a todo el sistema trabecular, su importancia funcional disminuye
significativamente (37).

En etapas avanzadas de reabsorción, las trabéculas óseas se adelgazan y se reducen


a un grosor de solo unas pocas laminillas óseas. Estas trabéculas, aunque más
frágiles por excesiva osteólisis, representan un aspecto menos severo en la
osteoporosis en comparación con la disminución del número trabecular que se
produjo tras la completa reabsorción.(37).

24
6.1. Factores Predisponentes

Un factor de riesgo, es cualquier situación o circunstancia que se presenta con


mayor frecuencia en los individuos y que incrementa la probabilidad de desarrollar
una enfermedad crónica (Tabla 1). (38) .

Tabla 1: Factores de riesgo para la osteoporosis

25
7. CONCLUSIÓN

El tejido óseo es un tipo de tejido conectivo especializado que cumple una variedad

de funciones en nuestro organismo tales como protección, soporte, motora,

metabólica y hematopoyética. Está constituido por diferentes células que participan

en el proceso de remodelación ósea; como lo son osteoblastos, osteoclastos y

osteocitos. Este proceso se encarga de darle dinamismo al tejido para su

regeneración y adaptabilidad funcional. Los osteoclastos reabsorben el hueso para

que luego los osteoblastos secretan matriz orgánica y algunos se diferencian en

osteocitos. La alteración del proceso de remodelación ósea lleva a cuadros

patológicos tales como la osteoporosis, esta es una enfermedad caracterizada por

la baja masa ósea y una alteración microarquitectura ósea, por lo que condiciona un

hueso frágil, delgado y más poroso, por ende incrementa el riesgo de fracturas. En

el examen histológico de esta enfermedad, podemos notar un adelgazamiento de

algunas trabéculas óseas. Esto debido a que en el proceso de remodelación, la

reabsorción es mayor a la formación ósea, provocando así un balance negativo en

la producción de masa de este tejido que altera su microestructura y función.

26
8. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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