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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

SANTA ANA DE CORO ESTADO FALCÓN

Morfofisiología del sistema


Esquelético.

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ÍNDICE

Pág.

INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………… 03

Sistema esquelético……………………………………………………………… 04

Periostio, endostio; hueso compacto y esponjoso……………………………. 04

Tipos celulares, matriz orgánica e inorgánica…………………………………. 07

Osificación endocondral e intramenbranosa…………………………………... 08

Medula ósea roja y amarilla……………………………………………………... 10

Soporte, protección y hematopoyesis…………………………………………. 10

Osificación…………………………………………………………………………. 11

Fisiología de los tejidos mineralizados: papel del calcio, fosfato y 11

magnesio……………………………………………………………………………

Remodelación, reparación y ontogenia ósea………………………………….. 13

Cavidad torácica: forma, vascularización e inervación……………………….. 14

Tórax óseo: articulaciones, columna vertebral, vertebras torácicas, 15

articulaciones de miembro superior y cíngulo. ………………………………...

CONCLUSIONES…………………………………………………………………… 17

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INTRODUCCIÓN

El hueso como tejido vivo permite la reparación y la homeostasis, hace que


su carga y propiedades mecánicas se mantengan, sufre procesos de destrucción y
formación constantes y además existe una relación dinámica entre la estructura y
la función del hueso.

El hueso está compuesto por tejidos, el tejido fundamental es el tejido óseo.


Esto no quiere decir que no haya más tejidos, ya que también hay nervios, grasa,
vasos sanguíneos.

El tejido óseo es un tejido conjuntivo pero que tiene la particularidad de que


es un tejido conjuntivo duro porque sufre un proceso de mineralización.

Cuando los huesos se rompen la mayoría de los huesos se unen por los
extremos (siempre hay excepciones), cuando se pega se produce creando un
tejido parecido al que había antes, al contrario de otros tejidos que cuando se
dañan aparecerá un tejido fibroso no uno parecido al originario.

El hueso está compuesto por células y sustancia extracelular que se llama


la matriz del hueso, esta última a su vez se divide en una fracción orgánica y otra
mineral.

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SISTEMA ESQUELÉTICO

 Periostio, endostio; hueso compacto y esponjoso

 Periostio

El término periostio fue utilizado desde la antigüedad para nombrar a la capa


externa que recubre a las estructuras del esqueleto humano, y que tiene especial
relevancia para el desarrollo de la cavidad craneal y todos los demás huesos,
durante los primeros años de vida de los bebés.

El periostio es una membrana que forma parte de la constitución de los huesos, y


que se sitúa en toda la extensión del cuerpo óseo, con excepción de la zona que
está destinada para la superficie articular. Es decir, que no se localiza en la parte
del hueso donde se forma la articulación.

Los huesos además de estar constituidos por tejido esponjoso y compacto,


también poseen células, un espacio destinado para la médula ósea, y unas capas
conocidas como periostio y endostio. Por eso es que el sistema óseo, tiene un
metabolismo que se realiza de manera compleja y lenta.

Se encuentra en toda la parte central del hueso, es decir pasa por toda la diáfisis y
llega hasta la metáfisis, cuando ya desaparece en la epífisis porque es la zona que
genera contacto con los tejidos que constituyen las articulaciones, necesarios para
el movimiento.

Alrededor de los 4 y 5 meses de gestación el sistema óseo comienza a formarse,


hasta que dos meses después ya se encuentra desarrollado en su totalidad. Por lo
que el periostio es una capa que se forma durante ese tiempo, gracias a la
iniciación del proceso de osificación.

Ahora bien, es cuanto a la histología, esta membrana se encuentra formada por


varios componentes principales, de los cuales podemos destacar el tejido
conjuntivo, los fibroblastos, osteoblastos, las fibras, y además para poder

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mantenerse también presenta agujeros vasculares que se encargan de nutrir al
interior del sistema óseo.

En general, esta capa ósea cumple la función de permitir la introducción de los


vasos sanguíneos hacia el interior del hueso, lo cual permite que al momento de la
aparición de lesiones óseas, estos tejidos y componentes internos sean capaces
de regenerarse de manera adecuada y efectiva.

 Endostio.

El endostio es una membrana vascular delgada del tejido conjuntivo que bordea la
superficie interior del tejido óseo que forma la cavidad medular de los huesos
largos.

El hueso se compone de hueso compacto, hueso esponjoso y médula ósea. El


hueso compacto forma la capa exterior del hueso. El hueso esponjoso se
encuentra sobre todo en los extremos de los huesos y contiene médula roja. La
médula ósea se encuentra en el centro de la mayoría de los huesos y tiene

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muchos vasos sanguíneos. Hay dos tipos de médula ósea: roja y amarilla. La
médula roja contiene células madre sanguíneas que se pueden convertir en
glóbulos rojos, glóbulos blancos o plaquetas. La médula amarilla está compuesta,
en su mayor parte, de grasa.

La diferencia entre endostio y periostio es que el periostio es externo y tiene una


capa interna muy activa rica en osteoblastos que se denomina cambium mientras
que en el endostio la capa interna es activa pero no tanto. El periostio de los niños
es más ancho pero va perdiendo actividad osteoclástica con el paso del tiempo. El
periostio es muy importante porque en el caso de que se produzca una fractura en
el hueso y se irrite, activa su capa más activa (osteoblastos) y empieza a formar
hueso a ambos lados de la fractura dando lugar al callo de fractura por el que se
pegan los extremos fracturados. También en la parte externa del periostio se
forma el callo pero es menor porque tiene menos actividad. Cuanto más joven sea
la persona, mayor será el callo de fractura y antes se ensamblará, en los ancianos
al tener menos actividad en el periostio costará más formar el callo de fractura.

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 Tipos celulares, matriz orgánica e inorgánica

El hueso es una forma de tejido conjuntivo muy vascularizado y metabólicamente


activo, compuesto por colágeno, calcio, fosfato, agua, proteínas amorfas y células.
Se conocen aproximadamente 206 huesos en el organismo.

Se distinguen tres tipos de células óseas:

1.OSTEOCITOS: Controlan las concentraciones extracelulares de calcio y fósforo.


Participan de forma activa en el mantenimiento de la matriz ósea.

2.OSTEOCLASTOS: Son responsables de la resorción ósea. Un incremento en el


número de osteoclastos es característico de enfermedades con un aumento del
recambio óseo.

3.OSTEOBLASTOS: Son responsables de la formación ósea.

La matriz ósea es el componente característico del hueso, ya que le otorga sus


cualidades anatómicas y fisiológicas. Está compuesta en un 65-70% por sales
inorgánicas (minerales) y en un 30-35% por sustancias orgánicas. Te contamos
las particularidades de sendos elementos en las siguientes líneas.

La parte mineral de la matriz es la que le otorga a los huesos la capacidad de


almacenaje, resistencia y protección. El material inorgánico englobado en esta
sección consiste en depósitos de fosfato de calcio, en forma de una sustancia
conocida como hidroxiapatita. Los cristales de apatita miden unos 40 nanómetros
de largo y tienen forma de prisma hexagonal, frecuentemente con gran desarrollo
en las caras de pirámide. Como ya sabrás, presentan un color blanquecino-
amarillento.

Como ya hemos dicho, la matriz inorgánica representa aproximadamente el 70%


del peso en seco del hueso. El 99% del calcio, el 85% del fósforo y el 40-60% del
sodio y magnesio que necesita el organismo se encuentra almacenado
íntegramente en nuestro esqueleto. Sin ir más lejos, gracias a los huesos, los
seres humanos “guardamos” en nuestro interior 1-1,2 kilogramos de calcio puro.

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Este mineral es esencial para la contracción muscular, transmisión de señales
nerviosas, absorción de vitamina B12, estimulación de secreciones hormonales y
muchas cosas más.

Supone el 30% de la matriz ósea, aproximadamente. Esta sección orgánica se ve


representada mayoritariamente por proteínas, más específicamente, por distintos
tipos de colágeno. El colágeno tipo I es el que mayor presencia tiene (95% de la
porción orgánica total), pero también se observan trazas de colágeno tipo IV (5%)
y, en ocasiones, del tipo III. Dependiendo de la orientación de las fibras de
colágeno, la matriz ósea puede ser de naturaleza laminar, no laminar y osteónica
o laminar concéntrica.

Además del colágeno, en la parte orgánica de la matriz ósea también encontramos


otras proteínas, aunque en mucha menor proporción. A continuación, te
presentamos una lista con las más importantes:

Osteocalcina: una proteína de naturaleza hormonal (hormona) cuya presencia en


sangre se correlaciona con el coeficiente de formación ósea.

Osteonectina: una fosfoproteína que interactúa con el colágeno y las sales


inorgánicas de la matriz ósea.

Trombospondina: proteína de secreción con capacidades antiangiogénicas, es


decir, que inhibe la formación de nuevos vasos sanguíneos a partir de los ya
existentes.

Fosfatasa alcalina: encargada del proceso de desfosforilación a nivel molecular.

 Osificación endocondral e intramenbranosa

La osificación es el proceso mediante el cual se forma el hueso se denomina


osificación. En el embrión, existe un precursor del esqueleto formado por tejido
cartilaginoso hialino y mesénquina embrionario que ya tiene una forma
característica a partir de las seis semanas. La formación de hueso sigue dos
procesos diferentes:

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Osificación intermembranosa:

La osificación intramembranosa es la que produce preferentemente huesos planos


y, como su nombre indica tiene lugar dentro de una membrana de tejido
conjuntivo. En este proceso, algunas de las células mesenquimatosas que forman
las membranas de tejido conjuntivo son transformadas en osteoblastos
constituyendo un centro de osificación alrededor del cual se va formando hueso.
Se pueden distinguir los siguientes pasos:

Las células mesenquimatosas se agrupan en racimos en el centro de osificación y


se transforman primero en células osteoprogenitoras y luego en osteoblastos .

Los osteoblastos segregan matriz ósea y fibrillas de colágeno hasta que quedan
rodeados por completo

Cuando están rodeados por completo por matriz ósea, los osteoblastos se
transforman en osteocitos formando lagunas y canalículos entre ellos. Las fibras
de colágeno quedan atrapadas en la sustancia fundamental.

El depósito de calcio y de sales minerales endurece la matriz ósea al cabo de


unos días. Mientras se produce la calcificación de la matriz ósea aparecen las
trabéculas o espículas óseas que se unen en una estructura en forma de malla
dando lugar al hueso esponjoso. La lámina central de hueso esponjoso se recubre
por cada uno de sus lados por placas de tejido óseo compacto. Una vez formado,
el hueso plano crece de tamaño mediante la adición de más hueso por sus
bordes.

La osificación endocondral

Es uno de los procesos en el desarrollo del sistema esquelético en los fetos, y que
concluye con la producción del tejido óseo a partir del tejido cartilaginoso. Los
huesos, durante el desarrollo embrionario, son un molde de cartílago hialino que
va siendo progresivamente reemplazado por tejido óseo. El término "endocondral"
significa que el proceso se realiza desde el interior hacia el exterior. El proceso

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inverso, en el que la osificación se produce desde el exterior del cartílago
(pericondrio) se denomina pericondral. La osificación endocondral también es
esencial en la formación y crecimiento longitudinal de huesos largos,
concretamente el esqueleto apendicular, axial y la mandíbula.

 Medula ósea roja y amarilla.

Tejido suave y esponjoso, con muchos vasos sanguíneos, que se encuentra en el


centro de la mayoría de los huesos. Hay dos tipos de médula ósea: la roja y la
amarilla. La médula ósea roja contiene las células madre sanguíneas que se
transforman en glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. La médula ósea
amarilla está compuesta, en su mayor parte, de grasa y contiene las células madre
que se transforman en cartílago, grasa o células óseas.

 Soporte, protección y hematopoyesis

Soporte: los huesos proveen un cuadro rígido de soporte para los músculos y
tejidos blandos.

Protección: los huesos forman varias cavidades que protegen los órganos
internos de posibles traumatismos. Por ejemplo, el cráneo protege el cerebro
frente a los golpes, y la caja torácica, formada por costillas y esternón protege los
pulmones y el corazón.

La hematopoyesis: es la producción de células sanguíneas (hema, “sangre”;


poiesis, “formación”). En el ser humano adulto se lleva a cabo en la médula ósea
durante toda su vida. Este tejido es uno de los más activos en cuanto a
proliferación, puesto que diariamente se producen alrededor de 2 × 1011
eritrocitos, 2 × 1011 plaquetas y 7 × 1010 granulocitos, indispensables para
mantener los valores normales de las células circulando en la sangre.

No sólo la médula ósea es un órgano hematopoyético, pues durante la vida


embrionaria y fetal otros órganos tienen esta función. La hematopoyesis inicia en
el saco vitelino, alrededor de la segunda semana de gestación (fase
mesoblástica). Continúa alrededor de la quinta semana en el hígado y

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posteriormente en el bazo, son éstos dos los que toman esta función y son los
responsables de la hematopoyesis en el segundo trimestre del embarazo (fases
hepática y esplénica). La médula ósea inicia la producción sanguínea a partir del
cuarto mes y continúa con esta función durante toda la vida de la persona (fase
mieloide). Sólo en condiciones patológicas el hígado y el bazo pueden recuperar
su función hematopoyética después del nacimiento.

 Osificación.

La osificación es el proceso de creación de un nuevo material óseo por las células


llamadas osteoblastos. Es sinónimo de formación de tejido óseo. Hay dos
procesos para formar tejido óseo normal: la osificación intramembranosa es la
formación directa de hueso a partir del tejido conjuntivo primitivo (mesénquima),
mientras que la osificación endocondral involucra cartílago como precursor.

En una fractura que se cura, la osteogénesis endocondral es el proceso mucho


más frecuente, como por ejemplo en fracturas de huesos largos tratadas con yeso,
mientras que en las fracturas tratadas con reducción abierta y estabilización con
placas y tornillos metálicos puede haber osteogénesis intramembranosa.

 Fisiología de los tejidos mineralizados: papel del calcio, fosfato y


magnesio

El hueso constituye la reserva de calcio del organismo; sin embargo, la regulación


del intercambio del calcio entre el plasma y el hueso no se conoce exactamente.
En los adultos, aproximadamente un 5% del hueso cortical y un 30% del trabecular
son reemplazados en un año.

Los osteoblastos son las células responsables de la formación ósea, sintetizan


numerosas proteínas óseas que se sitúan a su alrededor y constituyen el osteoide
o tejido óseo sin mineralizar. El osteoblasto se transforma en osteocito, la célula
ósea madura y se mineraliza. Los osteoclastos derivan del sistema monocito
macrofágico e intervienen en los procesos de resorción ósea. El contenido mineral
óseo se hace utilizable mediante dos mecanismos: la osteólisis osteocítica y la

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resorción osteoclástica. El primer proceso se produce por movilización del
contenido mineral, pero sin destrucción del hueso, y en el segundo intervienen los
osteoclastos y se produce una destrucción del tejido óseo.

Aunque ambos procesos son importantes en la homeostasis mineral, la exacta


proporción en la participación de ambos procesos no se conoce; probablemente
su importancia difiera según el grado y la duración de los estímulos sobre el
hueso. La acción de las hormonas calciotrópicas a nivel óseo es compleja y no se
ha dilucidado por completo la secuencia de estas acciones. Así, aunque la PTH
produce aumento de la resorción ósea, sólo parece tener receptores a nivel de los
osteoblastos; el calcitriol, que también presenta receptores a nivel de osteoblastos,
favorece la diferenciación de los osteoclastos a partir de sus precursores, y la
calcitonina tiene una acción inhibitoria sobre los osteoclastos.

El contenido de fósforo (P) del organismo es de unos 700 g, de los cuales el 85%
se encuentra en el tejido óseo, principalmente en forma de cristales de
hidroxiapatita. El 15% restante se distribuye en el líquido extracelular y en los
tejidos blandos como compuesto inorgánico o formando parte de macromoléculas
como fosfolípidos o fosfoproteínas. Los compuestos del fósforo están implicados
en importantes procesos bioquímicos celulares, como la generación y
transferencia de energía.

El magnesio es el cuarto catión más importante, tras el sodio, el potasio y el calcio.


Un adulto normal contiene 22,66 g de magnesio, del cual el 50%-60% se
encuentra en el hueso. El magnesio extracelular supone sólo alrededor del 1% del
magnesio corporal total. La concentración sérica normal de magnesio varía entre
0,75 y 0,95 mmol/l (1,7-2,2 mg/dl; 1,5-1,9 mEq/l)13.

El magnesio es esencial para el funcionamiento de importantes enzimas, teniendo


además un papel fundamental en la estabilización de las membranas, conducción
nerviosa, transporte de iones y actividad de los canales de calcio. No obstante, el
control del metabolismo del magnesio se encuentra menos regulado

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hormonalmente que el del calcio o el fósforo. El contenido de magnesio corporal
total depende principalmente de la absorción gastrointestinal y la excreción renal.

 Remodelación, reparación y ontogenia ósea

La remodelación ósea es un mecanismo de los huesos que consiste en la


eliminación del tejido dañado y en la creación de células nuevas que reemplacen y
cumplan la función del sistema óseo. Por eso cuando se producen lesiones como
las fracturas, este será el proceso que se activará para recuperar la funcionalidad
de la región afecta.

Cuando se altera, pierde o interrumpe la continuidad del tejido de un hueso, ya


sea por factores externo o internos, se activa un sistema de células óseas que se
encargan de eliminar el tejido afectado y crear uno nuevo, por eso al momento del
daño tisular, se envían señales para que comience el reclutamiento de las células.
Pero ese es un mecanismo que se lleva a cabo en varios pasos, por lo que son
descritos a continuación:

Fase de reabsorción: actúan los osteoclastos rompiendo los tejidos afectados.

Fase de reabsorción inversa: las partes del hueso son llevadas al torrente
sanguíneo y de allí son reabsorbidas y eliminadas por el intestino y los riñones.

Fase de sustitución: los osteoblastos de activan para formar hueso nuevo.

Fase de mineralización: es la última fase y le corresponde cuando ya el hueso


está totalmente formado.

La reparación de una fractura ósea es el proceso por el cual los tejidos óseos del
cuerpo humano tienden a regenerarse tras una fractura. De esta forma se
sustituyen los tejidos que estaban dañados por unos nuevos y se crea hueso
nuevo.

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 Cavidad torácica: forma, vascularización e inervación.

Es una de las grandes cavidades corporales. Tiene una forma cónica y se ubica
entre los miembros torácicos, donde está sostenida por los músculos de la cintura
torácica. En su interior se encuentran protegidos los órganos esenciales de la
respiración y de la circulación

En dorsal: la totalidad de las vértebras torácicas (18 Eq, 13 Ru y Ca), donde el


conjunto de sus cuerpos forman una cresta saliente hacia el interior de la cavidad
torácica. - En ventral: el esternón dividido en tres partes, llamadas manubrio,
cuerpo y proceso xifoideo.

- En lateral: las costillas. Estas se disponen como arcos, convexos hacia lateral y
caudal, articuladas por sus extremos en los huesos impares del esqueleto
torácico.

• El extremo dorsal articula por dos puntos (cabeza y tubérculo) con las vértebras
torácicas (excepto el primer par de costillas que articula en parte con la séptima
cervical).

• El extremo ventral se prolonga por el cartílago costal, el cual articula directa


(costillas esternales) o indirectamente (costillas asternales) con el esternón. Las
costillas flotantes no articulan con el arco costal.

Todas las arterias torácicas se originan de la aorta y las tres más grandes son el
tronco braquiocefálico, la arteria carótida común izquierda, y la arteria subclavia
izquierda. Algunas arterias viscerales también irrigan varios órganos torácicos
incluyendo: las arterias bronquiales, esofágicas, pericárdicas y muchas pequeñas
arterias mediastinales. De la aorta torácica también emergen ramas parietales
para los músculos torácicos. Esto incluye las arterias intercostales posteriores,
frénicas superiores y subcostales.

En términos de drenaje venoso, las principales venas del tórax son: la vena cava
superior, sistema venoso ácigos, vena hemiácigos accesoria , venas pulmonares,

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venas esofágicas, venas torácicas internas, venas cardíacas, venas intercostales
superiores. Estos vasos recolectan toda la sangre desoxigenada de los músculos
y órganos del tórax, finalmente llevándola hacia la vena cava superior.

 Tórax óseo: articulaciones, columna vertebral, vertebras torácicas,


articulaciones de miembro superior y cíngulo.

Las articulaciones del tórax son aquellas que se establecen entre las costillas y las
vértebras torácicas, y entre las costillas y el esternón.

Las articulaciones de mayor entidad en el tórax son las que afectan proximalmente
a la cabeza y al tubérculo de la costilla. Estas articulaciones que son sinoviales se
denominan articulación de la cabeza de la costilla y articulación costotransversa.
Las podemos ver en más detalleen esta pieza donde hemos mantenido una
vértebra torácica, la parte proximal de una costilla y hemos marcado algunos de
los ligamentos. En primer lugar, la articulación de la cabeza de la costilla entre la
cabeza de la costilla y las foveas costales que se sitúan en los cuerpos de
vértebras adyacentes. Esa articulación de la cabeza de la costilla es sinovial y
permite un movimiento de desplazamiento de esta costilla sobre la columna
vertebral necesario durante la respiración.

La otra articulación, la articulación costotransversa es sinovial plana con menor


capacidad de movimiento.

Aquí se ha mantenido la cápsula articular y realmente no existen nexos


ligamentosos que mencionar. Sí que debemos hacer mención que en el caso de
la articulación de la cabeza de la costilla existe un ligamento que va a unir la
cabeza de una costilla con la de su lado contralateral en ese mismo segmento.

Se aprecia en esta preparación cómo desde la cabeza de la costilla parte un


fascículo que se dirige medialmente y que realmente deberá atravesar hacia el
plano opuesto, para unir a la cabeza contralateral. Para explicar este ligamento
que se denomina intercapital, la porción o ligamento que une las dos cabezas,
utilizamos un corte transversal a nivel del tórax, en una preparación húmeda de
perro.

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Las articulaciones son varias, de distinto tipo y género articular:

• Costo-vertebrales: son articulaciones sinoviales de género planiforme.

• Costo-condrales: en general son articulaciones fibrosas, pero en el bovino la


mayoría (costillas 2 a 10) son de tipo sinovial planiforme

. • Esterno-costales: son articulaciones sinoviales de género planiforme.

• Intercondrales: forman el arco costal. Es una sindesmosis.

• Entre las esternebras, son en general sincondrosis En conclusión, las paredes


del tórax están formadas por múltiples elementos óseos, cartilaginosos y
ligamentosos, los que articulados permiten una movilidad conjunta de las paredes
torácicas.

Articulación costo-central Clasificación: sinovial, planiforme Superficies articulares


Medios de unión: cápsula articular, lig radiado de la cabeza costal, lig intra-
articular de la cabeza costal, y lig intercapital ó conjugado,

Articulación costo-transversa Clasificación: sinovial, planiforme Superficies


articulares Medios de unión: cápsula articular ligamento costo-transverso (G) -
ligamento lumbo-costal (última articulación de la serie) Movimientos.

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CONCLUSIÓN

El tejido óseo forma la mayor parte del esqueleto, el armazón que soporta nuestro
cuerpo y protege los órganos y permite nuestros movimientos. De gran robustez y
ligereza, el sistema óseo es un tejido dinámico, continuamente en fase de
remodelización.

Los huesos están formados por tejido óseo, un tipo de tejido


conjuntivo especializado característico de los animales vertebrados.

En cada hueso podemos encontrar dos tipos de tejido óseo, el tejido óseo
compacto o denso, muy calcificado y poco vascularizado, y el tejido óseo
esponjoso o areolar, menos calcificado y mucho más vascularizado.

A continuación veremos la estructura, características y funciones del hueso


compacto y del hueso esponjoso, para después hacer una resumen con las
principales diferencias entre ellos.

Como todo órgano, el hueso, tiene variadas e importantes funciones, que se


pueden resumir de la siguiente manera: Protección de órganos, aparatos y
sistemas vitales internos, Soporte mecánico debido a su rigidez y resistencia,
principalmente en extremidades inferiores, pelvis y columna vertebral, Dinámica,
porque permite el movimiento del esqueleto, actuando como palancas de las
estructuras músculotendinosas que se insertan en ellos. Metabólica: depósito de
minerales y homeostasis del calcio. Además Hematopoyética a nivel de la médula
ósea y también Inmunológica, ya que reguladora de la respuesta inmune.

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