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Acerca de las bases sociológicas del derecho internacional público puede verse, por ejemplo,
Alfred Verdross: Derecho internacional público, con la colaboración de Karl Zemanek, trad. Antonio
Truyol y Serra, 4ª ed., Aguilar, Madrid, 1963, pp. 8 y ss.
3
Es posible ver, por ejemplo, Alfred Dufour: “Rationnel et irrationnel dans l’Ecole du Droit
historique”, en Archives de Philosophie du Droit, t. 23, Formes de rationalité en droit, pp. 147 y ss.;
José Ortega y Gasset: La “Filosofía de la historia” de Hegel y la Historiología, en Georg Wilhelm
Friedrich Hegel: Lecciones sobre la filosofía de la historia universal, trad. José Gaos, 2ª ed., Alianza,
Madrid, 1982, pp. 15 y ss.; Carla Faralli y Enrico Pattaro (eds.): Reason in Law, Giuffrè, Milán, 1987-
1988; en relación con el tema cabe citar Antonio Escohotado: “Elogio del sabio” —publicado en El
Mundo del 11/6/2003, ‹http://www.el-mundo.es/papel/2003/06/11/opinion/›—, en punksunidos.com.ar,
‹http://usuarios.lycos.es/punksunidas/txt/escohotado13.html›. Acerca de la historicidad puede verse
Miguel Ángel Ciuro Caldani: Estudios de historia del derecho, Fundación para las Investigaciones
Jurídicas, Rosario, 2000 (también es posible ver Lecciones de historia de la filosofía del derecho,
Fundación para las Investigaciones Jurídicas, Rosario, 1991-94).
En cuanto a los distintos significados de las palabras razón e historia, cabe ver, por ejemplo,
José Ferrater Mora: Diccionario de filosofía, 5ª ed., Sudamericana, Buenos Aires, 1965, t. II, pp. 524
y ss., t. I, pp. 849 y ss.; Real Academia Española: Diccionario de la lengua española, 21ª ed., Madrid,
1992, t. II, pp. 1731 y 1114.
La tensión entre razón e historia puede ser analizada por ejemplo en las tensiones entre lo
racional y lo irracional, entre lo abstracto y lo concreto y entre lo planificado y lo espontáneo. La razón
parece poseer sentidos que viabilizan la “ahistoricidad”, la abstracción y la planificación La historia
parece tener un despliegue básico de irracionalidad, concreción y espontaneidad. Siempre es intere-
sante tener en cuenta, además, la obra de Roberto Ardigò (La Ragione) en la cual la razón es conside-
rada un producto como todos los hechos naturales.
Cabe citar, por ejemplo, Razón española, razón de la historia, ‹http://adserver.hispavista.com/
click.ng/area=hv_galeon.educacion&pos=lateral&site=hv_galeon_lateral&bust=1091576315290›,
3/4/2004.
MIGUEL ÁNGEL CIURO CALDANI - RAZÓN E HISTORIA EN EL DERECHO... 721
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Es posible ver Joan Corominas: Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, con
la colaboración de José A. Pascual, Gredos, Madrid, t. III, 1980, p. 370.
En el horizonte de la relación entre razón e historia interesa la vinculación entre conciencia
y biología (es posible ver, por ejemplo, String Theory Discussion Forum, Free Will…, ‹http://
superstringtheory.com/forum/timeboard/messages8/26.html›, 30/7/2004; David Kreiman: “Los dos más
grandes desafíos de la ciencia”, en La Nación - Opinión, ‹http://www.conicet.gov.ar/NOTICIAS/AC-
TUALIDAD/2004/Julio/nota81.php›, 30/7/2004).
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“La teoría, amigo, es siempre gris y verde el árbol áureo de la vida” (Johann Wolfgang
Goethe: Fausto, trad. José María Valverde, Planeta-De Agostini, Barcelona, 1995, p. 58).
6
En cuanto a la recepción del derecho extranjero pueden verse, por ejemplo, nuestros estudios
“Hacia una teoría general de la recepción del derecho extranjero”, en Revista de Direito Civil, 8, pp.
73 y ss.; “Originalidad y recepción en el derecho”, en Boletín del Centro de Investigaciones de Filo-
sofía Jurídica y Filosofía Social, nº 9, pp. 33 y ss. y El derecho universal, Fundación para las Inves-
tigaciones Jurídicas, Rosario, 2001. Pueden citarse además, por ejemplo, A. C. Papachristos: La
réception des droits privés étrangers comme phénomène de Sociologie Juridique, LGDJ, París, 1975;
Alan Watson: Legal transplants, 2ª ed., University of Georgia Press, Athens.
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Cabe citar nuestros trabajos Aportes para una teoría de las respuestas jurídicas, Consejo de
Investigaciones de la Universidad Nacional de Rosario, Rosario, 1976, pp. 59 y ss.; “Veintidós años
después: la Teoría de las Respuestas Jurídicas y Vitales y la problemática bioética en la postmodernidad”,
en Bioética…, cit., nº 3, pp. 83 y ss.
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Es posible ver Werner Goldschmidt: Introducción filosófica al derecho, 6ª ed., 5ª reimp.,
Buenos Aires, Depalma, 1987; Miguel Ángel Ciuro Caldani: Derecho y política, Depalma, Buenos
Aires, 1976; Estudios de filosofía jurídica y filosofía política, Fundación para las Investigaciones
Jurídicas, Rosario, 1982-1984; La conjetura del funcionamiento de las normas jurídicas. Metodolo-
gía jurídica, Fundación para las Investigaciones Jurídicas, Rosario, 2000.
MIGUEL ÁNGEL CIURO CALDANI - RAZÓN E HISTORIA EN EL DERECHO... 723
9
Puede verse Fernando Lassalle: ¿Qué es una constitución?, trad. W. Roces, Siglo Veinte,
Buenos Aires, 1957.
10
La norma es exacta cuando se cumple la voluntad de los repartidores en los casos que se
presenten, pero la eficiencia implica que haya casos y que se resuelvan como lo quiere esa voluntad (la
eficiencia es la capacidad de disponer de alguien o de algo para conseguir un efecto determinado [Real
Academia Española: Diccionario de la lengua española, ‹http://www.rae.es/›, 3/8/2004]); en un sen-
tido relativamente afín, es posible citar Real Academia Española: Diccionario de la lengua española,
21ª ed., Madrid, t. I, p. 792 —virtud y facultad para lograr un efecto determinado—; María Moliner
indica en el Diccionario de uso del español que eficiencia se aplica a lo que realiza cumplidamente la
función a que está destinado (Gredos, Madrid, t. I, 1991, p. 1056).
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El antecedente y la consecuencia poseen características positivas que deben estar presentes y
características negativas que han de estar ausentes para que la norma funcione.
12
En la jerarquía de las fuentes, la sucesión de fuentes internacionales y de integración genera
importantes cuestiones de reconocimiento e interpretación con miras a resolver si hay complementación
o derogación.
13
El funcionamiento de las normas comprende tareas de reconocimiento, interpretación, deter-
minación, elaboración, argumentación, aplicación y síntesis. Además del funcionamiento real existe
el funcionamiento conjetural, con base en el cual se adoptan múltiples decisiones vitales.
14
Es posible citar F. Gény: Science et technique en droit privé positif, Sirey.
MIGUEL ÁNGEL CIURO CALDANI - RAZÓN E HISTORIA EN EL DERECHO... 725
15
Cabe citar nuestros Aportes para una teoría…, o. cit., pp. 51 y ss.
16
Es posible ver nuestro artículo “Hacia una comprensión dinámica de la justicia (justicia y
progreso)”, en El Derecho, t. 123, pp. 715 y ss.
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2. La Unión Europea
2.1. La Unión Europea como modelo en general
5. Las sabias palabras de la Declaración del 9 de Mayo de 1950 decían: “Europa
no se hará de una vez ni en una obra de conjunto: se hará gracias a realizaciones
concretas, que creen en primer lugar una solidaridad de hecho”.22 No se desconocían
ni ocultaban los grandes ideales: “La puesta en común de las producciones de carbón
y de acero garantizará inmediatamente la creación de bases comunes de desarrollo
económico, primera etapa de la federación europea, y cambiará el destino de esas
regiones, que durante tanto tiempo se han dedicado a la fabricación de armas, de las
que ellas mismas han sido las primeras víctimas”. Se tomaba, sí, en cuenta que el
tiempo suele vengarse de lo que se hace sin tomarlo en consideración, sea como
pasado, como presente o como esfuerzo de porvenir.23 El empeño de más de cincuen-
ta años, difícil pero exitoso, muestra el logro de la integración de la historia con la
razón que la culmina.
Mucho se ha discutido y se puede discutir acerca de los motores y los móviles de
los sucesos que fueron conduciendo a la formación de la Unión, que en estos días se
está dando, mediante un tratado, una constitución formal. Algunas posiciones jerar-
quizan más el aspecto histórico político y otras el económico; unas posturas subrayan
la conciencia de los fundadores, otras hablan de acontecimientos que fueron más allá
de sus propósitos. En el propio proceso fundacional, parece que Jean Monnet tenía
un sentido de más referencia a la cultura anglosajona que el que a nuestro parecer
afortunadamente ha prevalecido en la Unión actual. Según nuestro criterio, se trata
de un rico proceso histórico en el que había importantes bases económicas e institu-
cionales que confluyeron por la luminosa conciencia de los fundadores y el acierto de
muchos continuadores.
Compartimos las palabras de Carlos F. Molina del Pozo cuando, desde el prólo-
go de la primera edición de su Manual de derecho de la Comunidad Europea, de
1987, dice: “Las Comunidades Europeas nacieron como medio para pacificar una
Europa que había sido escenario y protagonista de dos guerras mundiales, y en su
origen, al lado de los componentes económicos, subyacía un proyecto político de
enorme envergadura. Los imperativos de los problemas cotidianos, la crisis que gol-
peó las economías occidentales a comienzos de los setenta y tantos otros motivos
hicieron que la evolución de las Comunidades se produjera más en el campo de lo
económico (la famosa ‘Europa de los mercaderes’) que en lo político. Sin embargo,
22
Robert Schuman: “Declaración de 9 de Mayo de 1950”, Europa, ‹http://europa.eu.int/abc/
symbols/9-may/decl_es.htm›, 24/7/2004.
23
Puede verse Colegio de Abogados de Pichincha: Decálogos deontológicos del abogado (so-
bre todo el de Eduardo J. Couture, en especial el mandamiento VII), ‹http://www.dlh.lahora.com.ec/
paginas/judicial/PAGINAS/Colegio.8.htm›, 15/8/2004.
MIGUEL ÁNGEL CIURO CALDANI - RAZÓN E HISTORIA EN EL DERECHO... 729
las más recientes iniciativas promovidas por los Estados más comprometidos en la
construcción europea (Tratado de Unión Política, Acta Única, Libro Blanco del Mer-
cado Interior…) apuntan hacia nuevas metas en que la unidad de los pueblos de
Europa no parece tan inalcanzable como en épocas pasadas”.24
6. Mucho se debate sobre los orígenes de la actual Europa. Algunos pretenden
que el fenómeno presente es un producto nacido en los años cincuenta del siglo re-
cién concluido; otros piensan que sus comienzos se remontan a épocas muy anterio-
res, por ejemplo, a la Edad Media. Creemos que las construcciones temporales no
deben ocultar la múltiple posibilidad de perspectivas: la Europa actual es inevitable-
mente heredera de un proceso inmemorial, pero tiene características propias. La
actual comunitarización es, a nuestro parecer, una consecuencia específica del curso
histórico europeo.
La Unión Europea resulta, en gran medida, hija al fin del aprovechamiento de
las oportunidades de la temporalidad; producto específico de una inmemorial expe-
riencia histórica. Suele afirmarse que en Europa se optó por una estrategia funciona-
lista, con gradualidad de realizaciones concretas, dejando relativamente de lado la
posición directamente constitucionalista.25
7. No negamos la especificidad de la integración respecto de los otros acerca-
mientos entre los pueblos, a menudo producidos por vía militar, pero señalamos que
la integración de Europa sólo es posible en el ámbito de la historia de Europa y de
Occidente, de una historia muy antigua, pero también cargada de relevantes sucesos
producidos en el proceso integrador.26 La unión de Europa, que parece estar afortuna-
damente encaminada a realizar la esperanza que Víctor Hugo llamó “Estados Unidos
de Europa”, es resultado del complejo, diverso y único, que constituye la cultura
europea; de cierto modo, de la cultura occidental.
Europa no es consecuencia de una construcción racional; surge de un doloroso
“parto” de la historia. El legado común griego, romano, judeocristiano y germánico,
complejo y a menudo conflictivo, y la vocación por el desenvolvimiento económico,
científico y tecnológico, generaron innumerables y prolongados conflictos, pero han
ido desembocando en una situación de equilibrio pacífico indispensable para la inte-
gración.
24
Molina del Pozo: o. cit., pp. 26-27.
25
Jean-Victor Louis: L’ordre juridique communautaire, 5ª ed., Office des publications officielles
des Communautés européennes, Luxemburgo, 1990, p. 7.
26
Pueden verse nuestros estudios “Bases culturales de la ampliación de la Unión Europea y de
la relación de la Unión Europea con América Latina”, en Revista del Centro de Investigaciones de
Filosofía Jurídica y Filosofía Social, nº 27, pp. 101-112; “Bases culturales de la relación de la Unión
Europea en el mundo actual, con especial referencia al Mercosur”, en Derecho de la Integración, nº
14, pp. 23-33.
Compartimos que la unidad se dibuja hace muchos siglos en el continente europeo (es posi-
ble ver “Discurso sobre Europa del Ministro de Asuntos Exteriores (Marsella, 2 de diciembre de
2002)”, ‹http://europa.eu.int/futurum/documents/speech/sp021202_es.pdf›, 1/8/2004).
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ciones Unidas procuraron también el respeto a los derechos humanos, pero las dos cons-
trucciones fueron resultando diversamente frustradas. En febrero de 1946 el célebre dis-
curso de Winston Churchill en Suiza, sin abandonar el aislacionismo general de su país,
vitalizó la conciencia de la necesidad de integración continental. En 1950, con una Terce-
ra Guerra Mundial “fría”, que dividía a Europa, la amenaza de un nuevo enfrentamiento
armado no resultaba nada inimaginable, pero la conciencia regional había alcanzado el
punto de comenzar las grandes realizaciones concretas. Hombres como Schuman, Aden-
auer y De Gasperi asumían el “espíritu del tiempo”.
Aunque a veces se discute el papel que deben jugar los dos grandes países en la
integración, parece claro que el encuentro de 1958 en que De Gaulle y Adenauer
encauzaron el entendimiento de sus Estados y el Tratado de Cooperación Franco-
Alemana (Tratado del Elíseo) de 1963 fueron importantes pilares fácticos en la histo-
ria de la Unión Europea.28 No hay que olvidar la relevante decisión de la gente que
retornó de los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial y dijo un “nunca
más” que estuvo dispuesta a cumplir.29 Suele afirmarse que Europa es una cuestión
de convicción y ésta tiene mucho que ver con la razón en la historia.30
Al mencionar los obstáculos en la formación de Europa, no sería legítimo igno-
rar además, por ejemplo, las dificultades de los tiempos de la “silla vacía” de Francia
y los famosos momentos críticos de los años sesenta y setenta. Tampoco los “llama-
dos a la realidad” que hacen a veces las votaciones populares y parlamentarias no
satisfactorias para el avance de la integración. No será fácil convencer a Gran Breta-
ña, que no tiene para sí constitución escrita, de que ha de poseerla para Europa, sea
cual sea la amplitud de posibilidades que deje la obra que se está concretando con
aspiración continental.
10. La aparición de un órgano de profundo sentido práctico intergubernamen-
tal, pero de dudosa base normativa, como el Consejo Europeo, es una de las muestras
del deseo europeo de dar respuestas “pragmáticas” a los problemas de la integra-
ción. También lo es la integración diferenciada según la diversidad de vocación inte-
gradora de los países.
28
Puede verse, por ejemplo, Ministère des Affaires étrangères, Prensa y Comunicación: “Discurso
del Excmo. Sr. Philippe Faure, Embajador de Francia en México, con motivo de la conmemoración del 40
Aniversario del Tratado del Elíseo de Cooperación Franco-Alemana, Palacio de Bellas Artes, Ciudad de
México, 22 de enero de 2003”, ‹http://www.francia.org.mx/embajada/prensa/emb/faure_bellasartes-
220103.html›, 1/8/2004; Ministère des Affaires étrangères: “Declaraciones de política exterior”, ‹http://
www.diplomatie.gouv.fr/actu/bulletin.es.asp?liste=20021213.es.html&submit.x=8&submit.y=6›, 1/8/2004;
Christine Bierre: “Francia y Alemania deben convertirse en una fuente de bien”, Instituto Schiller, ‹http://
www.schillerinstitute.org/newspanish/Noticias/Internacionales/FranAlemFteBien.html›, 1/8/2004.
29
Cabe citar, por ejemplo, “Mis convicciones sobre Europa”, transcripción del discurso pro-
nunciado por el primer ministro Jean-Claude Juncker en la Maison du Grand-Duché du Louxembour
en Bruselas, el martes 15 de mayo de 2001, ‹http://europa.eu.int/futurum/documents/other/
oth150501_es.pdf›, 1/8/2004.
30
Ibídem.
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32
En cuanto a la relación entre conceptos y realidad, cabe recordar el célebre trabajo de Rofolfo
von Ihering: “Jurisprudencia en broma y en serio”, trad. Román Riaza, Revista de Derecho Privado,
Madrid, 1933.
33
Molina del Pozo: o. cit., p. 746.
34
Ibídem, pp. 358-359.
35
Es posible ver European Central Bank, ‹http://www.ecb.int/home/html/index.en.html›, 5/8/
2004.
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3. El Mercosur
3.1. El Mercosur como modelo en general
12. La América Latina, más específicamente la América Ibérica, en la que se
desenvuelve el Mercosur, es una unidad como lo son en mucho los países peninsula-
res que en gran medida la engendraron, a menudo enfrentados pero con frecuencia
muy semejantes. Una importante continuidad geográfica, sobre todo si se considera
la Cuenca del Plata; los antecedentes comunes indígenas a través de la familia lin-
güística tupí guaraní; la afinidad idiomática y religiosa; una historia de relaciones de
paz y guerra muy intensa y una significativa necesidad de apoyo recíproco, son fac-
tores comunes que contribuyen a construir la unidad básica mercosureña. No obstan-
te, también cabe considerar que, pese a diversos rasgos de unidad, a diferencia de
Lusoamérica, la región hispanoamericana no tuvo la fuerza para mantener su cohe-
sión. En apariencia, la integración del Mercosur debería ser más fácil que la de Euro-
pa, pero la inconsistencia de varios Estados y varias economías de la zona y la falta
de adecuada conciencia histórica la dificultan.37
La conciencia histórica de América Latina, a menudo declamada, parece ser
muy limitada, sobre todo en países como la Argentina.38 Quizás uno de los factores
36
Rome-convention.org, ‹http://www.rome-convention.org/instruments/i_conv_orig_es.htm›,
5/8/2004.
37
La consistencia es duración, estabilidad, solidez; trabazón, coherencia entre las partículas de
una masa o los elementos de un conjunto (Real Academia Española: Diccionario de la lengua españo-
la, ‹http://www.rae.es/›, 5/8/2004.
38
Sin desconocer que en los momentos de mayor esplendor la filosofía del derecho argentina
produjo pensadores con gran sentido de la realidad, como Carlos Cossio y Werner Goldschmidt, tal
vez no sea irrelevante para nuestro tema que Buenos Aires es uno de los grandes referentes de la
MIGUEL ÁNGEL CIURO CALDANI - RAZÓN E HISTORIA EN EL DERECHO... 735
filosofía analítica, caracterizada por su vocación hacia lo abstracto. En Brasil, en cambio, las referen-
cias concretas son más frecuentes, sean v. gr. en la obra de Miguel Reale o en las del pensamiento
crítico.
39
Es posible ver nuestro artículo “El marqués de Pombal, Portugal, Brasil y el Mercosur”, en
Derecho de la Integración, nº 4, pp. 113 y ss.
40
ALADI, ‹http://www.aladi.org/›, 2/8/2004.
736 ANUARIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL LATINOAMERICANO / 2005
41
Es posible ver ‹http://www.telser.com.pe/assen/03.htm›, 2/8/2004; Historia general de las
relaciones exteriores de la República Argentina, ‹http://www.argentina-rree.com/14/14-081.htm›, 2/
8/2004.
42
Pueden verse por ejemplo BBC Mundo.com, “Diccionario de la crisis argentina”, ‹http://
news.bbc.co.uk/hi/spanish/business/newsid_1504000/1504769.stm›, 9/8/2004; Cato, “Crisis Argen-
tina”, ‹http://www.elcato.org/crisisargentina.htm›, 9/8/2004; ‹http://www.profesorenlinea.cl/Economia/
ArgentinaCrisis.htm›, 9/8/2004.
MIGUEL ÁNGEL CIURO CALDANI - RAZÓN E HISTORIA EN EL DERECHO... 737
43
Es posible ver nuestro estudio Filosofía de la jurisdicción. Con especial referencia a la
posible constitución de un tribunal judicial del Mercosur, Fundación para las Investigaciones Jurídi-
cas, 1998.
44
Puede verse nuestro artículo “Directrices iusfilosóficas del nuevo Código Civil brasileño”,
en Lexis Nexis - Jurisprudencia Argentina, 2002-IV, pp. 1303 y ss.