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F. 1733. XLI.

Fiore, Sabina Inés s/ pedido de quiebra por


Magallanes, Daniel.

Procuración General de la Nación

Suprema Corte:
-I-
Los integrantes de la Sala E de la Cámara Nacional de Apelaciones

en lo Comercial resolvieron declarar operada la caducidad de la segunda instancia en los

términos del artículo 310 inc. 2º del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, por

solicitud de la presunta deudora (fs. 120/121).

Para así decidir consideraron, que en la causa no existe contestación

del oficio librado a fs. 110, y que debió el interesado activar el trámite vinculado al recurso

que dedujo a fs. 91/94 instando su reiteración, razón por la que entendieron que ha mediado

inactividad procesal desde el 18/2/05, fecha en la que, conforme al proveído de la alzada (v.

fs. 102), se libró oficio al juzgado provincial a fin de que remita los autos “Magallanes Daniel

c/ Fiore Sabina Inés y Chalita Víctor Hugo s/ daños y perjuicios”, hasta el acuse de

perención obrante a fs. 109/111 y 113.

Contra dicha decisión, la actora interpuso recurso extraordinario a fs.

145/147, el que fue concedido a fs. 159/160.

-II-

Se agravia el recurrente alegando que la resolución de fs. 120/121 es

arbitraria por mediar apartamiento de las constancias de la causa, que menoscaba sus

derechos de defensa en juicio y al debido proceso. Sostiene que, en la oportunidad en que

el expediente fue devuelto por la cámara a primera instancia se dictó la providencia “por

devueltos, hágase saber”, no cumpliéndose con su notificación, siendo éste el medio idóneo

para anoticiar a las partes del estado del proceso.

Afirma que el magistrado de primera instancia tenía la obligación de

velar por el cumplimiento de la medida por él mismo decretada, con arreglo a lo normado por

el artículo 135 inc. 7º del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación y que al omitirlo

transgredió la norma aludida generándole con ello un estado de indefensión.

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-III-

Si bien es cierto que lo atinente a la caducidad de la instancia


remite al examen de cuestiones fácticas y de derecho procesal ajenas de por si al
remedio excepcional, también lo es, que conforme a reiterada doctrina del Tribunal,
tal criterio admite excepción cuando media apartamiento de las constancias de la
causa, o cuando el examen de aquellos requisitos se efectúa con injustificado rigor
formal que afecta la garantía de defensa en juicio, máxime cuando la decisión en
recurso causa un agravio de imposible o insuficiente reparación ulterior (v. doctrina
de Fallos: 307: 1693, 320:1821, 324:3645, entre otros).
Estimo, que en el caso se da el supuesto indicado y asiste
razón al recurrente, en cuanto sostiene que la sentencia del a-quo resulta arbitraria,
al fundar su decisorio exclusivamente en lo normado por el artículo 310, inciso 2º
del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, y omitir la prescripción del
artículo 135, inciso 7º del citado Código, de expresa aplicación en el sub-lite, en el
contexto de las actuaciones.
En tal sentido, ha sostenido reiteradamente V.E., que por ser la
caducidad de instancia un modo anormal de terminación del proceso y de interpretación
restrictiva, la aplicación que de ella se haga, debe adecuarse a ese carácter evitando incurrir
en un exceso ritual que la desnaturalice (v. Fallos: 323: 2067, 325:3392, entre otros). Y ha
señalado que no cabe extender al justiciable actividades que no le son exigibles cuando la
ley adjetiva no se las atribuye, con riesgo de incurrir en una delegación no prevista
legalmente, razón por la cual se ha entendido, que cuando la parte queda exenta de su
carga procesal de impulso, su inactividad no puede ser presumida como abandono de la
instancia, pues ello importaría imputarle las consecuencias del incumplimiento de las
obligaciones legales que son propias de los funcionarios judiciales responsables (v. Fallos:
322: 2289, 323:1389 y 2498, 325: 3392).
En el caso, conforme se desprende de las constancias de la
causa, en oportunidad en que las presentes actuaciones se hallaban para su
estudio en la Cámara Nacional de Apelaciones se ordenó una medida para mejor
proveer y el expediente fue devuelto a primera instancia (v. fs. 102), con
posterioridad el juzgado de origen dictó el proveído “por devueltos, hágase saber”
(fs. 103), y cabe tomar en cuenta que el apelante luego de haber interpuesto el
recurso de fs. 91/94 no tenía conocimiento de dicha medida, atento a que no se

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F. 1733. XLI.
Fiore, Sabina Inés s/ pedido de quiebra por
Magallanes, Daniel.

Procuración General de la Nación

cumplió con la notificación dispuesta en el artículo 135 inc. 7º del Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación. En tales condiciones, resultan arbitrarias por
dogmáticas las consideraciones de a quo relativas a que el recurrente dejó de instar
el procedimiento en las etapas procesales oportunas, toda vez que había cesado su
obligación procesal de impulsarlo.
Por lo expuesto, opino que corresponde declarar procedente el
recurso extraordinario fundado en la arbitrariedad del pronunciamiento, dejar sin efecto la
sentencia y disponer que vuelvan los autos al tribunal de origen, a sus efectos.
Buenos Aires, 12 de octubre de 2006.-
Es copia

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