Está en la página 1de 9

SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN II

UNIVERSIDAD SERGIO ARBOLEDA


ESCUELA DE DERECHO

EJERCICIO DE INVESTIGACIÓN1

Integrantes: María Camila Vides Cañas; Enrique Alfredo Angarita Gómez;


Mariaalejandra Hernández Tangarife
Texto en Calibri 12, interlineado 1.0 (espacio sencillo), justificado y con una separación
entre párrafos.

1. Tema de investigación:

Viabilidad de la creación de juzgados y tribunales constitucionales.

2. Caracterización de la temática de investigación.

Antes de centrar esta temática investigativa sobre la viabilidad de una jurisdicción


constitucional más amplia con la creación de juzgados y tribunales constitucionales,
resulta ineludible introducir la ciencia del derecho procesal en el andamiaje, debido a
que el derecho constitucional pretendiendo brindar garantías posiciona al proceso
mismo como única garantía. Es en ese nexo de eventualidad donde toma protagonismo
el derecho procesal constitucional, que en miras de su autonomía lo establecemos en la
organización judicial y en el derecho a la jurisdicción.

La jurisdicción doctrinalmente cuenta con distintas definiciones y múltiples


interpretaciones, donde la más aceptada es la de administrar justicia, o como bien lo
plantea el doctor Rojas, en el literal d de su libro jurisdicción y competencia (1998, p. 14
y 15) “es una función del estado, junto con la legislativa y administrativa; ósea, en
sentido subjetivo es una parte de poder del estado, la soberanía con referencia a la
función pública de administrar justicia”.

Por consiguiente, este término también se traslada a un contexto territorial donde


diferentes órganos del estado ejercen sus funciones judiciales en distintos asuntos, es
decir, el espacio donde un funcionario tiene autoridad (Rojas, D. 1998), y es
precisamente en esa división de asuntos donde nacen en Colombia la jurisdicción
ordinaria, la jurisdicción de lo contencioso administrativo, la jurisdicción especial y la
jurisdicción constitucional, teniendo esta última como función velar por la supremacía
de la constitución política colombiana y el estado social de derecho, no obstante,
resulta ser irónicamente la jurisdicción más incompleta de la función judicial. Pues,
cuando se intenta desglosar toda la estructura orgánica de esta jurisdicción, nos
encontramos únicamente con el máximo órgano judicial: la corte constitucional. En

1
Elaborado por el profesor Raul Alejandro Viviescas Cabrera (Raul.viviescas@usa.edu.co); como estrategia
de enseñanza-aprendizaje para los estudiantes en el ciclo de formación para la investigación de la Escuela de
Derecho de la Universidad Sergio Arboleda.
principio se puede afirmar que esta corporación es la única que cumple funciones
procesales estrictamente constitucional, establecidas en el artículo 241 de la carta
magna. Sin embargo, se ha pronunciado y se afirma reiteradamente que todos los
jueces de la nación independientemente de su ámbito de especialización pertenecen a
esta rama y pueden conocer acciones de tipo constitucional como la tutela.

Hoy nacen muchos de los problemas de la rama judicial, dentro de los cuales está la
congestión procesal, que nos muestra por qué no debería un juez penal o civil resolver
una acción de tutela, siendo un asunto de competencia intrínsecamente constitucional.
Por ello, surge la necesidad de analizar y observar la viabilidad de la creación de
juzgados y tribunales propiamente constitucionales.

En distintos países la jurisdicción constitucional y su autonomía no reside únicamente


en la creación de una corte sino en acotar por completo la naturaleza jurídica que
implica una jurisdicción. Esta evolución ha tenido protagonismo principalmente en
países europeos como Austria y en Iberoamérica, países como El Salvador, Costa Rica o
Paraguay, se han ido inclinando hacia una magistratura constitucional especializada que
encuentre asientos en las salas de los tribunales constitucionales.

En Colombia, perder el miedo hacia la expansión de la jurisdicción constitucional, es


entender que la viabilidad de esa expansión no constituye una opción, sino una
necesidad.

3. Revisión de antecedentes

Para brindar fundamentos sustanciosos que validen el objetivo de este estudio y


méritos al mismo, es preponderante que en el tránsito de esta investigación se analicen
estudios e investigaciones realizados por expertos en la materia, considerando que la
jurisdicción constitucional es una idea nueva o si se quiere, refundada, con un régimen
jurídico novedoso. Pues, si bien han existido determinados momentos en el desarrollo y
configuración de nuestro ordenamiento jurídico en el que la carta magna no era sino
una mera norma política con escaso contenido jurídico vinculante, en la actualidad es la
norma suprema de un estado democrático, y si la creación de juzgados y tribunales
constitucionales brindan una concepción garantista de la constitución y el proceso,
constituye ello mérito suficiente para llevar a cabo un análisis sobre el tema.

En 1991 nace la corte constitucional en Colombia que fue creada por la actual
constitución política, que en su artículo 239 establece como está conformada la
corporación. Además, en el artículo 4 de la carta (1991) se establece que esta es norma
de normas y que, en caso de incompatibilidad entre la constitución u otra norma
jurídica, rigen las disposiciones constitucionales, para resolver muchos de estos
problemas encontramos los mecanismos de constitucionalidad. Dentro de este
parámetro entra lo que se conoce como control constitucional que en nuestro país se
adopta mediante un sistema mixto, en el que interviene un modelo concentrado y un
modelo difuso, estos mecanismos tienen como finalidad la protección y supremacía de
la constitución misma. Dentro del sistema difuso podemos analizar que es un
mecanismo cuyas funciones pueden ejercer cualquier juez de la república, mientras
que, en el control concentrado, las funciones solo competen únicamente a los jueces
del tribunal supremo, es decir, la corte constitucional. En el primero los jueces se
abstienen de aplicar una norma por considerarla contraria a la constitución, uno de los
asuntos donde más se aplica y es más notaria es en la acción de tutela y en el segundo
que se concentra exclusivamente en la corte constitucional se busca garantizar la
constitucionalidad y la legalidad objetiva del ordenamiento jurídico mediante la acción
pública de inconstitucionalidad o la acción pública de nulidad. Aquí se puede presentar
un dilema en cuanto a la competencia de las jurisdicciones que resuelven este tipo de
conflictos, considerando solo el control difuso que es competencia de cualquier juez, y
siendo que estos mecanismos tienen una naturaleza de índole constitucional. Pero, con
una jurisdicción constitucional que abra puertas a su expansión pueden resolverse
muchos de estos dilemas. Es así como podemos notar que es la constitución política de
1991 el primer antecedente que abre puertas a la jurisdicción constitucional y su
autonomía jurídica.

En el 2011 se publicaron una serie de estudios analíticos e investigativos que se hicieron


en homenaje al doctor Héctor Fix – Zamudio en sus 50 años como investigador del
derecho. Landa, C. uno de los autores que colaboró con dicha investigación, estableció
las bases de la autonomía procesal del tribunal constitucional, que si bien en muchos
países como Colombia suele dirigirse únicamente esa autonomía a la corte
constitucional como tribunal supremo de única instancia, también nos pueden servir
estos estudios para analizar cómo puede extenderse esa autonomía a una jurisdicción
constitucional compuesta por tribunales y juzgados propiamente constitucionales que
brindarían mayor ductilidad al derecho y los procesos jurídicos. Aunque esta autonomía
que se ha mencionado entorno a los tribunales constitucionales (entendiéndose
también que ya existe la corte constitucional como órgano de cierre) para brindar
libertad en el desempeño de sus funciones, es importante aclarar que no se trata de
una autonomía absoluta en el sentido de serle conferidos a un juez la inmediación o
conocimientos que sean de naturaleza civil o penal, sino que resulta indispensable
establecer cuál es la naturaleza y el alcance de la jurisdicción constitucional, constituida
por juzgados, tribunales y la alta corte. Esto hace referencia a qué asuntos pueden
conocer estas instituciones entorno a la constitución y el proceso, sin que se confundan
dichos procesos con los deberes constitucionales de todos los jueces para garantizar los
derechos mínimos fundamentales del ciudadano. Quizás el alcance reincida y asiente
muchos de sus fundamentos jurídicos en la corte constitucional con base al principio de
supremacía jurídica de la constitución y el principio de soberanía popular que se
manifiesta en el sistema de democracia representativa (Landa, C, 2011). No obstante,
aunque el autor hace mención y fundamenta todo su análisis en la autonomía que
reside en la alta corte, se puede tener en cuenta este estudio también en la autonomía
que reside en toda la jurisdicción constitucional y todo lo que ella implica,
expandiéndose esa autonomía al resto de instituciones propiamente constitucionales.
Para el 2018, en un trabajo de grado presentado por Alferez, Botello, y Orozco, a fin de
presentar también la necesidad y viabilidad de una jurisdicción constitucional, se hace
mención a determinadas reformas legislativas que serían necesarias en caso de
adoptarse y aprobarse la idea de la creación de juzgados y tribunales constitucionales.
Dicho trabajo propone modificar el modelo difuso, mencionado anteriormente, para
adoptar un modelo concreto. Del mismo modo, se prevé que para posibilitar la creación
de juzgados y tribunales constitucionales hay que recurrir a una serie de normas
jurídicas que hagan factible la idea presentada, entre las normas más importantes del
trabajo, encontramos principalmente el artículo 152 de la constitución política que
establece que corresponde al congreso de la república, mediante leyes estatutarias,
regular lo relativo a la administración de justicia. Así, para concebir juzgados y
tribunales constitucionales el congreso deberá aprobar una ley estatutaria, que a su vez
exige la mayoría absoluta del alto cuerpo colegiado y llevarse a cabo dentro de una sola
legislatura, y contará el proyecto con la revisión previa de la corte constitucional para
revisar la exequibilidad del mismo. La carta magna autoriza entonces la creación de
juzgados y tribunales constitucionales como componente especial para la
administración de justicia, siendo indispensable el ejercicio de la rama legislativa y la
articulación de las demás ramas del poder público para su consumación.

En el 2021, la corporación excelencia en la justicia publicó una radiografía con estudios y


cifras sobre la función judicial, en el que dedica todo un capítulo a la acción de tutela,
que serán pertinentes exponerlos aquí.
En el artículo 86 de la constitución política se fija la acción de tutela como mecanismo
constitucional para proteger los derechos fundamentales de toda persona cuando se
vean amenazados, violados o vulnerados. Además, el decreto 2591 de 1991 regula todo
lo concerniente a la acción de tutela y las disposiciones procedimentales. La regla
general es que en primera instancia cualquier persona pueda presentar una acción de
tutela ante cualquier juzgado o tribunal con jurisdicción en el lugar donde ocurre la
violación, vulneración o amenaza. El factor territorial de la jurisdicción mencionada no
considera la competencia o el asunto del hecho, es decir que todos los jueces de la
jurisdicción ordinaria están facultados y deben conocer las tutelas y tramitarlas, lo que
genera una gran cogestión procesal en el sistema judicial, convirtiéndose muchas veces
en un dolor de cabeza que cada día se hace más fuerte y dilata el resto de los procesos.
Según el informe de la rama judicial al congreso de la república, para el año 2019, la
jurisdicción ordinaria concentra la mayor parte de la demanda judicial del país, con un
89,87%, mientras que la jurisdicción constitucional ocupa el último lugar con el 0,04%.
Además, en ese mismo año Colombia tenía 11 jueces por cada 100.000 habitantes,
cifras que evidencian una magna desproporción en el reparto de las gestiones para la
administración de justicia y que actualmente no han variado mucho (Corporación
Excelencia en la Justicia, 2021. P. 15). Con los datos anteriores y con los que se
muestran a continuación, no se está tratando de decir que una jurisdicción hace menos
que la otra, porque ambas pueden convenir en materia de resultados el éxito en sus
funciones, se trata de observar y no ignorar que existe una necesidad y que deben
crearse alternativas resolutivas para lograr una labor eficiente en la rama judicial.
Cabe señalar que la tutela es un remedio judicial y paralelamente un dolor de cabeza
para la jurisdicción ordinaria y contencioso - administrativa. El relieve institucional que
ha desarrollado la tutela la convierte en un mecanismo de fácil acceso y al resolverse en
un tiempo tan corto (10 días) nos presenta una conjugación entre celeridad y proceso.
Sin embargo, dentro de este estudio que realiza la corporación excelencia en la justicia
se entiende que:
En estos 30 años se han tramitado más de 8 millones de procesos de tutela, que
corresponden según cifras oficiales aproximadamente al 28% de la demanda
judicial en todo el país. En ese mismo lapso la corte ha proferido alrededor de
20.000 sentencias en este de tipo de procesos, que equivalen a un 0,24% del
total de tutelas, pero que abarcan aproximadamente el 73% de las sentencias
del alto tribunal. (2021. P. 29 y 30)
El número tan elevado de este tipo de procesos, teniendo en cuenta que un poco más
del 32% de los procesos que ingresan al sistema son tutelas, genera una percepción
desestimada dentro de la sociedad hacia los demás asuntos que lleva a cabo la
jurisdicción ordinaria o la contencioso – administrativa y la ineficiencia de los mismos,
generando consecuencias negativas que atentan contra principios del derecho procesal
como la concentración, inmediación e incluso el debido proceso cuando se trata del
resto de temas que manejan estas jurisdicciones y que no son tutelas. Esto ralentiza el
transcurso de los procesos, que se observa aún más cuando analizamos la presión que
genera la acción de tutela en los juzgados y tribunales al tratarse de una acción
preferente, porque se modifica el orden de reparto causando una gran cogestión
procesal.
La investigación de esta corporación plantea alternativas para generar modificaciones
en el sistema judicial, entre ellas la utilización de tecnologías modernas y que se creen
jueces especializados solo en resolver estos conflictos. Pero, considerando y analizando
todo el panorama que hemos traído hasta aquí, ha de afirmarse que la propuesta de la
corporación de crear jueces especializados se queda un tanto corta para lo largo que es
el asunto. Para la necesidad que existe de que se cree un incidente constitucional no es
exagerada la idea y la viabilidad de crear no únicamente jueces especializados en esta
materia, sino una estructura sólida como la creación de juzgados y tribunales
constitucionales que amplíen el panorama judicial dentro de la jurisdicción
constitucional y puedan pronunciarse sobre temas de fondo concernientes al bloque de
constitucionalidad, la inaplicabilidad de las normas, las demandas de
inconstitucionalidad o el habeas corpus.

Por otro lado, no podemos analizar profundamente la viabilidad de la creación de


instituciones judiciales sin considerar los desafíos o dificultades de esta iniciativa y/o
investigación, dificultades que no son solo de tipo orgánicas sino también
presupuestarias. Según lo establecido en los decretos salariales 902 de 2023, hay que
concretar el presupuesto necesario para el efectivo desenvolvimiento de los juzgados y
tribunales constitucionales que, aunque allí no estén regulados, es la legislación que
establece que corresponde a la rama judicial soportar esos gastos, como el de contrato
de suministro. En ese sentido, cabe mencionar que todos los tramites de administración
de gastos corresponden a la dirección ejecutiva de administración judicial, bajo ciertos
lineamentos que profiere la sala administrativa del consejo superior de la judicatura.

4. Problemática

En la concurrente investigación nos centraremos en la necesidad del país de expandir la


jurisdicción constitucional hacia la creación de juzgados y tribunales constitucionales
para mejorar la función judicial, convirtiéndose en un conducto viable para la
descongestión y “descontaminación” procesal que sufren la jurisdicción ordinaria y
contenciosa – administrativa que afectan la credibilidad de la justicia en los ciudadanos
y varios derechos fundamentales, principios procesales y valores constitucionales, que
en ultimas es lo realmente importante.

Al momento de sentar las bases de la viabilidad de la creación de estas instituciones


judiciales resulta difícil encontrar multiplicidad de antecedentes que abarquen el tema
con profundidad debido a que estamos presente ante una idea novedosa y una
estructura orgánica joven como la jurisdicción constitucional. Para este aplicado análisis
recurriremos principalmente a normas jurídicas encabezadas por la constitución política
colombiana y decretos como el 2591 de 1991 que regula la tutela, un mecanismo que
ha tomado gran protagonismo en la congestión procesal y que ayuda a que la economía
procesal sea poco factible. Asimismo, es indispensable el análisis de doctrinantes que
han realizado estudios entorno al derecho procesal constitucional y que brindan
soporte a algunos de los pilares que aquí se desarrollan.

Mas allá de cualquier análisis y propuesta que se haga sobre esta estructura orgánica de
la rama del poder público, el análisis de fondo que se debe realizar meticulosamente
versará sobre la protección de los derechos fundamentales de toda persona, donde se
les puedan brindar un debido proceso justo, sin que se vea afectado por causas
estructurales que versan estrictamente en una incompleta articulación de la jurisdicción
misma, entendida esta como la facultad de administrar justicia y todos los componentes
que se tienen en cuenta para hacer efectiva la función judicial.

Finalmente, la carta magna brinda potestad para reformar, derogar o complementar la


ley sustancial cuando sea necesario, transformándose en el conducto principal para
hacer eco en la sociedad sobre la urgencia de crear o llevar a cabo este tipo de
propuestas, es decir, que la creación de juzgados y tribunales constitucionales puede
percibirse como la solución a muchas de las problemáticas que enfrenta la
administración de justicia a día hoy, no será una solución definitiva, puesto que en la
cotidianidad surgen multiplicidad de problemas que van aumentando la demanda
judicial. Pero sí supone un gran avance para disminuir la congestión procesal y en miras
de seguir evolucionando y progresando seguramente se seguirán buscando
mecanismos, ideas y alternativas que hagan de Colombia menos papel y más
confiabilidad y garantías.
Pregunta problema:
¿Cuál es la viabilidad de la expansión de la jurisdicción constitucional hacia la creación
de juzgados y tribunales constitucionales?
5. Objetivos de investigación

Objetivo general:

Establecer la viabilidad de la expansión de la jurisdicción constitucional hacia la creación


de juzgados y tribunales constitucionales.
Objetivos específicos

1. Analizar los estudios encontrados sobre la jurisdicción constitucional que


permitan brindar una visión óptima de la misma y la viabilidad de su expansión.
2. Determinar el alcance y naturaleza jurídica de la jurisdicción constitucional,
considerando la creación de juzgados y tribunales constitucionales.
3. Identificar las afectaciones que causa la acción de tutela en la congestión
procesal.
6. Metodología

El enfoque metodológico de esta investigación es de tipo cualitativo–interpretativo,


siendo que percibe describir la necesidad y viabilidad de la creación de juzgados y
tribunales constitucionales, comprendiendo el fenómeno o problema de la congestión
procesal y los derechos fundamentales violados y amenazados en un contexto subjetivo
y social. En la investigación se recogen experiencias subjetivas, a través de diferentes
fuentes (doctrina constitucional, normas jurídicas, tesis investigativas, artículos de
investigación), y las interpreta y deconstruye conjuntamente, para comprender el
fenómeno y desvelar su sentido.

La investigación cualitativa se ha enriquecido por grandes aportes de pensadores e


investigadores como Edgar Morín, Paulo Freire o Schutz Alfred, este último introdujo la
metodología de Husserl para estudiar y comparar grupos sociales, diferenciando dos
términos utilizados hasta hoy: actor y observador. En el primero este hace alusión a los
sujetos que pertenecen a un grupo, sector o etnia y el segundo, al sujeto que indaga o
investiga a los actores, para entender e interpretar los significados que ellos dan a
diversos objetos (Morales, 2011). Sin embargo, aquí el actor puede transformar su rol a
observador y viceversa, algo similar a lo que sucede en las investigaciones con diseños
investigación-acción-participante, donde existen interacciones recíprocas entre los
sujetos significantes y el investigador.

Para consolidar el objetivo de este estudio, se parte del método deductivo, describiendo
hechos y problemáticas sobre la administración de justicia o la jurisdicción misma que,
en un análisis detallado, se encuentran ciertas falencias y dificultades en la celeridad
procesal y la eficiencia del desempeño de dichas funciones que terminan en consolidar
la viabilidad de la expansión de la jurisdicción constitucional.
De igual modo, dentro de las fuentes de información que se proporcionan aquí
mediante algunos datos y hechos que han abordado otros antecedentes se dirigen hacia
las técnicas de investigación documental, realizando indagaciones y análisis de
información documental.

7. Referencias

Alferez, J. Botello, C. Orozco, J. (2018). La creación de juzgados y tribunales


constitucionales como una solución para descongestionar de las acciones de
tutela a los despachos judiciales en el distrito judicial de Cúcuta.
https://repository.unilibre.edu.co/bitstream/handle/10901/17643/la%20creaci
%c3%93n%20de%20juzgados%20y%20tribunales%20constitucionales%20como
%20una%20soluci%c3%93n%20para%20descongestionar%20de%20las
%20acciones%20de%20tutela%20a%20los%20despachos%20judiciales%20en
%20el%20distrito%20judicial%20de%20c%c3%9acuta.pdf?
sequence=1&isallowed=y

Constitución política de Colombia. (1991). LEGIS.

Corporación excelencia en la justicia. (2021). Análisis de la justicia en Colombia a partir


de las cifras. https://cej.org.co/wp-content/uploads/2022/03/RADIOGRAFIA-
CEJ.pdf

Decretos salariales 902. (2023). Departamento administrativo de la función pública.


https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?
i=211010#21

Decreto 2591. (1991). Departamento administrativo de la función pública.


https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?i=5304

Landa, C. (2011). La ciencia del derecho procesal constitucional. Instituto de


investigaciones jurídicas, serie DOCTRINA JURÍDICA, Núm. 436.

Morales J (2011). Fenomenología y hermenéutica como epistemología de la


investigación. Revista Paradigma, 22(2):7-22.

Rojas, D. (1998). Jurisdicción y competencia. Ediciones doctrina y ley. Pág.


RUBRICA DE EVALUACIÓN DEL SEMINARIO

Descriptor NOTA OBSERVACIÓN


Originalidad y plagio: SI el trabajo excede los límites de
similitud permitidos o comete plagio o autoplagio será
reprobado con nota de “1.0”. Para el cálculo de similitud no X.X
será tenido en cuenta las referencias, similitudes inferiores a
10 palabras y versiones anteriores del mismo trabajo.
Contenidos mínimos: el trabajo contiene los elementos X.X
mínimos solicitados (citas) 10 pts.
Citas y referencias: las citas y referencias son hechas de
acuerdo con el formato APA 7. Todos los trabajos citados se X.X
encuentran referenciados y viceversa. 10 pts.
Elementos de fondo: El trabajo desarrolla los
elementos de fondo solicitado, atendiendo a las
X.X
descripciones, y redactando de manera clara, completa y
formal. 30 pts.

Nota final (0.1-5.0): X.X

También podría gustarte