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COLEGIO DE LOS ANDES

“Ética, conocimiento y compromiso”


Resolución 1349 del 18/04/2000
DANE 311279000353
Código: Proceso: Gestión Académica Subproceso: Planeación Académica Comprensión lectora

Elaborado por: Diana Riaño Revisado por: Coordinación Académica Verificado y Aprobado por: Dirección Académica

Comprensiones de lectura

¿Disminuir el consumo de carne es la solución en Colombia?


Por Andrea Carolina Ávila Arroyo. Abogada Magistra en Derecho. Asesora y consultora en derecho
administrativo, derecho ambiental, derecho laboral, en salud y seguridad en el trabajo y en gestión ambiental.
La academia y las entidades gubernamentales tanto a nivel nacional como mundial, en repetidas ocasiones han
manifestado que el consumo de carne bovino o vacuno favorece en gran proporción a las emisiones de gases que
originan el efecto invernadero y el calentamiento global, a la disminución del agua dulce debido al consumo que
requiere para la producción de la carne bovina o vacuna entendido como agua virtual y a la afectación al terreno
debido al pastoreo, destruyendo así sus nutrientes, dificultando la reforestación y el nacimiento de cauces para
abastecer del recurso hídrico a una población, convirtiendo así a dicho terreno en una zona árida, entre otras
afectaciones ambientales.
Frente a la problemática, la solución más acertada y práctica que se nos ha manifestado es disminuir el consumo
de carne y cambiar los hábitos de alimentación, prefiriendo el consumo de legumbres y de frutas.
La solución es sencilla, pero, ¿es viable para un país latinoamericano debido a sus condiciones socioeconómicas
disminuir el consumo de bovino o vacuno y reemplazarlo por hortalizas?
En Colombia los hábitos de alimentación en la población promedio incluyen en gran medida el consumo de carne.
Y esto no se da por capricho, dado que, para la población promedio sus ingresos corresponden a un salario
mínimo mensual vigente que cada año su aumento es poco significativo para los hogares colombianos. Así, para
el año 2018 se fijó en setecientos ochenta y un mil doscientos cuarenta y dos pesos ($781.242), luego, en el año
2019 se establece en ochocientos veintiocho mil ciento dieciséis pesos ($828.116) y para el año 2020 se estimó en
ochocientos setenta y siete mil ochocientos tres mil pesos ($877.803).
Significa esto que sus ingresos se deben distribuir entre la educación básica y universitaria y los implementos
escolares de los menores que hagan parte del hogar, en garantizar el acceso al sistema de salud y seguridad social
de todos los miembros que conforman la familia, en el transporte diario que requiera cada integrante de la familia
y, lógicamente, en la alimentación que conforman la canasta básica familiar y los productos de aseo que se
requieran.
En sondeo hecho a los habitantes de diversas localidades de Bogotá, manifiestan que la renta diaria del consumo
de carne bovina o vacuna corresponde a:
Si bien, el consumo de hortalizas puede favorecer a la canasta familiar, dado su costo y nutrientes, el colombiano
promedio no tiene en sus hábitos el consumo constante de frutas y legumbres, debido que la mayoría de la
población colombiana ejecuta trabajos que exigen un alto gasto calórico que las legumbres suplen por un periodo
corto, demandando el consumo de más alimentos diariamente y aumentando el déficit de los ingresos del
colombiano.
Es así, que el aumento del consumo de hortalizas y/o la disminución en el consumo de carne bovina o vacuna no
es un método cien por ciento eficaz debido a las necesidades socioeconómicas que tiene la población colombiana
y la población latinoamericana.
Por ello, se deben buscar alternativas que suplan las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer
las necesidades de las generaciones futuras y de los ingresos económicos de la población promedio que
finalmente, son los que disponen cómo han de ser sus hábitos de alimentación.
Una alternativa es implementar en Colombia la agricultura sostenible basada en el uso de medios tecnológicos, en
promover la investigación sin dejar de lado los conocimientos y tradiciones ancestrales que aportan a la
preservación del medio ambiente evitando aquellas prácticas agrícolas que comprometen los ecosistemas.
Con los diversos modelos de agricultura, el productor o agricultor, debe ejercer su oficio con base en el
aprovechamiento de la materia orgánica derivada del estiércol bovino, en el consumo de fertilizantes que tengan
un proceso de síntesis diferente al químico, en estudiar la zona que frecuentan los bovinos y los animales que la
cohabitan de acuerdo al clima variable que presente, en implementar técnicas de cultivo que persigan evitar la
erosión, entre otras.
Finalmente, con la adecuación de la agricultura sostenible a las prácticas de cultivo bovino o vacuno, se obtiene la
conservación del medio ambiente sin afectar a gran escala los ingresos económicos y las costumbres alimenticias
de la población colombiana y Latinoamericana.
Fuente:
Conferencia de Río de 92. Principio Nº 15.
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Las repercusiones del ganado en el
medio ambiente. 2006.
Opcions Impulsem el consum conscient. Tres modelos de agricultura sostenible (y uno que solo lo quiere
aparentar). 2019. Barcelona.
Encuesta hecha a habitantes de las localidades de Santa Fe, Barrios Unidos y San Cristóbal de la ciudad de
Bogotá el 08 de noviembre de 2020)

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