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DEPARTAMENTO DE MEDICINA
Las industrias farmacéuticas muchas veces fungen como fuente de información para el personal médico
acerca de los medicamentos y sus efectos positivos y negativos. Esto puede provocar que la información
proporcionada por la industria este sesgada, es decir no se presenten todos los efectos de los
medicamentos, donde solo se exponga lo positivo y lo negativo no. El auge de las nuevas tecnologías
ha provocado una excesiva facilidad a la información; sin embargo, esta información no siempre es
cierta, completa o relevante, lo cual aumenta la dificultad de brindar una buena consulta al paciente que
llega con información falsa o incompleta obtenida de fuentes dudosas.
Desde un punto de vista bioético, se entiende por dilema ético aquel que plantea como obrar bien, como
evitar hacer daño, como valorar las consecuencias y lograr lo mejor para las personas involucradas ante
una situación. Muchas veces cuando se piensa en un dilema ético, se tiene la creencia de que se tiene
que tomar una decisión entre una cosa buena y una mala, sin embargo, “Un dilema ético no implica
tener que hacer una elección entre lo correcto y lo incorrecto, sino que tener que elegir entre dos cosas
correctas”-Rushorth Kidder. (Gómez Cordoba et al., 2007)
Muchas veces, estos dilemas surgen ante la oposición de cierta situación con los valores y principios de
la persona, lo que genera un conflicto en la toma de decisiones. Para poder hacer una elección ante este
tipo de posiciones, es necesario tener argumentos basados en el razonamiento, en la crítica y en la
confrontación de posturas.
En base a esto, se presenta un gran dilema ético, pues como se mencionó anteriormente la industria
farmacéutica provee y produce los ensayos de los medicamentos, ante esta situación existe la
posibilidad de que haya una alteración en la información provocando que el médico solo reciba la
información conveniente de dicho producto, además de la manera en cómo llega esta información al
médico pues lo hacen a través de publicidad que la hacen llegar por distintos medios, ya sea por correo
electrónico o por medio de una visita al consultorio. Existe otra forma de llamar la atención de los
médicos, que es por medio de congresos los cuales son patrocinados por la misma industria, pues como
es sabido en general toda el área de la salud está en una constante actualización de la información, por
lo que es necesario que el médico se esté actualizando constantemente, y es ahí donde entra la
farmacéutica con los patrocinios a dichos congresos donde se promueve el uso de ciertos medicamentos,
dando como consecuencia un sesgo de la divulgación de la información.
El recibir este tipo de información no es malo, siempre y cuando estos incentivos no sean impropios o
excesivos. Aunado a esto personal de la salud tiene la obligación de tomar una decisión sin desviar el
criterio científico y el buen juicio médico, esto con el fin de buscar y formular el mejor plan terapéutico
para el paciente, para lograrlo es necesario el uso y el respeto de los principios de la bioética. La
autonomía se basa en el respeto y en la aceptación de la solicitud que hace el paciente. La no
maleficencia es el no someter a riesgos o perjuicios al paciente, por lo que es necesario el buen
conocimiento del medicamento. Por último, la beneficencia y la justicia se basa en garantizar el acceso
y distribución de los recursos fundamentada en el costo-beneficio, es decir el personal de la salud debe
de moldearse a las necesidades del paciente teniendo en cuenta sus posibilidades económicas.
Otro dilema ético que se presenta en este ámbito es la investigación científica, pues la industria influye
de alguna manera en las investigaciones por medio de la financiación de la investigación, lo que provoca
que las publicaciones sean vulnerables a caer en el patrocinio y que la veracidad de los resultados sea
alterada. Según la entrevista que se le hizo a Peter C. Gøtzsche indica que “la industria farmacéutica
está corrompida hasta la médula, extorsiona a médicos, políticos y mantiene enormes beneficios a fuerza
de medicar innecesariamente a la población”(Ayuso, 2014) debido a todo el poder que tiene sobre los
avances en la investigación produciendo una alteración en los resultados exagerando los beneficios de
los medicamentos y ocultando sus daños.
Ante estos dilemas, es necesario que los estudios clínicos obedezcan los protocolos, normas y guías de
investigación internacionales, y la revisión por parte de comités de investigación, todo esto para tener
una farmacovigilancia. Un ejemplo claro de esto es que desde el año 2004 la Food and Drug
Administration (FDA) demanda a los laboratorios farmacéuticos a la publicación de en una página web
de los resultados de todos sus estudios, incluyendo aquellos que han fracasado. Es por esto que
importante la constante actualización de información en médicos para sí logar una imparcialidad al
momento de prescribir algún medicamento.
Actualmente el código de ética médica internacional con mayor repercusión es el expedido por la
asociación médica mundial llamado “Código internacional de ética médica de la AMM”(Código
Internacional de Ética Médica de La AMM – WMA – The World Medical Association, n.d.). En él se
abarca los aspectos más importantes y fundamentales de una correcta práctica médica, desde los
principios generales hasta los deberes hacia el paciente, hacia otros profesionales de la salud y
principalmente los deberes que tiene el medico a con la sociedad, ya que al ser esta una carrera
plenamente humanitaria el profesional debe de poner sus habilidades y conocimientos al servicio.
Es sorprendente como las cosas cambian a nivel nacional y estatal en la nación Mexicana , en el caso
de la primera no existe ningún código de ética específicamente de arbitraje médico oficial de libre
consulta expedido por el consejo de salubridad general, elemento regulador de las funciones normativas,
ejecutivas y consultivas de la salubridad nacional y que es dependiente de manera directa del gobierno,
tan solo se puede encontrar en su página online el “Código de Ética del Consejo de Salubridad General”
una serie de enunciados de no más 400 palabras que no representan todas las cuestiones y realidades a
las que se enfrenta un médico ejerciendo. Sin embargo, podemos encontrar a nivel institucional códigos
de ética médica correspondientes a cada fundación, tales como aquellos que expiden los propios
colegios médicos oficiales de México, tales como el “Código de ética del colegio mexicano de
anestesiología” o el “Código de Ética de los Profesionales de la medicina.” Expedido por la
FENACOME.(Castellanos, 2009)
A nivel del estado de Aguascalientes al igual que a nivel nacional no se encontró un código de ética
médica emitido por alguna institución gubernamental, al menos no de manejo publico accesible, es por
eso por lo que se puso en contacto vía email con la “Comisión Estatal de Arbitraje Médico para el
Estado de Aguascalientes” solicitando el código de ética para el ejercicio de la profesión médica en el
estado susodicho. Esta comisión es un instituto responsable de resolver los conflictos entre usuarios y
prestadores de los servicios médicos, sin perjuicio de la actuación de las instancias jurisdiccionales, por
lo que tenía sentido contactar con ella. Se obtuvo como respuesta una serie de fotocopias del capítulo
de un libro con el título “Código de ética del colegio de médicos cirujanos de Aguascalientes. A.C”,
nuevamente un código emitido por un colegio.
Estos profesionales de la salud deberán actuar de manera altruista al ejercer su profesión y atentos
siempre a la consecución del máximo beneficio a su paciente, ya sea en la atención medica individual
o colectiva, así como pública o privada poniendo todas sus habilidades y destrezas al servicio y por lo
tanto tienen el compromiso de mantener un aprendizaje continuo a lo largo de su vida profesional. Los
códigos mencionan además que todos los médicos deberán prestar su ayuda de manera voluntaria en
cualquier situación de urgencia al paciente y /o de necesidad sanitaria, independientemente de su
especialidad anteponiendo sus servicios sobre cualquier otra actividad personal, una característica
importante es la que menciona los códigos nacionales recalcando que el medico deberá poner a
disposición del gobierno sus servicios profesionales cuando ocurran circunstancias de emergencia.
Los códigos adjudican la no maleficencia con los artículos que dictaminan que el profesional está
obligado a prevenir o minimizar en su máxima capacidad el daño al paciente, con el objetivo de crear
un equilibrio positivo entre el beneficio previsto al paciente y los posibles daños, esto lo lograra
principalmente evitando el ser negligente en su ejercicio así como manteniendo los limites dentro de su
profesión evadiendo las relaciones médico-pacientes categorizadas como abusivas, explotadoras e
inapropiadas , ya que una mala práctica en cualquiera de los sentidos debilita la confianza del público
con la profesión médica, de acuerdo a los códigos esta confianza se conservará manteniendo los más
altos estándares de conducta profesional.
Aunado a lo anterior los dictámenes de los códigos acerca del secreto profesional permiten la garantía
de la no maleficencia en la práctica médica, estos anuncian que el medico debe respetar estrictamente
la confidencialidad del paciente, si este llega a compartir información sobre su servicio con algún
tercero deberá hacérselo saber al paciente, sin embargo en situaciones de salud pública la ley indica la
obligación de revelar información en beneficio de la sociedad así como del propio paciente, como en el
caso de enfermedades de transmisión. Un aspecto esencial del que hace mención el código
internacional, pero no los otros dos, es que el medico profesional podrá intervenir en las relaciones
médico-paciente de sus colegas para salvaguardar la salud del paciente, cuando este lo crea necesario.
La autonomía del paciente se respeta y se hace valer gracias a la mención que se le otorga al
consentimiento informado en los códigos de ética médica, así como por la consideración que deben
tener los médicos respecto a las preferencias de sus pacientes. El consentimiento informado debe ser
obtenido de manera voluntaria del paciente, cerciorándose que este cuente con toda la información
pertinente para tomar una decisión, solo en casos de emergencia en las que el paciente sea incapaz de
decidir se debe consultar con un representante legal del mismo y en aquellos casos en los que este
tampoco se encuentre disponibles el medico podrá tomar una decisión sin el consentimiento informado
previo en el interés superior del paciente.
De los principales valores y deberes del profesional de medicina es el respeto al paciente sin prejuicio
o discriminación alguna basada ya sea en; edad, enfermedad, credo, origen étnico, genero, nacionalidad,
afiliación política, raza, cultura, orientación sexual, posición social, situación civil, capacidad
económica, entre otras, pues este deberá ejercer sus servicios de manera justa y equitativa a toda la
población por igual. Asimismo, el medico deberá hacerse responsable de sus decisiones médicas,
tomando estas siempre bajo sus capacidades recordando las limitaciones a las que les adjudican sus
nombramientos y el alcance de su trabajo.
Con respecto a la perspectiva de la objeción de conciencia, los códigos de ética médica mencionan que
el medico tiene el derecho de rechazar la realización de ciertas prácticas médicas cuando estas sean
discordantes a sus valores morales, ya que el profesional de medicina no debe de renunciar nunca a su
libertad de juicio, por lo que deberá informar de manera inmediata y respetuosa de esta objeción al
paciente y remitirlo con otro profesional calificado o servicios de salud que le puedan ofrecer la mejor
opción y que este pueda iniciar dicha práctica de manera oportuna.
En relación a los dilemas éticos suscitados entre las relaciones de las farmacéuticas y los médicos vistos
con anterioridad, los códigos de éticas postulan que la profesión deberá ejercerse en todo momento sin
un fin meramente comercial, el medico se comprometerá a no dejar que su opinión profesional se vea
alterada por la expectativa de beneficiarse a sí mismo, o al institución al establecer relaciones de
publicidad y comercialización intrusiva que influencien en su objetividad en un adecuado tratamiento.
En base a la revisión de los códigos de ética médica y en lo discutido acerca de la industria farmacéutica
podemos percatarnos el cómo los médicos van perdiendo los principios y valores que van adquiriendo
durante su formación cuando pasan a ejercer de manera profesional, en esos momentos se encuentra
vulnerables ante los ojos de esta industria, pues debe seguir aprendiendo pero ni la institución por la
que trabaja es pertinente en contribuir en esta formación y en muchas ocasiones ni el mismo profesional
cuenta con los recursos de secuenciarla , es aquí donde entran las farmacéuticas llegando alterar los
principios éticos del médico al ofrecerle convenios, regalías y concesiones a cambio de prestar su
imagen.
Perfeccionar los códigos de ética médica es algo complicado, y que en todo caso es pertinente el
contextualizarlo tanto al lugar y la época en el que se efectúa, en este sentido los códigos internacionales
no pueden individualizarse de acuerdo a las necesidades de cada cultura, país o población, estos abarcan
sentidos más universales recordando siempre los principios fundamentales de elementos históricos
como la propia declaración de ginebra, o el código de Nuremberg e inclusive la misma declaración de
los derechos humanos, esto con el fin de otórgale a la comunidad médica los mínimos necesarios para
un correcto ejercicio de la profesión. Ahora, es a nivel nacional y estatal que deben establecerse los
dictámenes profesionales pertinentes a cada cultura de la población a tratar, evidenciando las
necesidades médicas de la misma.
La negación por parte del médico de la existencia de prejuicios discriminantes en la práctica médica
hacia el paciente nos parece indignante, a pesar de que en efecto el profesional médico se va a adaptando
según las necesidades de la sociedad, siguen existiendo muchos casos de discriminación hacia al
paciente, una cuestión que viola el principio de justicia que establece un trato justo para todos los
pacientes tal y como se mencionan en los códigos de ética médica. En resumen, las preguntas y las
respuestas abordan temas que hoy en día siguen siendo muy controversiales en al área médica, tanto
para al público como el profesional de la salud, es por esto por lo que debemos concientizar a ambas
partes en los principios éticos que deben de otorgar y exigir ambas contrapartes.
Por otro lado, la entrevista hecha a la Dra. Gloria N, hace hincapié que ante todo está el bienestar del
paciente, anteponiendo por lo tanto los principios de la bioética. Estamos de acuerdo que una buena
consulta se logra brindándole al paciente un ambiente donde exista respeto y confianza, lo cual es
fundamental para que la persona se sienta cómoda y exprese todas sus necesidades sin sentirse atacado,
permitiendo así que el médico busque la mejor opción para su bienestar. Por lo que estas respuestas en
su entrevista concuerdan con lo establecido en los diversos códigos de ética que rigen la práctica médica.
Sin embargo, como fue indicado en algunas de las respuestas expuestas por la doctora, en este país no
existe una accesibilidad igualitaria a la salud, aspecto que debería de existir según los códigos de ética,
es decir, no se respeta el acceso justo y equitativo a los servicios de salud, cuestión que según ella
misma no depende los médicos tratantes, sino de las limitaciones de pacientes y de las propias
limitaciones que tiene el sistema público de salud en México, lo que representa un gran problema para
la sociedad.
Dilema2
Paciente femenina embarazada de gemelos, con antecedentes de embarazado previo con legrado por
muerte intrauterina de 26 semanas de gestación, acude el 16 de abril de 2020 a su unidad medico familiar
(IMSS) por presentar hinchazón, dolor de articulaciones, columna y riñones. El doctor a cargo
descalifica sus síntomas y la canaliza con la enfermera especialista, la cual indica que requiere atención
en un hospital de segundo nivel al tener un embarazo de alto riesgo. Sin embargo, el sistema IMSS le
otorga su pase hasta el día 13 de mayo, al acudir con el médico especialista este le otorga cita hasta el
día 26 de Mayo en el “Hospital de Gineco-Obstetricia “Magdalena de las Salinas”. La mujer el día que
solicita su cita acude al área de urgencias a revisión, donde le realizan ultrasonido y comentan que los
bebés están bien, dando sólo medicamento para infección de vías urinarias. Días después, el 25 de Mayo
la mujer sufre un aborto espontaneo, perdiendo a los dos productos de gestación de 19 semanas.
Además, al acudir al hospital se le realiza a la paciente una oclusión tubárica bilateral. (Aristegui, 2020)
Al analizar el caso anterior se observa negligencia por la mayoría de los implicados. El doctor de la
unidad medico familiar de la paciente debe conocer los antecedentes de la paciente para así dar un buen
diagnóstico, cosa que no se cumplió, ya que la noticia menciona que el medico no conocía el aborto
anterior como antecedente. Además, es responsabilidad del médico el canalizar a otras instancias
cuando el paciente así lo requiera, como lo indica el código internacional de ética médica en su principio
20: “Si algún aspecto del cuidado del paciente supera la capacidad de un médico, este debe consultar o
derivar al paciente a otro médico o profesional de la salud apropiadamente cualificado que tenga la
capacidad necesaria” tal es el caso de la paciente, ya que su embarazo gemelar con los antecedentes y
la sintomatología de infección de vías urinarias convertían a su embarazo en uno de alto riesgo, por lo
que debía se atendida en una unidad de segundo nivel, tal como se lo refirió la enfermera especialista.
Por otro lado, el acceso a servicios de salud no es el adecuado, ya que a pesar de requerir atención rápida
se le otorga un pase y una cita mucho tiempo después, poniendo aún más en riesgo su integridad física
y la de sus gemelos.
En el servicio de urgencias al revisar a la paciente se debieron preguntar los antecedentes y estar lo
suficientemente informados y actualizados para considerar la infección de vías urinarias como
desencadenante de aborto, e informarle esto a su paciente según lo dicta el código de ética médica
nacional en el artículo 22: “…deberá además comunicarle los riesgos cuando existan, en atención a su
servicio”. Finalmente, posterior al aborto cuando la mujer acude al hospital y se realiza la oclusión
tubárica hay una clara violación al principio de autonomía de la paciente, ya que ella no dio su
autorización y no se respeta el deseo de la mujer de ser madre.
Conclusión:
En función de nuestra naturaleza humana, la vocación es sin duda un aspecto esencial para el ejercicio
de una profesión basada en el estudio y promoción del bienestar humano como es la medicina, sin
embargo más allá de esta cualidad inherente se requiere que el experto comprenda las implicaciones de
su práctica profesional sobre la sociedad, es por eso que además de desarrollar habilidades y
experiencias propias de su praxis, deberá igualmente prosperar en su pensamiento moral, progresando
hacia una ética actualizada al contexto de su ejercicio profesional, recordando en todo momento la trama
histórica de su carrera y el cómo estos sucesos la han transformado en busca de un proceder cada vez
más humano.
A modo que los bienes internos de cada profesión constituirán una parte fundamental del vocacionado,
ya que en estos se basa una buena práctica profesional, en donde se ponga en prioridad un bien común,
para lograr esto es necesario el uso de los principios de la bioética, que consiste en beneficencia, no
maleficencia, autonomía y justicia. Especialmente en la carrera de medicina, estos cuatro principios
bioéticos salen a relucir, pues en esta carrera lo principal que se busca es ayudar a una persona enferma
para que mejore, ante esta situación no podemos decir que un principio es más importante que otro,
pues se tienen que dar uno a la mano de otro para brindarle lo mejor al paciente.
Ante el tema de industria farmacéutica, se encuentra un gran dilema, ya que por una parte está el poder
que ejerce sobre el área de la salud, pues como es sabido es una industria sumamente grande que cuenta
con un gran poder sobre todo en el área de la investigación y de la innovación produciendo diferentes
productos terapéuticos para uso médico. El hecho de que cuente con todo esto ha provocado que exista
una distorsión en la información sobre este tipo de productos provocando que el juicio del médico se
vea afectado. Debido a esto, es importante tener una constante actualización de la información, para así
estar al día en cuanto a los nuevos avances que se hayan tenido. Otra parte fundamental, es que el
médico no se deje engañar o convencer por esta industria, ya que el uso de los diferentes incentivos
puede ocasionar que el médico tome una decisión basada en lo que le beneficie a él y no al paciente
priorizando así los bienes externos. Es por esto por lo que, es importante que los profesionales de la
salud mantengan su independencia y tomen sus decisiones basadas en lo que es mejor para el paciente,
poniendo en práctica el buen juicio médico.
En efecto no por ser un doctor titulado, o formar parte de cualquiera otra área, ya eres un buen
profesional, en la actualidad podemos darnos cuenta de los falaces e inhumanos que pueden llegar a ser
muchos de los médicos, esto debido a que no hacen uso de su consciencia moral al actuar, olvidando
que están tratando con seres humanos iguales y con el mismo valor que ellos. Es por esto que se debe
dar un acompañamiento ético desde la etapa temprana de su formación en la facultad de medicina,
haciendo hincapié en el mínimo admisible de su ejercicio profesional y buscando siempre el máximo
deseable, además recalcando el valor de los códigos de ética médica que fungen como guía de una buena
practica
Por lo tanto, el conocer los diversos códigos de ética que rigen el actuar de nuestra profesión es un saber
fundamental y de gran apoyo, el cual nos capacita y guía para decidir de la mejor manera ante cualquier
dilema ético que se pueda presentar en el desarrollo de nuestra profesión. Estos códigos están basados
en las necesidades y dilemas actuales propios de la profesión, por lo que tienen un amplio contexto
histórico y se han actualizado y ampliado a lo largo de los años para abarcar dichos dilemas, teniendo
siempre como prioridad establecer que el médico debe conocer y llevar a cabo los bienes internos
propios de la profesión; sin anteponer nunca los bienes externos, evitando así la corrupción de la
profesión. Estos códigos no sólo guían nuestro actuar en relación con los pacientes, sino también con
nuestros colegas y las posibles profesiones con las que está relacionada la medicina, estableciendo así
los límites de estas relaciones.
Fuentes de consulta.
Aristegui. (2020). Esperaba gemelos y sufrió aborto tras negligencia médica en el IMSS |
Aristegui Noticias. https://aristeguinoticias.com/2504/mexico/esperaba-gemelos-y-sufrio-
aborto-tras-negligencia-medica-en-el-imss/
Ayuso, M. (2014). “La industria farmacéutica es muy rica y ha corrompido los sistemas de
salud.”
Código Internacional de Ética Médica de la AMM – WMA – The World Medical Association.
(n.d.). Retrieved June 5, 2023, from https://www.wma.net/es/policies-post/codigo-
internacional-de-etica-medica/
De Diputados, C., Congreso De, D. H., Unión, L. A., & Ley, N. (n.d.). LEY GENERAL DE
RESPONSABILIDADES ADMINISTRATIVAS.
Gómez Cordoba, A. I., Latorre Santos, C., & Carreño, J. N. (2007). DILEMAS ÉTICOS EN LAS
RELACIONES ENTRE LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA Y LOS PROFESIONALES DE LA SALUD.
PERSONA Y BIOÉTICA, 28(0 1 2 3-3 1 2 2), 23–38.
Méndez, C. (2023). Laura Cecilia murió tras serle negada la atención médica en el Hospital
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Rojo Abril, M., & Guardiola, E. (2017). “Ética de la información médica en la industria
farmacéutica : recomendaciones a partir de la primera.” Textos Universitarios de
Biblioteconomia i Documentación, 39.