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Tema 8.

El Bronce Reciente en Oriente Próximo y Egipto


(1575 – 1175 a.e.).

• El equilibrio y la diplomacia internacionales en el Bronce Reciente


En el Bronce Reciente la
situación de los reinos y estados
conformados en el Bronce Medio
se estabiliza, tanto en su duración
como con su expansión
territorial. El Bronce Reciente,
que dura cuatro siglos
aproximadamente (ca. 1575 - 1175
a.e.), supone estabilidad en líneas
generales, y Oriente Próximo
queda dominado por cuatro
grandes estados, muy extensos y
estables desde el punto de vista
dinástico y social:

• El Imperio egipcio, el más amplio de la región, se conformará como el


continuador del Reino Medio tras el período Hicso.
• El Imperio de Mitanni, que surge en la región norte.
• La Babilonia casita, que se mantiene como periférica respecto al eje geopolítico.
• Hatti, que durante un siglo y medio es un estado muy reducido en el centro de
Anatolia, pero hace desaparecer desde el 1350 a.e. al reino de Mitanni, que se
engloba en el Imperio hitita y permite el surgimiento de Asiria.
• Elam sigue existiendo, y acaba destruyendo Babilonia. En un primer momento,
el reino de Mitanni une a los estados de la Alta Mesopotamia, y Babilonia hace
desaparecer al País del Mar.
• Hacia el este de Anatolia se encuentran Alashiya y Arzawa, en Chipre.
• La Creta minoica se engloba en el Estado de los aqueos, Ahhiyawa.

Durante el Bronce Reciente:

• Los monarcas se entenderán siempre como el rey poderoso que vence a sus
enemigos. La consecuencia de la aparición de estos imperios es que los reyes se
presentan como aquellos que mantienen la estabilidad del imperio con las
armas, manifestando su capacidad de guerrear.
• Además, aparecen los caballos. A comienzos del Bronce Medio los amorreos y
los indoeuropeos, con su movimiento, permiten la introducción de los caballos
(imp. del Norte del Mar Negro). La primera imagen de un carro con caballo se

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encuentra en Micenas en torno al 1600 a.e., y poco después aparece en Egipto,
y es en esta fase de tránsito cuando se introducen los caballos en Oriente
Próximo. Sólo hay una imagen de un caballo montado en Egipto y en los
momentos finales de Asiria, porque siempre tiran de carros. En las cartas de
Amarna, cuando los reyes preguntan la situación del reino, entienden como
algo principal conocer la situación de los caballos.
• La guerra estará continuamente presente. Con el desgaste buscan establecer
tratados diplomáticos, parte fundamental de la documentación del periodo. Los
ejércitos se institucionalizan, se convierten en permanentes. En Egipto había
20.000 personas en el ejército permanentemente dedicadas a las armas, aunque
probablemente en momentos guerra se aumentaba el número con personal de
apoyo. A los soldados debe pagárseles, por lo que se adopta el ilku, tierras a
cambio del servicio de armas si sobreviven. No es sólo un nuevo grupo social,
sino que tiene prestigio porque posee tierras y bienes. En Egipto llega a haber
un golpe de Estado liderado por generales en tiempos posteriores. La misma
situación tiene lugar en Oriente Próximo.
• Una situación endémica durante estos siglos es que la población fue cayendo
en una situación de empobrecimiento paulatino. Se ven privados de tierras, y
además la guerra provocaba destrucción de aldeas y cosechas, y la economía
no podía prosperar. La población desciende frente a los períodos anteriores
(imp. en Egipto no está muy claro), sumado a que en Babilonia el suelo ya se
había ido empobreciendo.
• Esta situación tampoco favorece al comercio. No desaparecen las empresas
privadas de comercio previas, pero las que se documentan son diferentes y
basadas en relaciones diplomáticas. La contrapartida es que esto supone enviar
una princesa con los bienes que la acompañan, y el comercio más documentado
es por tanto el que hay entre cortes.
• Las cortes del Bronce Reciente tendrán elementos similares entre sí debido a
este tipo de relaciones entre estados. La demanda de objetos exóticos permite
al rey testimoniar que sólo él puede apropiarse de estos bienes. Pero, a pesar de
estos cambios, continúa vigente el sistema redistributivo. La monarquía tiene
más poder económico y social teniendo en cuenta todos estos aspectos.

• El Reino Nuevo egipcio (1530 – 1069 a.e.)


Egipto crea el imperio más extenso en territorio del Oriente Próximo, así como el
más estable, porque se forma al inicio del período y se prolonga más de un siglo después
del fin del Bronce Medio. Con la conquista del Imperio el propio Egipto se transforma
con la llegada de nuevas poblaciones que se integran con relativa facilidad. Se
documentan incluso visires semitas (imp. como Aper-el) o generales de los ejércitos de
origen nubio, enterrados con ajuares egipcios.

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El Egipto Nuevo presenta una
numerosa documentación. Se
conservan listas reales que cubren
también períodos anteriores (ej.
papiro de Turín, tabla de reyes de
Abydos). Se conservan palacios
reales, como aproximadamente
media docena que informa de la
forma de gobierno. Además, se crea
la necrópolis real del periodo, que
rompe con las pirámides, el Valle de
los Reyes (imp. que se sitúa bajo una
estructura piramidal natural), con tumbas muy cercanas que podían ser protegidas. Se
han descubierto hasta 64 tumbas. Algunas de las tumbas son depósitos de momificación,
aunque hay alguna tumba con individuos enterrados que tenían el aprecio del monarca.
Se conserva además dos de las necrópolis fundamentales de los altos funcionarios, por
lo que hay tumbas de visires e individuos que ocupaban puestos de gobierno con
autobiografías que nos informan del desarrollo de sus actividades. La más conocida es
la de Tebas, pero ahora se está excavando otra en Saqqara, donde se ha encontrado más
de una tumba de alto relieve, como la de Horemheb. Se conservan además bastantes
templos, aunque destacan los templos de culto a los monarcas en torno a la necrópolis,
muy específicos para venerar al monarca vivo y muerto (imp. mansiones de millones
de años), como en Medinet Abu. Hay además templos de culto a los dioses que, en
Luxor, poseen arquitectura muy semejante de templos procesionales.

Se conservan ciudades, dos muy significativas y específicas a su vez, como Amarna,


que fue capital durante quince
años. En ella se han excavado
residencias, palacios y templos
amplios. Además, destaca Deir-el-
Medina, ciudad pequeña de
amplia información, considerada
tradicionalmente de obreros, pero
que se denomina ahora como
ciudad de los artistas. En ella
vivían 40 o 50 familias que
decoraban las tumbas del Valle de los Reyes y que recibían pescado, tejidos, agua e
incluso tenían esclavos. Se documenta con ellos la primera huelga de la historia. En
general, se conserva muchísima documentación, y de carácter significativo.

En el ámbito cultural, se copian documentos del Reino Medio. No hay sino un nuevo
género literario, pero lo específico del momento son los cuentos populares que se copian
de manera excepcional. Se conservan papiros como el de Edwin Smith o el de un médico
que especifica cómo tratar las heridas.

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Además, se conservan las momias de prácticamente todos los monarcas, con toda una
fase histórica con cuerpos reales, fuente de información fidedigna y diversa. La técnica
de la momificación había avanzado mucho. Los primeros cuerpos momificados se
conservaban de mediados del Reino Antiguo. En el Nuevo la técnica ha permitido la
conservación excepcional, pues era un proceso costoso que requería, además, de
productos costosos.

- Desarrollo político del Reino Nuevo

Desde el punto de vista cronológico, en el


Reino Nuevo gobiernan tres dinastías: la
XVIII (herederos de la tradición anterior,
1550 – 1295), la XIX (jefes militares que
asumen el poder, 1295 – 1186) y la XX (1186
– 1069). La unificación de Egipto debió ser
en torno al 1530 a.e. Con el primer rey de la
Dinastía XX, Ramsés III, se consigue impedir
el ataque y la entrada de libios en conjunción
con los pueblos del mar, pero como
consecuencia se debe abandonar el Imperio
asiático. A partir de la XX, Egipto deja, por
tanto, de ser Imperio. Como Estado sobrevive, pero limitado a territorio egipcio y por
unos 150 años.

➢ La Dinastía XVIII es de origen tebano, y Tebas será el centro religioso y


político del Estado, manteniéndose como eje religioso todo el Imperio Nuevo.
Con el avance de la Dinastía XVIII trasladan la capital política y a Menfis,
probablemente con Tutmosis III. Salvo el período breve de Amarna, permanece
durante el resto de la XVIII en Menfis. Con la XIX, los reyes trasladan la capital
más al Norte, a Avaris, denominada Per-Ramsés. Menfis pudo llegar a tener
hasta medio millón de habitante en un poblamiento muy disperso y Per-Ramsés
habría alcanzado los 250.000 habitantes.

Con Amenhotep I tiene lugar la derrota definitiva de los hicsos


en Shanukhen. El monarca inicia una conquista sistemática para
asegurarse de que una parte del reino hicso no queda en la
retaguardia intentando reconquistar el Delta, al igual que hacia el
sur con Nubia. De Nubia conocemos relativamente bien las fases.
Con Amenhotep I se llega a segunda catarata, y 50 años después
alcanza Tutmosis I la tercera, donde la frontera se mantiene
durante tres generaciones. Posteriormente Tutmosis III ataca
Kerma, la derrota, y extiende el reino hasta la cuarta catarata,
limite el estado. Ejerce cierto control hacia la zona este del Nilo
con el establecimiento de la ciudad de Napata, centro político del
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territorio kushita. El motivo es doble: el control del oro de los wadis (imp. en el Wadi
Alaki) y para permitir un ejército permanente. Durante el Bronce Reciente Egipto será
árbitro en las relaciones internacionales mediante el empleo del oro nubio.

- El territorio del Imperio: Nubia

Toda la región de Nubia se dirige como unidad por un único funcionario, el Hijo Real
de Kush, lo que no quiere decir que sean príncipes de sangre, aunque la terminología
manifiesta su importancia para el reino. Nubia no está densamente poblada, pero los
egipcios la urbanizan, clave del control que ejercerán en la zona. Se convierten en
núcleos económicos que centralizan la producción agrícola y ganadera del entorno y
núcleos religiosos con templos que actúan como elementos de refuerzo ideológico del
nuevo estado. Se fuerza la adopción a los locales de las divinidades egipcias y acaban
por tomarlos como parte de sus dioses, como demuestra la presencia de Amón y la
egiptización de la religión nubia.

Se crean así mecanismos de


aculturación a partir de los centros
económicos y religiosos. Como
consecuencia sirven para egiptizar la
población sudanesa, donde
desarrollan una identidad mixta. Las
ciudades son núcleos de pequeños
destacamentos militares, y se
adoptan a los hijos de los jefes locales
en el Kab, donde se educaba los
príncipes egipcios, hijos de la elite
egipcia y de los jefes nubios. Los
propios príncipes nubios se convierten en elementos de aculturación y fidelidad
egipcia. Por otra parte, las princesas se convierten en garantes de la paz, y desarrollan
una vida subordinada al reino de procedencia para que éste no ejerza ataques (imp. pero
nunca se envían princesas egipcias con matrimonios diplomáticos). Además, se ejerce el
control a través de la llegada de materias primas procedentes de Centroáfrica, como
plumas de avestruz o madera de ébano.

➢ El templo de Napata se construye junto a Gebel Barkal, una montaña con una
pitón rocosa entendida como una serpiente protectora en donde residía Amón. En
algún momento fue esculpido con la forma de una serpiente.

- El territorio del Imperio: Sinaí y Palestina

En la zona asiática, las primeras campañas de Akhmose son hasta Shanukhen. Una
generación después se realiza una campaña por tierra hasta el Éufrates. La estela a orillas
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de este río marca el inicio de un nuevo
mundo para los egipcios, y a lo largo de los
siguientes 400 años esta trasformación
cultural es palpable con la introducción de
divinidades asiáticas en su panteón.
Tutmosis I desembarca en Biblos y reabre la
ruta comercial de tradición del IV milenio.
Las campañas militares en Asia se retoman
con Tutmosis III en 1450 a.e., con el
desarrollo de 17 campañas sobre Siria y Palestina que permite crear el imperio asiático
egipcio. Amenhotep II continua la política de campañas relativamente sistemáticas en
territorio Palestino y zona meridional de Siria. Se controla así una zona relativamente
amplia, pero a partir de entonces los reyes, cuando inician su reinado, desarrollarán una
o dos campañas militares para mostrar en Siria y Palestina de manera simbólica que el
poder está en manos de un personaje enérgico que puede pacificar el área.

La zona asiática se divide en tres provincias con tres capitales: Amurru, en Siria
central, Upi, en Siria meridional, y Canaán, en Palestina, administrados desde los centros
de Sumur y Kumidi. Para los egipcios, el territorio tiene como finalidad el tránsito de
las caravanas comerciales entre Egipto y Oriente Próximo, y se evita una frontera
cercana al propio Egipto respecto a los estados colindantes que pueda desestabilizar la
situación. Pero los egipcios no se involucran en la política de los estados. Dentro de estas
provincias hay reinos muy pequeños que compiten entre ellos y ni siquiera cuando
luchan se involucran, quizá únicamente lo hacían con pequeños destacamentos
militares cuya finalidad será de mantener la prosperidad comercial. Por otra parte,
cuando muere un rey local, se enviaba un tributo y vasallaje al rey egipcio. En la
provincia norte varió la extensión y la política debido a los imperios cercanos, Mitanni
y los hititas.

- Política internacional

Las campañas militares eran siempre


objeto de especial dedicación por parte de
los reyes egipcios en su programa
propagandístico. Se presentan como reyes
guerreros que justifican con campañas
magnificas. Las batallas apenas se
mencionan. Las relaciones con jefes locales
se ven como una donación de tributos. En
muchas de las narraciones se desarrolla un
texto que terminó por convertirse en un relato
literario, la Novela del Rey, que se presenta
siempre un mismo guion: hay un problema, el rey consulta con los militares que debe

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hacerse, estos piden moderación al monarca y el rey elabora un discurso donde opta por
la opción de la fuerza, apoyado por los dioses, y contra todo peligro sale bien protegido
gracias a Amón.

➢ Se entiende que se trata de una forma canónica de presentar estas campañas que
no se corresponde con la realidad de las circunstancias. Las batallas abiertas
eran probablemente pocas, y quizá había algún asedio, como el de Megido. Los
textos presentan lo que importa a la monarquía egipcia, mostrarse como los que
ejercen el poder de los dioses egipcios. Buena parte de estas narraciones
enumeran el botín obtenido en las campañas, y muestran las victorias del rey
representadas de manera muy estereotipada.

Se han conservado carros excepcionales (ej. Tutankhamon) pero que demuestran que
no es la forma de desplazamiento de los monarcas en estas campañas. Por otra parte, el
botín, una parte muy sustanciosa, sumada a los tributos de los estados vasallos y las
relaciones diplomáticas, procuran al tesoro egipcio los medios para construir templos y
muy especialmente los templos de Amón, específicamente el de Karnak. Se convierte
en el templo más grande de Egipto, aunque el de Ra en Menfis debió ser similar.

- La monarquía y la corte

➢ Cuando se produce la victoria de los reyes tebanos sobre los hicsos y luego sobre
los nubios, los monarcas se presentan como continuadores de una tradición
política del Reino Antiguo en la que tienen todo el poder. Pero la realidad es
que la situación entonces ya se había transformado considerablemente.
➢ Desarrollan una política muy centralizada desde el punto de vista económico,
por lo que no hay una continuidad tan clara con el Reino Medio. Se impone que el
monarca tenga que presentar una dimensión guerrera, unido al ejército. Tiene que
mantener el orden, y necesita utilizar las armas.

• Las esposas reales y Hatshepsut

Una situación novedosa, o al menos muy reforzada, es


la de la presencia de las esposas reales. Es algo difícil de
deslindar con la presencia de la rey Hatshepsut, de
interpretación muy problemática. Hasta donde podemos
conocer, el rey Tutmosis II muere muy joven y con su
esposa (imp. además de hermana) no había tenido hijos.
Se nombra heredero a un príncipe hijo de esposa
secundaria, que probablemente estaba destinado a ser rey
porque es “elegido” por el dios Amón en el curso de un
oráculo: éste era Tutmosis III. Pero era un niño, por lo
que Hatshepsut asume las funciones del regente. Los
egiptólogos han tendido a explicar la historia en términos
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narrativos. Sabemos que Tutmosis III desarrolla campañas militares exitosas, porque
el Imperio crece con su reinado (imp. deja Kerma, arrasada, Siria):

• Se ha reconstruido que Hatshepsut dominó el Imperio durante 20 años.


• Durante el reinado de Hatshepsut, Tutmosis III podría haber estado subordinado,
según interpretan algunos autores (imp. a partir de las representaciones).

A partir de los cinco primeros años de


regencia, Hatshepsut comienza a utilizar el
término de rey para calificarse a sí misma,
para posteriormente incorporar apelativos
femeninos como “la Horus” y adquirirá los
cinco nombres. La forma de representarla es
con ropa de hombre, a veces con el pecho
ligeramente marcado, pero, ¿se representa a
una mujer o a un rey? Lo cierto es que, al
asumir al título de rey, nombra a su hija
Neferure como gran esposa real de su
propia madre, para que asumiera así el papel
propio de las esposas reales. Esto manifiesta
la importancia en la corte de la existencia
de una gran esposa real. Mientras que
algunos consideran que se debe a la lucha
contra los hicsos, otros recurren a la legitimidad, para la que es necesaria que un rey se
case con una princesa real. Hay también una explicación mitológica: los reyes
simbólicamente se casan con su hermana manifestando que están fuera de la esfera
humana, la situación que se había producido cuando se genera el universo y reproducen
a nivel humano el mito cosmogónico. Si el estado está dirigido por seres míticos que
dan origen al universo, el estado estará protegido y regenerado.

• La vida en el palacio y la Corte

La Corte es aparatosa, itinerante y requiere lugares de residencia, y conocemos por


primera vez los palacios egipcios. Se pensaba que los de Avaris eran hicsos, pero son
prototipos de palacios que se extrapolan a otros lugares. Es el templo desde el que
gobernaba un ser humano que, cuando actuaba, asumía el poder del dios.

➢ En general, se entra por una rampa (imp. se conserva cimentación) y, en función


de los cimientos, se supone una mayor o menor construcción encima. Posee una
rampa lateral con patio a cielo abierto con pórticos desde el que se accede a la sala
hipóstila que desemboca en dos conjuntos de cámaras: una era probablemente
santuario con efigies de los reyes que han residido en el palacio, y la otra la sala
del trono con sala de columnas. El trono está sobreelevado, y de manera
simbólica esta sobre una colina, por tanto, representa el surgimiento del universo.
Se encuentra decorado con frescos cretenses.

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El palacio de Malkata era uno de los más
grandes de Waset, en el que para refrescar el
ambiente se crea un lago descomunal que
dulcifica el clima. Del Reino Nuevo conocemos
unos 14 palacios, testimonio de que la corte era
itinerante. Sorprendente es además el de Buro,
que funcionaba como harén principal del rey.
Ahí se hallan muchos papiros que tienen una
función insospechada, pues se trata del lugar a
donde van a parar las princesas sirias, palestinas y nubias acompañadas de un pequeño
séquito en función del poder que tuviese el estado del que procedieran. No tenían otro
destino que estar recluidas en un palacio, donde tejían continuamente. La documentación
escrita plasma fundamentalmente cuánta lana entra y cuántos tejidos salen.

La necrópolis real presenta tumbas muy características. Las de la XVIII son acodadas
salvo de la Hatshepsut, que es circular. Las de la XIX tienen un único eje que, a partir
de la sala de columnas, que se desplaza a un lado, y las de la XX tienen un eje y único
pasillo que terminan con sala de columnas donde están los sarcófagos. Todas ellas se
encuentran cubiertas de textos cosmográficos. Al otro lado del valle estaban los lugares
para el culto de los reyes, con las mansiones de millones de años.

• El Imperio de Mitanni. Nuevas poblaciones.


A mediados del II milenio, los amorreos y los hurritas comienzan a formar estados.
Su presencia es segura hasta entonces, porque sus nombres aparecen en la documentación
administrativa, pero no habían llegado a crear un agregado político. Serán los
movimientos de trashumancia y de ganado los que los lleven a la región meridional.
Desde el III milenio están documentados en los textos de Ebla (2350 a.e.) los hurritas, e
incluso integrados en la población siria. En el Reino Acadio se documentan hurritas
desde el siglo XXIV y XXV a.e.

A partir del II milenio su presencia se hace más frecuente en la región de Siria, y la


lengua no está documentada como tal en ningún otro lugar. Aunque posee paralelismos,
se conoce muy poco (imp. a partir de los nombres propios). Da la impresión de que se
divide en varios dialectos, por lo que es difícil establecer la estructura lingüística.

A partir del siglo XVII la presencia se hace mucho más intensa en la región siria hasta
que se produce el ataque hitita contra Babilonia en torno a 1598 y 1595 a.e., llegando
desde Hattusa hasta Babilonia, ciudad que destruyen para regresar al Norte en una
campaña militar de significado desconocido. El Imperio hitita se desintegra poco
después. Esto desestabiliza la población de Siria, lo que llevó a las élites locales a
reconocer su debilidad:

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➢ Se inicia un proceso de federación y acuerdos entre estas élites que acaban por
conformarse en un estado común, Mitanni. Es el término con el que
denominamos al Estado como entidad política, como imperio, porque llega a
serlo controlando regiones que habían formado parte de estados anteriores. La
población son los khani, aparte de los hurritas, y la región geográfica se llama
Khanigalbat. Se desconoce en qué proceso se realiza la unificación, porque uno
de los graves problemas es que no conservamos fuentes directas. Crearon una
capital desde un momento relativamente temprano, Washukanni, y se había
identificado en Tell Fekhariya. Se han encontrado varias tablillas que indican
que tuvo que haber archivos, pero no han podido localizarse.

- La documentación y el origen de la población de Mitanni

➢ Las fuentes de información provienen de


los otros Imperios, en tiempos de conflicto
bélico y de relaciones diplomáticas. La
política interior la conocemos a través de
archivos provinciales y destacan el de
Alalakh y Nukhi, aunque se encuentran en
la periferia y pertenecen a conquistas
bastante tardías. Se conoce cerámica muy
específica para identificar la presencia
estatal mitannia.

En la unificación interviene el factor externo del ataque del Reino Hitita contra
Babilonia, que en su paso se vio obligado a destruir las ciudades que se encontraban en
su camino, como Yamhat.

➢ El factor tecnológico y social es de difícil interpretación. Tradicionalmente,


como la historia había sido escrita desde Occidente, se había valorado que buena
parte de las élites mitannias tenían nombres indoeuropeos. Pero hoy se duda de
ello, porque lo que parece es que la mayoría de la población era hurrita y un
pequeño grupo debió ser de origen indoeuropeo, o una élite local que se
identificó tanto con los indoeuropeos que adquieren sus nombres (imp. por
prestigio), una élite guerrera que gobierna y manifiesta su poder mediante el uso
de caballos. Los locales pueden admitir a estos guerreros porque los necesitan, y
el carro y el caballo acabarán siendo elementos diferenciadores de esta élite
hurrita.

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En Anatolia, desde que tenemos
textos escritos (ej. cartas de los
comerciantes asirios) se documentan
nombres indoeuropeos en la
población local y la élite. Poco más
avanzado el Bronce Medio se
documentan algunos textos hititas
(imp. la mayoría es del Bronce
Reciente) del 1650 a.e., donde se
intenta interpretar la presencia de los
indoeuropeos en Anatolia y las
regiones del Norte de Siria e Iraq. La hipótesis tradicional es que las lenguas indoeuropeas
se habían desarrollado a partir de uno o varios núcleos al Norte del Mar Negro, en una
zona que se conoce como la cultura de los kurganes, zona donde se domesticó los
caballos. Pero no se sabe si hay un tronco común desde donde surgen las lenguas, porque
también pueden moverse según la utilización por parte de distintos grupos. Esto da origen
a la otra interpretación: las lenguas van extendiéndose y surgiendo otras en un modelo
de ondas.

El problema está en que, si se originan realmente al Norte del Mar Negro, ¿cuándo
entran los hablantes o las lenguas en Anatolia? Tradicionalmente se entendía que
entraban entre el III y II milenio, porque la documentación hitita testimonia la presencia
de poblaciones que hablan una lengua distinta a los indoeuropeos en la península, los
hatti. Son probablemente las que desarrollaron estos estados, alcanzando al menos la
veintena y desarrollando una cultura compleja que ha dejado textos religiosos. Los
hititas, cuando copiaban la mitología, copiaban textos de origen indoeuropeo con raíz
cultural idéntica a la lengua que ellos hablaban, y textos de características distintas
que permiten diferenciarlos (ej. desaparición de algún elemento de la naturaleza). Se
sabe que hay dos grupos lingüísticos diferenciados. Los hatti y los hablantes de
indoeuropeo con tres dialectos, nesita, lusita y palaíta, que se saben diferenciar en su uso.
¿Vienen del exterior o eran originarias de allí? Tradicionalmente, se entiende que vienen
desde el Mar Negro por los Balcanes o por el Cáucaso, y la fecha es problemática, porque
aparentemente es una migración en búsqueda de alimentación y riqueza y, por tanto,
lenta.

Renfrew plantea que son originarios de Anatolia, que desarrollaron una cultura
neolítica y que son autores de la expansión de esta cultura por los Balcanes. Luego
habrían adoptado otras técnicas, con la migración lingüística y cultural. Los grupos de
Anatolia intervienen en igualdad con los hatti, que no parecen mostrarlos como recién
llegados. Se atribuye a la posesión del caballo el movimiento migratorio más rápido de
los indoeuropeos en la primera mitad del II milenio a.e. Está documentado por la
presencia de indoeuropeos que intervienen en Mitanni y porque se documenta la entrada
del caballo en Irán, donde se desarrollan culturas en el I milenio ligadas a un pastoreo
que les proporcionan movilidad ligada la invasión indoeuropea en el valle del Indo.

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➢ La posibilidad de la cercanía entre Indoeuropeos de Mitanni y los del Indo se
encuentra en nombres de divinidades bélicas documentadas en las divinidades
veneradas en Mitanni. Esto requiere cercanía en el momento de división entre
ambos grupos: los indoeuropeos de Mitanni y los indoeuropeos del Indo.

- El desarrollo del Estado de Mitanni

El crecimiento del estado de Mitanni lo conocemos a partir de fuentes externas. Los


mitannios mencionan en algún texto la existencia de un unificador, Shutarnna I,
probablemente quien establece el estado en Washukanni. La información más fiable y
antigua es la de Barattarna, quien sabemos que gobernó a comienzos del siglo XV
gracias a las referencias de los textos de Tutmosis I, cuando los egipcios llegan al
Éufrates y testimonian su paso militar y se encuentran con el estado de Mitanni. A finales
del siglo XV el estado alcanza su mayor extensión con Shaushtattar, quien mantuvo el
estado frente a las campañas de Tutmosis III con frontera en el Orontes.

• Hay un reconocimiento implícito por parte de los egipcios, y aparte de las


referencias en las cartas de Amarna no se conservan documentos diplomáticos de
esa época. Las de Amarna se inician en tiempos de Amenhotep III, pues en la época
del abuelo del rey mitannio se había iniciado el intercambio de regalos. La
situación debía ser beneficiosa para ambas partes, porque desde entonces hay
referencias a la presencia de princesas mitannias en la corte egipcia, y llegadas con
productos procedentes de la región de Siria aumentando la riqueza de la corte
nilótica. Para los mitannios significaría la capacidad de obtener oro egipcio, para el
mantenimiento de las elites guerreras financiadas mediante estas materias primas.
• El mantener una situación estable con Egipto permitía a los mitannios ocuparse del
resto de fronteras. Asiria fue problemática porque los asirios se integraron con
desagrado al estado mitannio y, al verlo debilitado, se levantaron.
• El siguiente monarca con documentación es entre 1375-
1350 a.e. Tushratta, que coincide con Supiluliuma I, quien
crea el Imperio hitita a costa de las posiciones mitannias. Se
produce un primer ataque de Supiluliuma I en 1370 a.e. por la
zona de Kuzzuwadna, pero a continuación los hititas deciden
entrar por la zona norte sin presencia mitannia, tomando
Washukanni. En 1350 Supiluliuma I vence al rey mitannio.

Mitanni se mantuvo un siglo más, y cuando Tushratta fue


vencido, Asiria se independizó para ser un pequeño reino
independiente que se conoce muy bien gracias a las cartas de Amarna. Mitanni había sido
la sede de un “gran hermano”, y respetaron el gobierno del descendiente de éste, pero
limitando su capacidad de gobierno, hasta que los Asirios decidieron que querían ser un
“gran rey”. En el 1300 desaparece el reino de Mitanni, conquistado por los asirios.

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- La estructura social y administrativa

A través de Alalakh podemos conocer que la sociedad se divide en cuatro grupos:

• Tres son los tradicionales: dependientes del palacio, artesanos, agricultores y


pastores.
• Se suma la significativa presencia de los maryannu, de nombre indoeuropeo:
guerreros que luchan desde carros. Se trata de un grupo independiente dentro
de la sociedad de Alalakh, y por extrapolación lo entendemos para todo el reino,
aunque con relaciones más significativas y una situación social distinta. Hay
información significativa sobre el deterioro que había tenido la población
campesina con respecto a los organismos de poder de estos estados.

En Nukhi la estructura social es relativamente similar a lo que se encuentra en Alalakh,


La documentación refiere sobre todo a la propiedad del suelo, actividades económicas
en las que el palacio aparece como lugar de almacenamiento y distribución de material
bélico. También hay reparto de tejidos. Las tierras tienen tres tipos de propietarios:

1. Propiedad del palacio y producción elaborada por individuos dependientes del


palacio.
2. Tierras entregadas a los dependientes en usufructo. En porcentaje son más
pequeñas, la mayoría son de régimen privado.
3. Las tierras estatales, sean del tipo 1 o tipo 2, son minoritarias respecto a la
propiedad privada del suelo.

Además, se poseen archivos privados en los que se puede documentar el cambio de


propiedad de la tierra:

• Las tierras de Nukhi son de secano, por lo que la producción es menos eficiente
y de menor productividad. La mayoría son tierras cerealísticas, en función de la
lluvia y de rendimiento no muy amplio, de aparentemente 1/5 o 1/8. En las
cláusulas jurídicas y penales el cálculo se hace sobre 1/10, lo que no beneficia al
campesinado.
• Sabemos que son parcelas no muy grandes, cuadradas, y que dependen
exclusivamente de la lluvia.
• La documentación está ligada con frecuencia al pago de préstamos. Cuando un
campesino pide un préstamo a un propietario privado el interés que se exige es
del 50% anual, y así retrasan la pérdida de tierra y de su propia libertad. Si no
consiguen pagarlo se les exige al siguiente año una fianza, sea personal o
territorial: la entrega de tierras en propiedad privada o el trabajo con el
endeudamiento (imp. y la consecuente cercanía de la esclavitud), lo que con
frecuencia supone una servidumbre vitalicia de difícil superación. El tercer paso
se basa en perder las tierras a través de un sistema que consiste en la adopción: el
prestamista es adoptado por el campesino propietario, y cuando éste muere la
tierra pasa a su adoptado. Como el porcentaje de pago es imposible, el
campesinado se convierte en servidor permanente y cuando mueren los

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descendientes no tienen el derecho a la tierra, sino que será de los prestamistas en
el plazo de una generación. Se documentan también adopciones reales, porque la
mortalidad infantil era muy elevada y, además, muchos matrimonios sin hijos
adoptaban, fijándose clausulas concretas beneficiosas para los padres.

Si esto lo extendemos al Imperio de Mitanni y a Oriente Próximo la situación es


precaria para los campesinos. La población incluso huye de la situación que vivían en
sus estados, y los reyes se despreocupan de ésta (imp. en general en todos los Estados
del Bronce Reciente).

➢ Probablemente buena parte de los rituales cortesanos que hoy conocemos


debieron de crearse durante el Imperio mitannio, pero no puede saberse de
manera segura por la ausencia de documentación. Posteriormente, se
generalizarán en Oriente Próximo.

• El Imperio de hitita
La documentación que poseemos
acerca del Imperio hitita está muy
focalizada en un gran archivo, el
archivo de Hattusa, que cubre
desde la formación del reino hitita
en el Bronce Medio hasta su
destrucción en torno al 1200 a.e.:

• En las ciudades sirias


conquistadas había también
documentación escrita o
monumental, pero en la actualidad se encuentran en su mayoría en la capital. Las
más significativas se documentan en las montañas, con textos epigráficos que
señalan determinados hitos en el paisaje, zonas de tránsito, fronteras… En
ocasiones apenas están acompañados, pues generalmente son relieves de 2’5 m
con el nombre del monarca y algunas referencias que hacen difícil su
interpretación.
• Hay también documentación más tardía de cuando desaparece el Imperio, en una
zona de Siria donde los reinos neohititas informan anacrónicamente del periodo
anterior. De la ciudad de Hattusa sólo se conservan los cimientos.

- El desarrollo del Imperio

La creación del Imperio es obra de Supiluliuma I, (1370 – 1342 a.e.), y el Estado de


este monarca se centraba en torno al río Halis:

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• Primero se dirige hacia el Norte, pero se encuentran con los Pónticos, medio que
favoreció la defensa de estas poblaciones que se mantienen independientes del
Imperio.
• Luego se hace con la región de Khayasa mediante una boda diplomática,
aunque, a pesar de esto, los hititas les mostrarán desprecio.
• Posteriormente la zona de contacto entre Kitsuwana y Oriente Próximo, y a
partir de ahí, el área siria se conformará como el eje político, la clave de las
actuaciones.
• Sin embargo, ahí se emplazaba Mitanni, lo que lleva al conflicto abierto. Con
ello, los hititas destruirán algunas ciudades de Siria y justificarán las masacres con
la religión. El objetivo político era claro: subordinar al resto de poblaciones
sirias al Imperio.
• En Alepo y Carguamesh se disponen dirigentes hititas, a diferencia de lo que
sucedía en el resto de ciudades.
• Por último, destruyen Mitanni accediendo a la capital. El Imperio mitannio se
convertirá así en un reino de escaso peso político.

El final del reinado de Supiluliuma I vendrá marcado por las epidemias, algo que se
convertirá en problema estructural hitita. Éstas se atribuyen a la deportación de
población siria hacia Anatolia central, donde había personas ya debilitadas tras el largo
reinado de Supiluliuma I. Los sirios probablemente estaban malnutridos, lo que puede
explicar que ellos portasen estas epidemias (imp. tal y como los textos muestran
indirectamente).

De Murshili II se conservan anales con hazañas de su antecesor y textos donde


pregunta a los dioses por qué su reinado está resultando en una permanente crisis
poblacional. Se producen con él textos muy ilustrativos de la mentalidad hitita,
aparentemente muy pesimista, de continua culpabilidad frente a los dioses que, a su vez,
nos permiten conocer cómo se estructuraba la sociedad. Sabemos que se realizaban
rituales de pureza extremos, porque los oráculos, si hablaban de una infracción en un
templo, podían llevar a que se condenase a los sacerdotes a la pena de muerte (imp. lo
que muestra una situación extrema hacia quienes tienen responsabilidades).

➢ Desde un punto de vista político, lo que probablemente exacerbó el


sentimiento de culpa es que a la muerte de Supiluliuma los territorios
conquistados se sublevan. Con esto, Murshili se extiende hacia la región de
Arzawa en el oeste de Anatolia. Las victorias sobre Siria, por otra parte,
concluyeron con tratados diplomáticos que aseguraban que las gobernantes
locales juraban fidelidad a los hititas con los dioses como testigos. Estos tratados
están documentados también en el área del Norte. Hattusa se verá descentrada
respecto a la propia extensión territorial del Imperio y la zona de más peso
político y religioso, porque mientras que el norte solo se produce madera, en el
sur están las principales fuerzas económicas. Las dos vías de expansión crean
el problema de la ubicación de la capital.

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Con Muwatalli (1310 - 1280 a.e.) a final del siglo XIV a.e. se abre conflicto abierto
con Egipto. Previamente los egipcios habían estado en su propia crisis política, por lo
que no se habían relacionado especialmente con el Imperio hitita. A partir de Muwatalli,
en Egipto toma el poder una dinastía militar (XIX), implicados en la densa armada del
estado, y esto desembocará en la batalla de Qadesh a inicios del siglo XIII a.e. Al mismo
tiempo, la destrucción de Mitanni supone un paulatino reforzamiento de Asiria que los
hititas no podían controlar. Se crea un problema fronterizo con una potencia emergente y
con otra muy reciente. Esto desemboca en que, con Hattusili IIII, se fije qué estados
sirios quedan bajo control hitita o egipcio. Además, se produce el matrimonio de una
princesa hitita con el monarca Ramsés II, quien traspasa la frontera en una acción
pacífica. Las relaciones quedan fijadas por el resto del siglo hasta la destrucción del
Imperio hitita y el debilitamiento del Imperio egipcio, lo que permite a los hititas
focalizarse en las otras fronteras. Hay potencias regionales también en Anatolia que
requerían establecer relaciones para fijar las fronteras.

➢ En reinados posteriores la actividad política se centra en esta dirección. En el


contexto de la lucha con Egipto, los hititas conquistan Chipre, probablemente
para evitar la llegada de metal a Siria y evitar su reforzamiento. Pero a finales
del siglo XIII se había inventado ya la metalurgia del hierro, y el control del
bronce se convertirá en algo casi testimonial. Posteriormente se destruye
Hattusa, sede religiosa del Imperio bajo el mandato de Muwatalli, y el Imperio
desaparece cuando cae la parte Norte. La zona de Arzawa se independiza y el
reino se consolida en Siria bajo la denominación de Reinos neohititas. El
colapso del Imperio desemboca en la transformación de otra serie de reinos.

- Aspectos político-culturales

Hattusa será una capital excepcional, de


proporciones enormes. En origen se emplazaba
en la zona media (imp. donde se han
encontrado restos de una colonia asiria), al pie
de un acantilado, y la acrópolis tenía una caída
hacia el río de un centenar de metros. Con el
crecimiento del Imperio se irá extendiendo
mediante murallas concéntricas.

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➢ Se han excavado estructuras que pueden responder a palacios o templos, con
arquitecturas muy distintas que recuperan los modelos del lugar de procedencia
originario de las divinidades.
➢ La zona no permite producir alimentos para una población elevada que requiere
manutención (imp. dependientes del palacio, constructores y quienes mantienen
los edificios de adobe). Por ello, se alimentaba desde grandes distancias, lo que
supone el coste de movimiento para los bienes de consumo y para los objetos de
lujo empleados en rituales.

• La corte y la vida estatal hitita

El funcionamiento de la realeza y del Estado hitita es distinto a lo tradicional, sea


esto por el componente indoeuropeo o porque se crea un estado a partir de una base
concreta que, a su vez, implica una organización estatal distinta.

➢ Como los textos están en cuneiforme, se podría pensar que son herederos de la
tradición de Mesopotamia. Sin embargo, sólo adoptan esta parte del
funcionamiento estatal. Crean un Imperio que, para algunos autores, no se
corresponde con los del III milenio (imp. no se trata de un área de
aprovisionamiento de bienes excepcional).
➢ Parece que el primer elemento en la articulación del estado es el control de un
territorio extenso en torno al propio poblado, con el control de la tierra a partir
de una ruta comercial específica y asemejándose así a los imperios del I milenio
a.e.

Esta nueva forma de Imperio parece no tener antecedentes, pero se intenta hacer
funcionar a partir de las estructuras de administración heredadas de imperios previos:

• Desplazan una parte de las élites locales a la capital, junto a los dioses. En
ocasiones permiten que una parte de los dioses permanezcan en su lugar de
origen, pero, en ese caso, se llevan a una parte o a la totalidad de las élites locales.
• Así aseguran una cierta pacificación del lugar, porque las integran en la corte
de Hattusa. En ocasiones se establecen matrimonios con las princesas de estos
lugares sometidos, lo que permite la paz en la periferia.
• No obstante, en el palacio surgen problemas al haber élites de orígenes distintos
e intereses contrapuestos. Surgirán así grupos de poder dentro de la corte con
vástagos nacidos de las princesas locales y de la realeza hitita.
• Las relaciones en el interior se establecen mediante juramento, asegurándose
mediante fórmulas muy específicas que se redactaron antes de la época de
Supiluliuma I (imp. antes del imperio) y que se mantuvieron sin variaciones
hasta la caída de los hititas.
• El texto varía en función del grupo al que pertenezcan las personas que lo
pronuncian, sea la aristocracia, “los grandes”, o los miembros de la familia real,
los “hijos reales”. Ambos grupos serán los que ocupen todos los cargos del
Estado, que son muy arcaicos y carecen de una burocracia impersonal.

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Otra forma de cohesionar la corte es mediante las actividades militares y rituales del
monarca. Éste debía presidir los rituales, que con frecuencia se desarrollaban en la
capital. Era la dignidad merecida por los dioses hititas y los dioses adoptados de los hattis
y los pueblos conquistados lo que exigía que fue el propio rey el que los presidiese.
Debido a que se documenta la presencia del rey en lugares muy específicos del reino,
entendemos que se desplazaba continuamente debido a estas ceremonias (imp. y la
misma situación debía estar vigente con las campañas militares).

➢ Destaca la ausencia de un aparato celebrativo llamativo (imp. como el que


observamos en Egipto o Mesopotamia). Más allá del aspecto religioso, no parece
tener un componente de justificación de la realeza frente al conjunto de la
población. La justificación teológica de la realeza estaba, aparentemente, dirigida
a la propia corte.
➢ Destaca el concepto de khandatar, similar a la ma’at egipcia. Supone una justicia
que implica el cumplimiento de unas normas éticas hacia los dioses y la sociedad
sin que se diferencien específicamente.

El ritual de la guerra está bastante bien documentado. Para los hititas, la guerra supone
un juicio de los dioses que darán la victoria a quienes defiendan la causa más justa y,
siendo un juicio divino, se debe realizar de acuerdo al ritual preestablecido. Los hititas
llevan esta situación al extremo, pero probablemente esta concepción se había creado con
el Imperio de Mitanni:

• Todo está ritualizado, como la declaración de guerra. Debía notificarse al


enemigo de los agravios de los que los hititas se sentían víctima, para así tratar
de resolverlo por vía diplomática. Si no es posible, se escribía otra carta a los
enemigos señalando que serán los propios hititas los que harán la justicia y la
guerra.
• La campaña militar se preparaba mediante rituales propiciatorios. La
existencia de mánticos la encontramos también en Mesopotamia, pero ahora
parecen ser más complejos.
• Se realizaban combates simbólicos, donde los hititas portaban metal y, los
enemigos, madera, como augurio del resultado de la batalla real. Incluso se les
aportaba a los enemigos nombres femeninos para “debilitarlos” en el combate.
• Se elaboraban consultas como la hepatoscopia a pájaros (imp. se cree que es de
origen Indoeuropeo) y se desarrolló el juego kin.
• La propia batalla se realizaba de forma caballeresca, pues se anunciaba dónde iba
tener lugar el desplazamiento y el día determinado para el enfrentamiento directo.
No obstante, esto no parece cumplirse siempre, como manifiesta la victoria de
Mitannia o la batalla de Qadesh (imp. si tomamos como verdadero el texto de
Ramsés II).

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• Política exterior

Respecto a las relaciones exteriores, la periferia del Imperio se controlaba a partir de


tres tipos de cargos: el alcalde de las ciudades junto a un destacamento militar, y un
consejo de ciudadanos del propio lugar para desempeñar los aspectos jurídicos.

• En general, todo se soluciona mediante tratados. Se pasa a la escritura las


condiciones que se establecen con cualquier potencia exterior cuando se haya
acordado la no beligerancia.
• A priori parece que se establecen relaciones de subordinación, marcando las
obligaciones del extranjero (ej. el pago de tributos): protección de la frontera, la
entrega de soldados para que se integren al ejército hitita y la devolución de
cualquier fugitivo que haya huido del Imperio. Frente a esto, los hititas se
comprometen a mantener en el cargo al gobernante de la potencia extranjera
y a proteger al heredero designado por éste.

Podemos establecer dos tipos de tratado y uno excepcional (imp. pero para un
número muy pequeño de acuerdos):

1. Tratados con antiguas potencias imperiales (ej. Mitanni). Se respeta más a los
gobernantes en recuerdo del fuerte Estado al que pertenecían.
2. Tratados con grupos de poblaciones sin estructura social de estado (ej. todas
las tribus del Noreste del Imperio hitita). Son más extensos, y se comprometen el
líder de la región y los distintos cabezas de familia entendiendo que todos podían
llegar a convertirse en líderes.
3. El único tratado de igualdad se establece con Egipto. En éste, la fórmula de
subordinación es redactada por ambas partes, por lo que ninguno venció la batalla
de Qadesh. Tras 80 años del conflicto, los egipcios aún seguían enviando remesas
de cereal.

• El fin del Bronce Reciente y la invasión de los Pueblos del Mar (ca.
1200 a.e.)
El fin del Bronce Reciente ha sido unificado tradicionalmente
por los historiadores bajo la denominación de Crisis del 1200 a.e.
Bajo ella se ha homogeneizado todo aquello que se entiende que
forma parte de un único proceso: la destrucción de Troya y de
los estados micénicos, de varias ciudades como Mileto, del
propio Imperio hitita, de la isla de Chipre y de buena parte de las
ciudades costeras de Siria y Palestina y una serie de ataques
dirigidos a Egipto durante los reinados de Merenptah y Ramsés
III. De hecho, será Ramsés III quien, en uno de sus textos,
mencione que Egipto había sido atacado por unos pueblos
procedentes de las “islas del mar”.

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➢ A partir de las evidencias arqueológicas, parece que las destrucciones acontecen
en torno al año 1200 a.e. En ocasiones es complicado de establecer, pero el
Imperio hitita sí parece haber caído alrededor del 1200 a.e., y los ataques a
Egipto parecen haber sido entre 1190 y 1185 a.e.
➢ En Egipto el ataque no está únicamente protagonizado por los pueblos de las “islas
del mar”, sino que éstos parecen actuar junto con las poblaciones libias. La
población más rica al respecto procede de los textos de Ramsés III.

Con esta documentación se habría reconstruido un modelo basando en un ataque de


una serie de poblaciones que habrían derivado en la destrucción de los imperios. Sin
embargo, se fue transformando el modelo cuando entendieron que esto podía ligarse a la
guerra de Troya con una nueva perspectiva: algunos estados micénicos la atacan y
probablemente la destruyen y la colonizan (imp. se conservan estratos con cerámica
micénica). Las narraciones épicas griegas cuentan que, cuando los vencedores de Troya
regresan, fueron siendo eliminados. Probablemente se estuviese heroizando una
situación muy problemática.

Desde un punto de vista


histórico comprendemos
que, de alguna manera, los
estados micénicos
competían entre ellos. No
sabemos quiénes terminan
por destruir el palacio
central, pero
probablemente existían
conflictos puntuales entre
palacio y palacio. La
desestabilización en la
zona habría provocado una
situación similar en el sur
de Anatolia, y mientras,
los textos egipcios mencionan el ataque de los luvitas. A partir de ahí parece iniciarse un
amplio movimiento poblacional.

• Fundamentalmente las poblaciones que se movilizan son del Egeo y Anatolia.


En Egipto, por ejemplo, parece que los shardan, que llevaban siendo mercenarios
egipcios durante un siglo, se movilizan para atacar al Estado.
• Parece que se produce un cierto movimiento de dominio donde unos pueblos
atacan a otros a partir de la guerra de Troya. Sin embargo, los textos que
poseemos son muy pobres.
• Cuando estas poblaciones no pueden entrar en Egipto, el conflicto se dirimirá
en el Delta, donde los peleset pasarán a ser filisteos. Otros atacantes serán los
srdn, que parecen provenir de Cerdeña, y los skls, probablemente de Sicilia.

20
• La hipótesis que se sostiene es que, al ser expulsadas estas poblaciones, terminan
por alcanzar lugares muy lejanos. Sin embargo, en Egipto sólo logran entrar los
libios, pero no en estos momentos. Habrían habitado el oasis hasta finalmente ser
contratados por los egipcios como mercenarios. En el I milenio, varias de las
dinastías serán líbico-bereberes.

Actualmente, el movimiento de pueblos se entiende forma más genérica: en torno al


1200 a.e., en un proceso de varias décadas, se produce una crisis generalizada que venía
gestándose desde tiempo antes, aunque no conocemos el motivo. Los hititas habían
manifestado la existencia de hambre, algo que tampoco es inusual, pero los textos los
muestran más desesperados en estos momentos. Probablemente pudo empeorarse por el
pico de sequedad que entonces tuvo lugar. Esto desestabilizaría a todo el Imperio.

➢ Hay una crisis social que lleva germinándose siglos, pues los reyes se habían
ocupado de la corte y del palacio y no de la grave situación que se estaba
produciendo.
➢ El problema migratorio, probablemente, más que ser el causante de la crisis, se
presenta como un elemento provocado por ésta. Para entonces ya había una
situación muy tensa en el Mediterráneo Oriental.

Con esta situación desaparecen todos los imperios, salvo el egipcio. El Imperio hitita
se desintegra en los reinos neohititas, el Reino Asirio queda relegado a sus fronteras
tradicionales y los casitas son destruidos por los elamitas. Todos los estados caen a
consecuencia de una crisis generalizada y, cuando Oriente salga de ésta, se presentará
como un Oriente distinto. El bronce dejará de ser importante debido a la producción de
hierro, y el comercio no se basará en los metales; en Siria-Palestina se crearán varios
estados y en Mesopotamia un imperio.

21
LA BABILONIA CASITA
El vacío de poder que se produjo tras la caída de Babilonia en 1595 a.e. permitió,
finalmente, la subida al trono de una dinastía casita. Ignoramos si estos reyes eran los
mismos que se habían apoderado finalmente del trono de Hana, reino castigado por cierta
inestabilidad política y cuyos monarcas llevaron tanto nombres semitas como hurritas, o
si procedían directamente de su país originario, posiblemente de las regiones montañosas
de Irán.
La situación interna
El primer rey casita que se sentó en el trono de Babilonia en torno a 1571 a.e. fue
Augum II, lo que sugiere que la monarquía era originaria de algún otro lugar. Su reinado,
al igual que los siguientes, es muy mal conocido. Sabemos que la presencia de la dinastía
casita en el trono de Babilonia no supuso en modo alguno una ruptura ni cultural, ni
ideológica, ni política con la tradición anterior. Cuando se hubo restaurado el orden
interno, los reyes adoptaron muy pronto la civilización de raíces sumerio-acadias de la
Mesopotamia centro-meridional, así como los rasgos y las prácticas de gobierno
características.
Los reyes casitas tuvieron que afianzar su poder en un trono que no les pertenecía
por derecho dinástico, lo que distrajo por algún tiempo su atención de una política
exterior más activa. Aquel aislamiento, favorecido también por la posición periférica de
Babilonia y su alejamiento geográfico del escenario de la contienda internacional, llegó
a su término cuando se inician las relaciones diplomáticas con Egipto en tiempos de
Karaindash.
Pese a las crecientes dificultades, el complejo sistema de irrigación agrícola fue
cuidadosamente conservado, lo que requería continuas obras para su mantenimiento
(mediante trabajos comunales). Se construyeron y reconstruyeron templos y palacios,
destacando en el primer tercio del siglo XIV a.e. la enorme actividad de Kurigalzu I,
quien erigió una nueva capital, Dur-Kurigalzu, y el territorio del país fue protegido con
obras de fortificación contra posibles ataques del exterior, si bien la diplomacia constituyó
la mejor arma de Babilonia en el terreno de las relaciones internacionales.
- Una relativa prosperidad parece haber impulsado el florecimiento de las artes
y la literatura, síntoma de un gobierno estable y eficaz que poco tiene que ver
con el carácter de gobernantes mediocres que con frecuencia se ha venido
atribuyendo a los reyes casitas al no haber participado en grandes guerras ni
conquistas.
o El babilonio se utilizó en todas partes como el idioma de la diplomacia
y el comercio, mientras los médicos y los astrónomos de Babilonia
eran solicitados en las más importantes cortes de la época.
- Pese a ello y al activo comercio exterior, la creciente despoblación y el
descenso de la población terminaron por restringir la extensión total de las
tierras agrícolas explotadas en favor de la ganadería, lo que llevará a la
degradación económica.

1
Diplomacia y conflicto
En el ámbito de la política exterior, las relaciones amistosas fueron frecuentes con
el lejano país hitita, mientras que, con Egipto, de donde se buscaba sobre todo oro,
prosiguieron con una fortuna desigual, debido fundamentalmente al creciente desinterés
de los monarcas egipcios. Amenhotep III desposó a una princesa casita hija de Kurigalzu
I, pero después Burnaburiash II no pudo obtener una esposa egipcia, por lo que finalmente
se casó con la hija del monarca asirio, en un momento en el que Asiria, tras un prolongado
eclipse, comenzaba de nuevo a emerger en la escena internacional.
Gobierno y administración
Los reyes casitas conservaron en sus grandes rasgos el sistema administrativo de
Babilonia. Igual que antes, la presencia del Estado, encarnado por el palacio, sus
dignatarios y funcionarios, se proyectaba por todas partes, a excepción de las
propiedades de los templos, que recobraban cierta autonomía. Lo nobleza casita, que
asimiló muy pronto la cultura babilónica, ocupó, sin apenas modificarla, la más alta
jerarquía administrativa. Las innovaciones, como el sistema de tenencias de tierras con
el que se beneficiaba a los colaboradores más directos del rey, eran más un producto de
la época, que también se dio en otros lugares del Oriente Próximo, que el resultado de un
cambio introducido por los nuevos gobernantes.
Economía
Los templos comenzaron a recibir de los reyes casitas importantes donaciones de
tierras, con lo que lograron el apoyo de la clase sacerdotal para legitimar su presencia en
el trono. De este modo se formaron “señoríos sacerdotales”, cuyos dominios cada vez
más extensos quedaban exentos de impuestos y otras prestaciones, junto a las tierras de
la nobleza casita, convertida en una clase de grandes propietarios a cambio de los
servicios militares y burocráticos prestados al palacio.
- La propiedad privada subsistió en las ciudades y en la campiña inmediata a
ellas. Pero donde las tribus casitas se asentaron con sus rebaños, esta fue
sustituida por la propiedad comunal de la tierra.
- Una vez sedentarizados, los casitas formaron comunidades de pueblos o
aldeas y la tierra fue repartida para su explotación entre las distintas familias
que las integraban, surgiendo la propiedad familiar hereditaria en manos de
los jefes patriarcales de las familias que termina por convertirse en patrimonio
individual al cabo de generaciones.
Aunque los reyes casitas prestaron especial atención a la agricultura, ésta
experimentó una progresiva decadencia debido a tres factores determinantes: la
despoblación, la nomadización, la salinización y el empobrecimiento de los campesinos
“libres”. También el comercio, por otra parte, gozó de protección con el establecimiento
de acuerdos diplomáticos con estados como Egipto o Hatti.
Sociedad
La diversidad de formas de organización social es una de las características más
notorias del período casita en Babilonia. Coexistían tres sistemas de organización
socioeconómica:

2
- Uno basado en la propiedad privada y en las normas del derecho
individualista babilónico.
- Otro vinculado a formas de propiedad de tipo patrimonial y a una
servidumbre atada a la tierra, propio de las vastas posesiones de las tierras y
de los asignatarios de tierras reales.
- El tribal, introducido por los casitas. Este último evolucionó lentamente,
transformándose, hasta llegar a aproximarse a los rasgos más característicos
de las sociedades de la época, lo que trajo consigo la desaparición de la
pequeña propiedad familiar campesina y la formación de un sector de grandes
propietarios vinculados al servicio especializado.

o Las tribus casitas. Allí donde se instalaron las tribus casitas, el


régimen tribal sustituyó la noción de propiedad privada por la de la
comunidad de poblado. En consecuencia, se produjo la reintroducción
de la familia extensa que, al recuperar – en su sentido patriarcal – su
carácter solidario, hizo que la mujer perdiera la personalidad jurídica
independiente de que había disfrutado tiempo atrás, mientras se
producía una significativa extensión del matrimonio por compra.
o La nobleza casita. En la cúspide se encontraba la nobleza, muy
próxima a la Corte, y en su mayor parte de origen extranjero pero muy
babilonizada – descendientes de la aristocracia tribal casita –.
Constituían la élite político-administrativa y la fuerza de combatientes
en carros, y por ello gozaron de exenciones.
o Servidumbre y dependencia. En las propiedades de los templos y
santuarios la población laboral volvió a las viejas formas de
servidumbre y dependencia. Este grupo conoció un drástico proceso
de empobrecimiento y pérdida de la consideración jurídica que la había
caracterizado en el período paleobabilónico, convirtiéndose en
braceros asalariados sin tierras.

EL REINO MEDIOASIRIO
Después de un largo eclipse de cuatro siglos, en el que se había visto reducida a
sus dimensiones originarias – aunque la continuidad dinástica se había mantenido, como
regla general –, Asiria resurgía favorecida, en parte, por el cambio experimentado en la
situación internacional.
La recuperación política, económica y militar de Asiria, sometida durante mucho
tiempo al poder de Mitanni, no fue sólo una consecuencia del declive político y militar
hurrita, sino una combinación afortunada de factores internos: signos evidentes fueron
la reconstrucción de las murallas de Assur, los acuerdos fronterizos alcanzados con
Babilonia y el inicio de una pretenciosa política exterior que incluía las relaciones
diplomáticas con Egipto.
Assur-Uballit I fue el primer rey asirio de importancia tras Samshiadad I, y
quien confirmó el renacimiento de Asiria como potencia internacional. Su política te
emancipación fue posible gracias al aniquilamiento del poderío hurro-mitánnico por parte
3
del rey hitita Shuppiluyuma I. El vacío dejado por Mitanni en el norte siro-
mesopotámico y la zona su subcaucásica fue aprovechado en adelante por los monarcas
asirios para sentar las bases de un estado territorial sólido y con clara vocación
expansionista, toda vez que Babilonia, la rival potencial en el sur, se ausentaba en la esfera
internacional, y que los hititas debían contener a Egipto.
Las directrices de esta política expansionista fueron sobre todo dos, a las que se
suma la crónica rivalidad con Babilonia:
- Al norte y nordeste, la contención y aculturación de las tribus montañesas
subcaucásicas e iranias.
- La expansión hacia el Mediterráneo. A comienzos del siglo I a.e. sólo
quedaban por conquistar en Siria y Palestina el reino arameo de Damasco, un
cierto número de reinos diminutos como Israel y Judá y las ciudades estado
más fuertes de la costa fenicia, todos ellos apoyados por Egipto.
No obstante, Asiria padecía un mal endémico: la inestabilidad interior, que solía
aflorar a la muerte de cada rey con el planteamiento de fuertes conflictos sucesorios. Por
lo general, la muerte de un monarca implicaba una época larga de inseguridad política,
que era aprovechada por los vasallos para reclamar su independencia. Con frecuencia
bastaban expediciones de castigo muy severas para recuperar la normalidad; en
ocasiones, sin embargo, estas épocas de luchas interiores fueron más largas, lo que facilitó
la independencia de los estados periféricos.
La cultura palatina y la propaganda política
El estado medioasirio ha dejado de ser un importante centro de tránsito entre el
sur mesopotámico y la “periferia” montañosa del norte para situarse en el centro del
mundo, tanto en su visión ideológica como en las ambiciones políticas imperialistas.
Assur ha tenido la oportunidad de sumar su red comercial a la riqueza agrícola y
demográfica del triángulo asirio y de expandirse en la Alta Mesopotamia. La lengua y la
cultura acadias diferencian claramente a los asirios de sus vecinos.
La cultura asiria consta de elementos de antigua tradición local que se remontan
a la matriz de ciudad-estado protodinástica. También hay aportaciones mitannias
(tecnológicas, sociales), que se remontan a la fase de formación del reino medioasirio, así
como influencia babilonia (económica, política), algo que se agudiza en períodos de
mayores ocntrastes.
- Está bien situada en su tiempo y asume los rasgos característicos del
ambiente internacional de la época, y a su vez se adelanta a la cultura asiria
imperial del I milenio a.e.: uso de carros y caballos como núcleo funcional
dentro del conjunto del ejército, que comienza a convertirse en el mortífero
instrumento de expansión del imperio.
- Está totalmente en función del control político, de la justificación ideológica
necesaria para que Asiria se lance a una serie ininterrumpida de guerras, sin
que desaparezcan nunca las tensiones ni la movilización nacional. Los dos
sectores más típicos de la cultura palatina medioasiria son la arquitectura
monumental y la literatura política. Sus destinatarios son todos los súbditos.

4
o La arquitectura monumental no tiene igual en su tiempo – salvo en
Egipto – por la grandiosidad y el número de los monumentos. Sólo
conocemos bien el caso de Assur, gracias a los datos arqueológicos y
epigráficos. Junto a otras estrictamente funcionales, como las murallas
o los muelles del Tigris, hay otras de similar envergadura: la
restauración y nueva fundación de los palacios reales, los templos de
Assur, Ishtar y otras divinidades, proyectados y realizados con una
grandiosidad que claramente pretende impresionar. A esto se une el
efecto ideológico de los nombres de las puertas de la ciudad, los
epítetos de los templos y las ceremonias de los distintos santuarios.
La sociedad medioasiria
El paso de las actividades comerciales a las agrícolas, las conquistas y el
crecimiento del estado llevan a la formación de una clase de grandes terratenientes que
reciben tierras por concesión real. Son los miembros de la aristocracia militar y
administrativa, base de la expansión medioasiria: las tierras se pueden vender
libremente, y el rey no hace nada para detener el proceso de endeudamiento de los
campesinos.
- La población se divide en dependientes de palacio, campesinos “libres” de
las aldeas y los beneficiarios de tierras del rey.
- El ejército está formado por miembros de estas tres categorías, que tienen
distintos títulos de posesión de las tierras.
- Los campesinos “libres” atraviesan un proceso de empobrecimiento y
esclavización que desemboca en la formación de una “servidumbre de la
gleba”, vinculada a tierras que ya no son suyas.
El palacio es grande y posee un numeroso personal, pero sus competencias no son
tan amplias como en otros estados. Es, ante todo, la residencia del rey, sólo que muy
extenso. El palacio es una especie de prisión, y sus residentes (mujeres y siervos) están
estrechos a una estrecha vigilancia por una red de delatores, que pagan caro el no
denunciar al culpable.
- Los eunucos son los funcionarios típicos del palacio asirio, tanto por las
garantías que ofrecen en la gestión del harén como por la relación de estricta
dependencia y fidelidad que mantienen con el rey.
- Destaca la importancia de los vínculos de fidelidad que mantienen la
cohesión del sistema político, algo típico de la época.

SIRIA Y PALESTINA
Babilonia, el núcleo de la cultura mesopotámica, se hallaba ausente de la escena
internacional desde ca 1500 a.e., y la iniciativa política la habían tomado Mitanni y
Hatti, interesados ambos por el control de Siria. Desde el Sur, Egipto presionaba
igualmente con fuerza para hacerse con el control de esta región. Siria, desde siempre un
ámbito cultural de fuerte personalidad y cruce de las rutas comerciales más importantes,
y ahora disputada por tres potencias, se convirtió en un campo de batalla.

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Las ciudades-estado del norte entre los siglos XIV y XIII: Ugarit
Pero las diferentes unidades políticas que la formaban – ciudades estado o
estados territoriales menores –, lejos de sucumbir a la tentación políticamente plausible
de identificar en bloque todos sus intereses con los de una de las tres potencias, prefirieron
un régimen flexible de alianzas ocasionales o vasallajes más o menos onerosos que les
permitieran una cierta supervivencia política y el viejo ejercicio de la actividad comercial.
Culturalmente, Siria participaba con intensidad de la cultura babilónica, tanto en el uso
de la escritura cuneiforme como de las estructuras mentales básicas. Junto a lo babilónico,
las influencias hurrita e hitita se hacían más patentes en las ciudades estado del norte:
Alalah, Alepo, Emar y Ugarit compartían destinos políticos y culturales.
El centro sirio más importante de la segunda mitad del II milenio a.e. fue
precisamente Ugarit, ciudad de la costa siria con puerto internacional y abundante
documentación epigráfica en sumerio, acadio, hurrita y chipro-minoico. Aquí se
desarrolló, entre los siglos XIV y XIII, el primer alfabeto conocido, compuesto de treinta
signos y de factura cuneiforme, destinado sobre todo a escribir la lengua semítica
autóctona, el ugarítico. En algunas tablillas escolares los escribas anotaron 30 signos de
este alfabeto en una secuencia muy semejante al orden actual.
Siria – en especial sus puertos del Norte y entre ellos el principal, Ugarit – fue el
puente entre las culturas minoicas y chipriotas del Egeo y las asiáticas, babilónica,
hurrita o hitita. Las tablillas recuperadas en las excavaciones llevadas a cabo en la antigua
Ugarit desde 1929 abarcan todos los campos del antiguo saber próximo-oriental: además
de cartas, documentos jurídicos y administrativos y manuales escolares, se ha descubierto
un gran número de tablillas de tema mitológico, épico y cultural, y que, de esta manera,
nos dan acceso a la literatura siria del II milenio. Los mitos más importantes – relativos
al dios sirio Baal – están íntimamente relacionados con segmentos poéticos del Antiguo
Testamento.
Palestina bajo control egipcio (Época de Amarna)
El sur siro-palestino caía plenamente en la esfera de la influencia egipcia. Las
diferentes ciudades-estado mantenían correspondencia con la corte faraónica del Reino
Nuevo en cuneiforme y lengua babilónica; 382 de estas cartas, destinadas a la cancillería
faraónica y dirigidas sobre todo a Amenhotep III y Amenhotep IV han sido excavadas en
la ciudad egipcia de Tell-El-Amarna, la antigua capital de Akhenatón. Las cartas de
Amarna proporcionan información abundante sobre la situación política y social del
ámbito siro-palestina de la primera mitad del siglo XIV: demuestran que el control egipcio
sobre la zona era ya más nominal que real, y que el país se encontraba permanentemente
amenazado por bandas de habiru.

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