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Geografía
La geografía del Antiguo Egipto es muy significativa y va a influir muchísimo en su arte. Egipto está situado en el
nordeste de África y está muy aislado de otros países por su situación geográfica. Sus límites son: por el oeste, el desierto
de Libia; por el este, el desierto de Arabia; por el norte el mar Mediterráneo y por el sur el macizo de Etiopía y el desierto
de Nubia.
Está recorrido de sur a norte por el río Nilo, que va a tener muchísima importancia en el desarrollo de esta civilización.
(Heródoto dice "Egipto es un don del Nilo"). Al Nilo le llaman río de los dioses ya que tiene un carácter sagrado y es
honrado por los egipcios. El Nilo da vida al valle que se desarrolla a lo largo de él. Este valle va a tener una anchura muy
pequeña, de 5 a 30 km, dependiendo de las zonas. Es un río muy irregular en cuanto al caudal debido a las lluvias
monzónicas, por lo que crea inundaciones, que beneficiaban la fertilidad, por lo que la cosecha depende de las crecidas
del Nilo, y de ella el trabajo y la vida. Desde finales de junio empieza a aumentar su caudal y va arrastrando en un
principio malas hierbas y más tarde el limo, que se deposita en el suelo, momento que se aprovecha para sembrar. Esto
sucede varias veces al año por lo que Egipto se convierte en un territorio muy rico y fértil.
Para controlar el agua aparecen los nilómetros, pozos con señales para medir el nivel del agua para anticiparse al peligro
de inundaciones, y en ese caso, construir diques. Aunque este sistema provocaba mucho trabajo, se han seguido usando
hasta el siglo XX por la construcción de la presa de Asuán en 1902 y 1971.
Por tanto, la de Egipto es una sociedad fluvial, y ello repercute en el arte: las pinturas y relieves encontrados
principalmente en las tumbas reflejan la importancia del río en la vida: transporte, pesca, etc.
Además, el río, las tormentas, etc. influyen en la sociedad creando supersticiones y una religión en la que los dioses están
relacionados con fenómenos naturales. Hay un gran misterio en torno a la religión y la divinidad y el más allá van a regir
toda la vida.
Egipto está dividido en dos zonas: el Bajo Egipto, que es la zona del Norte, la zona del delta, y el Alto Egipto, que es la
zona del sur, a partir de Memphis. Estas dos zonas van a estar representadas de forma iconográfica en dos flores: la flor
del papiro representa el Bajo Egipto, mientras que la flor de loto representa el Alto Egipto.
Historia del Antiguo Egipto
Egipto tiene una historia compleja, que empieza muy pronto. La escritura aparece en torno al año 3000 y los egipcios
atribuían su creación al dios de la sabiduría, Thot. Hay tres tipos de escritura egipcia:
Escritura jeroglífica, que es la más conocida. Es fundamentalmente monumental (está asociada a los
monumentos) y se realiza en relieve. Va a tener una interpretación muy difícil (a veces se lee de izquierda a
derecha y otras veces de modo contrario, etc.).
Escritura hierática, que es una escritura cursiva, abreviada de la anterior, más usada en la vida común. Aparece
en los textos.
Escritura demótica, que es más rápida y más popular. Es la que aparece más tardíamente y es la que se usa en
Egipto hasta la invasión romana.
La escritura ha sido un instrumento fundamental para el conocimiento de Egipto. No es hasta el siglo XIX cuando se
empieza a conocer, a partir de la invasión de Napoleón, que llevó consigo algunos sabios franceses, entre los que cabe
destacar a Denon (un grabador que hace una obra ilustrada de Egipto, que va a ser punto de arranque de la egiptología).
También fue fundamental para el conocimiento de la cultura egipcia la aparición de la piedra Rosetta, ciudad cercana a la
desembocadura del Nilo, y es una piedra de basalto que tiene una inscripción trilingüe, en egipcio jeroglífico, griego y
egipcio demótico, que reproduce un decreto de Ptolomeo V y que fue interpretada por Champolion en 1822. Otro hecho
fundamental para el conocimiento de la cultura egipcia fue la abertura de la primera tumba inviolada en 1923, la de
Tutankamón, por Carter y Carnavon, así como las cientos de excavaciones que se realizan a partir de estos momentos.
Los pueblos que viven en Egipto son de origen camita. Se trata de hombres altos, de hombros anchos y con algunos
rasgos negroides. Estos pueblos se asientan y se organizan en nomos o cantones independientes, dirigidos por reyes
sacerdotes.
Entre ellos hay momentos de lucha y se van a ir configurando en dos zonas, las llamadas las dos tierras:
Reino de Butto, está situado al norte de Egipto, es el Bajo Egipto. Se dedica a la agricultura y al comercio y su distintivo
es una corona truncada y roja que está adornada con la cobra o ureus.
Reino de Nejeb o Nekhen, está en el sur de Egipto, es el Alto Egipto. Se dedica a la ganadería y es un pueblo más
belicoso. Su distintivo es una corona blanca y alta coronada por un buitre.
Estos dos animales son sagrados y protectores de los egipcios. Hay un momento en el que los dos reinos se van a fundir, y
con esta fusión termina el periodo predinástico. Esta fusión es debida al rey Menes, y a partir de este momento al rey se le
va a conocer como "Señor de las dos tierras".
La cronología de Egipto es muy complicada y no siempre coinciden todos los historiadores en ella. Se suele partir de la
cronología que elaboró el sacerdote egipcio del siglo III a.C. Manetón en la historia de Egipto que redactó para Ptolomeo
II. Esta obra estuvo durante mucho tiempo en la biblioteca de Alejandría, pero se perdió con el incendio que destruyó ésta
en el 49 a.C., aunque tanto su cronología como sus apuntes se han transmitido.
3000 - Periodo Menes y I y II Periodo fundamental para Egipto ya que es el momento en el que se forma el estado.
2800 tinita dinastías Comienza la escritura y el calendario
Durante este periodo la capital se encuentra en Memphis (al sur del delta). Las
2800 - Imperio
III - X dinast¡as de mayor esplendor son la IV y V, pero a partir de la VI empieza un
2040 Antiguo
momento de decadencia y un momento intermedio
Durante este periodo la capital se encuentra en Tebas. Época de esplendor en las
dinastías XI y XII, pero a partir de ese momento comienza de nuevo un periodo de
2040 - Imperio
XI - XVII decadencia en la que hay luchas de poder entre príncipes, etc. que es aprovechado
1580 Medio
por la dinast¡a de los hicsos procedentes de Siria, pero son expulsados y comienza el
nuevo esplendor
Se dan cambios significativos. Destacan las dinastías XVIII (marcada por el reinado
1580 - Imperio
XVIII - XXV de Amenofis IV, con el que la capital cambia a Amarna), XIX (marcada por
657 Nuevo
Ramsés) y XX, tras la que vuelve un periodo de crisis
657 - En esta época hay momentos muy interesantes, como el periodo saíta, pero luego
Baja Época XXVI - XXX
AMag comienzan invasiones de otros pueblos.
Alejandro Magno se hace con el poder, expulsa a los persas y del 330 aprox. hasta
Alejandr su muerte se da un periodo cultural y artístico muy interesante. Tras su muerte
AMag -
Periodo Magno y Egipto pasa a poder de Ptolomeo, lugarteniente de Alejandro, que empieza la
330 - 30
Hele-nístico dinastía de los dinastía de los l gidas que permanecer hasta el 30 y entre los que destaca ya al final
a.C.
Lágidas Cleopatra VII, que da un gran empuje a Egipto, que consigue un gran poder, pero es
derrotada en el 31 por Roma en la batalla de Accio
Egipto
30 - 395
romano
Egipto
395 - 642 Egipto cristiano
bizantino
642 - Egipto
Dominado por distintos pueblos. A partir de 1805 se considera ya Egipto moderno
1805 musulmán
Arte Egipcio
El arte egipcio es, indudablemente, la manifestación artística que más ha subyugado al hombre moderno. La civilización
egipcia no sólo creó una arquitectura, escultura y pintura de impresionante belleza, sino también toda una cultura que ha
hecho soñar a investigadores, literatos y personas corrientes, donde se funde lo histórico, lo mítico y lo misterioso.
El arte egipcio es un arte que está muy relacionado con el medio en el que se desarrolla. Este medio influye en diferentes
aspectos: por un lado el medio geográfico determina una cultura cerrada que hace un arte impermeable a influencias
exteriores, que va a evolucionar poco y cuando lo va a hacer va a ser sobre sus propias formas debido a la falta de
comunicación con el exterior.
Por otro lado, el medio va a determinar unos materiales que nos indican una despreocupación por la vida terrestre y un
deseo de eternizar la moral del difunto y del dios, por lo que el arte muchas veces está en función de templos y tumbas.
Esto está relacionado con los dos factores determinantes del arte que también vienen dados por el medio: la monarquía y
la religión.
Así, el faraón (y los nobles) y los sacerdotes van a ser los principales clientes. Se trata de un arte aúlico y oficial, que se
desarrolla en virtud de la religión fundamentalmente, y a ésta está vinculado el faraón. No es por tanto un arte autónomo.
El arte egipcio está siempre sometido a unas normas, por esto es muy semejante y monótono, tan homogéneo. Es un arte
estereotipado en el que se valora más la precisión del acabado que la originalidad. Además, tienen un gran carácter
simbólico y mágico.
Los artistas egipcios van a perder en líneas generales en el anonimato, aunque se conocen algunos artistas ya del Imperio
Antiguo, aunque son más los que se conservan del Imperio Nuevo. De los artistas los más considerados son los
arquitectos, que se relacionan con los clientes. Sin embargo, los pintores y escultores son considerados como simples
artesanos.
Va a haber dos tipos de talleres: los talleres oficiales, que están en torno a los palacios y los templos y es donde se forman
los grandes artistas y obras, y los talleres privados, destinados a clientes que no estuvieran relacionados ni con la
monarquía ni con la religión. De éstos últimos se han conservado muy pocas obras, entre
otros motivos debido a que utilizaban materiales más endebles que los talleres oficiales.
Religión Egipcia
La religión es un factor fundamental de la cultura egipcia y es muy difícil de comprender.
Se trata de una religión politeísta, pero con tendencia al monoteísmo ya que cada nomos (o
pequeña región) tenía un dios al que rendía culto principalmente y luego rendía culto a los
demás de manera secundaria.
Estas divinidades se representan como figuras humanas con algunos símbolos, aunque
luego algunos se sincretizan. Unas veces tienen cabeza de animal y otras veces sólo se
representan con la forma animal. Hay dos tipos de dioses:
Dioses locales: los de cada nomos (por ejemplo, el Dios de Memphis es PTAH)
Dioses cósmicos: mucho más amplios, para todos los normos. Entre estos cabe
destacar una triada que va a ser muy importante desde un principio: Geb, dios de la
tierra, Nut, dios del cielo, y Ra, dios del sol.
Muchos semidioses, que se van multiplicando.
También hay animales sagrados (que no divinos), a los que se trata con mucho respeto y se momifican al morir.
Heródoto lo vivió en su viaje a Egipto y lo describe perfectamente. Se trata de deshidratar totalmente el cuerpo, para lo
que se le pone a macerar durante 70 días en natón, y una vez deshidratado se extraen todas las vísceras menos el corazón
y el riñón. El cuerpo se lava y se purifica con resinas y perfumes. Se impregna en aceites aromáticos que ayudan a
conservar el cuerpo. Después, se procede al fajado del cuerpo con una serie de vendas y se le coloca en un sarcófago que
tiene forma humana hecho con telas superpuestas y endurecidas, y de este sarcófago se mete a su vez a uno más grande,
de madera, metal o piedra. Tanto en el fajado como en el primer sarcófago se colocarán muchas inscripciones con un gran
carácter simbólico y espiritual.
Evidentemente esto dependía mucho de distintos factores (principalmente del económico) y podía ser de muy distintas
formas. Por ejemplo, varían el tipo de ungüentos y perfumes utilizados para purificar el cadáver, la manera de extraer los
órganos e incluso la manera de fajado y de enterramiento, ya que las familias más pobres sólo se podían permitir envolver
el cadáver con un lienzo y enterrarlo tal cual en un hueco en la tierra. Sin embargo hay una serie de ritos, como el
macerado del cuerpo durante 70 días en natón, que no varían.
Tipos de columnas
Columna cilíndrica: es la más sencilla, con el fuste circular y liso y sin capitel.
Columna acanalada o protodórica: fuste acanalado y sin capitel, usada en el
Imperio Antiguo y en el Nuevo
Columna lotiforme: con basa, el arranque del fuste ligeramente bulboso, fuste
fasticular (formado por los tallos de la flor) con fastículos semicirculares y capitel
en forma de flor de loto con el capullo cerrado. Utilizado a partir del Imperio
Antiguo.
Columna papiriforme: prácticamente igual que la anterior y utilizada también a
partir del Imperio Antiguo, cuyas únicas diferencias son que el capitel tiene forma
de flor de papiro con el capullo cerrado (casi igual a la de loto) y que los fastículos
tienen forma triangular, formando una arista.
Columna campaniforme: igual a la anterior con la diferencia de que el capitel en
vez de tener el capullo cerrado, lo tiene abierto, formando un capitel
campaniforme.
Imperio Antiguo
En el Imperio Antiguo se utilizaban las pirámides. Una pirámide es un enterramiento cuya forma tiene un simbolismo
religioso y ciertamente político. El simbolismo religioso es la representación de Ra, dios del Sol en todo su esplendor. Ra
se encuentra en la cúspide y llega al suelo mediante los lados de la pirámide y abarca toda la tierra de Egipto. El
simbolismo político sería la relación entre la divinidad y el faraón. Constituye una masa cerrada, no tiene puertas ni
ninguna manifestación al exterior. Son edificios sin retorno.
Las pirámides más antiguas son las de Zoser de la III dinastía y las de Snefru de la IV dinastía. Zoser es uno de los
faraones más representativos. La pirámide escalonada de Zoser está en Saqara. Tiene seis escalones ascendentes que
llegan a los 60 m de altura. A esta pirámide también se le ha buscado un simbolismo. Los escalones están dirigidos hacia
el cielo para que ascienda el faraón. El origen puede ser la superposición de mastabas. La pirámide de Zoser está realizada
por Imhotep (era juez, visir, etc.), que realiza el complejo de la pirámide.
Las otras pirámides que tenemos son las de Snefru. Son tres pirámides; la de Snefru en Médium, que es también
escalonada, pero sólo se conservan tres escalones y las otras dos pirámides, que están en Dahsur: la pirámide acodada y la
pirámide roja.
Las pirámides más importantes son las de GIZA: Keops, Kefren y Micerinos.
Pirámide de Keops
Es la más importante. Mide 146 metros de altura. La entrada está situada a 18 metros de altura. En el lado este hay tres
pirámides que pertenecen a tres reinas. En el lado oriental hay restos de un templo y de una ciudad funeraria para los
obreros, sacerdotes, etc. No se ha conservado prácticamente nada de esta ciudad.
Pirámide de Kefren
Mide 143 metros, es algo más pequeña que la anterior, pero se conserva muy bien. Tiene las mismas partes que la de
Keops, pero hay un cambio de plano.
El alzado es más sencillo que Keops, no tiene sistema de ventilación. Se conserva el templo funerario a los pies de la
pirámide, que era un templo con una gran complicidad de estancias. Hay una avenida cubierta que une este templo con el
templo del valle y que se conserva bastante bien. Un poco antes de llegar al templo del valle se encuentra junto a la
galería la esfinge.
Imperio Medio
En el Imperio Medio aparece una construcción que es un paso intermedio entre el mundo de las pirámides del Imperio
Antiguo y el mundo de los hipogeos del Imperio Nuevo. Fue mandado construir por el faraón Mentuhotep (XI dinastía)
en Deir el Bahari. [Tuvo una gran repercusión que influyó por ejemplo en el templo funerario que se hizo para la reina
Hatshesput en el mismo lugar en el Imperio Nuevo con el mismo sistema de rapas, pórticos, etc. pero sin pirámide y más
monumental.]
Tiene una doble función de templo y tumba. Está construido al pie de unas montañas. Tiene dos partes: una primera parte
visible, fastuosa, formada por dos plataformas. Para llegar a la primera hay una avenida y para acceder a la segunda, que
es un poco más pequeña, hay una rampa. Estas plataformas están soportadas por pilares que forman una galería porticada,
detrás de la cual había un pequeño templo. Encima había una pirámide como recuerdo de sus antecesores, pero que no
guarda ningún cuerpo. Hay quien dice que había un gran altar.
En la segunda parte hay un patio porticado que va a dar al lugar donde estaba el enterramiento. Había una capilla
funeraria, tras la que se encontraba una galería que llevaba a la cámara funeraria, en cuyo interior no hay una gran
complicación. Dentro de esta cámara hay una estatua de Mentuhotep.
Imperio Nuevo
En el Imperio Nuevo se utilizan los hipogeos, que son construcciones que pueden seguir dos modelos, los que se excavan
en la roca en horizontal y, lo que es más normal, los que se excavan en la roca también en profundidad.
Ambos modelos se utilizan para ocultar y hacer inviolable la tumba, para lo que además se va a separar la parte visible,
destinada al culto, de la invisible, el lugar de enterramiento.
También para esto los monumentos se construyen en el desierto, alejados de la civilización, y se va a separar el templo
del hipogeo. Estos hipogeos suelen tener una galería, tras la que aparece una capilla, seguida por otra galería más estrecha
y otra galería que llevaba a la cámara funeraria. Según se va accediendo al interior, va disminuyendo en altura y en
anchura.
Estos hipogeos solían estar decorados en su interior y se van cegando las galerías según entre el cuerpo. En el exterior
nada indica que halla una construcción allí.
De este periodo, los enterramientos o hipogeos más importantes se encuentran en el Valle de los Reyes, el Valle de las
Reinas (que se encuentra cercano) y el Valle de los Nobles [por orden de importancia], todos ellos alejados y rodeados de
montañas.
El Valle de los Reyes estaba presidido por el Qorn, un monte sagrado. En este lugar los hipogeos van a tener distintas
formas y en ellos lo fundamental va a ser la cámara mortuoria y las cámaras para tesoros. Para evitar el pillaje cada vez se
van haciendo más complicados. El Valle de los Reyes está en el lado oriental del Norte, cerca de Tebas. A veces a los
hipogeos se les llama siringas porque imitan la forma de una flauta porque para complicarse se van alargando,
adentrándose en la piedra, donde siempre al final se va a encontrar la cámara funeraria.
Templos Egipcios
El templo egipcio es un templo que en un principio no tiene nada que ver con los de otras culturas ya que no es un templo
destinado a sacrificios cruentos ni es un lugar para rezar
ni es un lugar abierto para todos.
Templo funerario
Aparece en el Imperio Antiguo pero no tiene una estructura muy marcada, que sí se dará en el Imperio Nuevo, que
seguirán un esquema muy característico que será el mismo que el de los templos divinos o
clásicos.
Templo de la Reina Hatshepsut
Este templo se encuentra junto al monumento funerario de Mentuhotep, en Deir el Bahari.
En cierta manera imitándolo pero mucho más complicado. Aunque es muy vistoso no
desentona con el paisaje aunque seguramente tendría pintura y un paisaje más vegetal. No
se trata de un templo funerario.
Es llamado emispeos debido a que tiene una parte que da al exterior y una parte excavada
en la roca. Para llegar había una gran avenida franqueada por multitud de esfinges y
rodeada de jardines. Hay tres plataformas superpuestas de estructura adintelada soportada
por pilares a las que se accede a través de rampas. Hay capillas dedicadas a distintos
dioses, las más importantes a Hathor, donde se conservan los pilares hathóricos más
interesantes, y a Anubis. La última parte está excavada en la roca. Se aparta de la
estructura clásica.
Tenía una importantísima decoración escultórica, tanto en relieve como estatuaria. Fue
construido por el arquitecto Senmut, que tuvo muchísima importancia, fue el encargado
de la educación de los hijos de Hatshepsut y posiblemente fue incluso amante de la reina. Hatshepsut fue una reina de la
XVIII dinastía que ocupó el trono como regente de su hijo Tutmés III, quién se ocupó de destrozar muchas de las obras de
su madre. Pese a ser regente reinó como una farona por derecho propio y de la q se decía que gobernaba como un hombre,
pro lo que muchas veces se la representaba así
El Rameseum
Fue mandado construir por el faraón Ramsés II, de la dinastía XIX, pero de él sólo se conservan algunas ruinas.
Era un gran recinto que fue muy expoliado y desde época muy temprana se empezaron a quitar piedras para otras
construcciones.
Junto a él se han hallado restos de almacenes abovedados. En su construcción se utilizaron pilares osiriados y hay restos
de un coloso derribado.
El Templo de Medinet Habu
El faraón Ramsés III (de la XX dinastía) quería hacer en este lugar un gran recinto religioso equiparable al de Karnak.
Sólo queda una parte del templo y restos del palacio de Ramsés II que había en una ciudad que se encontraba al lado del
templo. Es posible, aunque no se sabe con certeza, que la cubierta de la sala hipóstila fuera abovedada. Queda un pilono
con decoración y pilares osiriacos.
El gran Speos de Abu Simbel
Fue mandado construir por Ramsés II. Se trata de un speos que, estando excavado en la roca, tiene todos los elementos de
un templo común. Tiene una fachada inclinada simulando los pilonos, delante de los cuales se encuentran los colosos, que
representan al monarca. Son cuatro, dos delante de cada pilono, que se encuentran sedentes y son característicos de la
escultura egipcia.
A sus pies se encuentran figurillas más pequeñas que representan a miembros de su familia (su madre, su esposa y sus
hijos). Tanto la jerarquización por el tamaño y su situación, a los pies del monarca, les dan un gran carácter de sumisión.
En la base sobre la que se posan los colosos hay relieves alusivos al monarca. Entre los dos pilonos se encuentra una
puerta terminada en gola y a un nivel más bajo, con una hornacina encima que alberga una estatua exenta de la divinidad
a la que está dedicado el templo, Ra. Los pilonos terminan también en gola y están decorados con relieves de una hilera
de monos babuinos saludando al sol. El interior del speos está formado como una sala hipóstila, llena de pilares osiriacos
que honran a Ramsés.
Detrás de esta sala hay una puerta que da a un pasillo que lleva al sancta sanctorum, donde se encuentran estatuas de
dioses y del faraón. Dos veces al año, el 21 de febrero y el 21 de octubre, el sol penetra en el interior de la sala fijándose
en las estaturas de los dioses y del faraón. Es un templo que se conserva muy bien y en el que se han encontrado restos de
pintura.
El pequeño Speos de Abu Simbel
Es el templo de Nefertari, la mujer de Ramsés II. Es muy parecido: tiene una fachada inclinada simulando pilonos, con la
puerta a un nivel más bajo. También hay estatuas, pero no tan monumentales como las del gran speos: miden
aproximadamente 10 metros. Se trata de 6 figura de Nefertari y de Ramsés, de pie, que se encuentran tres a cada lado de
la puerta, dos de Ramsés y una entremedias de Nefertari.
Ramsés aparece con los atributos del faraón, mientras que Nefertari lo hace con los de la diosa Hathor, a quién está
dedicado el templo. Las figuras aparecen separadas en hornacinas y también hay en el inferior estatuas de sus hijos de
menos tamaño.
Esfinges
Se trata de representaciones del faraón con cuerpo de león. Siempre están tumbados. El modelo es la esfinge de Kefrén en
Giza. Siempre son de piedra. En la base siempre, y a veces también sobre el cuerpo de la esfinge se encuentran
jeroglíficos. No hay diferencias estilísticas entre las del Imperio Medio y las del Imperio Nuevo.
Esfinge de Amenemhet (o Amenotep) III
Dinastía XII. La cabeza muestra una gran melena de león e incluso las orejas son de este animal. Del nemes sólo se ve el
arranque, con el hureus, y encuadra el rostro de una manera extraña. Lleva la barba postiza y tiene la mirada al frente.
Esfinge de Hatshepsut
Hastshepsut era una reina de la XVIII dinastía, en el Imperio Nuevo. Es muy parecida a la de Amenemhet en la caída del
nemes. El rostro femenino está muy idealizado y tiene una barba descomunal.
Esfinge de Tutmosis o Tutmés III
En esta el nemes cae normalmente y tiene las orejas del faraón.
Estatuas Cubo
Las estatuas cubo son otra de las grandes novedades de este periodo. Aparecen en el Imperio Medio, pero las más
importantes son del Imperio Nuevo y se mantendrán durante la Baja Época.
Están siempre hechas en piedra dura que deja partes lisas. Con estas esculturas quieren dar permanencia al representado.
Presenta a una persona sentada en el suelo de manera que las rodillas llegan a la altura de los hombros y se coge las
piernas con los brazos. Están envueltas en un manto. Se suelen poner inscripciones en alusión a la persona.
En la Baja Época a veces por debajo de la escultura se dejan ver y se trabajan los pies, las manos y los codos. También en
esta época pueden llevar incorporada en la parte delantera otra escultura.
Estatua cubo de Senemut
Con peluca y barba postiza, que dejan ver su importancia en la corte
Estatua cubo de Senemut con la hija de Hatshepsut
Tiene la estructura angular más marcada. Se le retrata junto a la princesa porque era su educador. La niña lleva el hureus y
la coleta típica de los niños
Estatua cubo de Sennefer
Era un intendente de la dinastía XVIII. Formas más lisas.
Estatuaria del Imperio Nuevo
Sigue siendo de pie o sedente, pero se da alguna novedad: hay un cierto sentido estético, por lo que se hacen formas
bellas, más esbeltas y elegantes. La rigidez no es tan marcada y los rostros son amables y tienen, en especial los
femeninos, forma de corazón. Postura de manos como en el Imperio Medio, con el puño en horizontal encima del muslo o
con las dos manos abiertas sobre el muslo; esto último se va haciendo más frecuente.
Hapshepsut
Lleva el nemes, el hureus y las manos abiertas sobre los muslos. No es escultura bloque; tiene la espalda muy rígida pero
sin necesidad de soporte.
Tutmosis III
Es menos estilizada, pero aún así con rasgos algo refinados. La mano derecha la tiene cerrada con un sello en vertical
sobre el muslo y la izquierda abierta.
Amenofis II
Es un faraón oferente: se encuentra arrodillado ofreciendo a los dioses las dos Tierras de Egipto, simbolizadas en dos
vasijas con tierra de cada una de las dos Tierras que lleva en las manos. Mantiene los atributos del faraón.
Colosos de Memnón
Los colosos se solían colocar delante de los templos, estos están delante del de Amenofis III, que mandó hacer un templo
funerario lejos de su lugar de enterramiento, del que lo único que queda son estos colosos y que parece que ya en época
faraónica comenzó a ser expoliado.
El nombre de Memnón es de los griegos. Las estatuas representan al faraón con las coronas del Alto y Bajo Egipto, pero
ahora sólo se aprecia el nemes de uno de ellos. De escultura exenta son los más grandes que se conocen, con unos 20 m.
de altura. Al lado de las piernas hay estatuas de su madre y su mujer. El trono tiene esculpidos en los laterales los genios
del Nilo y las flores del Alto y Bajo Egipto entrelazadas. Tienen las dos manos abiertas sobre los muslos.
Ramsés II
Ramsés fue un faraón de la XIX dinastía, aunque hay quien dice que esta escultura representa a Seti I. Es la escultura de
Ramsés mejor conservada, apareció fragmentada pero se reconstruyó. Es un estilo muy diferente, con la cara muy afinada
y un brazo extendido.
También está vestido de forma distinta, con un traje que cubre todo el cuerpo con una tele muy fina y plisada que se
ajusta al nemes. No hay nemes ni corona, sino la tiara de jefe militar, donde está el hureus. No tiene respaldo y junto a sus
piernas aparecen una figurilla de su mujer y otra de su hijo. Lleva atributos de poder y el puño izquierdo cerrado sobre el
muslo y la derecha levantando el cetro. Lleva sandalias.
Ramsés II de joven
Lleva una gran peluca con pequeños rizos que marcan el efecto del claroscuro. En la peluca hay una gran importancia de
la simetría y está rodeada por una diadema sobre la que está el hureus. Lleva un traje semejante al anterior, de una tela
fina con muchos pliegues finos en distintas direcciones. Lleva un gran collar y el cetro de poder. Rostro con rasgos finos.
Coloso de Ramsés II
Del templo de Ptah en Menfis. Las piernas están rotas pero el resto se conserva en perfecto estado gracias a que cuando
cayó lo hizo sobre un charco. Lleva el faldellí de tela fina con muchos pliegues. En una mano, lleva un sello. En los
hombros lleva cartuchos con su nombre. Su rostro es amable, con una ligera sonrisa, que retrata el carácter bonachón del
faraón. Lleva el hureus sobre su cabeza.
La princesa Mnenat
Parece ser que era Merit-Amón, una hija de Ramsés II y Nefertari que, al morir esta, toma la dignidad de esposa real.
Tiene rasgos amables, con una leve sonrisa. Está cubierta por una tela fina que deja ver la anatomía. Lleva una gran
peluca con rizos que cae sobre el pecho dejando ver un collar. La lleva ceñida con una diadema donde está el hureus y
sobre ella lleva una gran corona formada por huerus y discos solares. En la mano izquierda lleva una figurilla, el mnenat,
relacionada con la diosa Hathor y que sólo llevaban las sacerdotisas.
Ramsés III coronado por Seth y Horus
Se trata de un grupo escultórico en el que aparece el faraón Ramsés III con una actitud muy similar al Imperio Antiguo,
adelantando la pierna, con los brazos pegados al cuerpo, los puños cerrados, barba y faldellí. El faraón es coronado por
los dioses Seth y Horus que llevan la cruz de la vida y le miran, formando una composición totalmente simétrica.
Maat y Thot
Representación muy pequeña, de madera policromada, en la que Maat aparece en un tamaño mucho menor
(jerarquización) en forma humana con una gran pluma sobre la cabeza y Thot aparece mucho más grande y con forma de
Ibis.
La etapa amárnica
Amenofis IV, hijo de Amenofis III, de la dinastía XVIII, que reinó en el siglo XIV, entre los años 1379 y 1362
aproximadamente, se cambió de nombre a Ajnatón, que significa servidor o adorador de Atón, aunque normalmente se
dice Akhenatón.
Va a ser un gran reformador en el aspecto social, político y sobretodo religioso, lo que va a repercutir mucho en el arte,
especialmente en la escultura.
Va a promulgar una serie de reformas sociales que le van a crear problemas con los sacerdotes: mejor reparto de tierras
entre el pueblo a costa de mundo sacerdotal, mayor higiene en las viviendas, con letrinas, conductos para el agua,
animales fuera de las viviendas, etc. Tenía un carácter místico, soñador.
Va a abolir el politeísmo, cambiándolo por un monoteísmo basado en la figura de Atón, el dios sol, que va a sustituir a
Amón. Esto produce un cambio en la arquitectura en cuanto a la estructura de los templos, que van a ser templos solares
que recuerdan a los que había en el Imperio Antiguo.
Pese a construir nuevos templos, no destruyó los anteriores. La estructura del templo solar es más abierta. Tras los pilonos
aparece un gran patio abierto para la realización de sacrificios tras el que hay un segundo gran patio con un gran altar
rodeado por otros 365 altares.
Akhenatón decidió dejar Tebas y construir una nueva ciudad algo más al norte y la llamó Ajnatón, ciudad del horizonte
de Atón, pero se conoce como Tel-Amarna. Se construyó muy deprisa, en sólo 15 años, pero también tuvo una vida muy
corta, apenas 15 años, ya que se abandonó muy pronto y se volvió a Tebas, pero como con una cierta idea de volver, ya
que no se destruyó y se han encontrado casas tapiadas, por lo que en cierto modo se han conservado numerosas
esculturas.
Está estratégicamente situada, a orillas del Nilo rodeada por una escarpadura natural de manera que sólo se podía acceder
a ella por la orilla o por dos pasos al norte y al sur. Estaba rodeada de estelas con la imagen del faraón. Había 4 palacios,
templos y talleres artísticos.
La ideología de este faraón es que la verdad debía ir delante de todo. Esto se manifestará especialmente en las
representaciones del monarca, su familia y la nobleza en las que impera el realismo. No es un realismo idealizado, sino
que se refleja también la fealdad, y por ello se representa al faraón con las malformaciones físicas relacionadas con una
enfermedad que sufría.
También dentro de su ideología hay que destacar que no creía en la vida de ultratumba, daba un gran valor a la familia,
por lo que en muchas ocasiones aparece jugando y besando a sus hijas y con su esposa. Tenía una ideología pacifista que
llegaba a pretender prescindir de un ejército guerrero.
Son dos escultores los que han desarrollado sobretodo el taller de Amarna: Beki, que va a desarrollar un realismo
exagerado, también llamado expresionismo degenerado, y Tutmés, que sigue la misma línea pero suavizando un poco las
formas. Esta escuela nos va a dar una nueva estética: figuras con el cráneo alargado, rostro muy chupado, ojos oblicuos y
medio cerrados, pómulos salientes, labios carnosos y prominentes, barbilla redondeada y caída, hombros caídos, brazos y
manos muy largas y delgadas, pecho hundido, vientre abultado y ligeramente caído con el faldellí por debajo, pelvis muy
marcada, muslos muy anchos y piernas muy delgadas. Se conservan fundamentalmente representaciones del faraón y su
familia:
Coloso de Akhenatón
Se trata de uno de los 28 colosos que parece que estaban en Karnak, siete de ellos se encuentran en distintos museos del
mundo. Responde a todas las características anteriores. Tiene el rostro muy alargado. Monarca tipo osiriaco, con el
flagelo y el callado. Obra d Beki.
Akhenatón joven
Tiene el rostro alargado pero no tanto como en la anterior. Pertenece al taller de Tutmés.
Nefertiti
Apareció en las ruinas del taller de Tutmés. Está realizada en caliza policromada, que se conserva muy bien. Falta por
pintar un ojo, es posible que fuera un boceto. Tiene el cuello muy alargado que acaba en un gran collar. Lleva la gran
corona propia de Nefertiti, de forma de cono invertido y ceñida con una cinta. También lleva el hureus. A pesar de sus
rasgos algo alargados es una figura enormemente bella y elegante.
Akhenatón y Nefertiti
Está realizada en caliza policromada. Aunque es muy pequeña, tiene una gran majestuosidad. Aparecen cogidos de la
mano. Nefertiti aparece con la túnica propia del Imperio Nuevo de tela larga y pegada al cuerpo con muchos pliegues.
También lleva la corona característica y el hureus. Akhenatón lleva una tiara como la de Ramsés II.
Cabeza de una princesa, probablemente Meritatón
Es una de sus tres hijas, Meritatón significa "la amada de Atón". Tiene el cuello muy alargado, la barbilla ligeramente
caída, los ojos muy rasgados y el cráneo muy deformado, quizá por un parto difícil.
Otra cabeza femenina
De muy pequeño tamaño. Posiblemente pertenecía a un arpa. Está realizada en maderas de distintos tipos en los que
quedan restos de policromía. Tiene las cejas y los ojos huecos para rellenarlos con otros materiales. Seguramente se trata
de un personaje de la familia real. Reproduce los mismos rasgos.
Cabeza Salt
No pertenece a la escuela amárnica. Se dijo que podía pertenecer a la IV o V dinastía, pero recientes estudios han
demostrado que pertenecía a la XVIII, no se sabe si anterior o posterior a la época amárnica. En ella se da un gran
realismo, tiene los pómulos marcados pero no presenta el resto de rasgos característicos de este taller. Tiene una
magnífica proporción. La cabeza está totalmente trabajada, aunque falta una peluca que seguramente llevaba.
Cabeza de niña
Tampoco es del estilo amárnico. No se sabe quién es, pero por el tipo de rostro acorazonado está cercana a las
representaciones de, por ejemplo, Ramsés. Lleva una peluca rizada recogida con una coleta que cae a un lado, típico de
los niños.
Relieves
Estela del ofertorio a Atón
Vemos al faraón con su familia adorando al sol. A Atón se le representa con el disco solar con numerosos rayos que
acaban en pequeñas manos, que bendicen y acarician a la familia real y que a veces, como en este caso, llevan la cruz de
la vida. El faraón ofrece a Atón las dos Tierras de Egipto simbolizadas en las dos vasijas de tierra. El faraón lleva corona.
También hay decoración floral.
El realismo exagerado resulta especialmente visible en la figura del faraón. Es un relieve típico del Imperio Nuevo en
general, no sólo de esta época, ya que es un hueco relieve, que marca más el claroscuro marcando así mejor el relieve
[esto se desarrolló con la aparición de los pilonos]. Se mantiene también la ley de la máxima claridad.
Escena familiar
El faraón aparece con Nefertiti y sus hijas, una en brazos de Akhenatón, otra en los de Nefertiti y la tercera sobre las
rodillas de ésta. Los padres están acariciando a sus hijas y Akhenatón parece estar a punto de besar a la que tiene en sus
brazos.
Nefertiti lleva su corona característica. Presidiendo la escena aparece el disco solar bendiciendo con los rayos de sus
manos a la familia real. Mismas características estilísticas a la anterior.
Otra escena familiar
Muy parecida a la anterior. Una de las hijas está en el centro y de pie. Las manos de los rayos del disco solar donde están
cercanas a Akhenatón y a Nefertiti llevan la cruz de la vida.
Relieve polícromo de Semenkhare y la princesa Meritatón
Se conservan muy bien los colores. Es también una escena familiar, Los rasgos son característicos de este periodo. Sobre
los hombros llevan joyeles.
En la pintura se dan las mismas características de la escultura.
Tutankhamón
A la muerte de Akhenatón le sucedió su yerno Semenkhare, casado con la hija del faraón Meritatón, pero sólo reinó
durante tres años. Ya con Senemkhare se dieron ciertos cambios políticos y religiosos (por ejemplo, permite que el
nombre de Amón se pueda invocar en público, acabando así con la exclusividad del culto a Atón). Pero fue con
Tutankhamón, un niño que parece que era su yerno por estar casado con la tercera de las princesas, Ankhesenamón,
aunque también se ha dicho que pudiera ser su hijo y que sucedió a Semenkhare, cuando se consuma el abandono de
Amarna y la restauración del culto de Amón, aunque sin abolir el de Atón, que seguirá vigente hasta el reinado de Seti I.
En la época de Tutankamón se puede ver todavía una pervivencia de Amarna, pero se va suavizando y van ganando
terreno las notas de ese bello estilo que comenzó Amenofis III y que continuará Ramsés II.
Tutankhamón de niño
En esta escultura todavía se ven las formas que recuerdan al periodo amárnico, pero mucho más suavizado. Tutankhamón
reinó y murió muy joven, entre el 1345 y el 1335, muriendo con unos 19 años. Se trata de una representación alegórica en
relación con el nacimiento de Horus sobre el cáliz de una flor de loto, de la que emerge la cabeza del faraón. Está
realizado en madera estucada y policromada. Pese a dejar la mirada al aire, hay una ligera expresividad.
Su tumba se encuentra en el Panteón de los Reyes y se descubrió en noviembre del 1922 por Carter, que entró en febrero
del 1923 descubriendo el magnífico tesoro que allí se guardaba. Hay muchas leyendas en torno a la apertura de esa tumba
relacionadas con enfermedades y muertes que sucedieron durante su apertura y exploración.
Pese a ser un hipogeo no tan complicado como las del resto del Imperio Nuevo, se encontró prácticamente intocada. La
tumba había sido violada en la antigüedad, se cree que unos 10 años después del enterramiento del faraón, pero es posible
que se descubriera el robo y la tumba se volvió a sellar y se cerrar hasta su descubrimiento el siglo pasado.
Posiblemente cayó un aguacero que arrastró la tierra a su alrededor favoreciendo que permaneciera oculta. Los ladrones
se debieron llevar bastantes joyas, especialmente las que se encontraban más al exterior, pero aún así queda un grandioso
tesoro. La tumba era tan rica, que hasta las puertas son muy valiosas, recubiertas de oro con decoración de relieves,
siempre en relación con el mundo de ultratumba.
El ka de Tutankhamón
Esta escultura muestra al faraón en tamaño natural en actitud de caminar, pero con los dos pies sobre el suelo, como era
costumbre, Lleva sandalias, un velo que recuerda al nemes llamado khat que le deja las orejas al descubierto y en el
centro el hureus. En las manos lleva el cetro y el callado. Tiene el vientre ligeramente abultado, aunque es posible que
esto fuera para resaltar la anatomía y no por seguir el estilo amárnico.
Figurillas del faraón
Se encontraron cientos de figurillas muy pequeñas del faraón y también multitud de outsbeti (365 para cada día del año,
más 36 capataces por cada semana de diez días y otros 12 por mes).
Hay una dorada que representa la figura del faraón con la corona del Bajo Egipto pescando. Lleva el faldellí y está sobre
una barca simbólica, dispuesto a lanzar el arpón. Los pies ya no están pegado al suelo, pero sí lleva sandalias. Hay un
gran interés por el estudio anatómico, es muy proporcionado. Está rompiendo el especio. Sus rasgos son muy bellos.
Hay otra, con el faraón con la corona del alto Egipto, que no está del todo proporcionada. Lleva en las manos el flagelo y
el callado y está sobre una base apoyada en una pantera. Es una figurilla claramente funeraria ya que la pantera en uno de
los animales relacionados con el mundo de ultratumba. Quizá esté relacionada con el viaje que debe hacer el faraón. El
faraón es dorado y la pantera es negra con toques dorados. Tiene un rostro joven y bello y los dos pies sobre el suelo.
Una tercera, también dorada, representa al faraón como Osiris: con los brazos cruzados, envuelto en un sudario y con los
símbolos (hureus, callado y flagelo), pero sin barba postiza. También presenta un rostro joven y bello.
Armario canópico
Se trata de un armario que a su vez contenía otros armarios canopios en su interior. Debido a su gran tamaño tuvo que ser
armado en su interior. Es de madera recubierto por láminas de oro.
En cada una de las cuatro caras tiene a una diosa que de una forma u otra están relacionadas con el mundo de ultratumba.
Son esculturas exentas doradas que están mirando al armario y tienen los brazos abiertos en actitud protectora. No hay
tanta armonía ni proporción como en otras esculturas (tienen el tronco mucho más grande que las piernas, los brazos muy
finos pero muy largos, etc.).
Están cubiertas con túnicas muy finas que dejan ver la anatomía y llevan el khat. Las caras del armario estaban trabajadas
pero apenas se destaca. Remata con una terminación en gola con una hilera de cobras con el disco solar policromadas en
azules y rojos que marcan un gran contraste. Está cubierto por un baldaquino con la misma terminación.
El chacal de Anubis
Se trata de un pequeño armario que contenía ungüentos, perfumes, etc. cubierto de chapas de oro con relieves. Está
cornado por la figura de Anubis, que sirve como protector. Está tumbado con mucha calma. Se trata de una figura llena de
realismo. Acusa mucho las orjeas y los huesos. Es de un tono oscuro con toques de oro en las orejas, los ojos y el collar, y
de plata en las uñas.
Trono de Tutankhamón
Está realizado en madera y cubierto con policromía y pedrería. Las patas terminan en garras de león y en la parte alta
tienen cabezas de este animal. Los brazos están formados por águilas coronadas con las alas extendidas. Lo más llamativo
es el relieve en el respaldo del trono en el que aparece una escena presidida por el disco solar con las manos que veíamos
en las representaciones de Amarna, algunas de las cuales llevan la cruz de la vida. En ella, aparece Tutankhamón sentado
en un trono mientras su mujer le acaricia perfumándole. Ambos llevan grandes pectorales. Es un bajorrelieve en el que
hay una preocupación por el volumen, que se va modulando, no hay sólo dos planos.
La tumba
Se trata de un sarcófago grande de cuarcita rosa y granito rojo [arte egipcio, 179]. En su interior había tres sarcófagos más
pequeños uno dentro del otro, realizados los dos primeros con madera recubierta de oro y el último totalmente de oro
[82]. El intermedio lleva el nemes, la barba, el hureus y el buitre y está representado como Osiris. Se encuentra cubierto
de relieves y policromado, con un predominio del azul y del rojo. Tiene el rostro idealizado, muy proporcionado.
La momia se encontró rodeada de multitud de amuletos y cubierta con una máscara y un pectoral. La máscara era muy
rica, realizada en lapislázuli y oro. El nemes, en el que se encuentran la cobra y el buitre, cae por delante. Hay una mayor
frialdad que en la anterior, no insinúa esa ligera sonrisa y tiene los ojos más perdidos. El pectoral, realizado con oro y
pedrería, iba sobre la momia ajustándose a la forma anatómica. En él, está representado el disco solar, un escarabajo, dos
dioses, etc.
Épocas tardías
A partir de la dinastía XXI comienza una crisis política y artística. En la época saíta vuelve a haber un cierto renacimiento
artístico y más tarde el arte se verá influido por Grecia y Roma. Así pues, a partir de este momento no va a haber grandes
innovaciones. Lo único que merece la pena destacar es el uso de otros materiales en la escultura: metal, principalmente
bronce, incustraciones de pedrería, etc.
La reina Koromana
Pertenece a la dinastía XXII, en el siglo VIII. Es una figurilla no muy grande realizada en bronce con incustraciones de
otros metales y recubierta en algunas zonas (brazos y cara) por láminas de oro.
Es muy similar estilísticamente a lo anterior. Lleva los brazos hacia delante abiertos, seguramente llevaba un sistro en las
manos. Lleva la cabeza alta mirando al frente, con una peluca del estilo de las de Ramsés y con el hureus. Lleva una
túnica, con las mangas cortas que sobresalen, muy pegada al cuerpo dejando ver una anatomía muy perfecta, hay
idealización. Tiene los ojos y la boca más pequeños y las formas son más minuciosas.
La cabeza verde
Pertenece a la dinastía XXX, del siglo IV a.C., y está realizada en pizarra verde. Posiblemente es la cabeza de un
sacerdote, que seguramente formaría parte de una escultura de cuerpo entero.
En todo caso representa a un hombre maduro con un gran realismo y una gran preocupación anatómica, pero parece más
bien el retrato de un tipo humano, revestido de una gran autoridad, que de un individuo concreto, debido a la absoluta
simetría de los pliegues del ceño, de las patas de gallo de los ojos y de las arrugas labio-nasales y a que está demasiado
rígido y hay una excesiva simetría y geometrización.
Pintura Egipcia
Las ocas de Meidum
Se trata de una pintura en relieve (muy visible por ejemplo en las plumas) que se
encontró en el interior de la mastaba de Nefermaat en Meidum de principios de la
IV dinastía.
Representa a seis ocas en dos grupos totalmente simétricos que están sobre un
fondo liso y con pequeñas formas de vegetación a su alrededor. Las aves están
realizadas con muchísima minuciosidad.
Tumba de Nakht
Es la tumba de un noble, Nakht, que fue encontrada en el Valle de los Reyes. Es un
ejemplo de tumba de noble, que solían ser muy sencillas estructuralmente pero
todas decoradas con pinturas.
Aparecen Nakht y su mujer haciendo una ofrenda como escena principal, mientras
que hay varias escenas secundarias en diferentes registros secundarios delimitados
por simples líneas negras en las que los servidores del matrimonio aparecen
realizando diferentes actividades. Mientras que las figuras principales se mantienen
con hieratismo, los servidores manifiestan un gran dinamismo. Hay, como es
habitual, un zócalo pintado y una cenefa que muchas veces culmina con formas
geométricas o con el disco solar y la cobra. También se suelen cerrar los laterales
con cenefas.
En otra pared, está representada la falsa puerta rodeada por la izquierda, la derecha y por debajo por escenas de
servidores, simétricos a los lados de la puerta, ofreciendo alimentos.
Otra de las escenas representadas en esta tumba es la de tres figuras femeninas que tocan instrumentos: el arpa, la flauta y
el laúd. El dinamismo lo da la figura central, que está prácticamente desnuda, toca el laúd y se gira hacia su compañera.
Las figuras de los lados, más hieráticas, están vestidas con túnicas blancas que dejan ver la anatomía gracias a una línea
que la define.
Otra escena es una escena de vendimia, sobre fondo blanco y en distintos registros. También una pareja arando la tierra,
con un registro arriba en el que están recogiendo la siembra con una hoz y abajo árboles con frutos. Fondo amarillento y
gran detallismo. También en esta tumba aparece una escena paisajística con flores de papiro, aves y mariposas volando.
Entre las flores de papiro aparecen también nidos con huevos. Y por último, preparación de la momia por Anubis.
Tumba de Nebamum
Escena de viña más simple. No hay dibujo ni gran detallismo. Escena de rituales, danzas y banquetes. Plañidera, que
siempre se representan igual.
Tumba de Ramose
Pese a que quedó acabada, seguramente por la aparición de la escuela amárnica, es muy llamativa. Ya se habló del
personaje en los relieves. Las pinturas son alusivas al cortejo fúnebre. Hay dos registros: en el superior llevan el féretro y
en el inferior aparecen los servidores del difunto que llevan los objetos que le acompañarán en la vida de ultratumba y las
plañideras.
Tumba de Sennefer
También es llamada "tumba de la viña" debido a las representaciones de racimos en la parte alta, realizadas con un gran
detallismo.
No hay división en registros, sólo una escena de gran tamaño en la que aparecen Sennefer y su esposa con un sacerdote
que derrama sobre ellos un líquido purificador representado por una línea en zigzag. La mujer lleva una gran cruz de la
vida en la mano. La escena está llena de jeroglíficos.
Tumba de Nefertari
Esta tumba es más grande que las anteriores. La cámara del sarcófago está sostenida por cuatro pilares cuadrangulares. El
techo está pintado de azul con estrellas amarillas, simbolizando el cielo. En los pilares hay dibujadas figuras de dioses y
están llenos de jeroglíficos. También tienen un zócalo y una cenefa en forma de capitel.
También en esta tumba hay una escena en la que está representada Nefertari dando una ofrenda a la diosa Hathor, pero no
las dos tierras sino simplemente ungüentos, perfumes, etc. Hay perspectiva abatida en la mesa. Nefertari lleva una túnica
blanca de manga corta (típica de la época) y podemos ver su anatomía gracias a una línea que la marca.
Otra escena en la que también sale representada la reina es en la que está representada jugando al ajedrez, pero no es una
escena lúdica sino ritual: significa que la reina está recobrando la vida, de la que el ajedrez es también símbolo. Con su
vestido entreabierto y desceñido, Nefertari muestra en su desnudo que ha vuelto a la vida en el recogimiento de su tumba,
idea ésta expresada por el tabernáculo o edículo que la cobija.
Tumba de Amenofis
Representa una sagrada conversación entre el faraón y el dios Osiris. Ambos llevan sus atributos: Osiris lleva la corona
del alto Egipto, la barba postiza acabada en curva, callado, flagelo y cruz de la vida en las manos, que están cruzadas y
son lo único que sobresale del cuerpo, que está envuelto en lienzo.
El faraón lleva el nemes de oro, el hureus, la barba postiza, está vestido con el faldellín, etc. Hay un gran predominio del
trazado, de hecho sólo hay policromía en algunas partes, básicamente en los atributos y adornos de las dos figuras. Hay
un mayor hieratismo y se cumple la ley de la máxima claridad.
Capilla funeraria de Tutmosis III
Estaba Dedicada al dios Amón. En la pared, aparece el faraón ofreciendo perfume a Amón, que está entronizado mientras
que el faraón permanece de pie. Hay muchos jeroglíficos y están destacados sobre un fondo blanco. Hay cenefas de
colores que enmarcan la escena. Tiene una estructura abovedada y la bóveda está pintada de azul con decoración de
estrellas amarillas. Los colores se han conservado perfectamente.
Otras escenas:
Dama que, en una postura muy forzada, es arreglada por sus sirvientas. La figura central es la que da movimiento.
Jerarquización por tamaño.
Escena de cacería, con una postura muy forzada del animal, pero en los cazadores posturas reales con mucho
movimiento.
Escena de servidores que llevan animales y otras ofrendas. Perspectiva inversa. Piel del animal con manchas de color.
Barcos. A veces eran representados transportando mercancías, pero lo más normal es que estuvieran relacionados con el
viaje a la tumba?. Es un fiel reflejo de cómo eran los barcos.
Representación de trabajadores, con una gran libertad de posturas. A partir del Imperio Nuevo comienza el factor
estético.
Peces, con detalle, pero no tanto como en el Imperio Antiguo.
Capilla de la diosa Hathor en el templo de la reina Hatshepsut en Deir-el-Bahari. Aparece la diosa con la cruz de la vida y
hay una alusión a la arquitectura.
Relieve egipcio
Relación entre el relieve y la pintura egipcia
El relieve y la pintura mantienen una serie de características comunes y están muy relacionadas con la arquitectura:
Frente al hieratismo de la escultura, va a haber un gran dinamismo
Se encontraban principalmente en templos, tumbas y palacio, aunque de estos últimos prácticamente no nos han
quedado restos
Tienen tres finalidades fundamentales:
o Religiosa
o Política y propagandística, esta suele estar representada en los templos, fundamentalmente en los pilonos,
y también en las tumbas, y sirve para mostrar el poder y la fuerza del faraón.
o Representación de la vida cotidiana, esto se da fundamentalmente en tumbas. En estas representaciones
siempre suele haber referencias al Nilo.
Suelen representarse en registros paralelos y sin interrupción de escenas. La separación de registros se hace
siempre con líneas simples.
Hay una jerarquización por tamaños; tanto es así que muchas veces hay una escena principal que ocupa toda la
altura y a su alrededor están las escenas secundarias.
Suele haber inscripciones, que pueden ser conmemorativas, especialmente en las escenas propagandísticas, o
alegóricas.
Se mantienen los convencionalismos de las primeras épocas, como la ley de la frontalidad.
Son representaciones bidimensionales. Cuando hay perspectiva suele ser inversa o abatida, pero en todo caso no
hay una tercera dimensión.
Minuciosidad y detallismo no sólo en personas sino también en todo lo que las rodea.