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REFLEXIÓN DE SOCIOLOGÍA

Valentina Cubillos de Arcos


He elegido esta página (número 32), ya que me ha parecido muy interesante y posteriormente
explicaré el motivo:`` Una gran parte de nuestra actividad como madres y padres viene
marcada como resultado de una especie de «mecánica espontánea» que se guía por un piloto
automático, fruto de ese histórico familiar y las dinámicas sociofamiliares que hemos vivido.
Tendemos a cuidar y educar a nuestros hijos como nos cuidaron y educaron. Si queremos
identificar un estilo educativo compatible con una parentalidad sana, centrado en el buen trato
y en la conexión adecuada con nuestros hijos, debemos identificar previamente cómo nos
cuidaron y educaron a nosotros mismos. Y es, desde ahí, desde donde podremos construir
nuestra competencia parental y marental eficaz y generar espacios de seguridad y protección
adecuados. De este modo, podremos ser fuente del aprendizaje necesario para hacer frente a
los desafíos de nuestro entorno. Una familia sana debe estar basada en el respeto mutuo,
donde nuestros hijos e hijas sean considerados como miembros copartícipes de los procesos
familiares y sociales en los que estemos inmersos. Y para ello, necesitamos conocer los
diferentes estilos educativos.

Para poder analizar nuestro estilo educativo, es necesario atender a diferentes variables. Para
visualizarlo gráficamente, podríamos colocar estas tres variables en tres ejes, de manera que
cada uno formaría un continuo de o a 100, dependiendo del grado de presencia de cada uno
ellos en nuestro estilo educativo. ´´.

Este apartado hace reflexionar sobre cómo tendemos a reproducir los patrones de crianza que
experimentamos en nuestra propia infancia, a menudo de manera automática y sin
cuestionarlos. Esta reflexión es fundamental para identificar aspectos positivos que deseamos
mantener, pero también aquellos que podrían necesitar ajustes o cambios para promover una
crianza más saludable y conectada. Por este motivo, me ha parecido muy interesante este
apartado dado que es fascinante la manera en la que la socialización con el otro incide en el
desarrollo posterior de tu personalidad.

También habla sobre tres variables en ejes continuos mediante las cuales se tiene la opción de
poder visualizar el estilo educativo, algo que es particularmente interesante y útil. Podrían
representar aspectos clave del estilo educativo, como el control, la comunicación y el afecto. Al
asignar valores a estas variables, se puede crear un perfil visual que ilustre de manera clara y
concisa las características predominantes de nuestro estilo educativo. Con esto, aunque no es
de manera exacta, podemos conocer los principales rasgos que nos caracterizan en el ámbito
educativo. Por ello, es muy interesante también esta parte del libro, ya que al identificar dónde
nos encontramos en cada eje y cómo se relacionan entre sí, se puede distinguir y poder actuar
sobre los rasgos de personalidad que necesiten un ligero cambio para mejorar nuestra labor
como educadores. Además, nos permite tomar decisiones más detalladas sobre cómo
deseamos criar a nuestros hijos, basadas en una comprensión más profunda de nuestros
propios valores, experiencias y metas familiares.

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