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Los síntomas de la crisis.

Los primeros síntomas de la crisis aparecen en años tan tempranos como 1983
• El desbalance comercial prácticamente se duplica de 1983 a 1984
alcanzando la cifra de 1751 millones de pesos en ese año contra 687 en
1983.
• En el área de Moneda Libremente Convertible (MLC) el deterioro de un
año a otro es considerable. Para 1983 el superávit comercial fue de 450
MMP, mientras que en 1985 la situación es completamente a la inversa, con
un déficit de 400 MMP.
• En 1984 la ejecución fiscal muestra un déficit presupuestario de 76 MMP,
contra un superávit de 735 MMP en 1983.
• La liquidez en manos de la población se incrementa de 69 MMP en 1983 a
205 MMP en 1984.
La tasa de crecimiento obtenida en el quinquenio `80-`85, la posibilidad de
obtener suministros seguros en el campo socialista, la reprogramación de la
deuda con el Club de París, que se alcanza en 1982 y los ingresos
obtenidos por la reexportación de petróleo permitieron retardar los efectos
más contundentes del agotamiento del modelo de crecimiento, dando lugar
a una especie de “crisis silencios

Las manifestaciones más importantes del deterioro de la dinámica de la


economía en el período `86-`90 fueron:
• El virtual estancamiento de la dinámica de crecimiento del PIB en tres de
los años del quinquenio y un promedio para el período de 0%.
• Crecimiento acelerado del déficit fiscal que pasa de –197 millones de
pesos en 1986 a –190 millones en 1990

Los factores causales de la crisis. Aspectos estructurales.


1. El patrón de inserción externa.
El patrón de inserción de Cuba al CAME, constituye uno de los factores
estructurales que permiten explicar la crisis.
Ventajas de la inserción al CAME
- Una relación de intercambio superior a la del mercado mundial, en virtud de
los precios acordados para las diferentes exportaciones. (Se calcula que en la
década de los `80 ello significó ingresos superiores de algo más del 50% de los
que se hubieran obtenido en el mercado mundial).
- Financiamiento para el desarrollo y para equilibrar la balanza de pagos.
(Entre 1980 y 1989, como promedio, alrededor del 25% de las importaciones
provenientes del CAME se financió por el desbalance comercial)”
• El 88% del comercio exterior se realizaba con el CAME.
• Entre 1959 y los inicios de 1980 la inversión proveniente de los países
socialistas representó el 80% de toda la inversión externa.
• En 1985 la ayuda proveniente de la URSS alcanzó 2 300 millones de pesos.
• Entre 1959 y 1985, los países socialista europeos, excluyendo a la URSS,
cubrieron con créditos (otorgados en muy favorables condiciones) desbalances
comerciales del orden de los 1 200 millones de pesos.
Resulta sin dudas incuestionable las ventajas que Cuba obtuvo de su inserción
en el sistema CAME, lo que si no parece igualmente ventajoso es que dicha
inserción se produjera sobre la base de una especialización en productos de
bajo valor agregado, lo cual consolidaba el patrón de especialización productiva
tradicional del país y contribuyó a aumentar la dependencia externa de la
economía cubana.

Desarrollo industrial.
El esfuerzo industrializador realizado en los cuarenta años de Revolución ha
sido significativo. El mismo puede ser dividido en dos grandes períodos, bien
diferenciados entre sí.
El primero de 1959 a 1975, cuyas características pueden resumirse de la
siguiente forma:
• Fluctuaciones en las inversiones y en la producción.
• Ritmo de crecimiento industrial moderado (4,1%).
• Crecimiento más acelerado del empleo industrial que de la productividad.
• Reducción de las exportaciones industriales no tradicionales.
• Concentración de las inversiones en la industria azucarera y en la industria
mecánica con destino a la agricultura a partir de 1965.
• Disminución del peso de las inversiones industriales dentro del total de las
inversiones, con fuertes oscilaciones entre un año y otro.
El segundo período abarca los años 1975-1989, y sus características fueron:
• Aceleración del ritmo de crecimiento de la producción industrial (6%).
• Elevación y estabilidad de la tasa de inversión en el 35% durante todo el
período.
• El 80% de todos los recursos dedicados a la industria en los 30 años de
Revolución se invierte en este período.
• Los medios básicos en explotación se multiplicaron por tres

2. Fallas estructurales del desarrollo industrial


 No se producen variaciones significativas en el modelo de
especialización industrial.
 La débil respuesta productiva de la principal industria del país al fuerte
proceso inversionista realizado en ella.
 Falta de integración interna de la industria.

Sector agrícola
El sector agrícola cubano ha sido uno de los que mayores transformaciones ha
experimentado en los cuarenta años de Revolución, también ha sido
estratégico en todo el proceso de transformaciones. En un esfuerzo de síntesis
puede afirmarse que las transformaciones realizadas en los primeros treinta
años abarcaron todos los aspectos:
• La propiedad; se erradica la propiedad latifundista (nacional y extranjera) y al
mismo tiempo se crea un fuerte sector estatal, junto a un sector de pequeños
productores y un sector cooperativista.
• Se produce una transformación tecnológica profunda y se alcanza un alto
grado de mecanización.
• Se produce una significativa disminución relativa de la población
económicamente activa empleada en la agricultura.
• Cambia la distribución espacial de la tierra entre los diferentes cultivos y
producciones.
• Mejoran sustancialmente las condiciones de vida y trabajo en el sector
3. Fallas estructurales del sector agrícola
Así, para 1989 la agricultura cubana presentaba un grupo de fallas
estructurales que contribuyen sustancialmente a la crisis y son, a la vez,
problemas nuevos, no resueltos desde la perspectiva del desarrollo:
 El sector agrícola claramente dividido en dos sectores bien definidos y
diferenciados, uno orientado a la producción de bienes transables
internacionalmente, privilegiado en la asignación de recursos en la
misma medida que estaba encargado de sostener la dinámica de la
acumulación a escala de todo el país y otro, especializado en producir
alimentos para el consumo interno, menos beneficiado en la asignación
de recursos
 La estructura de uso de la tierra por tipo de cultivo netamente
desfavorable a la producción de alimentos para el mercado.
 Una división del trabajo a lo interno del sector que promovió una elevada
especialización, en donde la producción estatizada asumió el patrón
agroexportador, sin apenas diversificación productiva, mientras los
productores campesino-parceleros asumían la diversificación en
detrimento de la producción de bienes para la agroindustria no
exportadora.
 Un sector agrícola con una alta dotación técnica y de fuerza de trabajo
calificada que, al no alcanzar aumentos proporcionales de productividad
y rendimientos, padeció y padece de un déficit crónico de fuerza de
trabajo.
 La agroindustria siguió concentrada en lo fundamental, en los bienes
exportables.
 Las actividades de beneficio post cosecha para los bienes destinados al
mercado interno apenas se desarrollaron.
 Preminencia de grandes empresas agrícolas estatales con una débil
capacidad organizativa y administrativa frente a la pequeña propiedad
campesina mejor administrada y más eficiente en general.
Las fallas de la inserción externa, del proceso de industrialización y del sector
agropecuario, son tres aspectos, que constituyen fallas estructurales, mismas
que están en la raíz de la crisis que la economía cubana comienza a padecer
desde 1986 y que se agudiza en 1990 y a la vez, sus soluciones, constituyen
metas pendientes del proceso de desarrollo que tiene lugar en Cuba a partir de
1959.

Aspectos funcionales asociados a la crisis.


1. El funcionamiento macroeconómico
Con relación a los aspectos funcionales asociados a la crisis resulta pertinente
señalar el papel jugado por el Sistema de Dirección y Planificación de la
Economía implantado a partir de 1975.
El SDPE determinaba un sistema de relaciones que debía garantizar la
diferenciación entre la función de planificación y la de administración de los
recursos, así como los sujetos principales encargados de cada función, sobre
la base del cálculo económico.
Ya a la altura de 1976 este modelo no representaba una posición reformista de
avanzada sino, por el contrario, era la alternativa ortodoxa a los nuevos
planteamientos de descentralización y reforma de mercado. Lo anterior permite
comprender porque ya desde el primer quinquenio el SDPE confronta
problemas en su aplicación que a la vez se convierten en obstáculos
funcionales al mejor desenvolvimiento de la economía cubana.

La perspectiva microeconómica.
2. Las fallas del funcionamiento empresarial
Para mediados de los años ’80 se reconocían un grupo de insuficiencias del
sistema empresarial.
1. Problemas asociados a la propia concepción aplicada para su creación.
Excesivo tutelaje por parte de los organismos de la administración central e
interferencias de los mismos en la gestión de las empresas. Organización
excesivamente centralizada del abastecimiento. Alejamiento de los avances
mundiales y del mercado externo.
2. Cuadros. Carencia de un reglamento sobre la política de cuadros.
3. Ciencia y Técnica. Falta de vinculación estrecha entre los centros de
investigación y la producción.
4. Planificación y control tecnológico. Carácter complejo y laborioso del
sistema. Poca atención a la reducción de costos. Complejidad del sistema de
contabilidad.
Efectos del incremento del bloqueo norteamericano en la economía en el
período 1990- 1994.
La desaparición del campo socialista y el posterior desmembramiento de la
URSS condujeron a la administración norteamericana a percibir la solución del
“problema cubano” nuevamente en términos muy parecidos a los iniciales de la
década de los `60. De hecho, la administración norteamericana comenzó una
escalada de acciones que ha tenido en el recrudecimiento del bloqueo su arma
principal.
Ese diseño renovado de política hacia Cuba se basó, en los momentos
iniciales, en la percepción yankee de la imposibilidad de que Cuba sobreviviera
a la desaparición de la URSS debido a la alta dependencia de la economía
cubana de aquel país. Consecuente con esa visión, la administración
norteamericana promulgó la llamada Acta para la Democracia Cubana (Ley
Torricelli), aprobada en 1992. La Ley Torricelli fue el instrumento inicial ideado
por Estados Unidos para reforzar el aislamiento externo de Cuba y provocar la
caída del socialismo cubano, con ella se agregaron nuevas sanciones a las ya
existentes:
 prohibición del comercio de subsidiarias norteamericanos en terceros
países con Cuba, comercio que crecía progresivamente hasta alcanzar
los 718 MM$;
 prohibición a embarcaciones que toquen puerto cubano, de cargar o
descargar fletes en puerto norteamericano en los 18O días
subsiguientes;
 restricciones de las remesas a Cuba;

Estrategia de sobrevivencia y política anticrisis.


Cuba en ese momento era una economía limitada de oferta: excesos de
inventarios y mal uso de recursos junto con el síndrome de escasez;
dificultades con la calidad y con la introducción del progreso científico-técnico;
costos resistentes a la baja, exceso de inversiones con dilatación de los plazos
e incremento de los presupuestos; e inflación reprimida en el mercado de
bienes de consumo que combinadas con aquellas fallas estructurales y
funcionales y el recrudecimiento del bloqueo hacía aún más difícil la solución.
La estrategia de “supervivencia y desarrollo” asumida a partir de 1990
constituyó un factor condicionante y estableció marcos límites precisos al
diseño de política, en el sentido de que intentó combinar a la misma vez,
medidas que enfrentaban la disminución sustancial de la oferta con aquellas
otras que garantizarían continuar una senda de desarrollo.
De forma sintética dicha estrategia se resumía en tres aspectos:
1. Sobrevivir.
2. Llegar a un punto en que empezaran a mejorar las condiciones de vida de la
población.
3. Preservar la Patria, la Revolución y el Socialismo70.
Las palancas en las cuales se apoyó fueron:
♦ Disminución de la tasa de acumulación y reducción del listado de prioridades
del programa de desarrollo económico.
♦ Afectaciones del consumo individual y social por la vía de la reducción central
directa.
♦ Sostenimiento del derecho al trabajo (con relocalización de la fuerza de
trabajo) y garantía salarial básica.
♦ Amparo de los gastos sociales (seguridad social, educación, salud, y otros)
♦ Ahorro energético
Dicha estrategia además se basó en el desarrollo de un grupo de programas
sectoriales, los cuales fueron:
1. Programa de la agroindustria azucarera.
2. Programa alimentario.
3. Programa de turismo.
4. Programa de Biotecnología, Industria Médico-Farmacéutica y Equipos
Médicos.
5. Energía
Comienza entonces un proceso de apertura al capital extranjero y de
flexibilización del comercio exterior que se ampliará y profundizará en los años
posteriores.
Los desequilibrios que se acumulan durante estos años hicieron imprescindible
un cambio sustancial en el ritmo y características de la política económica a
partir del verano de 1993. De esta forma, y en un lapso de 18 meses se pone
en práctica un grupo de medidas que significaron cambios sustanciales, tanto
desde el punto de vista de la utilización de instrumentos de política, como por
sus efectos sobre la economía nacional:
 Apertura a la inversión extranjera: El gobierno cubano comenzó a
permitir la inversión extranjera en sectores clave de la economía,
incluyendo el turismo, la minería y los servicios.
 Fomento del turismo: El gobierno cubano comenzó a fomentar el turismo
como una importante fuente de ingresos para la economía, lo que llevó a
un aumento en la construcción de hoteles y otros servicios turísticos.
 Reformas agrarias: El gobierno implementó reformas agrarias que
permitieron a los campesinos tener un mayor control sobre sus tierras y
la producción de alimentos.
 Ampliación del trabajo por cuenta propia en actividades seleccionadas.
 Creación de unidades básicas de producción cooperativa, mercados
agropecuarios y la entrega de tierras en usufructo.
 En materia monetaria y cambiaria fue necesario adoptar diversas
decisiones:
-legalización de la tenencia y circulación de divisas dentro del país;
-apertura a las remesas desde el exterior;
-establecimiento de un sistema de dualidad monetaria (CUP y CUC) y
cambiaria con dos tipos de cambio, uno fundamentalmente para las
relaciones entre las entidades de propiedad estatal y el otro para la
población y otras entidades.
 Reorganización de la administración del Estado, proceso en el que se
racionalizaron unidades presupuestadas y organismos.
Simultáneamente, fueron redimensionadas empresas. Todo ello con el
objetivo principal de reajustar sus funciones y reducir plantillas
excesivas.
La crisis que a partir de 1990 enfrentó la economía cubana fue el producto de
la combinación de factores internos, asociados a aquellos problemas
estructurales que no fueron resueltos y de factores externos, también
estructurales, asociados al grado de inserción de la economía cubana en el
sistema socialista y a la forma en que se realizó dicha inserción. En este
sentido se subraya que la crisis no es el producto de factores coyunturales, ni
tampoco del movimiento cíclico de la economía.
La política anticrisis diseñada como parte de la estrategia de supervivencia, a
partir de 1990 y en especial las medidas puestas en prácticas a partir de 1993,
permiten calificarla como una política de ajuste estructural socialista, en la
misma medida que la búsqueda de los equilibrios macroeconómicos se ha
llevado a cabo sobre la base de mantener la equidad social y el protagonismo
del Estado en la economía.
La política anticrisis que materializó la estrategia de supervivencia, identificó
correctamente la principal restricción de la economía cubana en el deterioro de
la cuenta corriente del balance pagos, en especial en la disminución de la
capacidad de importación del país.

Lineamientos, Conceptualización y Plan Nacional de Desarrollo


Económico y Social 2030

Lo que distinguió a la política económica fue su enfoque de «administración de


crisis», algo que permaneció inalterable desde inicios de los noventa hasta la
aprobación de los lineamientos económicos y sociales.
Condiciones bajo las cuales se inicia el esfuerzo transformador de 2007-2008
 Distorsiones macroeconómicas,
 restricción de balanza de pagos,
 una alta propensión a importar junto a un sector productivo
tecnológicamente atrasado y con altos niveles de ineficiencia,
 así como un fuerte deterioro del salario real

Existen dos etapas en el proceso de reformas que son perfectamente


distinguibles. La primera va de 2007 a 2010, donde predomina el esfuerzo por
corregir los problemas heredados con medidas puntuales. La segunda, a partir
de finales de 2010 (discusión de los Lineamientos) y sobre todo desde 2011
(aprobación de los Lineamientos), donde se abre camino una concepción más
abarcadora y programática
Lineamientos
El proceso de elaboración y discusión de los Lineamientos fue, a la vez, un alto
en el camino de las transformaciones emprendidas desde 2007, que permitió
ordenar las ideas fundamentales y resultó un diagnóstico de lo realizado hasta
2010 y de las necesidades de transformación de la economía nacional. Los
Lineamientos marcaron la hoja de ruta de las reformas a realizar y
constituyeron una plataforma que expresaba en ese momento un consenso
social y político (los límites máximos permisibles) para esta etapa del proceso.
Se trata de un conjunto de directrices que entablan las bases para la
actualización del modelo económico y social del país, con el fin de mejorar la
eficiencia del sistema productivo, aumentar la calidad de vida de la población y
garantizar la sostenibilidad del modelo socialista.
Los lineamientos son el resultado de un proceso de análisis, discusión y
consenso entre los distintos actores involucrados en la toma de decisiones, y
se utilizan como marco de referencia para la elaboración de políticas y
programas específicos. En otras palabras, los lineamientos son una especie de
hoja de ruta que orienta y guía las acciones y decisiones del gobierno o la
organización que los adopta.
Pueden distinguirse tres líneas de acción fundamentales en su propósito de
«actualizar el modelo de funcionamiento económico cubano»:
■ Transformaciones en la estructura de la propiedad y en la gestión de la
misma, que conducen a disminuir la presencia del Estado en la economía. La
entrega gratuita de tierra estatal a usufructuarios privados de por diez años y la
ampliación del sector del trabajo por cuenta propia en un primer momento, el
fomento de cooperativas en sectores no agrícolas y el arrendamiento a
privados de instalaciones y locales que prestan diferentes tipos de servicios,
desde cafeterías hasta barberías, constituyeron parte de esos cambios.
Mientras, la concesión de mayores libertades de decisión a las empresas
estatales completaría ese primer propósito. Sin embargo, este último aspecto
resultó el más demorado en su ejecución.
■ Restructuración y modernización del aparato estatal, lo cual incluyó,
reestructuración de ministerios y erradicación de otros, así como la creación de
instituciones y normas con la finalidad de manejar la economía a través de
instrumentos de regulación indirecta y con ello poder darle a las empresas
estatales mayor independencia económica.
■ Erradicación de prohibiciones que limitaban las oportunidades de la
población; se aprobó una norma que creó un mercado privado de autos y un
mercado privado de casas, la posibilidad de que las cooperativas pudieran
vender directamente a hoteles y a la gastronomía sin depender de
intermediarios estatales; además se «modernizaron» las normas migratorias.

La necesidad de conceptualizar un modelo de desarrollo económico y social


aparece después como un producto lógico de las transformaciones realizadas,
en especial, bajo el patrón de los Lineamientos y de consensos que se fueron
construyendo.
Conceptualización
La Conceptualización del modelo económico y social cubano es, de alguna
manera, el resultado de aquellos consensos, pero también respondió a la
necesidad de proyectar el país que se deseaba alcanzar. Definió la visión de
país, los principios que sustentan el modelo y sus principales transformaciones,
las formas de propiedad funcionales a esa visión, el contenido de la
planificación y la política social, enfatizando en su esencia humanista, la unidad
y el adecuado equilibrio entre el desarrollo económico y el social. La
Conceptualización es, en ese sentido, una referencia paradigmática, y se
concibió de forma abierta y susceptible a adecuaciones, en dependencia del
curso de las transformaciones que propone.
La "Conceptualización" y los "Lineamientos" son dos documentos
complementarios que establecen las bases teóricas y estratégicas para la
actualización del modelo económico y social cubano. La "Conceptualización"
establece los objetivos y principios generales, mientras que los "Lineamientos"
establecen las directrices específicas para la implementación de políticas y
programas concretos.
Entre los principales aspectos que aborda la "Conceptualización" se
encuentran:
 La importancia del papel del Estado en la planificación y regulación de la
economía, así como de la propiedad socialista como base fundamental
del modelo económico cubano.
 La necesidad de avanzar en la descentralización de la gestión
económica y empresarial, otorgando mayor autonomía y responsabilidad
a las empresas y organismos estatales.
 La importancia de la innovación, la ciencia y la tecnología como motores
del desarrollo económico y social.
 El fortalecimiento del sector cooperativo y de la economía campesina, y
la promoción del trabajo por cuenta propia y otras formas de propiedad
no estatal.
 La necesidad de garantizar una protección social efectiva y justa para
toda la población, así como de mejorar la calidad de los servicios
públicos.
 La importancia de la preservación y el fortalecimiento de los valores y la
cultura cubana, como expresión de la identidad nacional y la solidaridad
socialista.

Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social 2030 (PNDES)

El PNDES se hizo público a la misma vez que la Conceptualización; se


alimentó de los conceptos desarrollados allí, pero su enfoque, lógicamente, se
concentró en el ejercicio del desarrollo económico y social. Se definieron los
principios rectores (veintidós en total), seis ejes estratégicos y once sectores
estratégicos. Dado el rol asignado a los ejes estratégicos, «conforman el núcleo
de la definición general de la propuesta de desarrollo económico y social, al ser
los portadores del contenido cualitativo de las transformaciones que demanda
la situación actual para alcanzar las metas propuestas.
 gobierno eficaz y socialista e integración social;
 transformación productiva e inserción internacional;
 infraestructura;
 potencial humano, ciencia, tecnología e innovación;
 recursos naturales y medio ambiente;
 desarrollo humano, justicia y equidad

Relación entre Lineamientos Conceptualización y PNDES


El inicio de la implementación de los Lineamientos reveló la necesidad del
desarrollo de los fundamentos conceptuales del modelo de desarrollo, y ambos
(Lineamientos y Conceptualización) exigieron ser concretados y proyectados
en el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social 2030 (PNDES)
(aprobado en el VII Congreso del PCC). De esta forma puede entenderse la
unidad y la coherencia entre los Lineamientos que adelantaron el diagnóstico y
pautaron las políticas, la Conceptualización, que anticipó el modelo y lo
fundamentó conceptualmente, y el PNDES, que se concretó, después, en
grandes macroprogramas.
A modo de interés
En el período que media entre la aprobación de la Conceptualización y del
PNDES, de abril de 2017 a marzo del 2020, es posible apreciar cierta
ralentización de la dinámica de la reforma, si se compara con el período
anterior. Ciertamente, parte de las medidas que se anuncian en el PNDES ya
se venían ejecutando con anterioridad, lo que, en parte, explica esa
ralentización, junto a factores internos asociados al débil desempeño
económico y las crecientes restricciones financieras, así como a otros de orden
externo, en este caso, una nueva administración norteamericana muy agresiva
hacia Cuba.
Este largo proceso de reforma (2008 - marzo de 2020) intentó dar más espacio
al mercado dentro de un modelo económico de planificación centralizada, que
no logró desprenderse de la utilización de mecanismos de control directo sobre
la economía en general.
Ha tenido como ejes centrales
 La reforma de la empresa estatal, no concluida;
 La promoción de la inversión extranjera directa, la cual no alcanzó las
metas de monto de inversión por año, a la vez que las empresas
creadas estuvieron –y están– sometidas a regulaciones que limitan su
agilidad en la toma de decisiones y su eficiencia;
 La concesión de mayores espacios a los agentes económicos no
estatales, entre ellos, los llamados trabajadores por cuenta propia y las
cooperativas no agropecuarias, sobre los cuales se mantuvo una alta
discrecionalidad regulatoria y límites en cuanto a su crecimiento, tanto
cualitativo como cuantitativo;
 La concesión de mayor protagonismo a los gobiernos territoriales,
proceso de extrema complejidad que ha tenido, en los grados de libertad
y autonomía real de los gobiernos locales, en especial los económicos,
los mayores obstáculos para su concreción.
 La reforma monetaria, la más transversal y posiblemente de mayor
impacto de todas las reformas anunciadas desde varios años atrás, fue
pospuesta de forma reiterada, así como la apertura a la pequeña y
mediana empresa.

Influencia de los factores externos en el patrón de crecimiento de la


economía cubana. (problemas estructurales del crecimiento económico)
Existe una clara vulnerabilidad de la economía ante eventos asociados al tipo
de inserción internacional en diferentes etapas históricas. Así, por ejemplo:
el shock ocasionado por el derrumbe del bloque socialista a inicios de la
década de los noventa, que desconectó la economía cubana del esquema de
relaciones internacionales del CAME, ocasionó una fuerte recesión y afectó
considerablemente la productividad.
En la primera década del milenio el crecimiento estuvo favorecido por los
nuevos acuerdos del país en los marcos de la Alianza Bolivariana para los
Pueblos de Nuestra América (ALBA). En este contexto, se impulsaron las
exportaciones de servicios profesionales, mejorando sustantivamente la
posición de la cuenta corriente de la balanza de pagos.
En el año 2006 la economía se desaceleró, debido a que la expansión de la
absorción interna asociada causó una crisis de impagos –afectó a proveedores
y firmas internacionales radicadas en Cuba– y puso en riesgo la sostenibilidad
de las cuentas externas.
Un nuevo ciclo expansivo se observa entre los años 2011-2016, en parte
explicado por las nuevas medidas en los marcos de la denominada
«actualización del modelo económico cubano», que posteriormente se
interrumpe bajo la influencia de los cambios en el mapa político
latinoamericano y, de manera especial, por los problemas económicos en
Venezuela.
Con posterioridad, el efímero impulso favorecido por las expectativas de
normalización de las relaciones económicas durante la administración Obama
fue rápidamente revertido con la administración Trump, quien endureció la
política del bloqueo con implicaciones directas sobre el flujo de remesas y
arribo de turistas e, indirectamente, sobre el clima de inversión extranjera hacia
la Isla. El drástico ajuste de las importaciones (en 2019 fueron un 27 %
inferiores respecto a 2011) y el deterioro de la exportación de servicios
profesionales causaron en el año 2019 una caída del PIB por primera vez en
veinte años.

Panorama del comercio exterior


El principal impulso exportador de la economía cubana en los últimos años
proviene de los servicios. Cuba supo aprovechar las ventajas competitivas
naturales para desarrollar el turismo y las ventajas dinámicas asociadas a la
calificación de su potencial humano para la exportación de servicios
profesionales.
El turismo tuvo crecimientos superiores al 10 % anual hasta el año 2017, con
una tendencia a incorporar actividades de alto valor agregado (clusters con
sectores de salud, cultura, entre otros). El número de visitantes superó los 4
millones en el año 2016, con ingresos aproximados a 3068,6 millones de
dólares. En el primer semestre del año 2017 el turismo llegó a crecer en un 22
%, cifra récord en la última década, pero en el año 2019 los ingresos ya se
habían deteriorado en un 19 % bajo el efecto de la administración Trump.
En cuanto a los servicios profesionales, si bien fueron significativos en el
período 2011-2015, con ingresos promedios anuales por servicios
profesionales de 11 543 millones de dólares en los marcos de convenios
gubernamentales (Rodríguez 2017), en los últimos años decrecieron
significativamente debido a la pérdida de mercados ante el cambio del mapa
político latinoamericano. EIU (2018) estimó que en el año 2017 los resultados
fueron 30,4 % inferiores a 2013, lo que representó en términos absolutos 2920
millones menos en cuatro años.
A diferencia de los servicios, las exportaciones de bienes mostraron un
deficiente desempeño, con una tendencia decreciente a partir de 2011, y en el
año 2019, una caída del 35 % en los ingresos respecto a 2017. El
estancamiento de la industria fue notorio, con un bajo componente de
complejidad tecnológica, con excepción, como se mencionó antes, de la
industria biotecnológica y médico-farmacéutica.
En general, el comercio exterior cubano se caracteriza por una concentración
en pocos productos de bajo valor añadido y un número limitado de mercados,
razón que explica la alta vulnerabilidad a los shocks externos y las dificultades
para mantener una senda estable de crecimiento.
El declive de los mercados del ALBA también afectó las exportaciones de
combustibles y derivados ante los problemas de suministro del crudo de
Venezuela, y las exportaciones de productos biofarmacéuticos, cuyos
mercados más importantes dependieron de acuerdos entre gobiernos. Pero
más allá de factores coyunturales y salvo algunas excepciones, la política
industrial y de promoción de exportaciones se quedó a la zaga para alcanzar
un cambio estructural, aprovechando las ventajas dinámicas a nivel regional.
No hay dudas de las oportunidades que ofrecieron los acuerdos del ALBA, pero
los «buenos tiempos» no fueron suficientemente aprovechados para consolidar
bases exportables sostenibles que permitieran enfrentar una reversión eventual
de shocks externos y la excesiva dependencia del mercado de Venezuela

Inversión extranjera directa y Remesas


Aunque ya existía un marco legal para promover la IED en Cuba, no hay dudas
de que en la última década se incorporó con mayor énfasis en la estrategia
económica la captación de financiamiento externo a través de esta vía para
favorecer la modernización productiva y el crecimiento económico. La norma
que rige hoy la política hacia la inversión extranjera es la Ley 118 y sus
reglamentos, los cuales han sido «modernizados» sistemáticamente en varios
momentos. Todo este esfuerzo normativo ha permitido avanzar, pero aún no se
cumplen las expectativas respecto a las necesidades estimadas
Cuba ha sido reconocida con algunas ventajas en relación con otros países de
la región como plaza de inversión extranjera. Entre estas están:
 la seguridad pública,
 la calificación de la fuerza de trabajo,
 los altos estándares de educación y salud,
 los bajos niveles de corrupción,
 la estabilidad política,
 la situación geográfica.
Pero influyen negativamente factores internos como:
 el aún alto grado de centralización de las decisiones económicas y muy
poca autonomía de las empresas estatales para «hacer negocios»,
 la debilidad del sistema financiero y los controles cambiarios,
 los bajos niveles de conectividad y altos costos de transacción para
operar.

En el caso de Cuba, los retos que enfrenta en materia de facilitación de la IED


son:
 valoración de los activos que figuran como aporte de la parte cubana;
mecanismos de contratación de la fuerza de trabajo;
 mayores facilidades para la importación y la exportación;
 eficiencia en trámites migratorios, financieros, personales;
 acceso a servicios con precios competitivos
 menor burocracia en la cadena de negociación y mayor capacidad de
decisión de los grupos negociadores.
Recientemente se han dado pasos positivos para responder a la necesidad de
atraer nuevos flujos de capital
 la creación de la ventanilla única;
 la apertura de espacios para la inversión extranjera en la Estrategia de
Desarrollo Territorial;
 la constitución de parques tecnológicos en las universidades, que
permiten el establecimiento de negocios con empresas extranjeras;
 la posibilidad de que el sector no estatal pueda establecer «negocios»
con las compañías extranjeras radicadas en el país;
 nuevos incentivos para que las empresas estatales establezcan
negocios con las radicadas en la Zona Especial de Desarrollo Mariel
(ZEDM),
 la incorporación en la nueva ley sobre pymes de la IED en el sector no
estatal.

Otro de los principales flujos de financiamiento externo con que ha contado la


economía cubana son las remesas. En la década del noventa, estas tomaron
protagonismo con el cambio en la política cubana hacia la emigración, que
fomentó las relaciones entre las familias cubanas, y la despenalización del
dólar y su utilización en el comercio minorista.
Se estima que las remesas han estado desde entonces dentro de las primeras
cinco fuentes de ingresos externos de Cuba y entre las tres primeras si se
consideran los ingresos netos

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