Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Introducción
Por su parte, cuando un parasito se encuentra infestado de otro parásito se debe tomar en
cuenta el impacto directo que tiene este proceso sobre la naturaleza y su ciclo natural.
La evolución de patógenos de tipo microbiano que conlleva a qué la naturaleza sea
perjudicada dan lugar a que varias redes alimentarias se encuentren con un porcentaje
bajo de estudio. El hiperparasitismo se puede observar obligatoriamente cuando los
organismos presentes se han desarrollado para infectar a otros parásitos o por obtener la
capacidad para hacerlo. Es claro resaltar que los parásitos de tipo microbiano son la
fuente inicial con mas probabilidades para la hiperparasitación debido a su tamaño
pequeño, teniendo a parásitos microbianos y multicelulares (1).
Desarrollo
Es usual observar que un insecto fitófago se parasite por algunos parasitoides y que
estos sean parasitados por otros hiperparasitoides. Aquí se puede mencionar a la especie
Uraba lugens que tiende a atacar a las hojas de los eucaliptos en Australia. Se reconocen
siete hiperparasitoides recolectados, encontrando que esta amplia diversidad evita que
se realice un análisis interno especifico y dificulta ampliamente los estudios realizados
entre las especies (1, 2).
Se pueden reconocer varios géneros hiperparasitoides dentro de otros tipos de
parasitoides primarios. En Australia se estudiaron las larvas de Mythimna convecta y se
encontraron la presencia de cinco parasitoides primarios como dípteros (Tachinidae) y
heminóptero (Ichneumonidae). Se reconoce que las pupas de Cuphocera, parasitoide
primario más frecuente, suelen ser atacadas por himenópteros hiperparasitoides (2).
De la misma manera, las larvas del coleóptero Chrysophtharta agrícola son parasitadas
por dípteros de la familia Tachinidae y por los himenópteros de la familia Braconidae. A
su vez, se reconocen tres hiperparasitoides como Perilampus tasmanicus, Mesochorus
sp. y Meteorus sp. Por otro lado, se puede identificar hiperparasitismo facultativo con el
género Eupelmus que conforman parasitoides primarios. En este sentido, la especie E.
vuilleti se presenta como un ectoparasitoide solo que suele atacar las larvas de
coleópteros como Callosobruchus maculatus. Sin embargo, cuando se pone en
competencia con otro parásito para infectar a hospedador es sanos, E. vuilleti elige la
hiperparasitación en el último estadio larval de D. basalis (2)
Se puede observar que gran parte de las especies del género Encarsia, cómo
Hymenoptera o Aphelinidae, se encuentran como parasitoides primarios que enfrentan a
distintos insectos y homópteros. Dentro de este contexto, hay especies que tienen
particularidades con respecto a su comportamiento. De esta manera, la hembra suele
desarrollarse como parasitoide primario de homópteros y el macho tiende a
desarrollarse como hiperparasitoide de un parasitoide primario de especies distintas. Los
huevos machos se despistan en un parasitoide primario, siendo extraño observar este
proceso en una hembra de su misma especie (2).
Por otro lado, los huéspedes deben cambiarse constantemente de manera bidireccional
para encontrarse en lapsos infectados y no infectados, encontrándose infectados y no
infectados, adquiriendo la infección o no de acuerdo a sus necesidades. Aquí se destaca
que la depredación suele encontrarse como irreversible. De esta manera, el papel del
hiperparasitismo dentro del ambiente no se capta de un modo adecuado con los modelos
tritróficos que existen (3).
Conclusión
Bibliografía
3. Parratt, S., Laine, AL. The role of hyperparasitism in microbial pathogen ecology
and evolution. ISME J 10. 2016; 1815–1822. Disponible en:
https://doi.org/10.1038/ismej.2015.247