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Recuros de Lectura. La Importancia de La Ética en Los Negocios
Recuros de Lectura. La Importancia de La Ética en Los Negocios
NEGOCIOS
Gemma Juan Giner / 3 junio, 2021 / 0 / 47.5k
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La ética en los negocios se basa en una serie de reglas escritas y tácitas sobre los
principios que rigen las acciones y la toma de decisiones de una empresa. La ética
viene de una rama de la filosofía que ve los valores humanos en relación con su
conducta a lo bueno o malo, lo correcto e incorrecto. En el mundo de los negocios,
esta ideología, tal y como vamos a ver a lo largo de este artículo, asegura mejores
empleados y más inversiones.
Según Daniel Prieto, docente de nuestro MBA online, la ética es un valor que debe
estar presente en nuestro día a día y, por supuesto, también en los negocios. «Marcar
las directrices de nuestro comportamiento es un principio básico que las empresas
tienen que asumir y deben impulsar un comportamiento ético entre sus empleados
que favorezca la interrelación entre personas, compañía y sociedad».
La ética es un principio moral totalmente transversal a cualquier actividad humana.
Casi se podría decir que sin ética no se podría vivir, aunque la realidad, por
desgracia, nos está indicando todo lo contrario.
No hay más que leer los periódicos o ver las noticias en la televisión para constatar
que el ser humano se ha olvidado de la ética como principal eje de actuación. El
negocio, entendido como la negación del ocio, consiste en cualquier tipo de
transacción económica entre un cliente o empleado con cualquier proveedor, y según
indica José Vera, docente del área de RRHH de la Escuela de Negocios y Dirección,
“cuando hay dinero de por medio, muchos aplican el principio del todo vale, una
actitud que va en contra de cualquier principio moral”.
Vivimos en tiempos de incertidumbre y ahora, más que nunca, se hace muy necesaria
la ética en profesionales, ejecutivos y emprendedores. Muchas de las grandes
empresas mundiales ya no discuten la importancia de la ética en sus organizaciones;
más bien, buscan la forma de aplicarla. Claramente, la ética es una disciplina de
Management y una habilidad clave para la próxima generación de líderes.
Para el docente de ENyD, la ética en los negocios nace en el mismo instante en el que
surge la primera transacción comercial, el primer trueque. Lo que ocurre es que en
estos tiempos se está hablando mucho del tema; por desgracia demasiado.
Según Rafael Tomás Cardoso, docente del Máster Oficial Online en Dirección y
Gestión de Personas de ENyD, “el principio moral de esta economía política y de la
ideología liberal, basada en la idea de que la búsqueda del bien privado conduce a la
generación del bien público (o bienestar social) a través de los mecanismos de la mano
invisible del mercado, sirvió durante mucho tiempo de fundamento a la legitimación
ética de los negocios”.
En este sentido, añade que “los cuestionamientos críticos del capitalismo, desde el
keynesianismo y el neoliberalismo contemporáneo, a través de la aceptación de la
intervención y regulación social de las economías de mercado, se ha convertido en la
demanda social actual de una economía socialmente responsable y de unos negocios
éticos”.
“Son demasiados los casos que nos muestran hasta qué punto nos hemos olvidado de
la ética, en su sentido más amplio. Gilles Lipovetsky (conocido filósofo francés), a
finales del pasado siglo, acuñó su famosa frase que tanto me gusta repetir a mis
alumnos: El Siglo XXI tendrá que ser el Siglo de la Ética, o no habrá Siglo XXI».
Vera indica a continuación que esta frase “puede parecer demasiado dramática, casi
truculenta”, pero el día a día le demuestra que el ser humano, en general, no ha leído a
dicho autor.
Por todo lo expuesto, la ética empresarial no sólo tendría que ser necesaria sino,
incluso, obligatoria. Por suerte, buena parte de las nuevas generaciones se han
concienciado en la necesidad de ejercer «buenas prácticas», no sólo desde el punto de
vista medioambiental, sino también desde el comportamiento humano en la forma de
llevar adelante los negocios.
“La exigencia, por parte de estas nuevas generaciones, de unos estándares mínimos
de responsabilidad empresarial, reputación, cumplimiento («compliance»), prestigio,
etc. hacen que las empresas se estén tomando muy en serio la aplicación de principios
éticos en sus acciones, sean del tipo que sean”, matiza José Vera.
En este sentido, añade que “es triste constatar que, además de las leyes escritas por
los poderes legislativos de las naciones y del código moral natural del ser humano, las
empresas han tenido que redactar sus propios códigos de conducta internos para
que los empleados tengan que saber qué es lo que se puede y lo que no se puede
hacer en el marco de los negocios”. Inclusive, en estos últimos años está apareciendo
la figura del «Legal Compliance Officer», como garante del cumplimiento de dichos
códigos de conducta.
Para el docente del Máster Online Recursos Humanos, “la creciente atención de las
empresas a la demanda social y de las propias dinámicas del mercado, se constituye
en una parte fundamental de su estrategia de negocio, en un motor de mejora de su
imagen de marca, su prestigio y posicionamiento de mercado”.
La ética en los negocios es un punto básico que desde el área de gestión del talento de
las empresas, se puede impulsar a través de la trasmisión de valores dentro de la
compañía. Otro aspecto que podemos impulsar, según Daniel Prieto, es «desarrollar
un código ético que de visión de aquellos comportamientos por los que se deben de
regir las personas».
Estas tres acciones, sin ninguna duda, facilitarán la implementación de esos principios
éticos en el ámbito de los negocios y de cualquier otro aspecto de la vida empresarial.
De hecho, a sus alumnos les insiste mucho en el concepto de «tolerancia cero», que
tanto se está utilizando respecto a la violencia de género y que tan poco resultado está
dando. Les suele poner algunos ejemplos para que debatan sobre lo que les parece
que es tolerable (según prácticas comunes) y lo que debería ser inadmisible y,
fácilmente, llegan a entender el concepto de «tolerancia cero». Siempre con la
intención de convencerles de que “la ética acaba triunfando”.
Tomás Cardoso indica que “es fundamental que los docentes de las Escuelas de
Negocios tengan muy presente dentro de las programaciones de sus materias, la
demanda generalizada en la sociedad y en las tendencias de los mercados, de unas
empresas con propósito social y de su creciente reflejo en la fuerza y presencia de los
nuevos modelos de un Management estratégico con atención a la ética empresarial, a
la responsabilidad, el propósito e impacto social de los negocios.”
Tal vez las escuelas de negocios somos el último eslabón de la cadena educativa, a
pesar de preconizar personalmente el principio de la formación continua. La ética, en
su sentido más amplio, debería impartirse y practicarse desde el «jardín de infancia»,
junto con los principios de diversidad e integración.
En definitiva, recuerda la famosa frase de Aldous Huxley de que “El fin no puede
justificar los medios por la simple y obvia razón de que los medios empleados
determinan la naturaleza de los fines producidos».